jueves, 2 de junio de 2016

Tears Of The Sea: Capítulo VII

VII

El amanecer despuntaba el alba y Changmin descansaba sobre las escaleras de mármol que daban a la playa con aire pensativo, miraba el sol salir y fumaba con un aspecto relajado. A sus pies había un montón de flores, joyas y monedas de oro cubiertas de cera con azúcar apiñadas de forma irregular dentro de un viejo cofre de madera. Era una ofrenda para el mar y para los padres de su bonito. Prometió que lo pediría adecuadamente.

Estaban listos para zarpar y poder interceptar a la tripulación Fénix en una semana y no podían retrasarlo más, necesitarían toda la protección que el mar pudiese brindarles. Y si estaba bien con los padres de Minho, cuidando de él se sentiría más confiado.

Le dio la última calada a su tabaco y lo tiro a un lado antes de levantarse y tomar los tesoros, se adentró en el mar hasta que la marea subió más allá de sus caderas y su ofrenda empezó a ser devorada por las aguas como si supieran para quien era.

Las flores y los pétalos flotando sobre el mar crearon un manto maravilloso y el brillo del oro producido por esos primeros rayos de un nuevo día, al ser tragado por el agua, crearon una visión mística.


—Capitán…

Minho lo llamo desde las escaleras con solo una camisa vistiéndole mientras intentaba ahuyentar el sueño de sus ojos.

Changmin negó para sí, el mar se secaría y aun así Minho no lo escucharía, mirándolo con suavidad extendió una de sus manos para que se acercara. Se veía tan soñoliento e infantil y sus mejillas se azoraron porque quizás la noche anterior fue demasiado impulsivo.

 —Me desperté y estaba solo y no se supone que lo haría sin mí…

—No te preocupes, ellos han recibido gustosos mis obsequios. Mira… —dijo sujetándolo de la cintura para pegarlo a su cuerpo mientras su otra mano le mostraba el océano, con las joyas y el oro y las flores hundiéndose hermosamente iluminados por los primeros rayos del amanecer.

Minho gimió cansado contra su pecho y se acurruco en sus brazos mirando a Changmin antes de que este dejase de pensar en el mar y le prestase toda su atención, estaba desnudo de la cintura hacia abajo, sus mejillas se azoraron de forma más evidente ahora pues Minho se mordía los labios sonrojados, notándose mojado, temblando de frío a causa de la temperatura del ambiente y tan eróticamente expuesto.

Con torpeza y demasiada fuerza sujetaba el faldón de su camisa, la única prenda que vestía pobremente su despierto y erecto miembro, esa fina tela que hermosa se traslucía incitante a los ojos del capitán del Black Bird, quien jadeo con la garganta seca y el corazón repiqueteando furiosamente en sus oídos.

—¿Qué les dijiste? —pregunto Minho depositando un par de besos sobre su barbilla, riendo al sentir la incipiente barba haciéndole cosquillas, aferrándose inconscientemente a su camisa, mientras lentamente retrocedía.

—Q-Que te cuidaría —susurro Changmin despacio mirándolo a los ojos con hambre.

—Que dulce, yo también voy a cuidarte.

Changmin observo en Minho una convicción que sus palabras no necesitaban, lo sabía, se lo había demostrado sin necesidad de pedirlo por lo que se obligó a abrir la boca aferrándose al sabor del tabaco para no tartamudear.

—Y que necesitaba su permiso para tenerte en mi cama cuanto antes —dijo con sinceridad tomándolo por los hombros, obligándolo a  retroceder más rápido hacia una encrespación rocosa, cuya forma le otorgaba apoyo y vistosidad a las escaleras.

—Yo no creo que lleguemos —gimió con una sonrisa tímida impregnada de una sutil coquetería, porque le gustaba Changmin y se sentía bien cuando lo tocaba.

Casi sin querer contoneo sus caderas hacia la pelvis del más alto y ahogo una exclamación de sorpresa cuando dos manos grandes sujetaron su trasero y lo alzaron con firmeza a un cuerpo duro y poderoso, mordiendo su boca en medio de un beso áspero y caliente.

En sus manos Minho no pesaba nada, era ligero y suave pero notaba musculatura rígida y enjuta  como la erección palpitante que se frotaba en pequeños círculos ascendentes y descendentes contra su camisa empapada, los gemidos de Minho los amortiguaba su boca y lengua, entre embestidas apresuradas e indomables, percibiendo que el roce de las prendas mojadas estimulaba su excitación.

Los músculos en los muslos de Changmin se contrajeron y aprisiono desesperado el cuerpo de Minho, empujándolo contra sí, haciéndolo rebotar contra su erección encerrando su propio miembro en la tersa tibieza de esos muslos, frotándolo y simulando la mejor penetración del mundo, aunque no por eso menos satisfactoria.

—C-Capitán —gimió Minho apartándose de su boca en busca de aire incapaz de controlar los deliciosos espasmos que estaban atravesando su cuerpo, gritando sorprendido al sentir un dedo travieso juguetear en medio de sus glúteos.

—Oh, Changmin es demasiado, yo…

Un áspero gemido entrecortado escapo de Minho contrayendo todo el cuerpo, mordiendo los labios mientras se venía con ese dedo acariciándolo obscenamente entre los pliegues de su trasero. Changmin gruño su alivio, ensuciando entre sus piernas con su caliente esencia, abrazándolo aturdido mientras intentaba recuperar la fuerza, el aliento y el corazón que sin saberlo ya no era suyo por completo.

***

El día aclaro de manera pacífica, el puerto era todo un hervidero de hombres ultimando los detalles para que el Iron Rose, el Valerous y el Black Bird zarparan en menos de una hora. Yunho, su pandone no quería soltarlo. Y Minho estaba seguro de que lo iba a extrañar mucho.

Mi mancherai molto, il mio bambino. Prenditi cura di mio fratello con tutto il cuore.

Te lo prometto. Ci manchi anche. Noi siamo una famiglia, in modo che presto vedere, anche se devo forzare il tuo fratello.

Era muy bonito escuchar a Minho y Yunho hablar la lengua que le enseño a este ultimo su madre, tanto que había dormido bajo esos acentuados murmullos más de una vez los últimos días. Pero detestaba un poco que se pusieran de acuerdo respecto a él cuando no podía defenderse. Y eso solo lo sabía por las sonrisas idiotas que ambos le estaban dando.

¡Mon ciel, et tu me manques. Venez ici et me faire un câlin!

Changmin rodo los ojos y se cruzo de brazos al escuchar la voz aterciopelada y emocionada de Heechul antes de llegar y hacer de ese abrazo una cosa cursi y ridícula. Eren tres hombres no exactamente pequeños y demasiado llamativos,  teniendo una demasiado, ruidosa despedida.

Merci pour votre soutien Chulie

Heechul los abrazo más fuerte y Yunho fue encantado por más abrazos. Era una persona demasiado táctil para su gusto.

—Capitán, Eddy viene a despedirse.

Changmin volteó hacia Shindong y su expresión se ensombreció un poco al ver a Eddy entre los brazos de su cocinero llorando amargamente. Era la primera vez que las palabras de Minho, sus insistentes “es un niño” se filtraban al interior de su cabeza con tal veracidad.

