Reto 04: Vino + Parque + Noche By: S. Tsuki

Reto 04: Vino + Parque + Noche.

Género: Romance, Humor. Alfa/Omega Dynamic.
Rating: PG-15.     
Autor: S. Tsuki
Notas:  Los fanfics más calientes de la vida pertenecen a este universo.

--- 

Eran las 2:30 am cuando las puertas del Lupin —Un bar de Crossdressing atendido por omegas en el centro de Seúl— Volvió a abrir sus puertas desde que el último cliente se había ido dando tumbos en busca de un taxi apestando a perfume caro y una infusión de alcohol con acónito diluido.

Un grupo de personas se deslizó por la puerta riendo y charlando, con los resquicios del alcohol y la esencia de todos sus clientes aún sobre su piel. Pocos llevaban aún el maquillaje y la purpurina que combinaban a la perfección con los espectaculares atuendos que les vio usando hacía un rato dentro del local, en realidad solo una persona aún iba ataviada con la vistosa replica de un precioso uniforme de la marina de cuero rojo. Un sombrero del mismo material estaba colocado delicadamente sobre el sedoso cabello negro de forma tal, que acentuaba la caída de los rizos de forma perfecta.

Las curvas del cuerpo, que irónicamente no debería tenerlas, hacían sus dedos hormiguear con ansias. Solo todos esos aromas que tenía encima todavía y el propio ramo de rosas que llevaba en las manos, lo hicieron detenerse y enfocase en su objetivo.

Con pasos lentos salió del rincón en el que había estado observando la dinámica del bar y coloco su mejor sonrisa —La de depredador— provocando los chillidos aterrados de esas mujeres al escucharlo hablar.

—Buenas noches, lamento el susto —dijo con un tono de voz que indicaba todo lo contrario—. ¿Hay alguien aquí que responda al nombre de Mimi? —la dueña del uniforme de cuero rojo giro lentamente escuchando los suaves susurros a su espalda sobre lo poco cuidadoso que estaba siendo su observante sobre su estatus.

¡ALFA!

Todo a su alrededor gritaba alfa. Su presencia era sofocante.

—Soy yo, pero eso ya lo sabe ¿O no, alfa Shim? —dijo con ese tono empalagoso que había usado con los betas que solicitaron su compañía. El aludido frunció el ceño y soltó un gruñido amenazante por un breve momento, logrando asustar a todo el sequito que regreso corriendo nuevamente al bar.

—¿Qué hace aquí? Si es compañía lo que busca puede volver mañana por la noche.

—Solo vine a comprobar los rumores —dijo entregándole el ramo de rosas con una sonrisa impertinente.

—No bastaba solo dejar la manada, tenías que hacerlo a lo grande ¿verdad Mimi? —cuestiono enojado por su imprudencia, su claro desafío a todas las normas mientras permitía que sus ojos se tiñeran de rojo sin esperar que Mimi lo retara abrillantando sus propias iris con ese dorado místico al mismo tiempo que aceptaba las flores.

—Tú también te largaste —reprocho con más resentimiento del que había querido utilizar mientras olisqueaba las flores casi con cariño.

—¡Pero yo soy un alfa! ¡No un omega con demasiado estatus encima!

Changmin se calló abruptamente al toparse con el perfecto manicure de Mimi frente a sus ojos.

—Si necesita compañía puede volver mañana en la noche y encontraremos una muñequita sumisa que se adapte a usted.

Changmin inhalo bruscamente y después sonrió como solo él sabía hacerlo.

—En realidad ya es mañana, así que ven conmigo. —ordeno antes de pedir—. Es 14 de Octubre ¡Día del vino! —continuo emocionado como un chiquillo clavando su penetrante mirada en Mimi.

—No tengo opción.

Shim sonrió mostrando sus colmillos y Mimi hizo un gesto torpe porque ¡Dios! Sus lindos dientes de conejito bonito.

—Necesito mis cosas ya regreso —dijo con vaguedad contoneándose suavemente de regreso al bar, sintiendo incómodamente la mirada del alfa perforando un agujero en su nuca con  intensidad. ¡Si hasta se había puesto un traje!

***

Mimi secó su cabello sin dejar de observar con nerviosismo su reflejo en el espejo, si hubiese imaginado que iría al bar, habría llevado otro tipo de ropa. Tenía cerca de 2 meses viviendo en Seúl y toda esperanza de encontrarse con Changmin murió alrededor de 3 semanas después de llegar.

