VII
El amanecer despuntaba el alba y
Changmin descansaba sobre las escaleras de mármol que daban a la playa con aire
pensativo, miraba el sol salir y fumaba con un aspecto relajado. A sus pies
había un montón de flores, joyas y monedas de oro cubiertas de cera con azúcar
apiñadas de forma irregular dentro de un viejo cofre de madera. Era una ofrenda
para el mar y para los padres de su bonito. Prometió que lo pediría
adecuadamente.
Estaban listos para zarpar y poder
interceptar a la tripulación Fénix en una semana y no podían retrasarlo más,
necesitarían toda la protección que el mar pudiese brindarles. Y si estaba bien
con los padres de Minho, cuidando de él se sentiría más confiado.
Le dio la última calada a su tabaco
y lo tiro a un lado antes de levantarse y tomar los tesoros, se adentró en el
mar hasta que la marea subió más allá de sus caderas y su ofrenda empezó a ser
devorada por las aguas como si supieran para quien era.
Las flores y los pétalos flotando
sobre el mar crearon un manto maravilloso y el brillo del oro producido por
esos primeros rayos de un nuevo día, al ser tragado por el agua, crearon una
visión mística.
—Capitán…
Minho lo llamo desde las escaleras
con solo una camisa vistiéndole mientras intentaba ahuyentar el sueño de sus
ojos.
Changmin negó para sí, el mar se
secaría y aun así Minho no lo escucharía, mirándolo con suavidad extendió una
de sus manos para que se acercara. Se veía tan soñoliento e infantil y sus
mejillas se azoraron porque quizás la noche anterior fue demasiado impulsivo.
—Me desperté y estaba solo y no se supone que
lo haría sin mí…
—No te preocupes, ellos han recibido
gustosos mis obsequios. Mira… —dijo sujetándolo de la cintura para pegarlo a su
cuerpo mientras su otra mano le mostraba el océano, con las joyas y el oro y
las flores hundiéndose hermosamente iluminados por los primeros rayos del
amanecer.
Minho gimió cansado contra su pecho
y se acurruco en sus brazos mirando a Changmin antes de que este dejase de
pensar en el mar y le prestase toda su atención, estaba desnudo de la cintura
hacia abajo, sus mejillas se azoraron de forma más evidente ahora pues Minho se
mordía los labios sonrojados, notándose mojado, temblando de frío a causa de la
temperatura del ambiente y tan eróticamente expuesto.
Con torpeza y demasiada fuerza
sujetaba el faldón de su camisa, la única prenda que vestía pobremente su despierto
y erecto miembro, esa fina tela que hermosa se traslucía incitante a los ojos
del capitán del Black Bird, quien jadeo con la garganta seca y el corazón
repiqueteando furiosamente en sus oídos.
—¿Qué les dijiste? —pregunto Minho
depositando un par de besos sobre su barbilla, riendo al sentir la incipiente
barba haciéndole cosquillas, aferrándose inconscientemente a su camisa, mientras
lentamente retrocedía.
—Q-Que te cuidaría —susurro Changmin
despacio mirándolo a los ojos con hambre.
—Que dulce, yo también voy a cuidarte.
Changmin observo en Minho una
convicción que sus palabras no necesitaban, lo sabía, se lo había demostrado
sin necesidad de pedirlo por lo que se obligó a abrir la boca aferrándose al
sabor del tabaco para no tartamudear.
—Y que necesitaba su permiso para tenerte
en mi cama cuanto antes —dijo con sinceridad tomándolo por los hombros,
obligándolo a retroceder más rápido
hacia una encrespación rocosa, cuya forma le otorgaba apoyo y vistosidad a las
escaleras.
—Yo no creo que lleguemos —gimió con
una sonrisa tímida impregnada de una sutil coquetería, porque le gustaba
Changmin y se sentía bien cuando lo tocaba.
Casi sin querer contoneo sus caderas
hacia la pelvis del más alto y ahogo una exclamación de sorpresa cuando dos
manos grandes sujetaron su trasero y lo alzaron con firmeza a un cuerpo duro y
poderoso, mordiendo su boca en medio de un beso áspero y caliente.
En sus manos Minho no pesaba nada, era
ligero y suave pero notaba musculatura rígida y enjuta como la erección palpitante que se frotaba en
pequeños círculos ascendentes y descendentes contra su camisa empapada, los
gemidos de Minho los amortiguaba su boca y lengua, entre embestidas apresuradas
e indomables, percibiendo que el roce de las prendas mojadas estimulaba su
excitación.
Los músculos en los muslos de
Changmin se contrajeron y aprisiono desesperado el cuerpo de Minho, empujándolo
contra sí, haciéndolo rebotar contra su erección encerrando su propio miembro
en la tersa tibieza de esos muslos, frotándolo y simulando la mejor penetración
del mundo, aunque no por eso menos satisfactoria.
—C-Capitán —gimió Minho apartándose
de su boca en busca de aire incapaz de controlar los deliciosos espasmos que
estaban atravesando su cuerpo, gritando sorprendido al sentir un dedo travieso
juguetear en medio de sus glúteos.
—Oh, Changmin es demasiado, yo…
Un áspero gemido entrecortado escapo
de Minho contrayendo todo el cuerpo, mordiendo los labios mientras se venía con
ese dedo acariciándolo obscenamente entre los pliegues de su trasero. Changmin
gruño su alivio, ensuciando entre sus piernas con su caliente esencia,
abrazándolo aturdido mientras intentaba recuperar la fuerza, el aliento y el
corazón que sin saberlo ya no era suyo por completo.
***
El día aclaro de manera pacífica, el
puerto era todo un hervidero de hombres ultimando los detalles para que el Iron
Rose, el Valerous y el Black Bird zarparan en menos de una hora. Yunho, su
pandone no quería soltarlo. Y Minho estaba seguro de que lo iba a extrañar
mucho.
—Mi mancherai molto, il mio bambino. Prenditi cura di mio fratello con
tutto il cuore.
—Te lo prometto. Ci manchi anche. Noi siamo una famiglia, in modo che
presto vedere, anche se devo forzare il tuo fratello.
Era muy bonito escuchar a Minho y
Yunho hablar la lengua que le enseño a este ultimo su madre, tanto que había
dormido bajo esos acentuados murmullos más de una vez los últimos días. Pero
detestaba un poco que se pusieran de acuerdo respecto a él cuando no podía
defenderse. Y eso solo lo sabía por las sonrisas idiotas que ambos le estaban dando.
—¡Mon ciel, et tu me manques. Venez ici et me faire un câlin!
Changmin rodo los ojos y se cruzo de
brazos al escuchar la voz aterciopelada y emocionada de Heechul antes de llegar
y hacer de ese abrazo una cosa cursi y ridícula. Eren tres hombres no exactamente
pequeños y demasiado llamativos,
teniendo una demasiado, ruidosa despedida.
—Merci pour votre soutien Chulie
Heechul los abrazo más fuerte y
Yunho fue encantado por más abrazos. Era una persona demasiado táctil para su
gusto.
—Capitán, Eddy viene a despedirse.
Changmin volteó hacia Shindong y
su expresión se ensombreció un poco al ver a Eddy entre los brazos de su
cocinero llorando amargamente. Era la primera vez que las palabras de Minho,
sus insistentes “es un niño” se filtraban al interior de su cabeza con tal
veracidad.