Yunho siempre le había dicho que no permitiese a un niño en su tripulación, no porque alguna vez hubiese dado una mierda por un mocoso, era supersticioso y creía esas idioteces de que en un barco pirata no debían ir ni mujeres ni niños. Si el siguiera todos esos rituales absurdos que Yunho hacía no podría ni salir de la cama a una hora decente.

—¡Eddy!

Minho se apartó y fue a por el niño con todo ese encanto que el mocoso adoraba. Minho era el único que no iba a burlarse nunca de ver a un hombrecito llorar decepcionado por las decisiones de adultos idiotas. Los bracitos rodearon su cuello con fuerza y Minho dio un par de giros con el murmurando tonterías contra su cabello enmarañado.

Iban a echarse tanto de menos, pero Changmin no iba a tener en su consciencia la muerte de ese adorable bribón solo por soberbia y cara dura. Una cosa era Morgan. Otra ser un delfín yendo a molestar a un banco de tiburones esperando que todos muriesen solo porque era más listo.

—Changmin ten un viaje interesante. Quiero una nueva historia para cuando vuelva a verte.
El capitán codeó a Melanie y luego miro a Eddy una vez más.

—Llévalo a casa con cuidado y no seas imprudente, si algo les pasa a los dos Minho va estar muy triste y eso no está bien.

—Eres un hermano grandioso, cuando me case debes amedrentar a mi futuro marido.

—Eso seguro puedes hacerlo solita. Anda ve y abrázalo también.

Melanie le dio un abrazo asfixiante antes de correr y apachurrar a Minho con diversión.  Esos dos se habían hecho buenos amigos y por esa razón es que ambos iban a permanecer bien lejos de ellos a partir de ahora. Iba a ser mejor para todos.

Minho sacudió el cabello de Eddy por última vez y lo bajo al suelo. Tomo a Melanie de la mano y luego miro a Changmin desilusionado, triste y también enojado. Changmin le devolvió la mirada altanero y luego Eddy se fue sin ningún berrinche infantil a cuestas.

—Bueno, eso salió tan bien como podría haber ocurrido. Sera mejor que cada cual vaya a su barco ahora. Cuídense todos y sigamos el plan al pie de la letra —ordeno Yunho mientras todos asentían aliviados de dejar tierra.

***

—¡Minho despierta!

Changmin grito desde el suelo del camarote que compartía con Minho, quien acababa de tirarlo de la cama en medio de una pesadilla.

Minho sollozo de forma entrecortada y Changmin volvió a la cama, envolviéndolo en un abrazó apretado intentando que dejase de pelear contra lo que sea que estaba peleando. El latido de su corazón se desboco y empezó a susurrarle tonterías al oído para que despertase.

Llevaban compartiendo lecho prácticamente desde que se conocieron y Minho jamás había tenido una pesadilla. No entendía que es lo que podía estar ocurriendo ahora.

—Bonito, vamos, despierta. Todo está bien solo abre los ojos.

Minho se atraganto y farfullo un montón de palabras en voz baja que no llego a comprender del  todo mientras continuaba meciéndolo entre sus brazos, hasta que poco a poco dejo de temblar y murmurar. Aún intentaba escapar cuando abrió los ojos pero apenas encontrar sus miradas fue como si un peso enorme hubiese escapado de Minho.

—Changmin, ¿Qué sucede?

—¿Estás bien? ¿Era una pesadilla? —pregunto de forma tentativa apartándole el cabello de los ojos, sintiéndolo tensarse en su agarre cuando continuo sus preguntas—. ¿O era un recuerdo?

No respondió. Pero no necesitaba hacerlo. Changmin lo sostuvo en su contra intentando mantener bajo control toda la intranquilidad que se apodero de él de un momento a otro.

Ya habían pasado dos semanas de haber zarpado entre las dramáticas y ruidosas despedidas por parte de Minho, sus hermanos y Eddy. Obscenas reuniones de planeación sobre el ataque y una promesa de encontrarse con Junsu a penas tuviesen oportunidad.

Las pesadillas habían empezado poco después de zarpar y Changmin había conversado con Kibum y Kyuhyun al respecto. De algún modo ambos lo habían instado a hacer que Minho se abriera a él, con lo lastimado que estaba cuando lo encontraron no es de extrañar que haya estado reprimiéndose todo ese tiempo y que ahora que sus lazos se habían vuelto más estrechos con él, que lo quería. Sus miedos e inseguridades empezasen a aflorar, si no iba a decir nada el inconsciente actuaría por él.

—Por favor Bonito, en algún momento tienes que hablar con alguien de lo que paso.

—Lo sé. Pero no encuentro ni el momento ni las palabras. Ni si quiera puedo recordarlo sin querer huir y enterrarme en el más oscuro y alejado agujero en la tierra —susurro aferrándose a sus ropas con tanta fuerza, que estaba seguro que dolía.

Changmin acarició su espalda y abrió la boca cuando un fuerte golpe en la puerta lo distrajo y después Peter entro a trompicones, enrojeciendo al verlos en esa posición.

—Hemos hecho contacto con la flota de Fénix capitán. Su hermano está empezando la distracción, a este paso podremos alcanzarla antes de que amanezca.

Changmin asintió y apretó los brazos de Minho entre sus manos.

—¿Te quedas aquí? Estaría más tranquilo.

Minho negó enérgicamente y lo miro desafiante.

—Si no me oculte cuando Morgan venía por mí, no lo hare ahora.

—Y yo que pensé que ahora que ya no tendrías que preocuparte por Eddy dejarías de ser tan-

Minho interrumpió lo que sea que iba a salir de su boca con un beso torpe y pronunciado. Peter salió corriendo y Changmin se encargó de saborear su boca con deleite antes de apartarse, no del todo, pues Minho seguía dejando suaves besitos contra su boca que estaban aniquilando lentamente su autocontrol.

—Quiero hacerte el amor —dijo tragándose el jadeo extasiado de Minho, sujetando su rostro acalorado e incrédulo para que lo mirase a los ojos—. Y aunque siempre vas a distraerme con tus besos, caricias y gestos, aún quiero que hables conmigo. Quiero que confíes en mí y me dejes ayudarte a eliminar lo que sea que te atormente. Yo no te dejare, la misma muerte tendría que venir por mí para alejarme de ti. Así amamos los piratas, así te amo yo —declaró con un tono aterciopelado, mientras sus manos como fuego delineaban su cuerpo, provocando espasmos y escalofríos —.Esperare hasta que quieras hablar conmigo. Toma mi espada y mi arma y quédate cerca de mí.

Minho asintió en un estado de febrilidad absoluta y beso por última vez a Changmin permitiéndole alejarse y respirar. Aun lo podía sentir abrumando su cuerpo. En esos momentos recordaba los breves y apasionados encuentros de intimidad que habían tenido y su piel se inflamaba con un delicioso calor que solo su capitán podía provocarle.

Gateo hasta el borde de la cama desde donde Changmin lo observaba y amoldo sus manos a sus caderas, acaricio su torso, mordiéndose el labio con el calor y el color inundando su rostro al sentir los músculos definidos y bien moldeados contraerse bajo su toque.

Estaba muriendo de vergüenza pero no podía controlar su cuerpo, sus palabras ni pensamientos.

