sábado, 14 de noviembre de 2015

TWOYG: Capítulo 15

Capítulo 15: No más silencio.

Tu voz susurro dulcemente
¿Dónde estás?
Me he acostumbrado incluso a la desesperanza
En el fin de este mundo.
Destruye la paz que ha sido preservada por el silencio,
Antes de que llegue el momento en que descienda la luz.

Illnes Ilusion-Gackt.
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El señor Park estaba pegado a la ventana de su despacho mirando con aire intrigado el revuelo en el que se había convertido el patio de su hogar. Había una botella de alcohol, abierta casi por la mitad y una pequeña niebla, provocada por el humo de sus cigarrillos, había empezado a opacar la habitación.

Los habían acorralado. Habían pensado en todos los detalles para poder colocarlos en una situación de desventaja y ahora había un hombre en terapia intensiva tratando de salvarse después de recibir un disparo, su nieto estaba aterrorizado y no podían encontrar a Minho por ninguna parte.

Escuchar rumores sobre lo que Kim Hyon era capaz de hacer era muy distinto a saber que tenía a alguien importante para él y su familia  en sus manos haciéndole quién sabe qué, lo que era peor era que Minho siendo su sobrino. ¡Su sangre! Estuviese en tanto peligro.

—¡Papá acaban de encontrarlo!

—¡Oh dios mío!¡Gracias, gracias! ¿En dónde está?

Los segundos que Yunho demoró en responder lo hicieron retorcerse de terror interno, podría jurar que incluso dejó de respirar.

—Está bien, solo golpeado y frenético, lo encontraron de camino hacia la empresa corriendo como un condenado, parecía que escapaba del mismísimo demonio. Tuvieron que derribarlo entre al menos 3 policías y aun así…Tienes que verlo yo ni siquiera puedo empezar a describir lo mal que está.

Una vez en la planta baja se encontraron frente a una escena caótica. Jaejoong y Junsu estaban de pie en un rincón mirando con impotencia los intentos infructuosos de los paramédicos de atender las heridas de Minho. No podía ver de dónde provenía la sangre pero su ropa era una mancha carmesí que estaba haciéndolo perder los nervios. Changmin estaba en medio del huracán intentando ayudar, procurando que no abrumara a Minho demasiado mientras él seguía repitiendo una y otra vez que lo dejaran ver a In Hwan, las constantes negativas y los intentos por tranquilizarlo solo parecían ponerlo peor y se vio obligado a sacar  a todos quienes no eran de su familia de su casa cuando Minho comenzó a gritar.


—¡Largo de aquí! ¡Fuera todo el mundo! ¡Ahora!

Changmin empujo a los paramédicos que solo intentaban hacer su trabajo y solo aceptaron salir cuando les aseguro que solo necesitaban unos minutos, que ellos podían tranquilizar a Minho y después los dejarían hacerse cargo de todo.

Cuando volvió a la sala principal Jaejoong y Junsu estaban a su alrededor intentando ayudarle a quitarse la ropa sucia.

—Por favor basta ya, dejen de tocarme, estoy sucio y nada de lo que hagan va a poder cambiar eso.

Un pesado silencio cayó sobre todos ellos y Changmin sintió un nudo en la garganta al observarlo sostenerse la barbilla con un puño apoyado sobre el brazo que se rodeaba así mismo en un vago intento por aparentar normalidad.

—Quiero ver a In Hwan… ¿Por qué no me dejan verlo? —preguntó con desesperación, como un adicto en abstinencia, con los ojos erráticos y movimientos inestables.

—Minho estás lastimado, asustaras a In Hwan si te ve así, él está muy preocupado por ti, deja que los paramédicos hagan su trabajo y después pasarás a ver a tu sobrino. Por favor confía en mí —susurró el señor Park acercándose a él hasta poder tenerlo en su rango de visión.

—¿Por qué? ¿Por qué debería confiar en usted? Yo confié en ellos, confíe en mis hermanos y me mintieron, sus mentiras hicieron que yo pusiera en peligro a In Hwan…

—¿Minho que has hecho? —preguntó Junsu mortificado, avanzando hacia él con rapidez, con agresión, asustándolo.

—Firme para que la herencia fuera de él, pero ya era tarde y tú sabías ¡Tú sabías de la carta de mamá! Y ahora ellos lo quieren, quieren a In Hwan y yo les di lo que necesitaban para que puedan tenerlo sin ningún problema… —sollozó muriendo de miedo, angustiado y lleno de culpa—. ¡Él es un monstruo! ¡Y ustedes me mintieron! ¡Y ahora puede tener a In Hwan cuando quiera! ¿Por qué lo hicieron? ¿Por qué…? —preguntó avanzando hacia él violentamente. El señor Park lo sujetó a medio paso y lo hizo retroceder, empujándolo hacia Changmin.

