Capítulo 14: The Warmth Of Your Gaze.

Capítulo 14: Clausulas.

Pretendiendo no darme cuenta

Miré lejos fijamente por una pequeña ventana

La voz de un ángel llena el cielo

Rodeado por el viento

El ruido refleja...

En tus ojos...

Algo que no logro escuchar

…

Rodeado, rodeado...

Deje atrás el tiempo y ahora soy

Un pobre miserable

Mizerable-Gackt.

---

—Hola, lamento haber cambiado el lugar en el último minuto y llegar tarde, ambos lo lamentamos ¿verdad In Hwan?

—Síii, lo sentimos. ¿Van a pedir una happy box también? ¿Puedo tener sus juguetes?

Sungmin y Hangeng compartieron una sonrisa enternecida notando el especial énfasis que In hwan ponía en su pronunciación y asintieron mirando a Yoochun terminar de instalarse. In hwan sonrió emocionado empezando a quitarse los zapatos para air al área de juegos.

—In hwan, micky se queda con nosotros cuidando la mesa, no entres a la alberca de pelotas, la última vez Junsu casi nos arranca las orejas.

Hangeng arqueó una ceja y Yoochun se cubrió los labios mientras decía “perdió los pantalones”.

—Bien, dije que me compodtadía.

—Comportaría.

—¡Ay Chunie! Comporta-ría.

—Muy bien puedes ir a jugar, te llamare cuando esté lista la comida.

In hwan salió disparado y Yoochun se desplomo sobre la mesa con un profundo suspiro.

—¡Dios mío! Acabamos de salir del entrenamiento de Tae Kwan Do y aun quiere seguir jugando, yo quiero comer y dormir para siempre, las madres deportistas son espeluznantes.

—Todas las madres amigo, dímelo a mí —susurro Hangeng codeando a su primo.

—Perdón por la demora estoy muy feliz de verlos de nuevo, aunque no me vayas a mal interpretar Sungmin, no sé porque también estas aquí.

—¡Ah! larga historia, pero tú y Junsu no piensan arreglar nada en el corto plazo así que alguien debe de al menos interesarse en el asunto. Hanie tiene cosas interesantes que hablar con nosotros ¿verdad?

—En efecto, esto era urgente, salvo que ya saben con el adelanto del parto y todo eso estoy vuelto loco, absoluta e increíblemente feliz, pero loco.

—Obvio primo todas nuestras reuniones quedaron aplazadas al menos 3 semanas, ya sabes Siwon inauguro el Luxemburgo con pompa y maroma, todos brindamos por Henry y por ti.

—Lo imagino debió ser una gran fiesta, pero en esto comparto con Yoochun desearía dormir para siempre.

—¿Les gusto mi regalo? Ya que me traes a colación.

—Definitivamente, te mereces un buen vino por eso. Es magnífico, Dani puede dormir más de 3 horas seguidas si nos desmayamos en el oso, gracias.

—In hwan escogió el oso y Junsu el tamaño de algún modo sabe sobre comodidad. Pero necesito fotos.

—Oh, yo tengo mira —Dijo Sungmin rebuscando en su teléfono.

—¿Por qué tienes fotos?

—Henry las comparte conmigo, haremos un gran álbum de recuerdos.

—Bueno al menos es mejor que subirlas todas a Facebook, iré a por la comida que aquí nadie nos atenderá de lo contrario.

—Trae papas extras y un helado —dijo Yoochun aguantándose la risa por ese último comentario. No era su culpa que In Hwan fuera un adicto a las selfies.

—Eres extrañamente responsable, me gusta. In Hwan será muy feliz siempre y cuando tú y Junsu dejen de ser tan miedosos.

Yoochun se removió incómodo y dejo el teléfono en paz encogiéndose de hombros abatido.

—Debes saber que si bien es aterrador, yo no quiero imponerme ante Junsu, hay atracción y creo que estoy absolutamente perdido por In Hwan pero en realidad no sé qué es lo que él quiere. No me gustaría presionarlo.

—Junsu quiere correr desnudo en un campo de margaritas, vivir con In Hwan en una casa del árbol y ser absolutamente ajeno a los problemas del mundo. En otra vida habría sido un gran artista y en torno a ello habrían girado todas sus decisiones respecto a lo que la felicidad y estabilidad se refieren. Pero esta es su realidad. Simplemente está muy acostumbrado a no asumirla, no es ni siquiera su culpa, antes tú no estabas e In Hwan no te quería, era más sencillo. Yo creo que debes ser agresivo, apasionado y demostrarle claramente que lo quieres, de modo tal que sea incapaz de decirte que no.

—¡Oh por dios! Eso es jodidamente abrasivo.

—¿Qué? Yo conozco a Junsu mejor que tú, se lo que te digo. Hazme caso y todo terminara bien.

Con una sonrisa se hundió sobre el asiento tecleando furiosamente en su teléfono celular y Yoochun le dio una última y larga mirada antes de levantarse para ayudar a Hangeng con las órdenes de comida.

Una vez con la comida instalada y toda la seriedad que esa conversación requería, que podía reunirse en un Mcdonalds Hangeng empezó a hablar.

—He pensado mil y un formas de decir esto mi amigo pero creo que no las hay, así que simplemente te lo diré.

—Hace casi un mes acompañe a una comida a tus padres. Hablaron de su situación familiar en general y debo decir que me siento muy incómodo de conocer dos perspectivas tan distintas en quienes llevan más de 30 años de casados.

»En primer lugar creo que debes saber que la situación con tú madre y Yuriko fueron ventajosamente planeadas y que posiblemente quiera hacer lo mismo con Minho.

Yoochun se removió incómodo y suspiro colérico.

—Minho se le parece mucho, es lógico, madre lo adora casi del mismo modo que adoraba a Yuriko, pero a Changmin también le encanta así que ¿Quieres decir qué sigue patrones?

Hangeng suspiro ante el tono y la pregunta y movió las manos apaciguadoramente.

—Escúchame, tus padres tuvieron una declaración de guerra aterradora al respecto... Y bueno no sé si lo sepas pero... Yuriko siempre supo que estaba enferma. Tu madre parecía verdaderamente resentida porque ella nunca te lo dijo hasta que lo descubriste y sabes cómo ocurrió todo desde ahí.

»Ella buscaba protegerte de un daño que no causo, aun si eso significaba perderte como hijo, yo solo estoy opinando, pero que ella te mintiera, que te haya prometido la felicidad absoluta sin prepararte para ya sabes que, fue lo que en verdad rompió a tu madre.

»No tolero que te haya engañado. No dudaba de sus sentimientos creo que simplemente actuó bajo su lógica de madre. Proteger a toda costa a su hijo... Pero yo solo estoy especulando. Tu padre simplemente no va a permitírselo de nuevo así que la cosa es que tú y tus hermanos están en el medio de una disputa entre sus padres y yo creo que ya es hora de que empiecen a imponerse y decidir sobre sus vidas correctamente.

—¿Estás diciendo que mi mama hizo todo eso para evitarme un corazón roto? —Hangeng se abstuvo de gemir audiblemente, por supuesto eso es lo único que iba a escuchar.