—También quiero hacer el amor contigo. Y-Yo te quiero, demandante y oscuro, fuerte y abrasivo. Erótico y  sensual, que me hagas perder la noción de quien soy con tu dulzura y suavidad… Necesito-

Changmin lo atrapo por la nuca para amoldar bien sus bocas, como una promesa, permitiendo que sus cuerpos alineados perfectamente de las caderas al pecho, encontrasen confort y liberación en el contrario.

El mundo podía acabarse pero ese momento era solo de los dos.

***

Changmin ladraba órdenes a sus hombres  con energía y vigor. Había en su rostro una sonrisa depredadora y cada vez que sus ojos chocaban con los de Minho el hambre se acentuaba en sus facciones.

Minho gemía internamente sin poder creer que hubiese actuado como había actuado en el camarote. Aunque con el pasar de sus encuentros se volvía un poquito, solo un poco más audaz, ser dominado por la pasión y la lujuria aun le daba miedo. Era como si fuese un desconocido para sí mismo.

“Céntrate”

Se regañó mentalmente observando a los hombres de Changmin izar las banderas falsas para confundir a la guardia Fénix, el Iron Rose era una silueta en la lejanía y tanto el Valerous como el Black Bird estaban usando la niebla de esa madrugada para mantenerse ocultos.

Tres explosiones retumbaron con estrepito.

El estruendo de los cañones saco a todo el mundo de su sopor y Changmin tomo el timón del barco, el Iron Rose era muy rápido así que no demoraría en alejar a las tropas de Fénix del barco principal, su modo de ataque era muy predecible pero cuando notaran al Valerous y al Black Bird  sería muy tarde para redirigir los ataques.

—¡Preparen los cañones! ¡Alisten las cuerdas y saquen sus espadas!

Rápidamente el Valerous se quedo atrás justo a la par del Buque principal, Yunho no iba a tardar en abordarlo y otro estruendo proveniente del Iron Rose acrecentó la ansiedad de la tripulación.

—¿¡Donde están esas bombas!?

Minho podía ver a la guardia Fénix volviendo, estaba justo frente a ellos en el fuego cruzado del Iron Rose y el Black Bird. Una sonrisa victoriosa ilumino su rostro. Cayeron directo en la trampa.

 —¡Listos para disparar! —El aliento se contuvo por los segundos más largos de su vida y luego la voz del capitán lo recorrió entero como si un rayo hubiese caído sobre él—. ¡FUEGO!

Explosiones simultáneas y ensordecedoras despedazaron la calma en el mar. Todo se volvió un borrón carmesí de humo y fuego. Las sogas se arrojaron, las maldiciones era lo único que salía de sus bocas y luego las tablas unieron ambos barcos. El caos se desato y Minho empezó a lanzar bombas a las velas.

Changmin ya se encontraba justo al centro de la refriega. Kyuhyun estaba cuidando sus espaldas y Kibum había tomado el relevo para controlar el barco. Aún así la tripulación del barco estaba retrocediendo. La Guardia Fénix era la Guardia Fénix después de todo. Iban a morir antes que rendirse y se llevarían a cuantos pudieran. Con Changmin peleando no había nadie más dando órdenes y Minho tomo una decisión.

—¡¡Peter!! ¡A los cañones! ¡Apunta al mástil ¡Al mástil! ¡Gerard! ¡Sebastián conmigo!

Los tres sujetaron las cuerdas sueltas y Minho se arrojó hacia el otro barco como un maldito mono kamikaze. Golpeó y trato de no pensar en las heridas que provocaba con su espada, debía incendiar los suministros, sin ellos la rendición sería más sencilla.

Gerard cayó al mar de un disparo y Minho se atraganto con una maldición antes de soltarse de la cuerda y aterrizar en el barco del enemigo. Sebastián lo siguió con menos gracia e hicieron una línea recta de sangre hasta el sitio de las bodegas. Minho saco un pequeño bolso de cuero relleno de una sustancia volátil cortesía de Heechul y lo arrojó al interior del barco con movimientos rabiosos.

—¡Todos al Black Bird ahora! ¡Ahora!

 Su voz se oyó un segundo por sobre el caos y el y Sebastián sujetaron la primer cuerda que vieron. La explosión los sorprendió en el aire y ambos aterrizaron de forma dolorosa en la cubierta del barco. Los gritos y la histeria se hicieron estruendosos por fin y se levantó buscando con la mirada a Changmin. Tenía al capitán del barco de rodillas frente a él mientras lo miraba con incredulidad.

Le sonrió un poco y Changmin negó con resignación golpeando al capitán antes de empezar a gruñir para desarmar y atar a la tripulación Fénix. El fuego empezaba a expandirse rápidamente y se levantó ahogando el quejido de dolor que buscaba escapar de entre sus labios. No había caído para nada bien y se alegraba que ni Melanie ni Eddy hubiesen estado ahí.

Donghae lo levantó y le sonrió como un maniático. Ambos ayudaron a rendir y maniatar a los hombres de la tripulación Fénix y vieron hacia el Iron Rose haciendo lo propio.

El Valerous ya había entrado al barco principal y Kibum hizo retroceder al Black Bird. Debían atacarlo ahora para que Yunho pudiese escapar.

El amanecer llego acompañado de un silencio exhausto y satisfecho, apenas podía mantener los ojos abiertos pero se mantenía atento ayudando a quienes habían resultado heridos. Él mismo había tenido que atenderse una herida en el brazo y otra en el cuello. Los moratones y quemaduras podría atenderlos más tarde. 

El Valerous tenía horas de haber desaparecido en el horizonte con la prometida de Yoochun bajo el cuidado de Yunho. Ojala no fuese una chica idiota o lo pasaría muy mal en ese barco. Ya era un problema considerando que la tripulación de Yunho era la más supersticiosa.

Nada de mujeres en el barco.

—¡Minho!

Levanto el rostro y sonrió hacia Heechul saludándolo de manera efusiva. Se veía aturdido y cansado. Tenía el labio roto y un ojo morado pero estaba tan malditamente feliz. El mar acababa de recibir dos buques impresionantes como tributo y el barco principal se había rendido sin rechistar. Los hombres que habían maniatado estaban sentados en la cubierta principal algunos aún inconscientes pero Minho ya se había encargado de revisarlos por si algo podría llegar a complicarse.

—¡¡Cuida de mi hermano!!

—¡Lo haré! ¡Dale a Junsu mis saludos!

Hecchul asintió y su tripulación se despidió con silbidos y bochornosos ademanes y bromas. Debían emprender el viaje cuanto antes para avisarle a su hermano que era libre de casarse con Yoochun sin ninguna interferencia. Era increíble que no tuviera que estar en medio de esa conversación. Sería terrible y muy incomodo.

Ahora el buque principal también se alejaba, habían acordado dejarlos ir y mantener a los prisioneros en la cubierta como una garantía. De cualquier forma iban a liberarlos en el primer puerto con el que se cruzaran. Changmin habría preferido dejarlos ahogarse ya que sería menos costoso para sus reservas pero si ya era seguro que Junsu iba a enojarse cuando se enterara de lo que habían hecho, saber que además habían ocurrido muertes innecesarias seguro provocaba que tomara su propio barco y cazara a todos sus hermanos, por lo que en realidad sería contraproducente.