—Eres un idiota Minho. Por eso nunca te lo dijimos —espetó Jaejoong con la expresión lívida y aterrorizada de alguien que acababa de ser condenado.

—¡Tenía 10 años y ustedes nunca estuvieron ahí hasta que debía testificar sobre un asesinato!

Changmin lo tomó de los brazos y lo arrastró hacia su cuerpo viendo la expresión de Junsu romperse en miles de fragmentos. Jaejoong comenzó a llorar y Yunho lo sostuvo cuando se desplomó sollozando de manera ruidosa, sobrepasado por toda esa situación.

—¿¡Por qué es mi culpa!? ¡Yo solo hacía lo que quienes cuidaban de mí me pedían! ¿¡Donde estaban ustedes!? ¿¡Qué los hace diferentes!? ¡Dae Bon me dijo! ¡Ella me dijo quien pago la universidad de Junsu cuando se embarazó de Yoochun! ¡Ella me dijo quien evito que Hyun Joon te siguiera golpeando Jaejoong! ¿¡Por qué creen que no lo sé!?  ¡Fingir que mentían porque me amaban era mejor que vivir sabiendo cuanto me odiaban por arruinar sus vidas!

—¡Minho cállate! ¡Eso no es verdad!

—¡Oh, Junsu! ¿¡En serio!? ¿¡Entonces por qué In Hwan aún no sabe que Yoochun es su papá!?

¡Totuga chan!

Minho miró asustado a In Hwan y  ahogó un agónico lamento contra las ropas de Changmin, este último lo levantó al vilo y lo sacó de ahí,  arrastrándolo por los pasillos de su casa incapaz de creer todo lo que acababa de escuchar. Ojala que su padre pudiera llevar a In Hwan de nuevo a su habitación y mantenerlo tranquilo por un rato. Siempre creyó que su familia tenía problemas, ¿Pero ellos? ¡Dios los ayudara! Tenían muchas cosas que resolver y contarles a partir de ese momento para poder entenderlos.

—Lo siento tanto, perdóname por favor, yo no quería y la otra noche…

—Shhh… No pasa nada Minho, eso no es importante ahora, quiero que hagas algo por mí ¿Puedes?

—Sí… ¿Después me dejaras ver a In Hwan? Junsu va a odiarme…

—Shhh, shhh, nadie va a odiarte. Por favor quiero que respires conmigo ¿Está bien? Adentro, afuera, anda…

Minho asintió y empezó a imitarlo, Changmin lo llevó a una sala de lectura que usaba a veces y con mucho cuidado lo ayudó a sentarse en un viejo diván. Se acuclillo frente a él y sostuvo su rostro agradecido de que estuviera ahí.

—Me asustaste tanto.

—Perdón, perdón. Estaba asustado y-y Enrique…

—Está en el hospital, se va a recuperar y tú tienes que dejar que los paramédicos te revisen para que después pueda llevarte con In Hwan ¿Entiendes?

Minho asintió como si de repente un poco de sí mismo hubiese regresado a él y Changmin tomó su teléfono celular, habló con su padre y le pidió que dejase entrar a los paramédicos y algunos investigadores de la policía, Minho permaneció muy quieto y dócil en su lugar hasta que la habitación empezó a llenarse de gente.

Changmin sostuvo su mano mientras era revisado y atendido sobre sus lesiones, tenía golpes y moretones en el rostro y el pecho, había una laceración profunda bajo el brazo que había sangrado mucho y un par de costillas rotas.

Cuando los investigadores empezaron a interrogarlo y Minho explico meticulosamente lo que había pasado Changmin se sintió enfermo del estómago, aún había detalles que hacían falta, pero algo de ese horrible drama que acaba de presenciar empezó a cobrar un poco de sentido.
Le costó bastantes gritos, aspavientos y amenazas, pero al final permitieron que Minho se recuperará en casa y aceptó llevarlo al médico en caso de complicaciones y a la policía cuando fuera necesaria su presencia para continuar la investigación.

—¿Vas a llevarme a ver a In Hwan?