—Creo que ella manejo la situación del modo que creyó menos trágico y utilizo la propia culpa de Yuriko por mentirte, a su favor. Al irse solo creyó que estaba haciendo menos daño. De alguna manera ni ella ni tu madre estaban equivocadas. Aunque mucho me temo en realidad que estaban siendo egoístas y la última persona en la que pensaron fue en ti.

—El punto álgido aquí es, —interrumpió Sungmin con una practicidad que los otros no apreciaban —que Minho está ahora en la misma posición que Yuriko y mucho me temo que la situación es más grave de lo que en verdad imaginamos. Las últimas semanas han sido muy agotadoras para Minho si los vistazos que le he dado significan algo.

Sungmin mastico a unas papas con aire pensativo antes de decidirse a continuar.

—Él nunca va a obtener algo para sí mismo, si eso implica herir a alguien más. Es así como es. Aguantara y aguantara y aguantara… Oh, pero cuando explote... Va a ocurrir un desastre. Me temo que tú y Junsu son una fuente inagotable de estrés no solo para el sino francamente para tofos nosotros ¿Podrían no se… crecer y tener sexo y vivir felices para siempre?

—¡Como en la sirenita!

Todos saltaron al oír las risitas encantadas de un In Hwan y sonrieron torpemente recordando donde estaban de nuevo.

—¿Tienes hambre bonito?

—Si mucha Chunie ¿Te estaba contando Sungmin un cuento?

—Si algo así.

—Él es muy bueno contando cuentos. ¿Me cuentas uno?

—¿Por supuesto enano cual quieres?

—El del pulpo alíen y luego el del príncipe Flint. *

—Muy bien, vamos a empezar con el del pulpo.

Yoochun intercambio una mirada con Hangeng transmitiendo todo su agradecimiento y empezó a reflexionar sobre lo entrometidos que estaban  siendo sus padres. Sobre Minho y Changmin y todos los rumores a su alrededor. Sobre Junsu, sobre In Hwan y como se sentía respecto a Yuriko y su madre.

Joder con su vida. Joder.

***

Minho salió por el pasillo del salón de recepciones hacia el balcón más cercano, retorciendo sus manos con ansiedad y enfado.

Tuvo que asistir a otra cena con el señor Park y Changnin en donde casualmente estaba la señora Han Mi y Victoria. Casualmente, porque repentinamente todos estaban interesadísimos en las organizaciones de caridad que la empresa apoyaba pero solo a ese nivel frívolo y socialite. Fiestas, fiestas. Había orfanatos, comedores comunitarios, escuelas, grupos de teatro, los beneficiarios directos con que podían convivir y hacía fiestas ridículas en penthouse más ridículos aún.

—¡Auch! Lo siento no lo vi.

—Esa es la idea Minho confundirme con el ambiente.

—Enrique… —suspiro agradecido tomando de él una copa con agua mineral y limón—. Gracias.

—No es nada imagine que lo necesitabas, parecías a punto de asesinar a alguien y nadie te culparía solo para que lo sepas.

—¿Y eso por qué?

—Esa señorita podrá ser todo lo magnifica que quieras, pero no se puede ser tan descarada e interferir tan evidentemente en  relaciones de otras personas por mas que la señora Park este alentando ese comportamiento.

Minho dejo de sonreír y pregunto cuidadoso.

—¿A qué te refieres?

—Vamos Minho no te preocupes por lo que yo pueda pensar tienes todo mi apoyo. Te mereces ser feliz y el jefe también, se que la discreción es importante pero me alegra que se quieran tanto. El sujeto puede ser a veces un dolor en el trasero pero  es  buen tipo y se nota que te quiere mucho, te mira como si el sol saliera cada vez que le sonríes. Así que quita esa cara larga que no tienes por qué estar celoso.

—¡Oh, dios mío!

Minho sintió que la boca se le secaba y se sonrojo furiosamente sintiéndose estúpidamente expuesto. No importa cuán discreto e indiferente  había intentado ser. Se le  notaba y si Enrique lo noto otras personas estaba claro que también lo harían, si no es que ya lo habían hecho y eso era tan terriblemente agobiante.

—¿Te encuentras bien?

Minho salto sobre sí mismo sintiendo el aliento cálido de Changmin sobre su mejilla y sus manos moverse delicadamente sobre su cintura. El color en sus mejillas se acentuó y asintió lentamente bebiendo su agua mineral hiper consciente de todas las miradas en ese rincón, prestarles minuciosa atención ¿Cuándo se habían puesto tan cómodos para llegar a esta intimidad tan confusa?

Incluso Enrique lucia pagado de sí.

—¿Estás seguro?

—Si es solo que no entiendo que hacemos en un sitio como este, atendiendo supuestas obras de caridad es-

—Ridículo.

—Si e incongruente —Minho se lamió los labios mirando de reojo la sonrisa instigadora en Enrique.

Estaba mal lo que estaba a punto de hacer, era infantil y egoísta y poco profesional e incluso un poco manipulador, pero se apoyó en Changmin y sujeto la manga de su saco casi con aire desvalido.

—Realmente no quiero estar más aquí.

Changmin le sostuvo la mirada y suspiro audiblemente recargándose sobre su cabello un instante antes de hacer algo terriblemente indecente.

—Pensé que nunca lo dirías, por supuesto que sí. Enrique prepara el auto.

—Por supuesto señor.

Minho se reprendió mentalmente por la sonrisa complacida que estaba a punto de dejar salir cuando Changmin se apartó y lo acompaño a los ascensores.

—No tienes que seguir viniendo a estos sitios si no quieres, hablare con papá para que no te siga arrastrando a ellos, sé que ya trabajas demasiado así que no te preocupes puedes irte a descansar tranquilamente, yo me encargare de excusarte con él, debe entender que es incómodo para ti estar en el mismo sitio que mamá por lo que ha pasado.

La expresión de Minho cayó en una fría estoicidad y deslizo su mano de entre las de Changmin castigándose internamente por haber cedido a sus impulsos infantiles y a las palabras de Enrique, no era más que un estúpido confundiendo las cosas.

Changmin lo miro con preocupación y después la presencia dulzona del perfume de Victoria llego a su lado sonriendo todo encanto.

—¿Minho shii te encuentras bien?

—Por supuesto es solo que he tenido mucho trabajo últimamente y temo que estas reuniones absorben mucho de mí, así que estaba a punto de retirarme a descansar.

—Ya entiendo eso explica tu aspecto algo desmejorado, ve a casa con seguridad que yo me encargare de acompañar a Changmin el resto de la velada —dijo con una honesta alegría.

Como si no hubieras estado encima de él desde que llegamos, pensó amargamente obligándose a regalarle la mejor de sus sonrisas, no podía odiarla activamente porque no estaba siendo deshonesta. El único imbécil en todo ese asunto no era nadie más que él.

—Eso es muy amble de su parte Victoria shii, espero que pronto nos estén sorprendiendo con una noticia agradable —susurro juguetón guiñándole un ojo que tiño de rosa sus mejillas.

—Minho shii que ocurrente —susurro lanzando una mirada tímida a Changmin que miraba a Minho estupefacto y traicionado.

—Buenas noches, con su permiso.

—Vuelvo en un segundo lo acompañare al pasillo.

Se adelantó Changmin tomándolo del codo, caminando lado a lado hasta que estuvieron lo suficientemente lejos del salón para poder hablar sin tener que gritar y para que Minho se sacara del agarre con brusquedad.