—¿Por qué no entras al camarote? Podrías caer dormido en cualquier momento pronto.

—Estoy bien, puedo aguantar un poco más. De verdad. ¿Crees que Heechul esté bien?

—Quien sabe, ese ya no es asunto mío.

Changmin estaba agotado y algo fuera de balance pero estaba entregándoles agua a los prisioneros mientras los vigilaba como un halcón.

—Dame eso, mientras continuas luciendo intimidante y malvado. No creo que puedan beber mucha agua contigo mirándolos así con tan poco espacio para respirar.

Changmin le dio una sonrisa de tiburón y Minho se acerco a los prisioneros con un balde y una vieja cuchara onda con la que Shindong preparaba la avena entre manos. Tomo un poco de agua y se acuclillo frente a un hombre de la guardia Fénix. Llevaba una venda improvisada en el ojo y una fea herida en la mejilla izquierda. Aun así lo miro con fiereza y repugnancia.

—Por favor beba, le sentara bien —dijo acercándole el líquido despacio.

—Tú eres ese niño ¿Verdad? Por el que las malas lenguas dicen que Choikang perdió la cabeza.

—No estoy seguro de que frecuentemos los mismos sitios, ni que las lenguas con las que usted hable sean malas. Tal vez se trate de la lengua de algún pobre desgraciado que tuvo la mala fortuna de tropezarse con usted. Sus métodos nunca han sido especialmente amables. Ni sus palabras dóciles.

—¿Tu nos conoces-?

Minho sonrió y le acerco el agua a un joven aterrorizado mientras de reojo le daba su mirada más fría.

—¿Quién cree que destrozó su ridícula y obsoleta formación?

El hombre se movió lo suficientemente rápido para que Minho no tuviese ni tiempo de gritar. Se había puesto en pie y lo usaba como un escudo humano con una navaja pequeña y afilada presionada con fuerza contra el punto de pulso de su cuello. Sus pies estaban a unos 10 centímetros suspendidos del piso y su mirada chocaba directamente con la de Changmin.

Su mano sostenía el mango de su espada con fuerza y Minho respiraba estable sin dejar de mirarlo, estaba bien, estaba tranquilo y ese hombre no era estúpido como para arriesgar a toda su tripulación de esa manera.

—Estoy bien, tranquilo Changmin.

—¿¡Quien eres!? ¡Dime quien eres! —grito el hombre contra su oído fuertemente.

—Soy Minho.

—Dime quien te hablo de la guardia Fénix. ¡Dímelo! ¡No importa si muero ese traidor pagara su insolencia!

—Dimitri Kushinov.

No había dudas en la voz de Minho, sus ojos estaban desprovistos de mentira, pero también estaban desprovistos de emociones. Había una fría indiferencia a su alrededor, como un aura extraña y difusa que era más poderosa que una espada aún en esa situación de aparente indefensión.

El hombre soltó la navaja y para sorpresa de todo el mundo ese muchacho aterrorizado al que Minho le dio agua, se abalanzo sobre el mayor y lo sometió con movimientos agiles. Minho se sostuvo contra el piso y vio al muchacho cubrir al mayor con su cuerpo dirigiéndose a él con la dignidad golpeada.

—Por favor no le hagan daño, por favor, por favor.

—¡Armand quítate de encima! ¡Armand!

Minho ladeo el rostro y sonrió.

—Supongo que una semana sin beber más que sus orines será suficiente para no despreciar la bondad de Choikang —susurro como si hablara del clima levantándose con parsimonia mirando a la Guardia Fénix condescendiente.

—¡Gracias, gracias! —susurro el joven muchacho mientras Minho recibía toda clase de miradas de los tripulantes del Black Bird.

—Sí aún tienen armas con ustedes les sugiero entregarlas. Choikang quiere tirarlos por la borda no creo que después de esto yo pueda hacer algo para evitarlo.

El jovencito fue el primero, arrojo una hoja rota de un cuchillo ahumado y luego otros lo imitaron.

—Gracias por su sensatez, tal vez en el futuro Kushinov reconozca que dotarlos de arrogancia desmedida no es bueno para Kylox. Voy por más agua…

Minho recogió el balde y la cuchara, sonrió con torpeza a Changmin cuando paso por su lado tan fresco como una lechuga y siendo su bonito, él bonito de siempre.

—Ese puto niño va a llevarte a la ruina Choikang más te vale deshacerte de él ahora que puedes hace… ¡agh!

Y esta vez Armand no hizo nada más que regresar con sus compañeros con la mirada gacha. Había un límite sobre lo que podía hacer para evitar palizas para sus superiores. Esa se la había ganado con creces. Choikang los miro con disgusto mal disimulado y nadie le regreso la mirada. Un pirata loco por el culo de un mocoso aterrador era demasiado incluso para ellos.

***

—¿Me estas cagando? ¿En serio? ¿Quién mierda es ese mocoso Changmin? ¿Cómo es que conoce al puto contraalmirante de Kylox?

—¡No sé! ¡No lo sé! ¿¡Crees que me ha dicho por qué Morgan lo dejo huérfano!? ¿¡O cómo carajos termino en sus manos!?

Kyuhyun maldijo en voz baja y luego su atención se poso sobre Kibum y Donghae.

—¿Y a ustedes dos no se les ocurrió decirle que investigara? ¿Por qué sigue aún aquí? No me interrumpan ya sé que este imbécil está completamente perdido para nosotros para siempre. Solo, ¿Por qué no sabes nada de él ni de su vida antes de ayudarle?

Changmin bufo y se descruzo de brazos. Kibum estaba confundido, no sabía porque debían estar ahí si las preguntas que les hacían terminaban redirigidas a Changmin.

—Minho siempre fue así. No toma una mierda de nadie, ni si quiera de mí, pero la mayor parte del tiempo es tranquilo y amable. Dulce. Últimamente ha dado miedo de cojones lo admito pero no voy a obligarlo a decirme qué paso con su familia, ni lo que le hicieron en el barco de Morgan.  Recuerdo como lo traje al Black Bird y me dan ganas de revivir a Morgan solo para matarlo de nuevo. No sufrió lo suficiente.

—Haz algo, ya son extraños los rumores a tu alrededor, no creo que haber robado a un miembro importante de Kylox y hundido dos de sus buques mermen lo que se dice y con los arranques de Minho mucho menos. No estoy diciendo nada contra él, pero si tiene problemas o enemigos de su vida pasada más nos vale saberlo, para podernos preparar. Es todo.

—Hablare con él.

—Espero que lo hagas antes de llegar a las manos. Dios sabe lo sexualmente frustrado que estas ahora.
—Bien ya es suficiente, esto es incómodo. Minho es como una hija para mí, bueno, si algún día la tuviera. Y no quiero escuchar lo que el capitán quiere hacerle, por lo menos no de nuevo. ¡Eww!

Donghae salió de ahí pitando y Kibum lo señalo con sorna.

—Lleva el ungüento. No quiero que camine divertido.

Kyuhyun se doblo de risa aunque no quisiera y Changmin lo maldijo hasta la luna y de regreso. Con esos amigos no entendía cómo es que estaban tan preocupados por los enemigos.