Yunho siempre le había dicho que
no permitiese a un niño en su tripulación, no porque alguna vez hubiese dado
una mierda por un mocoso, era supersticioso y creía esas idioteces de que en un
barco pirata no debían ir ni mujeres ni niños. Si el siguiera todos esos
rituales absurdos que Yunho hacía no podría ni salir de la cama a una hora
decente.
—¡Eddy!
Minho se apartó y fue a por el
niño con todo ese encanto que el mocoso adoraba. Minho era el único que no iba
a burlarse nunca de ver a un hombrecito llorar decepcionado por las decisiones
de adultos idiotas. Los bracitos rodearon su cuello con fuerza y Minho dio un
par de giros con el murmurando tonterías contra su cabello enmarañado.
Iban a echarse tanto de menos,
pero Changmin no iba a tener en su consciencia la muerte de ese adorable bribón
solo por soberbia y cara dura. Una cosa era Morgan. Otra ser un delfín yendo a
molestar a un banco de tiburones esperando que todos muriesen solo porque era
más listo.
—Changmin ten un viaje interesante.
Quiero una nueva historia para cuando vuelva a verte.
El capitán codeó a Melanie y luego
miro a Eddy una vez más.
—Llévalo a casa con cuidado y no
seas imprudente, si algo les pasa a los dos Minho va estar muy triste y eso no está
bien.
—Eres un hermano grandioso, cuando
me case debes amedrentar a mi futuro marido.
—Eso seguro puedes hacerlo solita.
Anda ve y abrázalo también.
Melanie le dio un abrazo
asfixiante antes de correr y apachurrar a Minho con diversión. Esos dos se habían hecho buenos amigos y por
esa razón es que ambos iban a permanecer bien lejos de ellos a partir de ahora.
Iba a ser mejor para todos.
Minho sacudió el cabello de Eddy
por última vez y lo bajo al suelo. Tomo a Melanie de la mano y luego miro a Changmin
desilusionado, triste y también enojado. Changmin le devolvió la mirada
altanero y luego Eddy se fue sin ningún berrinche infantil a cuestas.
—Bueno, eso salió tan bien como
podría haber ocurrido. Sera mejor que cada cual vaya a su barco ahora. Cuídense
todos y sigamos el plan al pie de la letra —ordeno Yunho mientras todos
asentían aliviados de dejar tierra.
***
—¡Minho despierta!
Changmin grito desde el suelo del
camarote que compartía con Minho, quien acababa de tirarlo de la cama en medio
de una pesadilla.
Minho sollozo de forma entrecortada
y Changmin volvió a la cama, envolviéndolo en un abrazó apretado intentando que
dejase de pelear contra lo que sea que estaba peleando. El latido de su corazón
se desboco y empezó a susurrarle tonterías al oído para que despertase.
Llevaban compartiendo lecho
prácticamente desde que se conocieron y Minho jamás había tenido una pesadilla.
No entendía que es lo que podía estar ocurriendo ahora.
—Bonito, vamos, despierta. Todo está
bien solo abre los ojos.
Minho se atraganto y farfullo un
montón de palabras en voz baja que no llego a comprender del todo mientras continuaba meciéndolo entre sus
brazos, hasta que poco a poco dejo de temblar y murmurar. Aún intentaba escapar
cuando abrió los ojos pero apenas encontrar sus miradas fue como si un peso
enorme hubiese escapado de Minho.
—Changmin, ¿Qué sucede?
—¿Estás bien? ¿Era una pesadilla?
—pregunto de forma tentativa apartándole el cabello de los ojos, sintiéndolo
tensarse en su agarre cuando continuo sus preguntas—. ¿O era un recuerdo?
No respondió. Pero no necesitaba
hacerlo. Changmin lo sostuvo en su contra intentando mantener bajo control toda
la intranquilidad que se apodero de él de un momento a otro.
Ya habían pasado dos semanas de
haber zarpado entre las dramáticas y ruidosas despedidas por parte de Minho,
sus hermanos y Eddy. Obscenas reuniones de planeación sobre el ataque y una
promesa de encontrarse con Junsu a penas tuviesen oportunidad.
Las pesadillas habían empezado poco
después de zarpar y Changmin había conversado con Kibum y Kyuhyun al respecto.
De algún modo ambos lo habían instado a hacer que Minho se abriera a él, con lo
lastimado que estaba cuando lo encontraron no es de extrañar que haya estado
reprimiéndose todo ese tiempo y que ahora que sus lazos se habían vuelto más
estrechos con él, que lo quería. Sus miedos e inseguridades empezasen a
aflorar, si no iba a decir nada el inconsciente actuaría por él.
—Por favor Bonito, en algún momento
tienes que hablar con alguien de lo que paso.
—Lo sé. Pero no encuentro ni el
momento ni las palabras. Ni si quiera puedo recordarlo sin querer huir y
enterrarme en el más oscuro y alejado agujero en la tierra —susurro aferrándose
a sus ropas con tanta fuerza, que estaba seguro que dolía.
Changmin acarició su espalda y abrió
la boca cuando un fuerte golpe en la puerta lo distrajo y después Peter entro a
trompicones, enrojeciendo al verlos en esa posición.
—Hemos hecho contacto con la flota
de Fénix capitán. Su hermano está empezando la distracción, a este paso
podremos alcanzarla antes de que amanezca.
Changmin asintió y apretó los brazos
de Minho entre sus manos.
—¿Te quedas aquí? Estaría más
tranquilo.
Minho negó enérgicamente y lo miro
desafiante.
—Si no me oculte cuando Morgan venía
por mí, no lo hare ahora.
—Y yo que pensé que ahora que ya no
tendrías que preocuparte por Eddy dejarías de ser tan-
Minho interrumpió lo que sea que iba
a salir de su boca con un beso torpe y pronunciado. Peter salió corriendo y
Changmin se encargó de saborear su boca con deleite antes de apartarse, no del
todo, pues Minho seguía dejando suaves besitos contra su boca que estaban
aniquilando lentamente su autocontrol.
—Quiero hacerte el amor —dijo
tragándose el jadeo extasiado de Minho, sujetando su rostro acalorado e
incrédulo para que lo mirase a los ojos—. Y aunque siempre vas a distraerme con
tus besos, caricias y gestos, aún quiero que hables conmigo. Quiero que confíes
en mí y me dejes ayudarte a eliminar lo que sea que te atormente. Yo no te
dejare, la misma muerte tendría que venir por mí para alejarme de ti. Así
amamos los piratas, así te amo yo —declaró con un tono aterciopelado,
mientras sus manos como fuego delineaban su cuerpo, provocando espasmos y
escalofríos —.Esperare hasta que quieras hablar conmigo. Toma mi espada y mi
arma y quédate cerca de mí.
Minho asintió en un estado de
febrilidad absoluta y beso por última vez a Changmin permitiéndole alejarse y
respirar. Aun lo podía sentir abrumando su cuerpo. En esos momentos recordaba los
breves y apasionados encuentros de intimidad que habían tenido y su piel se
inflamaba con un delicioso calor que solo su capitán podía provocarle.
Gateo hasta el borde de la cama
desde donde Changmin lo observaba y amoldo sus manos a sus caderas, acaricio su
torso, mordiéndose el labio con el calor y el color inundando su rostro al
sentir los músculos definidos y bien moldeados contraerse bajo su toque.
Estaba muriendo de vergüenza pero
no podía controlar su cuerpo, sus palabras ni pensamientos.