—¿Qué fue eso? —cuestionó Changmin intentando tomar su mano de nuevo recibiendo un manotazo y una mirada gélida.

—No me toques —siseo Minho lanzando dagas en su dirección.

—¿Qué rayos pasa contigo? —pregunto Changmin retrocediendo confundido mientras Minho se mordía los labios bullendo de… ¡Celos! Por el amor de dios ¿Cuantos años se supone que tenía? Eso era una estupidez. Changmin no era suyo, no podía obligarlo a hacer lo que quería, eso era irrespetuoso y egoísta además de ridículo porque no eran nada y aunque lo hubiesen sido no tenía derecho a comportarse así.

—No me pasa nada, será mejor que vuelvas a la fiesta buenas noches.

—Minho…

Intento de nuevo deteniéndolo con un tirón a su brazo antes de que todo se echara a perder.

—¡Que no me toques! —gruño haciéndolo retroceder asustado—. ¡No sé qué derecho te crees que tienes! ¡Pero no lo hagas de nuevo sin mi consentimiento o no respondo de mí! ¿Esta claro? No necesito tu comprensión, ni tu paciencia, ni tu confort. No soy tu amigo ni quiero serlo, yo trabajo para tu familia, eres mi jefe y el nuevo proyecto de caridad que crees que soy bórralo de tu cabeza, que no necesito la bondad de un mocoso mimado e inseguro que no es capaz ni de poner en orden su vida, aun con todos sus millones a cuestas, así que déjame tranquilo  yo no necesito otra carga en mi vida.

Minho salió corriendo sin poder borrar la expresión herida que le dirigió Changmin antes de cerrarse y mirarlo con desapego mientras asentía a su reproche.

Minho quiso volverse y empezar a disculparse hasta que la garganta se le cerrase no era lo que había querido decir, no era lo que pensaba eran los celos y la estupidez actuando por él pero su estúpido orgullo se impuso y la certeza de que hizo lo correcto.

Enrique se puso al día con el hasta que llegaron al estacionamiento y Minho se sintió terrible al darse cuenta que había escuchado su berrinche. No fue capaz de mirarlo a los ojos ni cuando abrió la puerta del auto. El coche se puso en marcha sin más y mirando la luna por la ventana sintió la adrenalina fundirse sintiendo el peso de sus palabras golpearlo con la certeza de lo que había dicho.

Enfurecido. Dolido y confundido enterró la cara entre sus manos mientras silenciosas lágrimas rodaban por sus mejillas, llorando por su cobardía. Deseando tener la confianza honesta de Victoria y haberle dicho que dejara la fiesta con él, que fueran a comer al centro de Seúl y después caminar por un parque mientras invadía su espacio personal todo lo que quisiera, porque le gustaba y desearía sentirse mimado y consentido por él. Apreciado y protegido, valioso y único. Especial.

Por una vez en la vida permitirse ser un egoísta mocoso ingenuo.

¿Por qué se había enamorado de él?

***

El ascensor se abrió y Yoochun casi tropieza con Minho. Estabilizándolo con el montón de carpetas que traía entre manos.

—¿Estas bien?

—Yoochun shii… buenas tardes, claro que sí, pero en este departamento las cosas nunca están en calma voy a finanzas a ajustar un par de cosas.

—Adelante, ten cuidado —dijo presionando el botón del elevador hacía el piso de finanzas.

—Gracias.

Las puertas se cerraron con un ding y Yoochun se deslizo por el pasillo con calma, entrando a la oficina de Changmin sin llamar, encontrándolo como había esperado, enterrado entre documentos hasta más arriba de su cabeza.

—Hola hermanito, traje dulces.

—¿Qué quieres? Nunca vienes a menos que quieras que cubra un derroche excesivo o algo así.

—Me haces parecer un desgraciado, que simpático eres.

Changmin le arrebato los dulces después de que se sentara y masticó una paleta a propósito, Yoochun no podía tolerar el ruido que producía, pero en ese momento no hizo ni si quiera un gesto.

—¿Y cómo estás?

—¿Yoochun que quieres?

—Y soy yo quien esta emocionalmente atrofiado, en fin ¿Tendrás entre tus curiosidades el teléfono de Han Mi? —cuestiono apilando correctamente un montón de gráficas frente a él.

Changmin se enderezó y lo miro sospechoso.

—¿Para qué quieres el teléfono de mama? ¿Esto será algo como lo del 2009?

Aun había desconfianza en su voz pero ya estaba escribiendo el número en un papel cualquiera sin  dejar de mirarlo de reojo, como si pudiera de fragmentarlo y así poder entenderlo.

—Nah~ estoy tratando de ser un buen hermano mayor. ¿Cómo te va con Minho?

Changmin le extendió el papel y se quitó los antejos presionando el puente de su nariz con fastidio.

—No vas a dejarme tranquilo hasta que te responda ¿verdad?

Yoochun sonrió como In Hwan cuando lo atrapo dibujando un dinosaurio en su informe mensual antes de una junta.

Changmin volvió a suspirar y se desparramo sobre su silla medio girándose hacia el ventanal.

—No hablamos ¿vale? Solo viene y trabajamos. Punto. Ha dejado muy claros sus deseos.

—Fiuu~ y veo que has dejado claro los tuyos también. Oí de Irene el fiasco de la otra noche. Has de haber utilizado todo este bello encanto que me has demostrado para hacerlo llorar todo el trayecto a su casa. Yo pensé que... Bueno no importa, ya me voy gracias por el número.

—¿Por qué iba Minho a llorar si él fue quien me pidió que me alejara de él?

—¿Uh?

 Yoochun volteo a mirarlo y se sentó de nuevo.

—Creo que me estoy perdiendo de algo hermanito ¿no tú y Minho pelearon porque preferiste quedarte con victoria que con él? Ya sabes que todo el mundo te ha visto demasiado cercano a ella y asumieron que lo estabas engañando. Enrique escucho cuando te pidió retirarse.

—Si me dijo que quería irse y lo acompañe al ascensor.

 Yoochun se recargo en una mano y asintió sonriendo como el gato de chesire.

—Y no se te ocurrió ¿Qué quizás fue su manera de decirte que quería estar solo contigo? Changmin abrió la boca para refutar y frunció el ceño contemplativamente repasando mentalmente toda la escena hasta que los gritos empezaron.

—Estaba celoso. ¡Carajo de mierda! ¡Minho estaba celoso! —gimió mortificado  desplomándose contra su escritorio con un golpe duro—. Por eso me ha mandado al diablo desde que Victoria aparecio. Se siente amenazado porque no la trate igual que a Taemin.

—Yo sabía que lo resolverías con el tiempo se me estaba haciendo raro que no estuvieras histérico al respecto. Ya sabes se nota que te encanta y no creo que Minho sea ajeno si su actitud quiere decir algo.

—Bueno aclarado esto, estoy seguro que ya se te va a ocurrir como declararte. Quiero hablar contigo sobre lo que mamá y papá de repente decidieron decir sobre nuestras vidas.

—Yoochun dijiste que no sería como lo del 2009.

—Y no será, solo escúchame.

***

—Hola papá.

—¡Yunho! Dichosos los ojos que te ven te has desaparecido más que de costumbre últimamente. ¿Algo que me quieras decir? —cuestionó su padre inclinando bacía él una piña colada.

