How often? By: Karla.

Titulo: How often?
Género: Romance. [wtf, ¿en serio?, ¿yo?] / Viñeta.
Rating: Sin restricciones.
Autor: Karla.
Personajes: Minho, Changmin. [OTP]

[ H o w  O f t e n ? ]

Sometimes.

Son contadas las ocasiones en que coincidimos con aquel nuevo grupo. Son un manojo de nervios cuando nos acercamos a ellos, pero al menos tienen la decencia de no actuar como obsesivo-compulsivos y atosigarnos. Especialmente aquel chico alto, de palabras contadas, de ojos enormes y ávidos. Y eso, he de admitir, me satisface. Lo cual se convirtió en intriga. Lo cual se convirtió en quiero que hables. Lo cual se convirtió en vamos por un café. Lo cual, luego de docena y media, se convirtió en ¿ahora somos… amigos?

Many times.

- Pregúntale.

Minho frunce el entrecejo y aleja toscamente la mano de Jonghyun de su encima.

- Vamos, pregúntale.

Esta vez es Key quien se lo dice, sin susurrar como Jonghyun, no dejándole mucha opción al dejarme oírlo.

Miro a Minho, preguntándole qué sucede, con los ojos. Se acerca, con pesadez, presiona la punta de su zapatilla izquierda contra el suelo.

- Mis compañeros querían saber – gruñe para sus adentros, pero todo se refleja en su rostro-, si haría el honor de ver nuestro performance de la canción con la que vamos a debutar dentro de muy poco.

Sonrío y revoloteo su cabello una vez que tomé el último sorbo del latte que tenía entre manos.

- ¿Tus compañeros solamente? – Pregunto, a modo de juego, para calmar su embarazo. - ¿Tú no?

- ¡N-no es eso! Es que no me gusta molestar a los demás, eso de pedir favores es…

- No es lo tuyo. Lo sé. Y yo encantado de ayudarlos en lo que pueda, chicos.

Todos se exaltan. Onew, particularmente, me estrecha la mano en agradecimiento, mientras a 3 pasos más allá Key le dice a Jonghyun que era obvio que no me negaría, después de todo, soy el que más seguido viene a visitarlos.

Never.

La gente va formando su cola para comprar las entradas. Otros, analizan la cartelera antes de decidirse. Yo, apoyado en una columna, a buena distancia, con una gorra larga de lana.

Es raro, nunca me había pasado. Esto de antojarse la compañía de alguien. Alguien en específico.

Meto mis manos en los bolsillos, vuelvo al carro. Quizás siga en cartelera para la otra semana, cuando Minho tenga libre después de la sesión de fotos en DAZZLE.

Most of the time.

Minho, pese a la personalidad que le encomendó la SM, es una persona bastante risueña. A veces es simplemente una pequeña extensión en la comisura de sus labios; otras, una enorme donde muestra todos sus dientes anteriores. Pero siempre, siempre, le fulguran los ojos. Y se le ve bien. Bien. Porque está bien que se le vea bien. Porque a todo el mundo se le ve bien cuando sonríe.

Aunque sólo él me haga sentir como el ganador del premio nobel de la Paz y la Felicidad cuando suelta esa carcajada profunda y corta, con ganas.

Hardly ever.

Jaejong es un idiota. Uno de a de veras, de esos me jodes la vida. Sabe que odio que me babee el rostro, que juegue con mi cabello, que me abrace. Y aún así lo hace. La mayoría de veces para sacarme del sillón, para que le deje elegir la comida que vamos a encargar o, simplemente, porque Yunho no está y no tiene a quién joder.

No soy exactamente una persona de roces. Tengo bastante marcado mi espacio personal –getthefuckoff.

Por eso, cuando caminábamos por el muelle, y Minho me ofreció probar de su cono de helado al verme limpiar las gotitas de sudor de mi frente por segunda vez, no supe porqué rayos dije que sí.

Y cuando pruebo de su envase de café, cuando dejo se coloque mis audífonos ear drops, cuando le presto alguna de mis camisetas y no la tiro luego, cuando apoya su cabeza en mi hombro al quedarse dormido al ver películas en mi departamento, cuando rozamos nuestros dedos al caminar lado a lado.

Me confunde. Necesito entenderlo. Por ello mi dedo índice atrapa su meñique. Yo creo que está bien. Porque cualquier cosa que logre que Minho se vean tan adorablemente avergonzado tiene ticket directo para el cielo. Entonces está bien.

Always.

Yo soy una persona solitaria y reservada, siempre lo he sido. Puedo tener amigos, mis cuatro amigos de toda la vida, pero mi mente ya está acostumbrada a medir sus palabras y quedarme con la mitad de mis pensamientos, problemas, dudas.

Hasta que Minho, quién sabe cómo lo hace, logra drenarme el alma. Ni siquiera tengo que expresarlo con palabras, a veces sólo sonríe cómplice, un lo entiendo, no pasa nada que no deja de ponerme nervioso, pues me hace sentir vulnerable.

Como la vez que me encontré a mí mismo empujándolo contra la puerta de mi departamento, buscándole la boca.

- Te… necesito.

- Lo sé. Está bien.

Y abandona la idea de irse.

Porque A veces. Todo el tiempo. Siempre. Es amor.

Palabras: 812.