—También quiero hacer el amor
contigo. Y-Yo te quiero, demandante y oscuro, fuerte y abrasivo. Erótico y sensual, que me hagas perder la noción de
quien soy con tu dulzura y suavidad… Necesito-
Changmin lo atrapo por la nuca
para amoldar bien sus bocas, como una promesa, permitiendo que sus cuerpos alineados
perfectamente de las caderas al pecho, encontrasen confort y liberación en el contrario.
El mundo podía acabarse pero ese
momento era solo de los dos.
***
Changmin ladraba órdenes a sus
hombres con energía y vigor. Había en su
rostro una sonrisa depredadora y cada vez que sus ojos chocaban con los de
Minho el hambre se acentuaba en sus facciones.
Minho gemía internamente sin poder
creer que hubiese actuado como había actuado en el camarote. Aunque con el
pasar de sus encuentros se volvía un poquito, solo un poco más audaz, ser
dominado por la pasión y la lujuria aun le daba miedo. Era como si fuese un
desconocido para sí mismo.
“Céntrate”
Se regañó mentalmente observando a
los hombres de Changmin izar las banderas falsas para confundir a la guardia
Fénix, el Iron Rose era una silueta en la lejanía y tanto el Valerous como el
Black Bird estaban usando la niebla de esa madrugada para mantenerse ocultos.
Tres explosiones retumbaron con
estrepito.
El estruendo de los cañones saco a
todo el mundo de su sopor y Changmin tomo el timón del barco, el Iron Rose era
muy rápido así que no demoraría en alejar a las tropas de Fénix del barco
principal, su modo de ataque era muy predecible pero cuando notaran al Valerous
y al Black Bird sería muy tarde para
redirigir los ataques.
—¡Preparen los cañones! ¡Alisten
las cuerdas y saquen sus espadas!
Rápidamente el Valerous se quedo
atrás justo a la par del Buque principal, Yunho no iba a tardar en abordarlo y
otro estruendo proveniente del Iron Rose acrecentó la ansiedad de la
tripulación.
—¿¡Donde están esas bombas!?
Minho podía ver a la guardia Fénix
volviendo, estaba justo frente a ellos en el fuego cruzado del Iron Rose y el
Black Bird. Una sonrisa victoriosa ilumino su rostro. Cayeron directo en la trampa.
—¡Listos para disparar! —El aliento se contuvo
por los segundos más largos de su vida y luego la voz del capitán lo recorrió
entero como si un rayo hubiese caído sobre él—. ¡FUEGO!
Explosiones simultáneas y
ensordecedoras despedazaron la calma en el mar. Todo se volvió un borrón
carmesí de humo y fuego. Las sogas se arrojaron, las maldiciones era lo único
que salía de sus bocas y luego las tablas unieron ambos barcos. El caos se
desato y Minho empezó a lanzar bombas a las velas.
Changmin ya se encontraba justo al
centro de la refriega. Kyuhyun estaba cuidando sus espaldas y Kibum había
tomado el relevo para controlar el barco. Aún así la tripulación del barco
estaba retrocediendo. La Guardia Fénix era la Guardia Fénix después de todo.
Iban a morir antes que rendirse y se llevarían a cuantos pudieran. Con Changmin
peleando no había nadie más dando órdenes y Minho tomo una decisión.
—¡¡Peter!! ¡A los cañones! ¡Apunta al
mástil ¡Al mástil! ¡Gerard! ¡Sebastián conmigo!
Los tres sujetaron las cuerdas
sueltas y Minho se arrojó hacia el otro barco como un maldito mono kamikaze.
Golpeó y trato de no pensar en las heridas que provocaba con su espada, debía
incendiar los suministros, sin ellos la rendición sería más sencilla.
Gerard cayó al mar de un disparo y
Minho se atraganto con una maldición antes de soltarse de la cuerda y aterrizar
en el barco del enemigo. Sebastián lo siguió con menos gracia e hicieron una
línea recta de sangre hasta el sitio de las bodegas. Minho saco un pequeño
bolso de cuero relleno de una sustancia volátil cortesía de Heechul y lo arrojó
al interior del barco con movimientos rabiosos.
—¡Todos al Black Bird ahora! ¡Ahora!
Su voz se oyó un segundo por sobre el caos y
el y Sebastián sujetaron la primer cuerda que vieron. La explosión los
sorprendió en el aire y ambos aterrizaron de forma dolorosa en la cubierta del
barco. Los gritos y la histeria se hicieron estruendosos por fin y se levantó
buscando con la mirada a Changmin. Tenía al capitán del barco de rodillas
frente a él mientras lo miraba con incredulidad.
Le sonrió un poco y Changmin negó
con resignación golpeando al capitán antes de empezar a gruñir para desarmar y
atar a la tripulación Fénix. El fuego empezaba a expandirse rápidamente y se
levantó ahogando el quejido de dolor que buscaba escapar de entre sus labios. No
había caído para nada bien y se alegraba que ni Melanie ni Eddy hubiesen estado
ahí.
Donghae lo levantó y le sonrió como
un maniático. Ambos ayudaron a rendir y maniatar a los hombres de la
tripulación Fénix y vieron hacia el Iron Rose haciendo lo propio.
El Valerous ya había entrado al
barco principal y Kibum hizo retroceder al Black Bird. Debían atacarlo ahora
para que Yunho pudiese escapar.
El amanecer llego acompañado de
un silencio exhausto y satisfecho, apenas podía mantener los ojos abiertos
pero se mantenía atento ayudando a quienes habían resultado heridos. Él mismo
había tenido que atenderse una herida en el brazo y otra en el cuello. Los
moratones y quemaduras podría atenderlos más tarde.
El Valerous tenía horas de haber desaparecido en el horizonte con la prometida de Yoochun bajo el cuidado de Yunho. Ojala no fuese una chica idiota o lo pasaría muy mal en ese barco. Ya era un problema considerando que la tripulación de Yunho era la más supersticiosa.
Nada de mujeres en el barco.
—¡Minho!
Levanto el rostro y sonrió hacia
Heechul saludándolo de manera efusiva. Se veía aturdido y cansado. Tenía el
labio roto y un ojo morado pero estaba tan malditamente feliz. El mar acababa
de recibir dos buques impresionantes como tributo y el barco principal se había
rendido sin rechistar. Los hombres que habían maniatado estaban sentados en la
cubierta principal algunos aún inconscientes pero Minho ya se había encargado
de revisarlos por si algo podría llegar a complicarse.
—¡¡Cuida de mi hermano!!
—¡Lo haré! ¡Dale a Junsu mis
saludos!
Hecchul asintió y su tripulación se
despidió con silbidos y bochornosos ademanes y bromas. Debían emprender el
viaje cuanto antes para avisarle a su hermano que era libre de casarse con Yoochun
sin ninguna interferencia. Era increíble que no tuviera que estar en medio de
esa conversación. Sería terrible y muy incomodo.
Ahora el buque principal también se
alejaba, habían acordado dejarlos ir y mantener a los prisioneros en la
cubierta como una garantía. De cualquier forma iban a liberarlos en el primer
puerto con el que se cruzaran. Changmin habría preferido dejarlos ahogarse ya
que sería menos costoso para sus reservas pero si ya era seguro que Junsu iba a
enojarse cuando se enterara de lo que habían hecho, saber que además habían
ocurrido muertes innecesarias seguro provocaba que tomara su propio barco y cazara
a todos sus hermanos, por lo que en realidad sería contraproducente.