—Deja de reírte y dime cual es el puerto neutro más cercano, no quiero a esas ratas en mi barco más tiempo del necesario.

—Ya, ya no te sonrojes como si no fuera cierto. Solo digo que hay que ser prudentes. Te gustan las personas que hacen que el resto quiera cortarte la cabeza.

—Pensé que ya habíamos terminado con el sermón. No es mi culpa tener un gusto envidiable.

—Lo sacaste de tu padre.

—Y es la única buena cosa que obtuve de él —dijo con amargura—, ¿Dónde venden esos fabulosos pasteles de crema y moras?

—¿No son de Syrian?

—mhn… Tal vez pueda llevar  a Minho a conocer Syrian, seguro que le fascina.

—Claro. Solo no tengas una erección nada más de imaginarlo. Es irrespetuoso Choikang.

 —¿Cuántas veces te interrumpí con Sungmin? ¿Es una venganza?

Kyuhyun lo ignoro y Changmin rio, tal parecía que si era una venganza después de todo  o Yunho no lo habría dejado con él en este viaje.

 ***

Un brusco balanceo en el barco despertó a Minho en una milésima de segundo.

—shh…

Changmin deslizó su mano sobre su pecho y Minho parpadeó aturdido un momento, después hizo eso, sus ojos brillaron, sus mejillas se inflaron como un pequeño dulce conejo y le sonrió como si fuese todo.

¿Por qué era tan hermoso y adorable? ¿Por qué era tan perfecto? ¿Por qué parecía tan completamente cautivado por él? ¿Por qué era tan fácil quererlo?

—Hola.

—Hey… Te dormiste lleno de cenizas… —dijo despacio apartándole el cabello del rostro mientras un paño húmedo descansaba justo sobre su cadera.

—Lo siento. Extraño el baño fabuloso de Heechul.

Changmin se inclino sobre sus labios y se rio burlón, ni aunque se lo pidiera muy bien iba a dejar que Heechul pusiera sus manos en el Black Bird. Iba a terminar siendo una monstruosidad extravagante como el Iron Rose.

Minho deslizo sus manos a cada lado de su rostro y lo arrastro hacia su boca correctamente. Fue un roce de labios ligero y cargado de sentimiento, respirando el mismo aire con besos demasiado cortos que parecían simples hormigueos repentinos y traviesos. La novedad de la inocencia era puro fuego y Changmin no iba a soportar otra noche de burlas y arrebatos ansiosos impulsados por su propia libido descontrolada y la manera en que Minho había descubierto el modo de hacerlo perder su mente. Como todo el mundo parecía quererle hacer notar.

Minho lo abrazo y deslizo su mejilla contra Changmin en un gesto espontaneo y cariñoso dejando escapar un quejido suave e instintivo parecido al maullido de un pequeño gato necesitado. Los labios de Shim se deslizaron por la piel de su cuello mientras las yemas de sus dedos trazaban líneas y patrones imaginarios alrededor de sus caderas, sus costillas, sus brazos. Jugó con sus clavículas y luego deslizo sus palmas abiertas por todo su pecho. La piel áspera de sus manos hizo saltar a Minho y luego sus labios exuberantes estuvieron nuevamente a su alcance mientras uno de sus dedos tironeaba una de sus sensibles tetillas con la fuerza justa para hacerlo gritar.

—¡Mierda!

Changmin hundió su rostro contra la piel de su cuello y la respiración desacompasada de Minho golpeo su nuca provocándole deliciosos estremecimientos, la ansiedad se apodero de sus movimientos y deslizó sus manos hasta sus muslos mientras besaba su estomago concentrado en hacer pequeñas marcas de su presencia.

Minho tenía ambas manos enterradas en su cabello, tironeaba y jalaba de él haciéndole tomar respiraciones más largas. Changmin rodeo sus caderas y deslizo sus manos sobre su trasero estrujándolo con fuerza mientras sus dientes mordían furiosamente sobre la piel de uno de los huesos de su cadera.

Minho se afirmo a sus cabellos y se arqueó con los ojos húmedamente cerrados mientras un escalofrío lo recorría entero y su piel se erizaba con un placer cálido y abrumador. Nacía ahí justo en su vientre y se expandía de manera interminable por todo su cuerpo y solo podía pensar en lo mucho que le gustaba y que necesitaba más. Necesitaba de Changmin.

Humecto un poco sus labios y abrió los ojos aflojando el agarre sobre el cabello del capitán quien estaba mirándolo con sorna y travesura y una sucia sonrisa que le prometía hacerlo gritar.

Minho contuvo el aliento y se estremeció de nueva cuenta cerrando por instinto sus piernas por culpa de esas palpitaciones abrumadoras que no podía  controlar.

—¿E-En algún momento pronto me vas a quitar el resto de la ropa?

Changmin gimió y se hinco entre sus piernas tirando de sus manos hasta tenerlo casi a la misma altura. Minho fue de buen agrado lo miro a los ojos el instante más largo y luego se inclino sobre su cuello besando con dulzura el punto errático de su pulso. Sus manos no eran estables pero aún así se deslizaron por el pecho desnudo y aunque vacilaron al llegar a la cinturilla de los pantalones los desabotono mientras prodigaba besos y aventureras lamidas hacia la piel disponible. Changmin jadeo y llevo una mano a su nuca respirando con aspereza cerca de su oído besando húmedamente sus labios y mejillas de vez en vez al sentir las manos inquietas e inexpertas apartar la tela y deslizarse con su tibieza sobre su erección que palpitaba ardiente y furiosa. Minho perdió un poco el ritmo y jadeo cerrando con fuerza las piernas al sentir una suave humedad escapar de su propio pene, duro e incomodo atrapado en esa trusa para nada atractiva.

—Estas mojado… —jadeó acariciándolo tentativamente y Changmin gruño mordiendo su barbilla buscando su mirada con los ojos entrecerrados.

—¿Quién crees que me pone así?

Minho sintió un nudo pesado instalarse en su estomago que se contraía sin control y estaba empezando a brillar por culpa del sudor. Sentía calor por todas partes y la ligera ventisca que se colaba de entre las grietas del barco era un estimulante más que un alivio contra el ardor incontrolable de su piel.

¿Por qué Changmin tenía una voz tan bonita y agradable? Era dulce y grave y lo hacía estremecerse sin control. Después estaban sus besos, siempre agradecía que lo sostuviera con fuerza cada vez que lo besaba o terminaría vergonzosamente de bruces en el suelo. Un ruido difícil de describir escapo de sus labios y se derritió contra Changmin mientras sus manos subían y bajaban sobre la resbaladiza erección del mayor. El almizcle era fuerte y pesado en su nariz casi podía saborearla y gimió más fuerte de lo debido al imaginar el sabor de Changmin entre sus labios.

Las manos de Changmin habían ignorado por completo la ropa interior y masajeaban su trasero con toques seguros y delirantes, él mismo se frotaba necesitado contra toda la piel que tenía al alcance y estaba haciendo un desastre pegajoso entre sus estómagos aunque no podía importarle menos en ese momento. Changmin lo beso y su lengua se deslizo al interior de su boca saboreando y tomando el sabor de Minho para no olvidarlo nunca.