Changmin lo abrazo con toda la delicadeza que poseía y lo llevó a la habitación de su sobrino, en el camino sus hermanos los siguieron lo más tranquilamente que pudieron, pero Minho parecía estar como en otro mundo. Changmin fue el único que entró con él a la habitación mientras todos observaban con distintos grados de sorpresa, shock, malestar y rabia a Minho sollozar y murmurar oraciones sin sentido en silencio, con una de las manitas de In Hwan entre las suyas, sosteniendola y besándola con dulzura. Arrodillado a los pies de la cama  se mecía como en trance, jurándole que no le harían lo mismo, que él lo cuidaría para que no terminara en los brazos de esos monstruos, que podía ser siempre un inocente dulce niño.

Balbuceó incoherencias por horas mientras lloraba, hasta que poco después del amanecer con la mano de In Hwan aún entre las suyas se quedó dormido a mitad de un arrullo roto de una vieja canción de cuna.

***

In Hwan despertó sobresaltado y se frotó los ojos una y otra vez mirando ese sitio con desconfianza.

—¿Has dormido bien?

—Jirafa… Mi tío…

—Tú tío está dormido muy descuidadamente junto a ti, te cuido de las pesadillas toda la noche —explicó Changmin rápidamente al escuchar el llanto aproximarse en la voz del niño. In Hwan revolvió las mantas y sonrió cuando vio la cara de Minho aplastada contra una almohada. Se escabulló como pudo y se hizo bolita sobre su pecho depositando un suave besito en su frente.

—¿No quieres desayunar algo?

In Hwan negó apasionadamente y acarició las mejillas de Minho con suavidad.

—No me gusta cuando Minho llora, lo hace mucho, cuando mi papá y Jaejoong no lo escuchan. Y yo no puedo hacer que le deje de doler el corazón, los besitos no ayudan, ni… nada y ahora está enojado conmigo.

Changmin lo escucho con tranquilidad, sentado en una silla junto al escritorio en el que había estado leyendo buscando distraer su mente. Era muy curioso que In Hwan sonará ahora tan adulto, tan consciente de su entorno, de su familia y de sus propios problemas. Como si supiera que era importante escuchar y entender y dejar los juegos para otra ocasión. Incluso estaba esforzándose por hablar despacio y correctamente. Changmin pensó en sí mismo y él jamás habría podido discernir las situaciones con esa facilidad, no siendo apenas un niño de 5 años.

—No está enojado contigo In Hwan está preocupado, ayer hubo un accidente en el que él y Enrique, uno de los tíos de Kevin salieron lastimados. A veces eso hace que las personas no sean como siempre, porque actúan con miedo o tristeza. Ni siquiera recuerdan lo que dicen en momentos tan abrumadores como esos.

—Changmin… ¿Puedes cuidarlo? ¿Puedes cuidar de mi tío para que no le duela el corazón? ¿Tú lo puedes querer para que no llore más, ni se sienta triste? ¿Como Yunho quiere a Jaejoong y Yoochun a mi papá?

Changmin abrió la boca con sorpresa y parpadeó mirando a In Hwan con atención.

—¿Le darás besos y lo abrazaras? ¿Lo cuidarás cuando se enferme? ¿No le mentirás?

—Sí, puedo hacer eso, puedo cuidar de él y quererlo tanto como pueda, pero Minho también debe estar de acuerdo In Hwan o en lugar de ayudar podría lastimarlo más.

In Hwan lo miro y luego observó a Minho mucho rato, después sonrió y asintió estirando sus manitas hacia él.

—¿Me dejas hablar con Kevin? ¿Tienes cereales de chocolate? Abuelito me dio una barra de chocolate ayer, era tan grande, pero sabía muy amarga.

—Bueno, vamos a comer y después podemos traerle a Minho su medicina y tu podrás cuidar de él todo el día, para que no se salte ninguna pastilla.

—Debe comer mucho pollo  y hamburguesas y también una malteada, Kevin dice que es la comida de los campeones… ¡Como los tacos! Aunque yo no sé que es un taco…

***

Minho despertó con un incesante discurso de In Hwan girando en su cabeza una y otra vez, además de tener una bolsa de hielo presionándose firmemente contra todo su costado izquierdo. Gimió, dolía tanto y nada de lo que había estado diciendo su sobrino parecía tener sentido.

—Shh, tranquilo, tranquilo. Es necesario, lo lamento.

Minho observó a Changmin y volvió a quejarse aferrando con fuerza una mano a su camisa. Recordó lentamente todos y cada uno de los errores que había cometido en su vida. Y el de ayer era por mucho el peor de ellos, aunque gritarle a Changmin competía por el puesto. Quizás era un empate.

—In Hwan… tienes que cuidarlo, tienes… por favor.

Changmin se rio, seco y cruel. Porque In Hwan acababa de pedirle lo mismo y Dios sabía que eso estaba mal en tantos niveles.