—¿Por qué no entras al camarote?
Podrías caer dormido en cualquier momento pronto.
—Estoy bien, puedo aguantar un
poco más. De verdad. ¿Crees que Heechul esté bien?
—Quien sabe, ese ya no es asunto
mío.
Changmin estaba agotado y algo
fuera de balance pero estaba entregándoles agua a los prisioneros mientras los
vigilaba como un halcón.
—Dame eso, mientras continuas
luciendo intimidante y malvado. No creo que puedan beber mucha agua contigo
mirándolos así con tan poco espacio para respirar.
Changmin le dio una sonrisa de
tiburón y Minho se acerco a los prisioneros con un balde y una vieja cuchara
onda con la que Shindong preparaba la avena entre manos. Tomo un poco de agua y
se acuclillo frente a un hombre de la guardia Fénix. Llevaba una venda
improvisada en el ojo y una fea herida en la mejilla izquierda. Aun así lo miro
con fiereza y repugnancia.
—Por favor beba, le sentara bien
—dijo acercándole el líquido despacio.
—Tú eres ese niño ¿Verdad? Por el
que las malas lenguas dicen que Choikang perdió la cabeza.
—No estoy seguro de que frecuentemos
los mismos sitios, ni que las lenguas con las que usted hable sean malas. Tal
vez se trate de la lengua de algún pobre desgraciado que tuvo la mala fortuna
de tropezarse con usted. Sus métodos nunca han sido especialmente amables. Ni
sus palabras dóciles.
—¿Tu nos conoces-?
Minho sonrió y le acerco el agua a
un joven aterrorizado mientras de reojo le daba su mirada más fría.
—¿Quién cree que destrozó su
ridícula y obsoleta formación?
El hombre se movió lo
suficientemente rápido para que Minho no tuviese ni tiempo de gritar. Se había
puesto en pie y lo usaba como un escudo humano con una navaja pequeña y afilada
presionada con fuerza contra el punto de pulso de su cuello. Sus pies estaban a
unos 10 centímetros suspendidos del piso y su mirada chocaba directamente con
la de Changmin.
Su mano sostenía el mango de su
espada con fuerza y Minho respiraba estable sin dejar de mirarlo, estaba bien,
estaba tranquilo y ese hombre no era estúpido como para arriesgar a toda su
tripulación de esa manera.
—Estoy bien, tranquilo Changmin.
—¿¡Quien eres!? ¡Dime quien eres!
—grito el hombre contra su oído fuertemente.
—Soy Minho.
—Dime quien te hablo de la guardia
Fénix. ¡Dímelo! ¡No importa si muero ese traidor pagara su insolencia!
—Dimitri Kushinov.
No había dudas en la voz de Minho,
sus ojos estaban desprovistos de mentira, pero también estaban desprovistos de
emociones. Había una fría indiferencia a su alrededor, como un aura extraña y
difusa que era más poderosa que una espada aún en esa situación de aparente
indefensión.
El hombre soltó la navaja y para
sorpresa de todo el mundo ese muchacho aterrorizado al que Minho le dio agua,
se abalanzo sobre el mayor y lo sometió con movimientos agiles. Minho se
sostuvo contra el piso y vio al muchacho cubrir al mayor con su cuerpo
dirigiéndose a él con la dignidad golpeada.
—Por favor no le hagan daño, por
favor, por favor.
—¡Armand quítate de encima!
¡Armand!
Minho ladeo el rostro y sonrió.
—Supongo que una semana sin beber
más que sus orines será suficiente para no despreciar la bondad de Choikang
—susurro como si hablara del clima levantándose con parsimonia mirando a la
Guardia Fénix condescendiente.
—¡Gracias, gracias! —susurro el
joven muchacho mientras Minho recibía toda clase de miradas de los tripulantes
del Black Bird.
—Sí aún tienen armas con ustedes
les sugiero entregarlas. Choikang quiere tirarlos por la borda no creo que
después de esto yo pueda hacer algo para evitarlo.
El jovencito fue el primero, arrojo
una hoja rota de un cuchillo ahumado y luego otros lo imitaron.
—Gracias por su sensatez, tal vez
en el futuro Kushinov reconozca que dotarlos de arrogancia desmedida no es
bueno para Kylox. Voy por más agua…
Minho recogió el balde y la
cuchara, sonrió con torpeza a Changmin cuando paso por su lado tan fresco como
una lechuga y siendo su bonito, él bonito de siempre.
—Ese puto niño va a llevarte a la
ruina Choikang más te vale deshacerte de él ahora que puedes hace… ¡agh!
Y esta vez Armand no hizo nada más
que regresar con sus compañeros con la mirada gacha. Había un límite sobre lo
que podía hacer para evitar palizas para sus superiores. Esa se la había ganado
con creces. Choikang los miro con disgusto mal disimulado y nadie le regreso la
mirada. Un pirata loco por el culo de un mocoso aterrador era demasiado incluso
para ellos.
***
—¿Me estas cagando? ¿En serio?
¿Quién mierda es ese mocoso Changmin? ¿Cómo es que conoce al puto
contraalmirante de Kylox?
—¡No sé! ¡No lo sé! ¿¡Crees que me
ha dicho por qué Morgan lo dejo huérfano!? ¿¡O cómo carajos termino en sus
manos!?
Kyuhyun maldijo en voz baja y
luego su atención se poso sobre Kibum y Donghae.
—¿Y a ustedes dos no se les
ocurrió decirle que investigara? ¿Por qué sigue aún aquí? No me interrumpan ya
sé que este imbécil está completamente perdido para nosotros para siempre.
Solo, ¿Por qué no sabes nada de él ni de su vida antes de ayudarle?
Changmin bufo y se descruzo de
brazos. Kibum estaba confundido, no sabía porque debían estar ahí si las
preguntas que les hacían terminaban redirigidas a Changmin.
—Minho siempre fue así. No toma
una mierda de nadie, ni si quiera de mí, pero la mayor parte del tiempo es
tranquilo y amable. Dulce. Últimamente ha dado miedo de cojones lo admito pero
no voy a obligarlo a decirme qué paso con su familia, ni lo que le hicieron en
el barco de Morgan. Recuerdo como lo
traje al Black Bird y me dan ganas de revivir a Morgan solo para matarlo de
nuevo. No sufrió lo suficiente.
—Haz algo, ya son extraños los
rumores a tu alrededor, no creo que haber robado a un miembro importante de
Kylox y hundido dos de sus buques mermen lo que se dice y con los arranques de
Minho mucho menos. No estoy diciendo nada contra él, pero si tiene problemas o
enemigos de su vida pasada más nos vale saberlo, para podernos preparar. Es
todo.
—Hablare con él.
—Espero que lo hagas antes de
llegar a las manos. Dios sabe lo sexualmente frustrado que estas ahora.
—Bien ya es suficiente, esto es
incómodo. Minho es como una hija para mí, bueno, si algún día la tuviera. Y no
quiero escuchar lo que el capitán quiere hacerle, por lo menos no de nuevo.
¡Eww!
Donghae salió de ahí pitando y
Kibum lo señalo con sorna.
—Lleva el ungüento. No quiero que
camine divertido.
Kyuhyun se doblo de risa aunque no
quisiera y Changmin lo maldijo hasta la luna y de regreso. Con esos amigos no
entendía cómo es que estaban tan preocupados por los enemigos.