A regañadientes se aparto del beso y sonrojado, agitado y un poco aturdido llevo sus labios temblorosos al oído de Changmin.

El capitán gimió como una fiera herida al escucharlo susurrar con ingenua necesidad  que le hiciera el amor. Fue una petición simple y genuina, pero sentida como un precioso anhelo que Minho le obsequiaba con deliberada dulzura. Beso sus labios de manera descoordinada y luego tomo las manos de Minho apartándolas antes de que todo terminase demasiado aprisa.

Se miraron a los ojos y luego Changmin deslizo un dedo entre sus glúteos amando el grito agudo que Minho dejo salir justo sobre sus labios.

Mierda, mierda, mierda. Nunca había estado tan caliente y ansioso. Respiro profundamente y beso su frente repetidamente en busca de un control que estaba muy, muy lejos de sentir.
Beso su nariz y luego su boca. Había humedad entre sus pestañas y aparto un poco los mechones del rostro.

—Dame un segundo.

Minho asintió y le sonrió besando su boca despacio y amoroso. Mientras Changmin iba hacia su escritorio, donde estaba ese pasta de aceites y flores que al parece Heechul había contrabandeado con Kibum a su barco, pensó que era en realidad la primera vez que iba a hacer el amor con alguien. Y no sabía si era triste o afortunado, solo estaba seguro de que no habría modo en el infierno que pudiese hacerlo con alguien más que no fuera Minho.

Cuando volvió la vista a la cama tuvo que respirar profundamente y no jadear como un perro en celo, sería poco elegante y bruto. Tener atisbos de piel suave, pálida y cremosa era muy diferente a tener al dueño de dicha piel sin ropa entre sus mantas a punto de hacer algo más que dormir.

Hábilmente se deshizo de los pantalones y de una patada, los mando al otro lado de la habitación. Minho se rio y sus hombros se relajaron un poco aunque luego sus ojos fueron hacia lo que había entre sus piernas y su respiración se volvió inestable mientras todo el color inundaba su rostro de manera furiosa y enredaba sus manos en las sabanas, inseguro, tímido. Repentinamente demasiado consciente de su propio aspecto y de lo que estaban a punto de hacer.

Changmin cayó encima de él y lo beso con ganas hasta que el aire se volvió necesario y Minho había vuelto a relajarse y confiar en él.

—Te amo.

Minho oculto el rostro tras sus manos. Changmin se rió, era tan buen momento como cualquiera para dejarle claro que le quería, que lo amaba y que adoraba todo de él. Incluso los arrebatos aterradores de carácter que tenía de vez en cuando. Las relaciones siempre habían parecido una cosa desigual, forzada y mecánica para él. Con roles específicos a seguir para cada integrante de la pareja. Con Minho, aún siendo joven las cosas no eran difíciles, todo era reciproco. Podía ser tanto el cuidador como el cuidado y la balanza se mantenía en equilibrio.

Dejo una lluvia de besos desde su pantorrilla izquierda con un camino de piel de gallina hasta que llego a las rodillas y lo convenció de ceder y abandonarse, abrió las piernas y podía sentir que la temperatura aumentaba. Las palabras ya no hacían falta Changmin sujeto una de las manos de Minho sobre su vientre y derramo algo del pesado ungüento que olía a rosas  entre sus dedos y sobre las mantas.

Minho se arqueó, y sus labios se abrieron sin dejar escapar sonido alguno al sentir la insinuación de un debo húmedo y tibio entre sus glúteos. Changmin dio un leve apretón a sus manos unidas y luego su boca descendió sobre la erección palpitante que tenía frente a él.

Minho se retorció y cerró los ojos temblando con desesperación. Había retrocedió sobre la cama ante el primer roce y ahora había empujado sus caderas contra ese dedo que se sentía enorme e incomodo en su interior, con la boca y los labios envueltos a su alrededor produciendo sonidos obscenos y lujuriosos de esos que inflamaban tu piel y descontrolaban tu respiración.

Changmin ya sabía que Minho era sensible, estaba claro que nunca había sido tocado de esa manera y era un poco embriagador intentar mantenerse suave, gentil y controlado cuando solo quería poder sentir ese calor apretado alrededor de su hombría. Sabía que sería incomodo y que tal vez dolería un poco por más que intentase dejarlo suave y flojo para é,l pero Minho siempre encontraba el modo de sorprenderlo, había impuesto un sensual y controlado movimiento de caderas que ayudaba a que sus dedos entraran y salieran con mayor facilidad de su cuerpo. Se sostenía y se contorneaba contra él como si fuera un experto, podría aumentar la fuerza del empuje y lo tomaría como un campeón. Quizás mas adelante podría intentarlo, habría esperado más renuencia de su parte pero verlo montar ansioso sus dedos era una vista demasiado estimulante. No había estado tan mojado desde que tenía trece y tuvo un sueño demasiado esclarecedor respecto a sus propias necesidades.

Minho era un nivel completamente diferente, respiraba despacio, lamía sus labios y había un ceño fruncido de concentración que lo hacía parecer apetecible. No soltaba su mano y era como un nuevo modo que habían encontrado para entenderse. Sí, Sí. Más. Solo un poco. Para, para es demasiado. Muy bien de nuevo, haz eso de nuevo. Y ahora había 3 dedos en su cuerpo machacando un maravilloso nudo de nervios que hicieron a Minho perder el sentido un momento bajo su toque.

Changmin lamió la piel de su muslo y luego chupo con fuerza sin perder la mirada afiebrada de Minho puesta en él ni por un segundo. Lentamente retiro los tres dedos y posiciono ambas piernas alrededor de sus caderas. Minho levanto la parte inferior de su cuerpo y gimió al ver a Changmin masajear y esparcir el brillante líquido sobre su erección con trazos firmes y seguros. Miro al más joven y asintió al verlo morderse  los labios hinchados con anticipación. La punta de su erección se dirigió contra el sonrojado y húmedo nudo de carne que palpitaba ansioso y acarició tentativamente la piel provocando visibles estremecimientos. Tomo las caderas y las posiciono sobre su regazo deslizándose de golpe en el calor húmedo y maravilloso que le dio la bienvenida.

Minho gimió sorprendido y sus manos tiraron de las sabanas con el pecho agitado. Changmin Se mantuvo quieto al sentirlo desmoronarse lentamente y alzo más sus caderas mientras lo abrazaba y sus rostros quedaban a la misma altura. Movió sus caderas en trazos firmes, Minho no merecía lo contrario a un ritmo seguro y profundo.

Jesucristo. Los ruidos que hacía. Sus labios encontraron sus tetillas erectas y las mordió provocativo. Minho jadeo moviéndose en su contra de manera fluida y sensual, Changmin era consciente de su piel y el tono de sus quejidos, el ritmo de su respiración y la unión caliente y placentera entre sus cuerpos.

Minho estaba abrumado, perdido en el movimiento de sus cuerpos, en la respiración caliente y los besos descuidados, en esa mano grande y maravillosa que sostenía su rostro contra una boca con un regusto así mismo que lo hacía jadear con más fuerza, en sus caderas apoyadas perfectamente y sostenidas con manos firmes y seguras mientras entraba una y otra vez golpeando el sitio que lo hacía mirar estrellas detrás de sus parpados.