—Oh si, como cuestión de hecho Yoochun me contó una teoría interesante. Podrías explicarme ¿Por qué de repente tú y mamá decidieron jugar con nosotros al ajedrez? Esta no es ninguna novela de Jane Austen.

El señor Park abrió la boca y luego la cerró y luego suspiró.

—Mira Pa´ yo sé cuánto nos quieren…

—Yunho no te pongas condescendiente conmigo.

—Yo sé cuánto tú y mamá nos quieren, pero tú no puedes andar por ahí jugando a la celestina y declarándole guerras a mamá —dijo ignorando la interrupción de su padre —. Los quiero y mucho y es mejor si tú y mamá no se ponen de lado de nadie y son tan felices como siempre, porque lo que ocurra en nuestras vidas será culpa o dicha de nuestras decisiones. Todo el resto está fuera de su control y te agradecería si en lugar de andar conspirando actúas como un abuelo consentidor y cuidas de In Hwan la noche del viernes.

—Pero tenía un as bajo la manga, nunca me dejan jugar mis cartas.

—Vamos papá tú has sido siempre el más sensato de nuestros padres y en realidad no está en tu naturaleza interferir en nuestras vidas. Agradezco que ahora le hayas puesto un freno a mamá para evitar otro fiasco como el de Yuriko pero Changmin está enojado y Yoochun… Bueno con él es difícil saber siempre ha sido tan depresivo. Pero ahora más que nunca tú y mamá deben ser un frente unido y más les vale reconciliarse pronto.

»Yoochun fue a hablar con ella. Creo que hay cosas que no se han dicho por el bien de esta familia que deben escuchar.

Y el señor Park de repente pensó preocupado que no debía estar enojado más con su esposa si al fin, Yoochun y ella se iban a enfrentar a esa conversación pendiente.

***

Han mi regreso de su sesión diaria de yoga para encontrarse de frente con Yoochun parado tranquilamente en el loft de su apartamento temporal, mirando por la ventana tranquilamente como si siempre hubiese estado ahí.

Cuando respondió a su llamada creyó simplemente que había tenido demasiado vodka y era todo una alucinación.

—Yoochun...

—Hola mamá, cuanto tiempo sin vernos.

—Sí, ha sido un tiempo, creí que había bebido demasiado cuando llamaste. Adelante, adelante toma asiento. ¿Qué necesitas?

Yoochun abrió el botón de su saco y se sentó frente a ella en un sillón de cuero blanco para dos personas.

—Creo que debemos hablar y aclarar un par de cosas que hemos dejado de lado demasiado tiempo por estar rumiando sobre nuestros sentimientos, que francamente nunca hemos intentado resolver.

—Oh eso, creo que no necesitamos estar sobrios para eso.

—Mamá siéntate y escúchame.

Y Han Mi tuvo que hacerlo porque se había perdido mucho a su pequeño bebé.

***

—Por aquí señor Park, como puede ver es un penthouse amplio y con una vista maravillosa, los pisos son de rica madera y hay ventanales estratégicamente distribuidos, todas las salas son amplias y de techos altos.

Changmin miro de reojo la reacción de Minho y grito internamente medio escuchando a la señorita de bienes raíces. Los últimos 3 departamentos eran maravillosos, amplios y muy a doc a sus gustos. Pero Minho solo se veía como si deseara estar en otro sitio. Changmin solo necesitaba una reacción positiva, un indicio pequeño, una mirada interesada, una sonrisa, un parpadeo impresionado o algo.

—¿Qué opina?

Changmin se rasco la nuca y gimió mirándolo todo de nuevo.

—Es hermoso. Pero aun no estoy seguro.

La mujer sonrió más ampliamente con un ligero tic en los labios y Changmin se sintió culpable por ella y por haber arrastrado a Minho con él. Después de su charla con Yoochun no había encontrado el modo de hablar con él. Aun iban juntos a practicar su tiro pero no iba a acercársele con una 9mm, tenía sentido de auto conservación. No sabía que pensar de haber descubierto que Minho estaba celoso y que eso podía traducirse en interés, pero su corazón, ese se ponía como caballo desbocado cada que lo miraba. El punto era que solo sabía comunicarse con las personas que le gustaban a través de la tortura así que eso es lo que estaba haciendo.

—¿Hay algo más para ver en la zona?

—Según sus especificaciones no, pero hay una nueva residencia de inspiración occidental con todos los elementos de una casa tradicional coreana en ella, es difícil de explicar es un diseño que puede no ser del gusto de cualquiera.

Changmin vio a Minho acercarse a escuchar algo interesado y Changmin sonrió y asintió.

—No perdemos nada con ir ahí ¿verdad?

—No supongo que no, quizás resulta que le termina gustando.

Todos salieron de ahí sonriendo un poco esperanzados, aunque por diferentes razones y Changmin se encargó de poner una de sus manos en la espalda de Minho de regreso al auto para verlo retorcerse mientas intentaba ser cortes al mismo tiempo. La sonrisa de Changmin era imposible y así continuó todo el camino hacia la casa.

Lo primero que pensó al estacionarse frente a ella fue que era muy grande, demasiado grande, su casa siempre le molesto por lo lejos que estaba su habitación de la cocina, tenía sus ventajas pero en realidad era poco práctico. Bajo del auto y el jadeo extasiado a sus espaldas lo hizo enderezarse sintiendo todo el bello de su cuerpo erizarse.

Volteo hacia Minho y solo esa fue razón suficiente para tomar una decisión.

—¿Cuándo podemos empezar los tramites de la compra?

—Señor Park pero si aún no la ha visto.

Changmin sonrió con su forma más encantadora y movió la mano en un gesto sencillo para restarle importancia.

—No será necesario, confió en usted y creo que en verdad se ajusta a lo que estaba  buscando.

La mujer miro a Minho y luego a Changmin quien sonrió bajando la mirada tímido, ocultando sus manos en los bolsillos de sus pantalones, una risita escapo de ella y elevo las cejas con entendimiento.

—Muy bien podemos empezar ahora mismo, síganme guapos, que tengo que hablarles maravillas del lugar y los vecinos.

Minho salió de su trance y observo algo contrariado a la mujer, más aun cuando le dio un guiño y se la paso haciendo insinuaciones pícaras sobre él y Changmin, para deleite de este último toda la tarde. Por lo menos se había distraído lo suficiente para olvidar lo incomodo que debería sentirse.

***

—Hola Junsu lamento haberte hecho esperar.

—No te disculpes conmigo, In Hwan no ha dejado de gimotear creyendo que ya no vendrías —dijo con seriedad mirándolo un momento como todo un papá enojado—. ¿Es cierto que te iras a Japón?

Yoochun lució sorprendido y luego un poco culpable, solo sería un viaje corto, se suponía que lo haría y apenas lo notarían. Pero de seguro a Yunho se le había ido la boca embrutecido por lo «precioso, precioso y adorable que era BooJae».

—Sí, debo hacer cosas. Cerrar círculos. Dejar personas descansar que ya no puedo recuperar.

Junsu sonrió con tristeza y un poco de incomodidad, no estaba siendo sensato preguntándole cosas así como si fuera parte de su vida.

—¿Uh…qué?