—Deja de reírte y dime cual es el
puerto neutro más cercano, no quiero a esas ratas en mi barco más tiempo del
necesario.
—Ya, ya no te sonrojes como si no
fuera cierto. Solo digo que hay que ser prudentes. Te gustan las personas que
hacen que el resto quiera cortarte la cabeza.
—Pensé que ya habíamos terminado
con el sermón. No es mi culpa tener un gusto envidiable.
—Lo sacaste de tu padre.
—Y es la única buena cosa que
obtuve de él —dijo con amargura—, ¿Dónde venden esos fabulosos pasteles de
crema y moras?
—¿No son de Syrian?
—mhn… Tal vez pueda llevar a Minho a conocer Syrian, seguro que le
fascina.
—Claro. Solo no tengas una
erección nada más de imaginarlo. Es irrespetuoso Choikang.
—¿Cuántas veces te interrumpí con Sungmin? ¿Es
una venganza?
Kyuhyun lo ignoro y Changmin rio,
tal parecía que si era una venganza después de todo o Yunho no lo habría dejado con él en este
viaje.
***
Un brusco balanceo en el barco
despertó a Minho en una milésima de segundo.
—shh…
Changmin deslizó su mano sobre su
pecho y Minho parpadeó aturdido un momento, después hizo eso, sus ojos
brillaron, sus mejillas se inflaron como un pequeño dulce conejo y le sonrió
como si fuese todo.
¿Por qué era tan hermoso y adorable?
¿Por qué era tan perfecto? ¿Por qué parecía tan completamente cautivado por él?
¿Por qué era tan fácil quererlo?
—Hola.
—Hey… Te dormiste lleno de
cenizas… —dijo despacio apartándole el cabello del rostro mientras un paño
húmedo descansaba justo sobre su cadera.
—Lo siento. Extraño el baño
fabuloso de Heechul.
Changmin se inclino sobre sus
labios y se rio burlón, ni aunque se lo pidiera muy bien iba a dejar que
Heechul pusiera sus manos en el Black Bird. Iba a terminar siendo una
monstruosidad extravagante como el Iron Rose.
Minho deslizo sus manos a cada
lado de su rostro y lo arrastro hacia su boca correctamente. Fue un roce de
labios ligero y cargado de sentimiento, respirando el mismo aire con besos
demasiado cortos que parecían simples hormigueos repentinos y traviesos. La
novedad de la inocencia era puro fuego y Changmin no iba a soportar otra noche
de burlas y arrebatos ansiosos impulsados por su propia libido descontrolada y
la manera en que Minho había descubierto el modo de hacerlo perder su mente.
Como todo el mundo parecía quererle hacer notar.
Minho lo abrazo y deslizo su
mejilla contra Changmin en un gesto espontaneo y cariñoso dejando escapar un
quejido suave e instintivo parecido al maullido de un pequeño gato necesitado.
Los labios de Shim se deslizaron por la piel de su cuello mientras las yemas de
sus dedos trazaban líneas y patrones imaginarios alrededor de sus caderas, sus
costillas, sus brazos. Jugó con sus clavículas y luego deslizo sus palmas
abiertas por todo su pecho. La piel áspera de sus manos hizo saltar a Minho y
luego sus labios exuberantes estuvieron nuevamente a su alcance mientras uno de
sus dedos tironeaba una de sus sensibles tetillas con la fuerza justa para
hacerlo gritar.
—¡Mierda!
Changmin hundió su rostro contra
la piel de su cuello y la respiración desacompasada de Minho golpeo su nuca
provocándole deliciosos estremecimientos, la ansiedad se apodero de sus
movimientos y deslizó sus manos hasta sus muslos mientras besaba su estomago
concentrado en hacer pequeñas marcas de su presencia.
Minho tenía ambas manos enterradas
en su cabello, tironeaba y jalaba de él haciéndole tomar respiraciones más
largas. Changmin rodeo sus caderas y deslizo sus manos sobre su trasero
estrujándolo con fuerza mientras sus dientes mordían furiosamente sobre la piel
de uno de los huesos de su cadera.
Minho se afirmo a sus cabellos y
se arqueó con los ojos húmedamente cerrados mientras un escalofrío lo recorría
entero y su piel se erizaba con un placer cálido y abrumador. Nacía ahí justo
en su vientre y se expandía de manera interminable por todo su cuerpo y solo
podía pensar en lo mucho que le gustaba y que necesitaba más. Necesitaba de
Changmin.
Humecto un poco sus labios y abrió
los ojos aflojando el agarre sobre el cabello del capitán quien estaba
mirándolo con sorna y travesura y una sucia sonrisa que le prometía hacerlo
gritar.
Minho contuvo el aliento y se
estremeció de nueva cuenta cerrando por instinto sus piernas por culpa de esas
palpitaciones abrumadoras que no podía
controlar.
—¿E-En algún momento pronto me vas
a quitar el resto de la ropa?
Changmin gimió y se hinco entre
sus piernas tirando de sus manos hasta tenerlo casi a la misma altura. Minho
fue de buen agrado lo miro a los ojos el instante más largo y luego se inclino
sobre su cuello besando con dulzura el punto errático de su pulso. Sus manos no
eran estables pero aún así se deslizaron por el pecho desnudo y aunque
vacilaron al llegar a la cinturilla de los pantalones los desabotono mientras
prodigaba besos y aventureras lamidas hacia la piel disponible. Changmin jadeo
y llevo una mano a su nuca respirando con aspereza cerca de su oído besando
húmedamente sus labios y mejillas de vez en vez al sentir las manos inquietas e
inexpertas apartar la tela y deslizarse con su tibieza sobre su erección que
palpitaba ardiente y furiosa. Minho perdió un poco el ritmo y jadeo cerrando
con fuerza las piernas al sentir una suave humedad escapar de su propio pene,
duro e incomodo atrapado en esa trusa para nada atractiva.
—Estas mojado… —jadeó
acariciándolo tentativamente y Changmin gruño mordiendo su barbilla buscando su
mirada con los ojos entrecerrados.
—¿Quién crees que me pone así?
Minho sintió un nudo pesado instalarse
en su estomago que se contraía sin control y estaba empezando a brillar por
culpa del sudor. Sentía calor por todas partes y la ligera ventisca que se
colaba de entre las grietas del barco era un estimulante más que un alivio
contra el ardor incontrolable de su piel.
¿Por qué Changmin tenía una voz
tan bonita y agradable? Era dulce y grave y lo hacía estremecerse sin control.
Después estaban sus besos, siempre agradecía que lo sostuviera con fuerza cada
vez que lo besaba o terminaría vergonzosamente de bruces en el suelo. Un ruido
difícil de describir escapo de sus labios y se derritió contra Changmin
mientras sus manos subían y bajaban sobre la resbaladiza erección del mayor. El
almizcle era fuerte y pesado en su nariz casi podía saborearla y gimió más
fuerte de lo debido al imaginar el sabor de Changmin entre sus labios.
Las manos de Changmin habían
ignorado por completo la ropa interior y masajeaban su trasero con toques
seguros y delirantes, él mismo se frotaba necesitado contra toda la piel que
tenía al alcance y estaba haciendo un desastre pegajoso entre sus estómagos
aunque no podía importarle menos en ese momento. Changmin lo beso y su lengua
se deslizo al interior de su boca saboreando y tomando el sabor de Minho para
no olvidarlo nunca.