—In Hwan justo ahora tiene a Junsu y a mi hermano para cuidar de él, yo me voy a encargar de ti y luego cuando tus costillas sanen y estés mejor vamos a preocuparnos por todos los demás.

—Pero escucha... Oh, Dios mío, In Hwan me escuchó, cuando…

Changmin le dio una sonrisa simpática y le ayudó a sentarse, no fue la mejor forma en que su sobrino pudo enterarse, sí, pero en su defensa Minho estaba teniendo un ataque de nervios e In Hwan acababa de demostrarle ser más listo del crédito que le daban. Además Junsu y Yoochun hacía mucho tiempo que debían de haber tenido esa conversación con su sobrino.

—Aquí espera, te traje algo de comida, luego debes beber esto e intentar toser. O no… En realidad creo que no debes hacerlo.

Minho asintió y aceptó un pequeño cuenco de sopa y arroz, estaba demasiado cansado para si quiera negarse.

—¿Donde está In Hwan?

—El está teniendo una gran charla con nuestros hermanos, después probablemente querrá hablar con Yunho lo mismo que me preguntó a mí. Así que será un día productivo, no te preocupes.

Minho sabía que Changmin quería bromear, pero solo atinó a desviar la mirada, muy consciente de que entonces no estaba drogado o soñando sobre lo que creyó escuchar.

—Minho escucha.

Soltó la cuchara con un estrépito cuando Changmin puso su mano sobre la suya y lo miró con anhelo, tristeza y necesidad.

—Lo siento tanto, se que no es suficiente. Pero no es tu culpa. Y no tienes permitido creerlo, vamos a solucionarlo, ya he empezado a pensar en ello, papá también e incluso fue a hablar con mamá. Eso sólo significa que tú tío debe buscar una isla en la cual esconderse.

Minho sonrió, porque si había alguien que de seguro podía patearle el trasero a su tío, esa seguro era Han Mi Park.

—Gracias, aunque no tenían porque hacerlo, simplemente muchas gracias.

Y en un gesto dolorosamente espontáneo y sincero se llevó la mano de Changmin entre las suyas a los labios y la beso, depósito una caricia dulce sobre su dorso, como si fuera un caballero y él una dama en apuros.

Changmin se quejó sorprendido y al mismo tiempo complacido ¿De qué? No quería saberlo, pero necesitaba más. Minho observó la reacción y depósito otro beso, caliente y dulce contra la parte interna de su muñeca, justo sobre el pulso que se agitó contra sus labios violentamente.

Changmin gimió internamente y salto cuando la puerta se abrió de pronto. Junsu se quedó de pie en la puerta con los ojos abiertos como platos.

Minho suspiro y lo soltó cuidadosamente, mientras trataba de hacer funcionar de nuevo el habla..

—Tu padre acaba de volver dice que sería bueno si nos acompañas a comer, quiere hablar con todos nosotros. ¿Minho como estas?

—Estoy… —respondió apartando las mantas sin querer ver la expresión dolorida de Junsu.

—¿Qué crees que haces?

—Quiero ir.

—No.

—Sí.

—No

—En realidad tu padre también quiere hablar con Minho.

Ellos se miraron como si fueran a luchar de un momento a otro y al final Changmin suspiro. Tomó una manta que descansaba al final de la cama y la extendió sobre Minho, luego lo cargo como princesa para gran ofensa del aludido y diversión para él y su espectador.

—Bájame yo puedo-

Un silbido dolorido interrumpió su queja y Junsu le puso encima la bolsa de hielo, palmeando su cabeza con cariño.

—No, no puedes así que cállate y pon los hielos donde tienen que ir.

—Junsu...

—¿Sí?

—Lo lamento.

—También yo.

Minho dejó caer su cabeza sobre el hombro de Changmin y respiro de manera acompasada pensando, qué carajo hacer a partir de ese instante.

Todos estaban en la sala principal, había mesas con documentos apilados sin orden y otra llena de comida de diversos sitios y estilos, solo con una mirada distinguió kimbap, arroz, bulgolgi, pollo, alitas, sushi, pizza, hamburguesas, hot dogs y una pila de donas, pasteles y helado, además de licores a medio terminar de distintos tipos. Cuando vio quien era el que estaba comiendo una bolsa de patatas con cerveza y sushi pensó  que realmente eso había sido demasiado. Jaejoong era un cocinero por estrés, que prefiriera algo hecho por “adolescentes ineptos mientras decidían q hacer con su vida” en lugar de algo hecho por si mismo era malo, muy malo.

Aunque Yunho no parecía estar pasándola mejor, lucía un poco verde y estaba sentado lo más lejos posible de la comida con un vaso de agua entre las manos

—Minho, mi muchacho.