—Dije que cuando regrese quiero que hablemos, del presente y del futuro, de In Hwan. De si o no hay un «nosotros» y de cómo decirle que en realidad soy su papá. Si estás de acuerdo, claro —finalizó no del todo convencido rascándose el cuello agobiado.

—Sí, creo que es buena idea que hablemos, cuando tus ideas y sentimientos sean más claros y menos dolorosos. Creo que yo también podría utilizar ese tiempo para reflexionar al respecto.

Ninguno de los dos se movió para que Yoochun pudiera entrar y se quedaron mirando con una dulzura mal disimulada, hasta que las risas de Yunho y Jaejoong los sacaron de su ensimismamiento.

—¿Piensan entrar ya o se van a quedar mirando espeluznantemente toda la noche?

—Oh, dios ¿Qué haces aquí Yunho?

—In Hwan nos invitó a ver el maratón de la era de hielo con él. Y llegas tarde, ¿Dónde está el helado?

Junsu se hizo a un lado para dejarlo pasar y Yoochun frunció el ceño abrazando con más fuerza la bolsa con su comida chatarra.

—Es mía y de In Hwan, Eca, a mitta lambetya cendelessë orcova** —murmuro dándole el dedo medio dejando al YunJae parpadeando confundido, mientras Junsu se reía de sus expresiones y desde la sala se escuchaba la risa escandalosa de Changmin.

Yoochun gimió internamente.

—¿Tú también? ¿Qué no tenían nada mejor que hacer? ¿Cómo ir a cenar o al cine o al parque? A puesto a que Minho lo habría apreciado mucho ¿Verdad? —pregunto todo dulzura viéndolo acurrucado en el sitio más alejado de Changmin con In Hwan brincando en su regazo. Claro que no se perdió la expresión complicada que cruzo el rostro de su cuñado y tardíamente pensó que Changmin podría solo estarlo torturando de manera perversa con su presencia ahí en lugar de tratar de arreglar las cosas. Típico de él, mocoso insensible.

—Sevig thû úan*** —dijo mirándolo furioso, sintiéndose mejor al escuchar la risita que escapo de Minho sin querer.

—No puedes usar lo que te enseñe en mí contra Yoochun, eso no es honorable.

—¡Chunie! —Yoochun ignoro a Changmin y abrazo a su hijo entregándole a Minho la bolsa con comida chatarra y un guiño cómplice.

—¿Así que ustedes también son unos frikis de Tolkien? —pregunto Jaejoong llegando con un tazón de frutas y crema batida con toda la intención de acurrucarse contra Yunho.

—¡No! —gritaron Minho y Junsu a la vez mientras este último empujaba a Yoochun en medio de la parejita para total desconcierto de los Park.

—Es una noche de película familiar y debemos mantenerlo PG, por In Hwan y nuestra salud mental.

—Pero delfín se ven bonitos cuando se besan —susurro el niño con inocencia. Jaejoong sonrió maniáticamente y se atravesó sobre Yoochun para alcanzar la boca de Yunho con repugnante dulzura.

Un coro de maldiciones y un montón de palomitas cortesía de Changmin les llovieron encima y Yoochun se deslizó de en medio de esos dos asquerosos negando frenéticamente.

—Son tan desagradables, su felicidad es asquerosa, linda, pero asquerosa —se quejó usando a In Hwan como un escudo.

—Son tan horribles, me siento abusado. Hay cosas que un hermano no necesita mirar —dijo Changmin con las dos manos frotándose ansiosamente los ojos.

Junsu y Minho gimieron sentándose juntos e ignorando a todo el mundo. Eran ellos quienes tenían que ver a los tortolos todos los días a todas horas, incluso cuando iban a mirar los avances del restaurante, parecía que no podían mantener sus manos uno del otro por más de una hora. Changmin y Yoochun tendrían que soportar la molesta escena esta noche.

Cuando el maratón termino todos estaban tan frustrados y horriblemente traumados que tuvieron que fingir dormir para evitar crear más incomodidad de la necesaria. In Hwan, a pesar de llevar varias horas dormido, lucía tranquilo y feliz.

Y todos los involucrados, excepto la pareja que se deslizo a la habitación de Jaejoong en medio de risitas tontas, pensaron que quizás el trauma valió la pena. Hasta que escucharon el primer golpe en la pared.

Yoochun se puso de pie como un resorte y tuvo que hacer una concesión de puertas abiertas en su propio apartamento para todos los hermanos menores que pudieran resultar con traumas severos después de esa noche.

Cabe mencionar que cuando llego a su piso, Junsu y Minho esperaban ansiosamente que abriera la puerta. Pobres desgraciados. Y creía que vivir con Changmin era difícil.

***

Yoochun entro al Luxemburgo sintiéndose unos 15 años más joven. Era un viejo comparado al montón de casi niños que bailaban como poseídos por la euforia y la lujuria en medio de la pista, bebiendo sustancias fosforescentes y de dudosa legalidad. Siwon era muy estricto con los productos que comercializaba, pero sus clientes eran escurridizos con lo que consumían por su cuenta.

Un par de ovaciones eufóricas explotaron con estridencia ahogando un poco la música. Con pasos ligeros miro a su alrededor, hasta que encontró en una de las partes elevadas del lugar la figura de Changmin, con un vaso de licor demasiado fuerte para quien solo bebía cervezas de mujer, y una expresión sombría en el rostro. Yoochun lo compadecía un poco, pero solo un poco, a diferencia de Yunho él tampoco estaba bien con Junsu.

Probablemente a Yunho se debía el mal humor de su hermanito, habían soportado su nerviosismo y clichés románticos por 3 días, era un poco lindo ver al siempre serio y recto Yunho perder su mente por Jaejoong, era como si estando juntos los dos brillaran  e hicieran de sus vidas la cosa más maravillosa del mundo. Eran como un par destinado o algo así, a veces cuando era más joven, siempre había tenido miedo de Yunho, de perderlo  más específicamente, siempre que creía que nadie miraba se veía tan harto y cansado de vivir, agobiado como un robot que hacía todo como programado para ello, sin importar que ocurriera, Yunho no se veía alterado, siempre perfecto, siempre correcto e irremediablemente destruido por dentro.

Y con Jaejoong era feliz, feroz, apasionado, competitivo y dispuesto a impresionar, a superarse así mismo todos los días, increíblemente impulsado por hacer feliz a ese hombre, a vivir. A ser adorable y actuar como un dulce viejo matrimonio. Era hermoso de observar, y al mismo tiempo Yoochun miraba el peligro en ello, Jaejoong era un desafió para su hermano, alguien que lo llamaría estúpido y lo retaría cuando estuviera equivocándose haciéndolo volverse a centrar. Yunho ocupaba ese papel para Jaejoong, pero esa misma obstinación era su punto de quiebre, siempre cabía la posibilidad de que hubiera un aspecto en el que ni todos los gritos ni todas las peleas pudieran superarse, un aspecto del otro que no estuvieran dispuestos a tolerar.

Eran fuertes, por supuesto que iban a sobrevivir a una separación, pero el perderse mutuamente dejaría tan pisoteado, roto y quebrado su interior que esta vida no sería suficiente para poder reparar el daño, la consonancia emocional que ya tenían era espeluznante, como si llevaran años juntos. Y después de algo así, jamás podrían volver a ser completamente ellos sin el otro.