A regañadientes se aparto del beso y
sonrojado, agitado y un poco aturdido llevo sus labios temblorosos al oído de
Changmin.
El capitán gimió como una fiera
herida al escucharlo susurrar con ingenua necesidad que le hiciera el amor. Fue una petición simple
y genuina, pero sentida como un precioso anhelo que Minho le obsequiaba con
deliberada dulzura. Beso sus labios de manera descoordinada y luego tomo las
manos de Minho apartándolas antes de que todo terminase demasiado aprisa.
Se miraron a los ojos y luego
Changmin deslizo un dedo entre sus glúteos amando el grito agudo que Minho dejo
salir justo sobre sus labios.
Mierda, mierda, mierda. Nunca había
estado tan caliente y ansioso. Respiro profundamente y beso su frente
repetidamente en busca de un control que estaba muy, muy lejos de sentir.
Beso su nariz y luego su boca. Había
humedad entre sus pestañas y aparto un poco los mechones del rostro.
—Dame un segundo.
Minho asintió y le sonrió besando
su boca despacio y amoroso. Mientras Changmin iba hacia su escritorio, donde
estaba ese pasta de aceites y flores que al parece Heechul había contrabandeado
con Kibum a su barco, pensó que era en realidad la primera vez que iba a hacer
el amor con alguien. Y no sabía si era triste o afortunado, solo estaba seguro
de que no habría modo en el infierno que pudiese hacerlo con alguien más que no
fuera Minho.
Cuando volvió la vista a la cama
tuvo que respirar profundamente y no jadear como un perro en celo, sería poco
elegante y bruto. Tener atisbos de piel suave, pálida y cremosa era muy
diferente a tener al dueño de dicha piel sin ropa entre sus mantas a punto de
hacer algo más que dormir.
Hábilmente se deshizo de los
pantalones y de una patada, los mando al otro lado de la habitación. Minho se
rio y sus hombros se relajaron un poco aunque luego sus ojos fueron hacia lo
que había entre sus piernas y su respiración se volvió inestable mientras todo
el color inundaba su rostro de manera furiosa y enredaba sus manos en las
sabanas, inseguro, tímido. Repentinamente demasiado consciente de su propio
aspecto y de lo que estaban a punto de hacer.
Changmin cayó encima de él y lo
beso con ganas hasta que el aire se volvió necesario y Minho había vuelto a
relajarse y confiar en él.
—Te amo.
Minho oculto el rostro tras sus
manos. Changmin se rió, era tan buen momento como cualquiera para dejarle claro
que le quería, que lo amaba y que adoraba todo de él. Incluso los arrebatos
aterradores de carácter que tenía de vez en cuando. Las relaciones siempre
habían parecido una cosa desigual, forzada y mecánica para él. Con roles
específicos a seguir para cada integrante de la pareja. Con Minho, aún siendo
joven las cosas no eran difíciles, todo era reciproco. Podía ser tanto el
cuidador como el cuidado y la balanza se mantenía en equilibrio.
Dejo una lluvia de besos desde su
pantorrilla izquierda con un camino de piel de gallina hasta que llego a las
rodillas y lo convenció de ceder y abandonarse, abrió las piernas y podía
sentir que la temperatura aumentaba. Las palabras ya no hacían falta Changmin
sujeto una de las manos de Minho sobre su vientre y derramo algo del pesado
ungüento que olía a rosas entre sus
dedos y sobre las mantas.
Minho se arqueó, y sus labios se
abrieron sin dejar escapar sonido alguno al sentir la insinuación de un debo
húmedo y tibio entre sus glúteos. Changmin dio un leve apretón a sus manos
unidas y luego su boca descendió sobre la erección palpitante que tenía frente
a él.
Minho se retorció y cerró los ojos
temblando con desesperación. Había retrocedió sobre la cama ante el primer roce
y ahora había empujado sus caderas contra ese dedo que se sentía enorme e
incomodo en su interior, con la boca y los labios envueltos a su alrededor
produciendo sonidos obscenos y lujuriosos de esos que inflamaban tu piel y
descontrolaban tu respiración.
Changmin ya sabía que Minho era
sensible, estaba claro que nunca había sido tocado de esa manera y era un poco
embriagador intentar mantenerse suave, gentil y controlado cuando solo quería
poder sentir ese calor apretado alrededor de su hombría. Sabía que sería
incomodo y que tal vez dolería un poco por más que intentase dejarlo suave y
flojo para é,l pero Minho siempre encontraba el modo de sorprenderlo, había impuesto
un sensual y controlado movimiento de caderas que ayudaba a que sus dedos
entraran y salieran con mayor facilidad de su cuerpo. Se sostenía y se contorneaba
contra él como si fuera un experto, podría aumentar la fuerza del empuje y lo
tomaría como un campeón. Quizás mas adelante podría intentarlo, habría esperado
más renuencia de su parte pero verlo montar ansioso sus dedos era una vista
demasiado estimulante. No había estado tan mojado desde que tenía trece y tuvo un
sueño demasiado esclarecedor respecto a sus propias necesidades.
Minho era un nivel completamente
diferente, respiraba despacio, lamía sus labios y había un ceño fruncido de concentración
que lo hacía parecer apetecible. No soltaba su mano y era como un nuevo modo
que habían encontrado para entenderse. Sí,
Sí. Más. Solo un poco. Para, para es demasiado. Muy bien de nuevo, haz eso de
nuevo. Y ahora había 3 dedos en su cuerpo machacando un maravilloso nudo de
nervios que hicieron a Minho perder el sentido un momento bajo su toque.
Changmin lamió la piel de su muslo
y luego chupo con fuerza sin perder la mirada afiebrada de Minho puesta en él
ni por un segundo. Lentamente retiro los tres dedos y posiciono ambas piernas
alrededor de sus caderas. Minho levanto la parte inferior de su cuerpo y gimió
al ver a Changmin masajear y esparcir el brillante líquido sobre su erección
con trazos firmes y seguros. Miro al más joven y asintió al verlo morderse los labios hinchados con anticipación. La
punta de su erección se dirigió contra el sonrojado y húmedo nudo de carne que
palpitaba ansioso y acarició tentativamente la piel provocando visibles
estremecimientos. Tomo las caderas y las posiciono sobre su regazo deslizándose
de golpe en el calor húmedo y maravilloso que le dio la bienvenida.
Minho gimió sorprendido y sus
manos tiraron de las sabanas con el pecho agitado. Changmin Se mantuvo quieto
al sentirlo desmoronarse lentamente y alzo más sus caderas mientras lo abrazaba
y sus rostros quedaban a la misma altura. Movió sus caderas en trazos firmes,
Minho no merecía lo contrario a un ritmo seguro y profundo.
Jesucristo. Los ruidos que hacía. Sus
labios encontraron sus tetillas erectas y las mordió provocativo. Minho jadeo
moviéndose en su contra de manera fluida y sensual, Changmin era consciente de
su piel y el tono de sus quejidos, el ritmo de su respiración y la unión
caliente y placentera entre sus cuerpos.
Minho estaba abrumado, perdido en
el movimiento de sus cuerpos, en la respiración caliente y los besos
descuidados, en esa mano grande y maravillosa que sostenía su rostro contra una
boca con un regusto así mismo que lo hacía jadear con más fuerza, en sus
caderas apoyadas perfectamente y sostenidas con manos firmes y seguras mientras
entraba una y otra vez golpeando el sitio que lo hacía mirar estrellas detrás
de sus parpados.