El señor Park se acercó a él aliviado de que estuviera despierto y Changmin lo colocó en el suelo con cuidado. Minho quiso sonreír de nuevo, algo tentativo y pequeño pero después un gran abrazo lo envolvió con cuidado y sintió que nada malo podría ocurrir mientras lo estuvieran sosteniendo así. Casi se pone a llorar de nuevo pero el bufido  de Jaejoong lo hizo apartarse angustiado y consciente del problema que había causado.

—¡Basta! ¿Quieres parar ya con tu drama hyung? Todos la hemos cagado, y cuando digo todos me refiero a todos en esta sala, deja de redirigir tu ira hacia Minho cuando esto era algo que ambos sabíamos que pasaría. ¿No es por eso que te ibas a casar con Hyun Joon? ¡Así que basta! ¡Basta ya! A In Hwan ni siquiera le importa, habíamos estado tan inmersos en nosotros mismos que no se nos ocurrió que Kevin, con lo mucho que lo quiere le haya explicado lo que las cuidadoras de la guardería decían sobre Yoochun y sobre mí. Así que para y mejor empieza a usar ese gran cerebro que se que tienes y piensa en algo para deshacernos de ese tío que nos tocó.

El silencio incómodo lo rodeo todo después de las palabras de Junsu y el señor Park suspiro dejando a  Jaejoong  enfurruñarse. Minho camino despacio a sentarse y Yunho le palmeo un poco la espalda sonriendo con ganas de infundir ánimos.

—Bueno me alegra que estén en ese ánimo, porque lo que tengo que decirles es importante: Todos están despedidos.

—¿¡Qué!? ¡Papá tú no puedes despedirme soy el vicepresidente!

—Y yo soy accionista mayoritaria hijo, los quiero fuera de la empresa hasta que este fiasco pueda ser solucionado.  Así que vete alistando para ir a Nueva York.

Changmin se encogió en sí mismo al ver a su madre ingresar a la sala con las ideas muy claras.

—¡Changmin tiene razón! ¡No pueden retirarnos así como así de nuestros puestos! ¡No importa que todas las acciones sean tuyas madre!

—¡Por favor Yunho! ¿Crees que no sé nada sobre las clases de cocina? Ahora háganme el favor de irse de aquí ¡Ahora! —dijo señalando a Jae y Yunho mientras miraba a Yoochun, Junsu y Minho removerse en sus sitios retandolos a decir algo.

Changmin gimió internamente. Estúpido sea todo el mundo. Dejó que sus ojos se detuvieran brevemente sobre Minho y gimió con más fuerza girando sobre sus pies con dignidad aplastante. Que ni creyeran que él estaba yéndose a Nueva York sólo.

Minho vio a Changmin retirarse aterrorizado. Era el único que habría podido sacarlo de ahí con la suficiente insistencia. Ahora estaba a merced de la señora Park y sabía que todo lo que le dijera probablemente estuviera bien merecido.

Han Mi apretó la mandíbula enfurecida, Minho había mirado a Changmin, su precioso y siempre correcto Changmin como un cachorro muerto de amor. Eso era inadmisible y repugnante. Podía envolver a su niño con tanta facilidad alrededor de su dedo meñique poniendo el suficiente esfuerzo que la sola idea le daba náuseas. Su marido sonreía estúpidamente satisfecho. Como si tal cosa fuese lo que estaba esperando...

Conociéndolo, probablemente lo fuera. Eso era la guerra. Esa situación era clara. Sus prejuicios no eran infundados. Pero ese niño encantador y feliz que había encontrado correteando en su patio cuando llegó a casa era la viva imagen de Yoochun cuando tenía esa edad. Y había hecho que toda su furia sobre protectora explotara. Haciendo que recordase buenos tiempos y claro, ganándose un espacio muy especial en su corazón de abuela primeriza. Ni siquiera una bruja como ella podría no atesorar a un niño tan adorable y educado.

Así que si lo quería en su vida más adelante. Kim hyon era su siguiente punto a tratar. Aún si eso significaba dejar que Yoochun y Junsu mantuvieran su relación. Ese hijo suyo era tan insufrible.

—Minho aquí, quiero que hables con la policía, necesitan que corrobores tu declaración. Ayer estabas casi catatónico. El abogado está al tanto y después quiere venir a reunirse contigo para analizar tu  situación con ese hombre.

—Changmin debe estar libre para entonces, si quieres que alguien te acompañe —dijo el señor Park con tono suave y apaciguador. Interrumpiendo a su esposa.