Por eso Yoochun tenía miedo, aunque no iba a decírselos nunca. El solo podía desear con todo su ser que eso que tenían no terminara pronto o posiblemente hasta que alguno de los dos muriera primero.

Esquivando personas sonrió con ligereza alejando esos pensamientos de sí y se aferró al barandal mirando hacia abajo a la pista de baile sintiendo un dulce deja vu.

Su boca se abrió ligeramente y parpadeó sorprendido sintiendo que el calor inundaba sus mejillas y arrasaba todo el camino hacia su pecho, la camisa que llevaba de repente se sintió sofocante y entendió la expresión sombría de Changmin, solo un poco, porque él siempre se veía como si tuviera un palo metido por el trasero y es que quienes estaban generando tal revuelo en los jovencitos hormonales eran nada más y nada menos que Junsu y Minho, había olvidado que lo primero que le gusto de él cuando lo conocía hacía casi 6 años fue su baile y su lindo trasero de pato enfundado en pantalones apretados.

Con una sonrisa babosa llego justo al lado de Changmin y le arrebato lo que resulto ser tequila para beberlo de un solo trago.

—Cuando lo conocí, también estaba bailando, recuerdo haber ido y hacer todo un espectáculo, creo que eso voy a hacer —dijo con una sonrisa pervertida palmeando muy duro la espalda de Changmin obteniendo una expresión ligeramente horrorizada a cambio.

—Solo era una advertencia por si no quieres terminar traumado.

Changmin palideció y ordeno más licor, un día iba a cometer fratricidio.

***

Minho no le había querido hacer caso a Junsu sobre esa noche, no se había sentido con él ánimo de salir, además de tener encima una sensación desagradable desde hacía varios días al respecto, pero estaba divirtiéndose mucho, casi había valido la pena soportar a Jaejoong ridículamente estresado sobre su atuendo para su cita, como si no hubiera sabido que apenas ver a Yunho se irían al primer rincón oscuro del Luxemburgo y actuarían como adolescentes en celo.

Minho canto junto a Justin Timberlake una de las estrofas finales de «Señorita», acompañado por un coro de voces de los muchachos más próximos a él mientras todos sacudían las caderas y bajaban coordinados, obteniendo un montón de silbidos y porras de las señoritas que bailaron e hicieron su propia parte en la canción.

Junsu tenía una sonrisa ancha y alegre, estaba disfrutando por completo de sí mismo y Minho se rio encantado al verlo de nuevo en el centro de una pequeña multitud moviendo las caderas de esa manera que provocaba infartos entre las multitudes, hacía bastante tiempo que no salían a divertirse de esa manera y ni si quiera le importo tener que compartir un par de tragos con Changmin esa noche.

Una nueva ola de ruidosos fiesteros se sacudió en conjunto y Minho perdió de vista a Junsu un instante solo para unirse al grupo de abrumadores entusiastas que incitaban a Junsu a bailar con ese inesperado extraño que tras un minuto de observación repentinamente ya no lo fue más.

Minho se rio muy fuerte y salto eufórico riéndose de la ligera mueca estupefacta de Junsu mientras Yoochun se movía en su contra con una facilidad intrigante, claramente no era su primera vez bailando juntos y lanzo una bomba al aire al ver que no se apartaba y prácticamente se fundía contra Yoochun, claramente cansado de luchar.

Minho siguió bailando cerca de ellos un rato hasta que empezaron a olvidarse que tenían público, momento en el que decidió retirarse a la barra por algo refrescante no sin antes darle a Yoochun los pulgares y la sonrisa más radiante de su repertorio, recibiendo un guiño y una mirada sabihonda que lo hizo enfurruñarse, Changmin llevaba viéndolo del mismo modo casi una semana y no se sentía cómodo sin saber a qué atenerse. Aún no había habido una reacción por su arrebato en la reunión de caridad.

Paso junto a Roberto y saludo a Nick quienes se habían internado discretamente al Luxemburgo para poder mantenerlos en sus rangos de visión, el resto del equipo debía estar por ahí siendo muy profesional. Minho se rio por su propia broma, dios sabía cuánto es que ellos necesitaban una distracción de protegerlos.

Pidió una cerveza y se la bebió con paciencia sintiendo todo el tiempo una insistente mirada perforando su nuca, probablemente era Changmin así que no le dio más importancia. Los minutos empezaron a transcurrir sin nada que volviera a capturar su interés salvo miradas ocasionales al sitio donde Junsu y Yoochun seguían bailando en su propio y particular universo.

Un sujeto choco en su contra al bajarse del taburete en el que había estado sentado y le derramo casi una cerveza entera alejándose sin si quiera voltearlo a mirar. Minho maldijo la ebriedad de las personas en general y se encamino al baño de hombres de mal humor.

Posteriormente Minho podría decir que ese fue el momento justo en el que todo se fue al diablo.

Yoochun y Junsu salieron entre besos y trompicones del Luxemburgo.

Un ebrio celoso se abalanzo sobre Changmin porque supuestamente llevaba toda la noche mirando a su chica, causando el suficiente revuelo para llamar la atención de Jaejoong y Yunho y gran parte de su equipo de seguridad.

Minho entro al baño dando un ligero asentimiento a Enrique quien conversaba amenamente con una chica bastante llamativa, ajenos ambos a lo que acababa de ocurrir.

El baño se sentía húmedo y sofocante y olía demasiado a cigarro pero rápidamente se dirigió a los lavabos ignorando a los dos sujetos que ingresaron tras él, hasta que el resto de los ocupantes se empezó a quejar al ser empujados fuera con violencia.

—¿Kim Minho?

—Sí, pero eso ya lo saben —dijo todo lo casualmente que pudo, secándose las manos mientras observaba en el reflejo del espejo la finta de un arma pronunciada bajo la camisa de su interlocutor.

Al menos su tío sabía ser discreto. Esos tipos fácilmente pasaban como saca borrachos del Luxemburgo. Lentamente se dio la vuelta para enfrentarlos y el estrépito en la puerta le dio el tiempo suficiente para noquear al primer muchacho y empezar a forcejar con el segundo antes de que pudiera hacerse con su arma.

—¡Minho necesitamos irnos ya!

—¿¡No me digas!?

—¡Mierda!

Enrique se abalanzo sobre Minho y el chico con el que forcejeaba y se lo quito de un empujón arrojándolo con fuerza contra uno de los cubículos oyéndolo caer con estrepito.

Tomo a Minho rápidamente por un brazo para sacarlo de ahí, apenas habían dado un par de pasos cuando tuvieron que detenerse abruptamente en la entrada del baño. Justo ahí estaba Yoh, un corpulento hombre calvo con lentes oscuros fumando con tranquilidad. Minho empezó a temblar, ese era el matón preferido de su tío. Nunca fue más que amable con ellos, pero si lo había enviado a buscarlo…

—Minho, querido. Te has puesto muy grande. Lamento todo el incidente pero tú tío quiere hablar contigo, ya se cansó de lidiar con tus hermanos. ¿Te importaría venir conmigo?

—Por supuesto que no.

Enrique tenso el agarre jalando de Minho tras él, pero su protegido no se la estaba dejando fácil. Minho forcejo con él y lo miro con determinación sacándose con violencia del agarre.

—Yo te sigo Yoh —murmuro caminando muy despacio frente a Enrique, sin dejar de mirarlo con intención hasta estar a un palmo de distancia de Yoh.