El calor abrumador nació en su
vientre y se expandió como fuego líquido por todo su cuerpo. Grito el nombre de
Changmin como una letanía desesperada cuando un golpe firme y más profundo que
los otros lo hizo sentir que moría y llegaba al cielo.
Su cabeza se movía de un lado a
otro, sus manos se habían afirmado a la espalda del mayor y resbalaron dejando
furiosos surcos sonrojados con sus uñas al sentirse terminar y a Changmin perder
un poco el ritmo antes de bañar su interior con semen copioso y tibio después
de un orgasmo que les tomo por sorpresa.
Changmin recargo su frente en su
hombro y una risa sorprendida escapo de sus labios. Minho aplasto sus cabellos
y se rio sin aire con las piernas hormigueando y el calor lentamente
abandonando su piel.
Changmin se movió despacio salió
arrancando un quejido sorprendido del más joven que se llevo una mano curioso
entre las piernas. Sonrió con torpeza y luego sus labios se encontraron de
nuevo, con caricias perezosas y besos inciertos, exploradores, dulces.
Curioseando en la piel ajena y dejando marcas, más profundas que esas que en la
piel podían verse a simple vista.
***
La tripulación no miraba a su
capitán por más de un minuto sin ahogar una exclamación de frustración. Los primeros cinco minutos de
su absoluta y estúpida felicidad habían sido adorables. Era un alivio que
estuviese tan enamorado. Era un aspecto refrescante y todo. Incluso después de
haber permanecido dos días encerrado con Minho haciendo lo que era evidente que
era la última chispa necesaria para que se convirtiese en una mujer. Pero
llegaba un punto en el que era vergonzoso de mirar. Nada realmente había cambiado, ni se besaban,
ni se abrazaban, ni se miraban como un par de idiotas. Eran tan ellos y la
felicidad que sentían era una cosa que exudaba como un perfume. Una especie de
aura asfixiante que los hacía sentir muy nobles.
Necesitaban una buena pelea, una
buena borrachera y también una complaciente mamada. Aunque era divertido ver a
Minho torturar un poco a la guardia Fénix era un alivio que el puerto de las
flores ya estuviese a la vista, ellos obviamente no iban a desembarcar ahí,
pero el momento de despedirse de sus obligados huéspedes había llegado por fin.
—¡Hagan una fila! —grito Minho
manipulando una espada con destreza mientras caminaba por el barandal del barco
con un equilibrio atolondrado. Ya les había dado más de un susto de muerte y el
capitán no hacía nada por decirle que parase. En verdad antes por lo menos lo
intentaba, ahora le complacía de sobre manera verlo mandar y gritar y acojonar.
Sí no funcionaba, porque vamos con su linda sonrisa de conejo lo único que
daban ganas era de abrazarlo, ahí estaba el capitán para ser cruel y sádico y
abusivo.
Por lo menos el amor exaltaba esas
cualidades. Uno habría pensado que en la fase de luna de miel iban a tener un capitán
blandengue, pero mírenlo nada más, empujando con su sonrisa más sádica a cada
tripulante de la guardia Fénix que se le ponía delante.
—Jesús, yo no imagine que Changmin
pudiese ser peor, menos con Minho a su lado, incluso pensé que tendríamos que
dejar el mar y verlos asentarse en un pueblito y vivir felices para siempre.
—A Minho le gustan las aventuras
Kibum, en la mañana estaba diciéndole lo beneficioso que sería robar un barco
mercante para reponer las reservas que agotaron los hombres de Kylox.
—¿Y qué dijo Changmin?
—Creo que Kyuhyun planea encontrar
la ruta más cercana para interceptar alguno de los navíos de Raion o Foaissel.
—Vaya, ¿Crees que Minho vuelva
este negocio una cuestión privada?
—¿De qué hablas?
—Parece ser que tiende al
monopolio y le gusta mandar, tiene un cerebro demasiado estratégico para
conformarse solo con el Black Bird y Changmin siempre ha sido un psicópata al
que le gustaría conquistar al mundo. Solo piensa en ello, sería el siguiente
paso lógico en su relación.
—Vamos Kibumie, no seas paranoico
a bonito solo le gusta divertirse. En dado caso el siguiente paso lógico en su
relación sería casarse y tener hijos, un montón, que se parezcan a Eddy.
—A eso voy, Minho no tiene la
indumentaria necesaria para eso según la última vez que mire y Changmin dudo
que quiera intentarlo, tomando en cuenta su propia experiencia personal siendo
el hijo de su padre.
Donghae frunció el ceño y luego se
encogió de hombros sin ningún problema.
—Yo quiero una porción de Rayer, ahí
tienen el mejor clima. Y esta en el lado opuesto de Silver. Seguro que esa se
vuelve la capital del nuevo orden.
Kibum se doblo de risa y luego fue
a la proa a sentarse para ver a los hombres de Kylox nadar hacia el puerto de
las flores animados por las escandalosas burlas de Minho. Aunque el chico fuera
agradable y todo, Kyuhyun lo había puesto a pensar: ¿Quién era? ¿Qué le paso? ¿Es
Minho realmente ese joven de sonrisas dulces y optimismo desmedido? O ¿Ese
muchacho de aura opresiva y mirada vacía la versión más cercana a su verdadera
personalidad? ¿Una mezcla de los dos? ¿Era
peligroso?
No creía que deliberadamente fuese
a hacerles daño, al menos claro, que ellos o las circunstancias le hicieran considerar
tener los suficientes motivos para hacerlo. Tenía una convicción de acero y un carácter
muy templado cuando pensaba que tenía razón y quería algo. En ese momento era
evidente que lo que quería era a Changmin y eso estaba perfecto. Pero no le
gustaría que algo de repente apareciera a morderles el culo.
Su vida no era sencilla y nunca
había estado desprovista de problemas, Minho no iba a herir a Changmin
deliberadamente. Su capitán tampoco lo haría, pero eran dos fuerzas a tener en
cuenta incluso separados, juntos ya habían creado el suficiente revuelo para
asustar y despertar el interés de muchas personas. Incluso la Guardia Fénix
conocía de su peculiar asociación. La reacción ante las propias capacidades que
Mihno parecía tener y que no había compartido con ellos era un punto a tomar en
cuenta, suficiente para mantenerlos alerta.
¿Era tan alarmante para qué empezara
a preguntar?
Minho se arrojo a los brazos de
Changmin cuando el barco empezó alejarse aprisa del puerto y Kibum suprimió su
curiosidad. No era su sitio. Eso era asunto de Changmin y de Minho. Quizás era
que ese muchacho solo confiaba en ellos ahora y los fantasmas que lo acechaban
buscaban el modo de irse.
Aún sí se equivocaba, responderían
como sabían hacerlo, no era alguien incapaz de recurrir a las mordidas y los tirones
de pelo llegados a un punto determinado.
***
—Minho…
—hnm…
Changmin deslizo su dedo índice
por la cara interna de su muslo y se gano un manotazo mientras leía un viejo
libro de Silver que encontró entre sus cosas.
—Me vas a decir porque conoces a
Dimitri Kushinov.
Ambos estaban recostados en su
cama. Changmin tenía las manos detrás de la nuca y miraba por la ventana con
aire ausente. Minho estaba boca abajo cerca de la esquina opuesta y el silencio
que siguió fue pesado y tenso.