El calor abrumador nació en su vientre y se expandió como fuego líquido por todo su cuerpo. Grito el nombre de Changmin como una letanía desesperada cuando un golpe firme y más profundo que los otros lo hizo sentir que moría y llegaba al cielo.

Su cabeza se movía de un lado a otro, sus manos se habían afirmado a la espalda del mayor y resbalaron dejando furiosos surcos sonrojados con sus uñas al sentirse terminar y a Changmin perder un poco el ritmo antes de bañar su interior con semen copioso y tibio después de un orgasmo que les tomo por sorpresa.

Changmin recargo su frente en su hombro y una risa sorprendida escapo de sus labios. Minho aplasto sus cabellos y se rio sin aire con las piernas hormigueando y el calor lentamente abandonando su piel.

Changmin se movió despacio salió arrancando un quejido sorprendido del más joven que se llevo una mano curioso entre las piernas. Sonrió con torpeza y luego sus labios se encontraron de nuevo, con caricias perezosas y besos inciertos, exploradores, dulces. Curioseando en la piel ajena y dejando marcas, más profundas que esas que en la piel podían verse a simple vista.

***

La tripulación no miraba a su capitán por más de un minuto sin ahogar una exclamación  de frustración. Los primeros cinco minutos de su absoluta y estúpida felicidad habían sido adorables. Era un alivio que estuviese tan enamorado. Era un aspecto refrescante y todo. Incluso después de haber permanecido dos días encerrado con Minho haciendo lo que era evidente que era la última chispa necesaria para que se convirtiese en una mujer. Pero llegaba un punto en el que era vergonzoso de mirar.  Nada realmente había cambiado, ni se besaban, ni se abrazaban, ni se miraban como un par de idiotas. Eran tan ellos y la felicidad que sentían era una cosa que exudaba como un perfume. Una especie de aura asfixiante que los hacía sentir muy nobles.

Necesitaban una buena pelea, una buena borrachera y también una complaciente mamada. Aunque era divertido ver a Minho torturar un poco a la guardia Fénix era un alivio que el puerto de las flores ya estuviese a la vista, ellos obviamente no iban a desembarcar ahí, pero el momento de despedirse de sus obligados  huéspedes había llegado por fin.

—¡Hagan una fila! —grito Minho manipulando una espada con destreza mientras caminaba por el barandal del barco con un equilibrio atolondrado. Ya les había dado más de un susto de muerte y el capitán no hacía nada por decirle que parase. En verdad antes por lo menos lo intentaba, ahora le complacía de sobre manera verlo mandar y gritar y acojonar. Sí no funcionaba, porque vamos con su linda sonrisa de conejo lo único que daban ganas era de abrazarlo, ahí estaba el capitán para ser cruel y sádico y abusivo.

Por lo menos el amor exaltaba esas cualidades. Uno habría pensado que en la fase de luna de miel iban a tener un capitán blandengue, pero mírenlo nada más, empujando con su sonrisa más sádica a cada tripulante de la guardia Fénix que se le ponía delante.

—Jesús, yo no imagine que Changmin pudiese ser peor, menos con Minho a su lado, incluso pensé que tendríamos que dejar el mar y verlos asentarse en un pueblito y vivir felices para siempre.

—A Minho le gustan las aventuras Kibum, en la mañana estaba diciéndole lo beneficioso que sería robar un barco mercante para reponer las reservas que agotaron los hombres de Kylox.

—¿Y qué dijo Changmin?

—Creo que Kyuhyun planea encontrar la ruta más cercana para interceptar alguno de los navíos de Raion o  Foaissel.

—Vaya, ¿Crees que Minho vuelva este negocio una cuestión privada?

—¿De qué hablas?

—Parece ser que tiende al monopolio y le gusta mandar, tiene un cerebro demasiado estratégico para conformarse solo con el Black Bird y Changmin siempre ha sido un psicópata al que le gustaría conquistar al mundo. Solo piensa en ello, sería el siguiente paso lógico en su relación.

—Vamos Kibumie, no seas paranoico a bonito solo le gusta divertirse. En dado caso el siguiente paso lógico en su relación sería casarse y tener hijos, un montón, que se parezcan a Eddy.

—A eso voy, Minho no tiene la indumentaria necesaria para eso según la última vez que mire y Changmin dudo que quiera intentarlo, tomando en cuenta su propia experiencia personal siendo el hijo de su padre.

Donghae frunció el ceño y luego se encogió de hombros sin ningún problema.

—Yo quiero una porción de Rayer, ahí tienen el mejor clima. Y esta en el lado opuesto de Silver. Seguro que esa se vuelve la capital del nuevo orden.

Kibum se doblo de risa y luego fue a la proa a sentarse para ver a los hombres de Kylox nadar hacia el puerto de las flores animados por las escandalosas burlas de Minho. Aunque el chico fuera agradable y todo, Kyuhyun lo había puesto a pensar: ¿Quién era? ¿Qué le paso? ¿Es Minho realmente ese joven de sonrisas dulces y optimismo desmedido? O ¿Ese muchacho de aura opresiva y mirada vacía la versión más cercana a su verdadera personalidad?  ¿Una mezcla de los dos? ¿Era peligroso?

No creía que deliberadamente fuese a hacerles daño, al menos claro, que ellos o las circunstancias le hicieran considerar tener los suficientes motivos para hacerlo. Tenía una convicción de acero y un carácter muy templado cuando pensaba que tenía razón y quería algo. En ese momento era evidente que lo que quería era a Changmin y eso estaba perfecto. Pero no le gustaría que algo de repente apareciera a morderles el culo.

Su vida no era sencilla y nunca había estado desprovista de problemas, Minho no iba a herir a Changmin deliberadamente. Su capitán tampoco lo haría, pero eran dos fuerzas a tener en cuenta incluso separados, juntos ya habían creado el suficiente revuelo para asustar y despertar el interés de muchas personas. Incluso la Guardia Fénix conocía de su peculiar asociación. La reacción ante las propias capacidades que Mihno parecía tener y que no había compartido con ellos era un punto a tomar en cuenta, suficiente para mantenerlos alerta.

¿Era tan alarmante para qué empezara a preguntar?

Minho se arrojo a los brazos de Changmin cuando el barco empezó alejarse aprisa del puerto y Kibum suprimió su curiosidad. No era su sitio. Eso era asunto de Changmin y de Minho. Quizás era que ese muchacho solo confiaba en ellos ahora y los fantasmas que lo acechaban buscaban el modo de irse.

Aún sí se equivocaba, responderían como sabían hacerlo, no era alguien incapaz de recurrir a las mordidas y los tirones de pelo llegados a un punto determinado.

***

—Minho…

—hnm…

Changmin deslizo su dedo índice por la cara interna de su muslo y se gano un manotazo mientras leía un viejo libro de Silver que encontró entre sus cosas.

—Me vas a decir porque conoces a Dimitri Kushinov.

Ambos estaban recostados en su cama. Changmin tenía las manos detrás de la nuca y miraba por la ventana con aire ausente. Minho estaba boca abajo cerca de la esquina opuesta y el silencio que siguió fue pesado y tenso.