—Buen chico, le dije a Hyon que tendría que haber hablado contigo desde el principio, nos habríamos evitado todos los problemas, pero ya sabes lo necio que puede llegar a ser.

Minho hizo un amago de sonrisa y Yoh le dio un fuerte abrazo antes de empujarlo fuera del baño.

—Yo voy tras de ti —dijo con un tono jovial, girándose repentinamente con un arma apuntando a Enrique —. Lo siento, no es personal pero no queremos entrometidos.

El sonido del disparo era un momento en su vida que Minho jamás olvidaría.

—¡No! ¡Enrique! ¿¡Por qué lo hiciste!? ¿¡Por qué lo hiciste Yoh!? —grito empujándolo y retorciéndose en su agarre con los ojos inundados de lágrimas y el mundo a su alrededor cayéndose a pedazos.

Lo sacaron del Luxemburgo en medio de gritos y empujones, seguía retorciéndose cuando una van se detuvo en la parte trasera del local y lo arrojaron a ella sin ningún tipo de contemplación. Una bolsa de lona cubrió su cabeza y la amenaza constante de un arma contra su pecho, lo mantuvieron semi inmóvil todo el camino hacia donde sea que lo fueran a llevar.

***

—anhm…

Las respiraciones frenéticas aumentaron a causa del ondulante movimiento de caderas que hizo Yoochun contra la próstata de Junsu. Y después, sus bocas chocaron con un sonido húmedo y sugerente, la unión entre sus cuerpos produjo un obsceno y sensual sonido al encontrar un ritmo implacable y Junsu se aferró a las mantas, levantando la parte superior de su cuerpo con un silenciado grito ahogado al sentir un cambio de posición repentino que volvió la penetración más profunda.

Yoochun sujetaba sus caderas con la suficiente fuerza para dejar las marcas de sus dedos en la piel de Junsu y compartía besos húmedos con él, asegurándose de que podría sentirlo por días después de ese momento.

Una respiración áspera y una inesperada mordida en la clavícula llevaron a Junsu casi al borde y sus manos se cerraron contra la espalda de Yoochun, resbalando por el sudor entre sus omoplatos.

Yoochun deslizo sus manos a los muslos de Junsu y se aferró a ellos levantándolos de improviso, mientras los movimientos de sus caderas se volvían erráticos y desiguales dejo que su frente se apoyara en la de Junsu y sus manos rasguñaran la piel que tan deliciosamente estaba respondiendo a sus embates. 

El sudor bañaba su rostro y Junsu se aferró a él con ambas manos, compartiendo el aire de sus jadeos en un gesto más íntimo que el acto en sí mismo.  Las estrellas explotaron tras sus ojos y Yoochun gimió con desesperación contra su cuello, intentando alargar lo más posible el orgasmo con ondulaciones suaves y certeras.

Junsu gimió larga y profundamente perdido en el éxtasis y la bruma del placer, demasiado sensible para respirar correctamente.

Yoochun repartió suaves y castos besos frente a la piel que tenía a su alcance y se acurruco contra el cuello de Junsu, buscando a tientas su mano entre el lío de mantas, sudor y lubricante.

Maldita sea, parecía que habían pasado 40 años desde la última vez que se sintió de esa manera y cuando encontró la mano que buscaba, casi tan ansiosa como la suya propia, se aferró con la certera convicción de no soltarla nunca.

***

—Te lo digo Yoh, el café del sitio de enfrente es maravilloso, vamos a beber un poco, regresaremos aquí antes de que el jefe venga. Y ustedes cuiden bien del muchacho, es familia.

Minho resoplo desde el suelo y apretó la quijada al ver la espalda de Yoh desaparecer tras una puerta de lámina en la bodega que termino metido. Era un buen tipo, pero demasiado tonto y confiado, solo le había tomado 15 minutos a ese matón convencerlo de ir por café.

La primera patada no fue una sorpresa, de verdad. Era claro que estos imbéciles estaban en un viaje impresionante y que querían entretenerse antes de que llegara su tío o a petición de su tío, ¿Qué mierda importaba?

Un puñetazo volteo su rostro hacia el suelo y una patada impacto contra él haciéndolo caer por la fuerza del impacto. Había empezado a sangrar y probablemente iban a molerle las costillas a patadas.

—Basta. ¿Quién les dijo que podían golpearlo? ¿Dónde está Yoh?

 Oh, dios mío. Era su tía.

Minho se enderezó buscando el modo de sentarse sin lucir más apaleado de lo necesario aunque ya nada podía hacer por la sangre. El zumbido en sus oídos era lo suficientemente preocupante para hacerlo perderse el resto de la conversación hasta que un par de zapatos caros, probablemente italianos estuvieron de nuevo al alcance de su visión y no había ni rastro de sus atacantes.

—Bueno, Yoh va a tener que responder a tu deplorable estado sobrino, si alguien iba a golpearte ese iba a ser yo.

—Hyon cállate.

—Yoh no tiene la culpa, yo podía sobornarlo con caramelos para que me llevara al parque y solo tenía 6.

—Sí lo sé, siempre ha sido tan blando, aún más contigo. Ahora entiendo porque. A pesar de que llevas más de una década sin verlo vas a encontrar una excusa para que no me meta con él.

—Son las reglas —susurro Minho levantando la cabeza, escuchando la exclamación impresionada de su tía. Nunca le gusto la sangre.

—No torturas a la familia, solo te deshaces de ella lo más silenciosa e indoloramente posible.

Hyon sonrió, complacido, orgulloso. Siempre le gusto Minho. Era listo, silencioso y sabía cómo usar su encanto natural para llegar al lado bueno de la gente. Su sobrino bebé siempre fue el mejor de sus informantes, fue una lástima que solo estuvo bajo su cuidado un par de años. Los estúpidos de sus hermanos actuaban como si ese tiempo jamás hubiese ocurrido. Y la comprensión tardía de Minho, de lo que hizo siendo un niño, lo orillaba a intentar compensar lo que claramente no era su culpa, pero Hyon no era especialmente conocido por ser alguien compasivo.

—Es bueno que lo tengas claro. Ahora, la razón por la que estamos aquí es simple: ¿En serio creyeron que jamás me daría cuenta de la contra cláusula del testamento?

Minho lo miro confundido y parpadeo tres veces luciendo aún más confundido. Él jamás había visto el testamento. Sus hermanos nunca se lo enseñaron, era demasiado joven, la escuela era más importante, no tenía que preocuparse por ello… Las excusas eran infinitas.

Estaba claro que Hyon esperaba una respuesta, pero lo único que podía darle era un encogimiento de hombros filosófico.

—Te lo dije —suspiro Dae Boon con agobio.

—Muy bien el abnegado de Jaejoong y el santurrón de Junsu nunca te lo enseñaron, agradece que tu tía me haya obligado a preparar el resumen ejecutivo.

Hyon carraspeo y empezó a pasearse de un lado a otro con impaciencia mientras empezaba a balbucear.

—Como hijos de mi hermano y mi cuñada bla, bla, bla, Jaejoong, Junsu y Minho recibirán bla, bla, bla, una vez que alguno de ellos haya contraído matrimonio bla, bla, bla… Esta cláusula queda invalidada por una carta post mortem encontrada en el diario de tu madre que Jaejoong guardo con el notario, imbécil… así que decía: Si existiera un hijo fuera del matrimonio procreado por cualquiera de mis tres hijos, la herencia pasará en ese momento a ser de mi nieto… bla, bla, bla…

Minho abrió los ojos en estado de shock y se puso en pie de un salto.