—Yo me encargaré de eso, quiero hablar con Minho de todas formas —dijo Han Mi tomando una hamburguesa con la misma finura con la cual tomaba una copa de vino. Ignorando el visible malestar de Minho quien con manos temblorosas empezó a murmurar en el teléfono, optando por no antagonizarla.

—¿Podría, por favor dejar a mi hermano tranquilo? Si hay alguien a quien debería estar dirigiendo toda su ira es a mi o a Jaejoong. En cualquier caso, somos los únicos que tenemos realmente una relación con sus hijos.

Yoochun lo miró como si fuera un ángel y el señor Park mentalmente se anotó un punto.

Han Mi mordió su hamburguesa con una elevación de la ceja como único indicio de que había escuchado a Junsu. Minho quería desaparecer en el sillón o caer inconsciente de nuevo, cualquier opción habría servido en ese momento. Pero para su mala fortuna, eso no ocurrió.

***

—Así que… ¿Clases de cocina?

—Sip, clases de cocina. ¿Por qué dejaste que Minho pasará su infancia con ese hombre?

La pregunta lo tomó tan de sorpresa que se golpeó la pierna con una de las estanterías bajo la isla de la cocina.

Yunho río. Jaeboo era torpe y se angustiaba con facilidad. Su aparente frialdad escondía sólo demasiado dolor y una absoluta necesidad de ser querido, que sentía su pecho estrujarse abrumado, preguntándose si estaba haciendo lo suficiente. Si su amor era lo necesario para Jaejoong y esa fragilidad que tanto luchaba por ocultar.

—No había más opciones. No podía ser su tutor legal, así que sólo tenía q esperar un par de años para poder hacerme cargo. Minho, no era realmente tratado mal, tuvo una mejor vida que la que Junsu y yo podríamos haberle dado antes de que terminara ingresado en el sistema lejos de nosotros. Y eso ocurrió porque nos aseguramos de cederle la herencia a mí tío. No la queríamos ¿Sabes? Eso nunca nos ha importado. Sólo necesitábamos a nuestros padres. Pero ellos no podían regresar en ese entonces. Y no pueden hacerlo ahora. Minho aprendió el negocio familiar…—susurro mirando hacia el techo, como rememorando otra vida—. Papá y mamá fueron asesinados, porque la ampliación de sus negocios, eran más fructíferos que los de mi tío. En esa clase de familias es normal terminar así, pero nosotros no lo sabíamos, ellos jamás nos dijeron por supuesto. Minho era pequeño cuando todo ocurrió y sabía menos, claro, pero aprendió y aprendió bien cuando vivió con él.  Nunca te has preguntado por qué...

—Jaejoong ¿En verdad?

—Sólo digo que el no va a permitir que tu compañía funcione con déficit. ¿Por qué crees que sus amigos son Choi y Cho y Lee? La universidad sólo afino lo que ya sabía hacer. Y se empecinó en no dejar que tío tuviera lo que no se esforzó en ganar, sólo porque podía hacerlo sentir una basura miserable que no podía contra sus propias enseñanzas. El problema es que Minho no es esa clase de personas que deje a la familia vulnerable. Así que henos aquí. Si él se hubiera desecho de la parte de la herencia cuando le correspondía no estaríamos en esta situación.

—Eso claro si In Hwan no existiera —dijo Yunho con evidente ironía. Jaejoong se encogió un poco de hombros pero levantó la mirada directamente hacia sus ojos. No temía que Yunho lo juzgara, era idiota, pero él le daba una domesticidad que extrañaba. Que ansiaba con desesperación.

—Sí, la carta entonces cobró relevancia. Cobrar la herencia y dársela a Hyon no era opción más, hay muchas otras cláusulas contraviniendo la herencia desde que puedo recordar. Ni siquiera es el dinero, creo que es una retorcida partida de ajedrez que mis padres esperaban que fuésemos capaces de terminar si acaso ellos no lo hacían. Hasta el momento no nos ha ido bien.

—Pero Hyun Joon era una solución ¿Verdad?

—Que se volvió en mi contra tan rápido como para ir a venderle mi alma al diablo.

—Bueno, ¿Consideras que soy mejor compañero que él?

—Lo eres. No sé si sea lo mejor. Ni cuanto dure. 

—Entiendes que si esto va mal no vas a superarlo sólo ¿Verdad?

—Como tú que volverás a ser quien eras antes de mí, sólo que más cansado y sin menos pasión en lo que hacías.

—Esto es triste Jaejoong, pero me gustaría que fuéramos felices. Por lo menos en esta vida.

—Si no funciona...

—Si funciona seremos muy felices juntos.