Era uno de los 2 alfas que controlaba el territorio y obviamente su presencia no iba a pasarle inadvertida, sino por su posición, por su padre. Pero ahí estaba, de madrugada tomando un baño y preocupándose por la ropa que usaba, porque se había aparecido de imprevisto y sabía que Changmin podía oler a sus clientes sobre su piel y lo poco que eso le podría gustar según sus reacciones del pasado. También recordaba que la noche que se fue de su manada fue cuando conoció a Mimi por primera vez y nunca lo había superado. ¿Vale?

En ese entonces Changmin acababa de perder a su pequeña familia a manos de un grupo de cazadores que habían perdido la cabeza. Tenía solo 19 años cuando su padre decidió acogerlo y enseñarle todo lo que necesitaba saber sobre ser un alfa. No era usual que eso sucediera, pero Changmin era especial o quizás el lamento y los ojos de cachorro que Mimi le lanzó a su padre en ese momento fue lo que lo convenció de ayudarlo. Dios sabía que ese hombre era un santo y nunca le había podido decir que no. Para prueba en donde estaba esa noche.

Con un rápido pestañeo alejo esos pensamientos de sí y arrojo la toalla a un lado, sabiendo que entre más rápido terminase con eso, más pronto podría ir a su casa a acurrucarse en su cama para toda la vida.

***

Un bolso cayó en el asiento del copiloto con un ruido seco seguido de Mimi, quien le sonrió hermosamente con el rostro medio oculto tras las flores. Se dio cuenta que llevaba el cabello húmedo y ni una pizca de maquillaje al voltear un poco para colocar el ostentoso ramo en el asiento trasero.

Changmin se aferro al volante y aspiro una bocanada grande sin esforzarse en ser discreto, ya era mucho que no hubiese liberado sus garras.

El limpio aroma de Mimi, con su agridulce suavidad, combinado con un gel de ducha de cítricos inundo el ambiente y por debajo de todo ello también notó el desagradable aroma de los supresores. Frunció el ceño y encendió el auto mirando de reojo la habilidad con la que su acompañante hidrataba su piel con una crema sin olor aparente y aplicaba lápiz labial y mascara de pestañas sin que le temblase el pulso. Quedando más preciosa aún si eso se podía.

—Toma —dijo Changmin entregándole un par de pañuelos desechables al ver que algo de esa crema había caído sobre su ropa.

—Esto es extraño, la primera vez que me viste así te quedaste pálido y mudo como un idiota y después huiste con muy poca dignidad.

—Oh, pues no parece molestarte en este momento.

—Tendremos una cita. Necesito verme bien. ¿Por quién me tomas?

—Por alguien que está ocultando un espray de acónito en su bolso de supresores

—Uno nunca sabe con qué clase de bicho puedas toparte de improviso…

—Minho…

—Cállate. Ya me canse de ese maldito tono condescendiente con el que todo el mundo me ha tratado desde que nací. ¡Estoy bien! —Exclamó con frustración—. ¿Sabes? Me gusta quien soy. Me gusta mi trabajo aún si de vez en cuando hay algún idiota queriendo pasarse de listo como tú. Me quiero lo suficiente como para hace años, incluso antes de contártelo, haber aceptado que me  encantan mis partes de chico en ropa interior de encaje y que nunca me sentí más cómodo y como yo mismo que en un vestido. ¿Era tan complicado de entender? ¡Eras mi mejor amigo! Y aún ahora siento tu presencia opresiva. —dijo encogiéndose más contra la puerta del auto.

—Lo siento…— susurro Changmin medio en shock, desviando el rostro hacia la carretera. Minho torció los labios y volvió a concentrarse en su aspecto.

—Como si eso sirviera de algo ahora…

—¡Maldita sea! ¿¡Qué querías que hiciera!? —grito furibundo—. No sé si lo notas pero no todo el mundo puede aceptarse tan fácilmente. Tenía 19 años, acababa de convertirme en un líder y yo solo quería ser un buen lobo para tu manada, no preocuparme por empezar la mía. Y en medio de todo eso decidiste confiarme a Mimi. Solo tienes que saber que a mí nunca me importo tu aspecto, si querías usar un vestido, una toga o andar desnudo y que nos pintásemos las uñas luego yo igual te quería… Me diste todo lo que necesitaba para poder asumir mi papel y me asuste. Me dio pavor, porque yo sabía que no era suficiente para ti…

—¿Y ahora lo eres?— pregunto  Minho con un hilillo de voz mientras Changmin se estacionaba, aspirando ese horrendo aroma que desprendía la angustia de Minho, aunque hubiese nacido una chispa de esperanza.