—¿Y qué crees? —Pregunto su tío con cierto aire dramático—. No hay manera legal de poder hacerme con la herencia ahora. Porque tú no podías consentir el repudio de ella siendo menor y cuando fuiste mayor, te volviste demasiado insolente para si quiera tratar. No nos extrañó que esa cláusula existiera, la perra de tú madre sabía lo que había engendrado.

Minho ignoro el insulto, adelantándose un paso mientras se limpiaba la sangre del rostro.

—Pero puedo firmar ahora, dime en donde y lo haré, voy a firmar todo lo que quieras.

Hyon sonrió y le hizo un gesto a su esposa, quien le entregó una pluma y un par de documentos. Minho estaba vendiendo los esfuerzos de sus hermanos durante todos esos años pero era preferible al resto de las opciones, sabía que ellos firmaron por chantaje de Hyon, para poder cuidar de él, pero cuando se hizo mayor y tuvo la conciencia de decidir qué hacer, se juró así mismo no ceder y aquí estaba ahora firmando una vez, tras otra su nombre, sin pensar en las consecuencias.

—Me encanta tu entusiasmo Minho, como siempre Yoh fue muy inteligente, debí haber hablado contigo primero hace unos meses, pero me temo que si bien esto me evita un par de trámites el que tiene ahora todo el dinero de mi familia es el precioso In Hwan.

—Así que solo hay dos opciones Minho, dejan bajo nuestra tutela a In Hwan o el próximo heredero de los Park sufre un trágico accidente.

—Escucha a tu tía Minho, ella sabe de lo que habla. Siendo el siguiente heredero de un imperio tan importante nadie sospechara de nosotros, mucho menos con esta firma que me acabas de dar además de cediendo tus derechos sucesorios, afirmando la inestabilidad que el pequeño In Hwan sufre bajo su cuidado. Nosotros quedaríamos reivindicados, porque estábamos preocupados por la seguridad de nuestro sobrino nieto conviviendo con pervertidos, viciosos desviados, irresponsables incapaces de mantenerlo y darle una vida digna, además de carecer de absoluta solvencia moral…

Imagina esto; “el pobre era golpeado constantemente y obligado a observar el coito que mantenía su padre con Park Yoochun y una innumerable fila de amantes…” Cuando las autoridades se den cuenta que no es cierto, los medios se habrán encargado de destruirlos a ustedes y a esos engreídos de los Park. Dos pájaros de un tiro y el chantaje lo proporcionaste tú, muchas gracias.

Minho retrocedió cada vez más asqueado, ¡¡¡Estúpido!!! ¡¡¡Estúpido!!! ¡¡¡Mil veces estúpido!!!

—Oh,  antes de que se me olvide, —dijo su tía mirándolo con dulzura— dile a Jaejoong que recuerde quien fue quien le quitó de encima al cantante golpeador y drogadicto, recuérdale a Junsu que no debe olvidar quien pago su estancia en la universidad después del embarazo, por ultimo me gustaría que les recordaras que fui yo quien cuido de ti cuando ninguno de ellos quería tenerte cerca, demasiado hundidos en su dolor como para tener que lidiar con la pequeña molestia que les recordaba que no podían ser un par de adolescentes normales nunca más. Por cierto cuídate, mi amor.

Dae Boon Kim, no era una mala persona, solo que demasiado tiempo con Hyon la convirtió en alguien bastante retorcida. Su fuerte siempre había sido jugar con las pequeñas mentes frágiles de personas como Minho. Su cuñada había sido tan fácil de convencer de ir por un viaje en carretera para celebrar su cumpleaños y ahora este niño tonto solo tuvo que escuchar que In Hwan estaría en peligro para darles todo en bandeja de plata.

Ella podía ser retorcida y manipuladora. Pero no se sentía cómoda teniendo que amenazar a niños pequeños, así que su ultimo favor a sus sobrinos sería ese, evitar que Hyon le pusiera las manos encima al pequeño In Hwan.

Con lo listos que los Park eran, probablemente no tardarían mucho en encontrar una solución, por ahora solo tenía que darles tiempo para encontrarla. Dejarlos correr y alejarse asustados como Minho, para poder lamer sus heridas. Cuando lo volviera a ver, habría dejado de ser una presa, para convertirse en depredador.

Continuará.

*Cuento de temática gay de la editorial bajo el arcoiris. Se llama El príncipe Flint y la autora es Hendelie.

**Ve a besar a un orco en quenya

***hueles como un monstruo en sindarin, básicamente apestas.

Notas: Wow! pues esto de repente se me volvió muy oscuro ;O Ojala les haya gustado, ya hay Yoosuuuuuuuu y el CMH no pasa del otro capi wuiiiiiiii *E* ya faltan poquitos capítulos, pero me daré un descanso para aclarar las ideas y trabajar en otros fics :D

Un par de aclaraciones, la cuestión de las sucesiones y todos los aspectos de índole civil se tienen que ver de una perspectiva local, es decir, el código civil del DF no permite que para entregarse una herencia se condicione el estado civil de ninguna persona, así que básicamente lo que hicieron los padres de Jae, Su y Minho en este Fanfic, en México, pero exclusivamente en el DF sería ilegal, obviamente no conozco la legislación coreana y el internet no me ha dado mucha luz al respecto, pero prometo investigarlo más a fondo, solo deben saber que para los fines de este fic eso es posible, lo que me lleva al siguiente punto sobre el universo del Fanfic.

Obviamente es un AU, pero en el que en la Segunda Guerra Mundial no fueron judíos lo que se extermino, sino mujeres. Ante esa perspectiva las otras potencias orientaron sus esfuerzos en encontrar una solución a la reproducción de la especie si en un futuro catastrófico no había mujeres. Implantes de úteros en varones, úteros artificiales, concepción asistida por maquinas y construcción de tejidos falsos o similares, e investigaciones pioneras [muy muy pionera y muy muy sádicas y poco ortodoxas]en modificación genética para que hubiera varones en las próximas generaciones con la capacidad de concebir, fueron solo algunas de las cosas que se intentaron. Irónicamente unas 2 décadas más tarde, esto ultimo había dado resultado, por lo cual los comportamiento sociales fueron modificándose ante esta situación y las relaciones entre dos hombres tuvieron que aceptarse y empezar a atribuir roles y estereotipos a está "eventualidad biológica" por eso nadie pierde su mente al ver hombres embarazados en este fic, por eso hay revistas al respecto y ropa de "maternidad" especialmente diseñada para ellos.

Aunque como pueden notar eso no les ha evitado problemas con la mami suegra :V 

Quizás esto no les interesaba, pero yo necesitaba que lo supieran para que esto tuviera verosimilitud y dado que este fic ya tiene sus años y cuando empece a escribirlo la trama era muy tenue y sosa, sosa retomarlo a estas alturas sería muy extraño. Quizás agregue esto como un prologo, en la edición que haga de la historia una vez este completa. Quien sabe quizás hasta lo mando a imprimir ;3

Bueno ya me dejo de ñoñerías cuidensee y disfrutenlo!