—Una vez fui a una fiesta aburrida y Dimitri estaba ahí rodeado de hombres y mujeres que parecían estarlo molestando. Yo iba caminando por ahí y me tropecé y le tire encima un vaso entero de jugo de fresas. Llevaba ese uniforme blanco que usan para las galas. M-Mi padre me obligo a acompañarlo en vista de que lo había avergonzado. Y después resulto que él era un gran hablador, susceptible a los comentarios impertinentes de un mocoso como yo. No… No mentía.

—Lo sé, todos lo saben y eso ha tenido inquieta a la tripulación. No tienes que decirme nada que te haga daño, ni hoy, ni mañana. Pero…

—Ni aunque quisiera podría volver a esos momentos Changmin, aprendí mucho sobre ciertos lugares, ciertos trabajos y cierto tipo especial de personas. Morgan lo tomo todo de mí. Esa vida se termino, ni aunque quisiera, podría recuperarla. Tal vez inclinarme a este permanente estado de villanía —Changmin resoplo y Minho se sentó y gateo sobre él para poder ver su expresión—.  Es el modo que tengo de vivir una vida que nunca me fue permitida. Yo no era un niño infeliz, pero no era precisamente libre ni tampoco un niño con alguien distinto a mis padres. Y a tu lado el mundo parece más, mucho más grande de lo que algún día pude permitirme pensar. Y puedo ir a conocerlo ahora, no estaré solo, pero también entiendo que no eres cualquier persona, tu vida tampoco es fácil y si lo que sé sirve de algo para que estés bien tú y la tripulación voy a hacer uso de ello, aún si eso implica hacerlos sentir incómodos y desconfiados. Cuando apenas me conociste dijiste que ibas a protegerme, un pirata… A mí… Creo que en ese momento empecé a enamorarme de ti.

Changmin contuvo un poco el aliento y le dio un beso suave y con sentimiento.

—Entiendo ¿Algún día me lo dirás? ¿Cuándo no duela como una herida abierta?

Minho asintió y beso sus mejillas con aire mimado volviendo a respirar tranquilamente, hablar de su padre se había sentido como si la vida misma escapase de entre sus labios. Changmin era tan maravilloso y desearía que fuese fácil poder decirle todo. Contarle de las cenas que tenían los tres en su habitación, de las noches en que le leían cuentos y le enseñaban idiomas. Cuando en lugar de aprender a bailar de la mano de un instructor, sus padres le enseñaban las mejores danzas que sabían. Le gustaría decirle sobre las veces que paseaba por la nieve y los bosques congelados, la primera vez que fue de caza, y termino tan asustado que su madre le prohibió ir de nuevo y en cambio le enseño a hacer pasteles.

—Les habrías gustado. Mis padres te habrían adorado —susurro besando su boca con suavidad. Habría habido otro miembro de su familia que entendería a sus padres respecto a lo que era en verdad lidiar con él.

—¿Seguro? No culparía a nadie de considerarme inadecuado. Esta vida es peligrosa.

—Oh, lo puedo imaginar, la primera impresión habría sido una delicia, pero pronto habríamos todos llegado a un acuerdo, así como ocurrió con tus hermanos. Aunque al final todo resulto bien tengo la impresión de que en verdad me querían hacer daño. Nunca mencionaron a tu mamá, pero lo que decían sobre tu padre fue un poco esclarecedor. Los enseño a cuidarse entre ustedes aún si parece ser que no lo necesitan, es admirable.

Changmin se levanto y se llevo a Minho consigo dándole una sonrisa a medias.

—El único hogar que conocemos, que es verdaderamente nuestro, es el mar, ser familia hizo las cosas más sencillas en este negocio, porque a pesar de todo hay lealtad.  Lo entendimos cuando era necesario —susurro señalando un punto en la lejanía que apenas y se divisaba por la ventana —. Éramos excepcionalmente buenos en este trabajo también y las recompensas que da el mar son excepcionales —explicó con una sonrisa sucia para Minho.

—Vamos arriba, Peter debe estar por anunciar a la siguiente víctima de nuestro malévolo reinado —dijo burlón besando  su mano como un galante caballero, Minho sonrió nervioso con la respiración agitada y siguió a Changmin sin darle más vueltas al asunto. Golpear un par de tontos presumidos tal vez sería bueno para su estado de ánimo desequilibrado.

Las aguas habían empezado a agitarse y el resultado de su fuerza sobre las vidas de los tres demonios del mar, no sería lo que habían planeado por años conquistar.

Continuará…

Hola!

No me odien. Me gusto mucho escribir este capítulo. Recordé porque se quedó en stand by, muchos de mis seriados tienen lemon en el cap 7 es como el punto adecuado en la trama para poder hacer el lemon, pero es difícil cuando no hay ideas claras sobre cómo manejarlo. Bueno ya está listo  Y ¡ta da! Ojala les guste y comenten y participen en las actividades del blog. Somos 700 y más en facebook, eso es súper cool. Así que hay que celebrar. Por cierto escribí en torno a una muy aleatoria lista de reproducción y justo terminaba las últimas líneas cuando encontré esta canción: All of me de John Legend. Wow es como que describe perfecto la relación de ambos en esta historia. Además Minho hizo declaraciones bien bellas para la revista an an y trabaje en torno a ellas, como que todo se unió y aquí pueden mirar. Entrevista

Les dejó las traducciones de las conversaciones, me ayude del traductor, por si alguien reconoce algunos errores y me los  hace saber para poder corregir.

En italiano entre Yunho y Minho.

*Te extrañaré mucho, mi bebé. Cuida de mi hermano con todo tu corazón.

Te lo prometo. También te extrañare. Somos familia ahora, así que nos veremos pronto, aún si debo obligar a tu hermano.

** Francés.

Mi cielo, ya te extraño. Ven aquí y dame un abrazo.

Gracias por todo tu apoyo, Chulie.

Nos leemos prontis, la versión editada de este fic la ire subiendo poco a poco en AO3. Aquí pueden encontrar ya el prólogo.

Byeeeeee


3 comentarios:

  1. Actualizacion... actualizacion.... actualizacion...
    Esperaba tanto por ella que estoy tan emocionada... sobre todo porq supe que susseparar a yoochumisionmisionyoochun prometido fuera dado resultado, y que la relacion del ChangMinho fuera pasado a segundo nivel.
    Lo que ttodavia me da mucha curiosidad cual era el cargo de la familia de minho antes de que lo secuestraran, pero el capitulo estuvo muy divertido

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  2. ¡¡¡SEÑOR JESUCRISTO!!! Yo, yo quería tanto actualización de este fic, así que estoy muy feliz, gracias. Me encantó, creo que este capítulo trata del cachondeo del changminho, amo que Changmin quiera tocarlo y manosearlo todo el tiempo (yo también lo haría) amo que Minho se haga el dificil pero al final se deje. Me encantan los momentos de acción del fic, son como de película y lo misterioso que es Minho.
    La primera vez del Changminho por fin, amo tus lemon's son tan no sé, sucios y ricos.
    Gracias por el capítulo, Adiós.

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  3. sacrosanto jesus !! SII!!! gracias!! me hiciste el dia, bendita seas por subir mi fic favorito ♥♥♥

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