—Supongo que la madurez me enseño que no era yo quien tenía que tomar esa decisión. Debí escuchar a mi lobo antes de racionalizarlo e intentar… Ni si quiera se que intentaba hacer en ese momento…—

Ambos soltaron una sirita tensa y Minho sujeto su cabello de lado con una liga plateada, buscando aligerar un poco el ambiente.

—Así que… ¿Por qué decidiste dejar a tu padre?

Minho hizo una mueca al escuchar la pregunta de Changmin y suspiro.

—El nuevo alfa quería… Tú sabes lo que quería. Y no, definitivamente no. No importa que mi papá lo haya elegido para transferirle su poder, gracias a que alguien se fue antes de tiempo —Changmin tuvo la decencia de lucir avergonzado antes de que Minho continuara —. Era una bestia incapaz de apreciarme más que como un bonito trozo de carne para criar, jamás entendió que el que yo luzca así es parte de mí y no una forma de comunicar nada.  Considero que el hecho de usar una preciosa falda vintage era una forma de anunciar mi celo. ¿Qué mierda tiene eso que ver? 

 Mi madre las uso siempre y eso no significaba que quería que algún idiota le llevase un siervo muerto a su habitación y le pidiera llevar a sus hijos. ¡Por el amor de dios!

Changmin soltó una carcajada grave e incrédula, sin comprender, porque para el resto del mundo Minho era un ser tan complicado.

—Si me quedaba tarde o temprano tendría que haber seguido adelante con todo ello, y bueno henos aquí —dijo señalándose con una sonrisa—. ¿Qué hay de ti? Papá siempre me conto acerca de la expansión de tú manada, pero nunca profundizaba al respecto decía que yo podía cometer un homicidio.

—Oh, es un poco tonto porque ya sabes, yo soy raro —dijo girando sobre el asiento trasero, pasándole dos copas mientras sonreía y agitaba triunfal una botella de *Oporto cuando la encontró. Minho bajo del auto y Changmin respiro profundamente, intentando mantener bajo control a su lobo, estaba muy ansioso por tener tan cerca a su dulce, dulce compañero. Y él mismo no podía dejar de admirarlo, primero sus piernas enfundadas en esos Jeans oscuros aunado al modo en que los botines de tacón cambiaban su postura. 

Debajo del Cardigan de punto gris claro, podía observar un par de holanes de gasa, así que quizás estaba usando un blusón. De repente Changmin tenía curiosidad de observar todo su guardarropa y empezar a ampliarlo. ¿Por qué no? Tenía un centenar de regalos que nunca le había enviado así que quizás algo podría gustarle y usarlo.

—¿Un parque? ¿En serio Changmin?

—¿A dónde querías que te llevara? ¡Son las 4 de la mañana!

Minho lo miro de mala manera y Changmin se abstuvo de decir algo, enfocándose en lo que quería abordar desde hacía rato.

—Uh… Sé que a estas alturas es un poco tarde pero ¿No te molestan los supresores? Nunca reaccionaste bien a ellos.

—Si no los usara todo sería peor, así que no es realmente importante si me gustan o no — dijo caminando tranquilamente por el sendero que llevaba al estanque.

—Bueno, entonces me gustaría hablar contigo al respecto —dijo sentándose a su lado en una discreta banca de piedra. Minho asintió y espero a que ambas copas estuvieran llenas para darle un sorbo al vino.

—Es dulce. Me gusta.

—Me alegra… —suspiro viéndose aliviado—. Kyuhyun dijo que tenía un buen sabor, paso toda la semana en busca de la botella para que pudiese poner en orden mis pensamientos, él ayuda siempre me ayuda.

Minho coloco cuidadosamente la copa a un lado y se lamio los labios haciendo una mueca extraña antes de sonreír como lo hacía en el bar. Changmin noto la incomodidad en Minho y poco a poco 

perdió la sonrisa cariñosa con la que había estado hablando.

—Dile que fue una gran elección. Quizás puedas presentarme al resto de tú manada antes de que me vaya, será genial tener que contarle a las chicas sobre ti, además del susto de muerte que les diste —dijo con diversión ignorando el aliento furioso que Changmin se trago.

—¿Te irás?

—Duh~  Claro que me iré no tienes que molestarte en pedirlo.

—¿¡Qué!?