—Una vez fui a una fiesta aburrida
y Dimitri estaba ahí rodeado de hombres y mujeres que parecían estarlo
molestando. Yo iba caminando por ahí y me tropecé y le tire encima un vaso
entero de jugo de fresas. Llevaba ese uniforme blanco que usan para las galas.
M-Mi padre me obligo a acompañarlo en vista de que lo había avergonzado. Y después
resulto que él era un gran hablador, susceptible a los comentarios
impertinentes de un mocoso como yo. No… No mentía.
—Lo sé, todos lo saben y eso ha tenido
inquieta a la tripulación. No tienes que decirme nada que te haga daño, ni hoy,
ni mañana. Pero…
—Ni aunque quisiera podría volver
a esos momentos Changmin, aprendí mucho sobre ciertos lugares, ciertos trabajos
y cierto tipo especial de personas. Morgan lo tomo todo de mí. Esa vida se
termino, ni aunque quisiera, podría recuperarla. Tal vez inclinarme a este
permanente estado de villanía —Changmin resoplo y Minho se sentó y gateo sobre él
para poder ver su expresión—. Es el modo
que tengo de vivir una vida que nunca me fue permitida. Yo no era un niño
infeliz, pero no era precisamente libre ni tampoco un niño con alguien distinto
a mis padres. Y a tu lado el mundo parece más, mucho más grande de lo que algún
día pude permitirme pensar. Y puedo ir a conocerlo ahora, no estaré solo, pero también
entiendo que no eres cualquier persona, tu vida tampoco es fácil y si lo que sé
sirve de algo para que estés bien tú y la tripulación voy a hacer uso de ello,
aún si eso implica hacerlos sentir incómodos y desconfiados. Cuando apenas me
conociste dijiste que ibas a protegerme, un pirata… A mí… Creo que en ese
momento empecé a enamorarme de ti.
Changmin contuvo un poco el
aliento y le dio un beso suave y con sentimiento.
—Entiendo ¿Algún día me lo dirás? ¿Cuándo
no duela como una herida abierta?
Minho asintió y beso sus mejillas
con aire mimado volviendo a respirar tranquilamente, hablar de su padre se
había sentido como si la vida misma escapase de entre sus labios. Changmin era
tan maravilloso y desearía que fuese fácil poder decirle todo. Contarle de las
cenas que tenían los tres en su habitación, de las noches en que le leían
cuentos y le enseñaban idiomas. Cuando en lugar de aprender a bailar de la mano
de un instructor, sus padres le enseñaban las mejores danzas que sabían. Le
gustaría decirle sobre las veces que paseaba por la nieve y los bosques
congelados, la primera vez que fue de caza, y termino tan asustado que su madre
le prohibió ir de nuevo y en cambio le enseño a hacer pasteles.
—Les habrías gustado. Mis padres
te habrían adorado —susurro besando su boca con suavidad. Habría habido otro
miembro de su familia que entendería a sus padres respecto a lo que era en
verdad lidiar con él.
—¿Seguro? No culparía a nadie de
considerarme inadecuado. Esta vida es peligrosa.
—Oh, lo puedo imaginar, la primera
impresión habría sido una delicia, pero pronto habríamos todos llegado a un
acuerdo, así como ocurrió con tus hermanos. Aunque al final todo resulto bien
tengo la impresión de que en verdad me querían hacer daño. Nunca mencionaron a
tu mamá, pero lo que decían sobre tu padre fue un poco esclarecedor. Los enseño
a cuidarse entre ustedes aún si parece ser que no lo necesitan, es admirable.
Changmin se levanto y se llevo a
Minho consigo dándole una sonrisa a medias.
—El único hogar que conocemos, que
es verdaderamente nuestro, es el mar, ser familia hizo las cosas más sencillas
en este negocio, porque a pesar de todo hay lealtad. Lo entendimos cuando era necesario —susurro
señalando un punto en la lejanía que apenas y se divisaba por la ventana —. Éramos
excepcionalmente buenos en este trabajo también y las recompensas que da el mar
son excepcionales —explicó con una sonrisa sucia para Minho.
—Vamos arriba, Peter debe estar
por anunciar a la siguiente víctima de nuestro malévolo reinado —dijo burlón besando su mano como un galante caballero, Minho
sonrió nervioso con la respiración agitada y siguió a Changmin sin darle más vueltas
al asunto. Golpear un par de tontos presumidos tal vez sería bueno para su
estado de ánimo desequilibrado.
Las aguas habían empezado a
agitarse y el resultado de su fuerza sobre las vidas de los tres demonios del
mar, no sería lo que habían planeado por años conquistar.
Continuará…
Hola!
No me odien. Me gusto mucho
escribir este capítulo. Recordé porque se quedó en stand by, muchos de mis
seriados tienen lemon en el cap 7 es como el punto adecuado en la trama para
poder hacer el lemon, pero es difícil cuando no hay ideas claras sobre cómo
manejarlo. Bueno ya está listo Y ¡ta da!
Ojala les guste y comenten y participen en las actividades del blog. Somos 700
y más en facebook, eso es súper cool. Así que hay que celebrar. Por cierto
escribí en torno a una muy aleatoria lista de reproducción y justo terminaba
las últimas líneas cuando encontré esta canción: All of me de John Legend. Wow
es como que describe perfecto la relación de ambos en esta historia. Además Minho
hizo declaraciones bien bellas para la revista an an y trabaje en torno a
ellas, como que todo se unió y aquí pueden mirar. Entrevista
Les dejó las traducciones de las conversaciones,
me ayude del traductor, por si alguien reconoce algunos errores y me los hace saber para poder corregir.
En italiano entre Yunho y Minho.
*Te extrañaré mucho, mi bebé. Cuida
de mi hermano con todo tu corazón.
Te lo prometo. También te extrañare.
Somos familia ahora, así que nos veremos pronto, aún si debo obligar a tu hermano.
** Francés.
Mi cielo, ya te extraño. Ven aquí y
dame un abrazo.
Gracias por todo tu apoyo, Chulie.
Nos leemos
prontis, la versión editada de este fic la ire subiendo poco a poco en AO3. Aquí pueden encontrar ya el prólogo.
Byeeeeee
Actualizacion... actualizacion.... actualizacion...
ResponderEliminarEsperaba tanto por ella que estoy tan emocionada... sobre todo porq supe que susseparar a yoochumisionmisionyoochun prometido fuera dado resultado, y que la relacion del ChangMinho fuera pasado a segundo nivel.
Lo que ttodavia me da mucha curiosidad cual era el cargo de la familia de minho antes de que lo secuestraran, pero el capitulo estuvo muy divertido
¡¡¡SEÑOR JESUCRISTO!!! Yo, yo quería tanto actualización de este fic, así que estoy muy feliz, gracias. Me encantó, creo que este capítulo trata del cachondeo del changminho, amo que Changmin quiera tocarlo y manosearlo todo el tiempo (yo también lo haría) amo que Minho se haga el dificil pero al final se deje. Me encantan los momentos de acción del fic, son como de película y lo misterioso que es Minho.
ResponderEliminarLa primera vez del Changminho por fin, amo tus lemon's son tan no sé, sucios y ricos.
Gracias por el capítulo, Adiós.
sacrosanto jesus !! SII!!! gracias!! me hiciste el dia, bendita seas por subir mi fic favorito ♥♥♥
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