—Pero si no —Yunho sujetó su mano y Jaejoong no bajo la vista dejándolo mirar su expresión abierta—. Voy a morirme o al menos la parte de mi que aún cree que puedo ser feliz.

Yunho sonrió paciente y encantador, inclinándose hasta que sus labios descansaron suavemente sobre los de Jaejoong. Aunque sus propios pensamientos al respecto eran amargos y poco optimistas. Si lo soltaba ¿Qué sería de su vida? Seguiría sí, pero no sería lo mismo. El no estaría. Su amor no sería un romance clásico nunca más. Ni siquiera estaba seguro de que le quedasen ganas de intentarlo de nuevo.

—Quiero pedirte un favor, por cierto.

—¿Qué? 

—Deja de ser así con Minho. Tu sabes que no es su culpa y te culpas porque el crea que debe cargar con la culpa, los errores y las cosas malas que han pasado en su vida. Si eso tiene algún sentido en lo absoluto.

—Si supongo que lo tiene —parpadeo acariciando su rostro con tímida curiosidad.

—Debo disculparme con él, parezco tu mamá actuando así.

—Ung… sí sólo no hables de ella de nuevo así, es algo perturbador.

—Yunho mueve tu...agh ¡Asquerosos hijos…!

Changmin refunfuñó volviendo sobre sus pasos mientras Yunho y Jae se echaban a reír perdiendo toda la tensión sobre sus hombros y sus vidas.

—El pobre esta tan celoso. Jaeboo debes decirle a Minho que deje de ser malo y lo invite a salir.

—No tientes a tu suerte Yunbear además Minho y Changmin no tienen esa clase de...

—Lo sé, pero quieren y tener sexo sucio y caliente. Toda la noche. Tanta tensión sexual no resuelta no es buena para el alma.

—Oh, Dios cállate ¡Es mi  hermanito!

—¿Es eso lo único que dirás ?

—Sí el resto simplemente no me incumbe. Asqueroso.

Yunho se rio porque era raro que luciera así de inocente, ojala pudiera ser más tiempo de ese modo en el futuro.

—Volviendo a la pregunta inicial ¿Clases de cocina?

***

Junsu ingreso con Yoochun siguiéndolo de cerca a la sala de entrenamiento de la academia de Tae Kwan Do de In Hwan. Todos habían acordado que lo mejor era seguir la rutina, aunque con sus debidas precauciones y discreción, para no alertar a su tío de algún comportamiento inusual que pudiera hacerlo actuar de forma imprudente y letal. Minho podía dar fe de que es lo que esperaba de ellos, aunque después tendrían que  cumplir con los viajes que tenían planeados  para poder solucionar las cosas y pensar con claridad y no porque entre más tierra o mar hubiera entre In Hwan y su tío mejor se iba a sentir, para nada.

El grito de su hijo erizo su piel y se giro en alerta sintiendo angustia y terror subir de su estómago a la garganta en un jadeo descontrolado.

¡¡Kevin!!

Oh, Dios mío. Era Kevin, sólo Kevin.

—Hola Kev~ ¿Cómo has estado? —preguntó con su más suave tono de voz, buscando discretamente a Yoochun, había estado justo tras él y ahora no podía encontrarlo.

—Bien extrañaba a In Hwan no me dejaron verlo después de que mi tío se enfermó.

Junsu sintió que el corazón se le estrujaba con violencia y le dio un gran abrazo espontáneo y una sonrisa simpática.

—Supongo que tampoco has visto a Enlique.

—En-ri-que Junsu shii. También debo enseñarle a hablar como a In Hwan —susurro con cariño exasperado. Tomando la mano que su amigo le ofreció encantado.

—Bien,  Enrique —dijo Junsu haciendo énfasis en la “R”—. Está bien y te manda muchos saludos. Esta mañana lo visite, tiene muchas ganas de verte también y de jugar fútbol contigo. Te promete que estará en tu fiesta de cumpleaños.

—Siii~ gatito hyung es-está haciendo un pastel bonito y delicioso. Justo para ti.

Kevin sonrió maravillado. Junsu ni siquiera podía empezar a imaginar lo que iba a suponer decirle a Kevin que se irían a Japón pronto.

—¡Hey! ¿Cómo has estado hombrecito?

La voz de Yoochun a sus espaldas lo hizo sonreír y luego sintió una mano cálida deslizarse sobre su hombro, acercándolo hacia él cuándo se acuclilló para estar a la altura de los niños.

—Bien gracias —respondió mirando con curiosidad cómo es que In Hwan se iba a abrazarlos a ambos, con emoción y felicidad, como una familia... Así se veían Aldo y Matías con el tío Jorge y la tía Marta.