—Oye, no tienes que lucir tan sorprendido, a eso viniste ¿No? Llevo dos meses viviendo en Seúl, bastante tarde para una bienvenida, así que lo más lógico es que hayas venido a decirme que me vaya, papá me advirtió sobre la clase de conflictos que podría generar mi presencia en un territorio con dos alfas, aunque bueno el otro, Park Yoochun aún no se ha intentado acercar a mí.

Changmin lanzo un rugido antes de mirar enojado y posesivo a Minho.

—Ese bastardo no se te va a acercar ni a medio Kilometro. Sabía que fue estúpido hacerle caso a Kyuhyun y dejar que te “aclimataras”, debí abordarte desde el principio, así ahora no podrías decirme que no.

—Bien… Tengo sueño y no te entiendo, además ese Kyuhyun se está ganando mi amor y odio por partes iguales. ¿Qué significa todo esto?

Changmin suspiró y bebió el vino que quedaba en su copa, en esos momentos desearía haber traído la infusión de acónito.

—Yo… me entere de tú situación. Así que solo quería saber si te presentarías ante un alfa, para pertenecer a alguna de las manadas de los alrededores.

—Bien. Solo hay dos y ya me ha quedado claro que ese Yoochun no tiene permitido ni mirarme. ¿Qué es lo que no me estás diciendo? —pregunto jugando con el esmalte de sus uñas. Riendo internamente al ver a Changmin tan frustrado.

—Yo quería saber si estabas dispuesto a presentarte ante mí y ser parte de la manada.

—¿En pasado? ¿Ya no me quieres a tu alrededor?

Changmin suspiro audiblemente, ese tono juguetón le estaba crispando los nervios.

—La cosa es, que si no te pido que te unas a mí, probablemente mi lobo me desgarre de adentro hacia afuera para ir a buscar a su compañero. ¿Quieres?

Minho elevo las cejas con placer y Changmin aspiro, la excitación, la emoción y la felicidad que le provocaron sus palabras.

—Sí… —dijo sonriendo enormemente.

—Gracias al cielo, pensé que tendría que hacerlo por la fuerza.

—¡Oye! —El reclamo de Minho murió al sentir el seguro pero tierno agarre de Changmin sobre su nuca, obligando a que sus miradas chocasen.

Sus ojos cambiaron al rojo sangre y Minho parpadeo sintiendo una abrumadora fuerza rodearlo bajo esa mirada, lentamente expuso el cuello y desvió los ojos al suelo. Era el instinto actuando, una sensación irrefrenable que se fue con la misma rapidez con la cual había llegado.

—Mío… —jadeó Changmin mientras toda su excitación golpeaba a Minho de forma picante.

—Tuyo…— susurro satisfecho, antes de sentir una insegura prensa de labios sobre su sonrisa correspondiendo intensamente ese beso, repleto de ansia, necesidad y casi dolorosos momentos de añoranza. 

Al fin sentía que todo estaba en el lugar que debía.

—Minho… —susurro acariciando su mejilla con sus labios.

—¿mhn?

—Quiero ver tu ropa interior de encaje. —pidió con las manos sobre sus muslos. El aludido se rió y empujo otro beso ansioso contra su boca antes de levantarse y caminar en dirección al automóvil.

Changmin por su parte solo pudo regodearse en la imagen, preguntándose cuando sería un buen momento para pedirle llevar a sus cachorros sin que lo matase. Bueno.

Ya cruzarían ese puente cuando llegaran a él, o la pared si Mimi no estaba de humor.

Fin.

Palabras: 2783

Ya sé, ya sé no tengo vergüenza. Pero cuando  hay caos en tu mente no se puede escribir prft!!

Ame escribir esto  el Alfa/Beta/Omega Verse es genial, y me esforcé en el mensaje!! XD quizás amplié esto, no sé xD. Teen wolf es tan maravilloso al respecto. Espero que les guste! Hice un dibujo de Mimi *E* por eso me tarde más, pero se arruino así que tendré que hacerlo de nuevo luego se los enseño ._. Bueno ya me voy! Adiós!

Siguiente Reto 05: FIREFLIE + BAILE + CELOS. Creo que alguien ya lo había tomado pero no me acuerdo LOL

*El Oporto es un vino fortificado de Portugal. Más de un centenar de diferentes variedades de uva pueden ser utilizadas para hacer el oporto, y viene en una amplia variedad de estilos. La mayoría de los oportos son dulces y gruesos, y todos ellos tienen un alto contenido de alcohol. Debido a que los oportos están tan fuertemente aromatizados, normalmente se sirven por sí solos o con el postre. Fuente: Ehow.