—In Hwan ¿Yoochun y Junsu ya se casaron?

In Hwan chillo como si fuera navidad y volvió a prestarle toda su atención empezando a contarle una fantástica y fabuloso noticia, sobre como todo lo que le dijo era cierto y que iban a ser una familia y Yoochun era su papá y ya no iba a ser de mentiras. Kevin asentía con solemnidad, engrandecido porque él siempre había  tenido razón. Aunque le hubiera gustado que In Hwan fuera su hermano descubrió que si te casabas con alguien podían estar juntos siempre, así que esa era la única opción que le quedaba. Su papá le había dicho y el casi siempre tenía razón.

—Bueno chicos creo que es hora de que vayan a prepararse, después pueden seguir conversando. ¿Quieres ir a jugar con In Hwan después a mi casa? —preguntó Yoochun a Kevin, para distraerlo de seguir a su hijo a quien Junsu ya perseguía, porque ambos lo necesitaban, jugar, distraerse y olvidar las horribles, horribles cosas que les habían pasado tanto a Minho como a Enrique.

—Sí, gracias es usted muy amable.

Kevin recitó como le habían enseñado sus abuelos, por eso es que lo dijo en español y Yoochun solo sonrió con adorable desconcierto.

—Solo entendí que sí, así que con eso basta por ahora, vamos te llevaré al gimnasio.

—Bueno. Oiga, usted y el delfín deben casarse. Eso es lo que se hace. In Hwan será feliz.

—Y por supuesto es lo único que importa. 

Kevin lo miró con los ojos enormes y asintió sonriente. Por supuesto que sí, ya estaba cayéndole mejor el nuevo papá de In Hwan. Yoochun río porque al parecer era muy pequeño para captar la ironía.

—Me gustan las luchas.

—¿Qué?

Porque los niños suponían que los adultos podían seguir su línea de pensamientos estaba más allá de él.

—Para el pastel, que gatito hyung hace para mí. Me gustaría un cuadrilátero y ya sabe el Santo, la Parka, Alebrije…

Yoochun se encogió de hombros cuando Junsu se acercó de nuevo a ellos y dejó que In Hwan continuará escuchando a Kevin, tal vez el haría algún sentido después sobre lo que le gustaba al niño. O no. Quizás lo convencería de darle un espacio en su pastel para poner su sabor favorito y a Mickey mouse.

***

Changmin colocó las flores que Minho había escogido en la cómoda junto a la cama. Enrique había tenido muchas visitas por lo que podía observar, y eso le dio un poco más de tranquilidad, era maravilloso que estuviera recuperándose tan bien y tan rápido. Tenía un brazo cubierto de vendas el hombro y parte del pecho. Minho estaba sentado en una esquina mirando la máquina registrar sus signos vitales con insistencia. Él sí que no estaba mejor. Pero había querido ir a visitarlo y Changmin también, para ser sincero, le debía mucho.

—Esas flores van a terminar sin pétalos si continúa acomodándolas así...

Changmin se detuvo y volteo a mirar al hombre en la cama sonriendo torpemente debido a los medicamentos.

—Podemos comprar más.

Enrique río y luego gimió un poco, parpadeando aturdido.

—ay…Minho él...

—Hola Enrique —susurro tomando su mano entre las suyas cálidas y firmes—, Estoy aquí.

—Oh, cada que abro los ojos uno de ustedes sostiene mi mano, me siento como la bella durmiente.

—Bueno pero no tienes permitido enamorarte de él.

—¡Ouch! ¡Ow! No Dios no. No me hagas reír jefe.

Changmin estaba de pie apoyado en el alféizar de la ventana y miraba a Enrique con una sonrisa divertida y sincera. Minho se había hundido sobre si mismo pero para Enrique la emoción en su rostro no pasaba desapercibida. Era una lástima de verdad que las cosas entre ellos no parecían mejorar, se sentía más triste aún que con la medicina que le dieron. Todos alrededor de esos dos se comportaban como meros casamenteros cliché, pero es que su amor era tan fácil o al menos a él le parecía que lo era que sólo necesitaba hacer que lo creyeran por un instante. Y así todo eso sería sólo un poco más fácil.

—Mnhg… esto es tan gracioso que incluso se ha vuelto un poco triste. Van a tener que hablar en algún momento pronto o usaremos el método de la alacena, a sus hermanos pareció funcionarles bien.

—¡Enrique!

—Deben ser las medicinas para el dolor, ungh si…

Minho miró preocupado su balbuceo en español y Changmin negó con los brazos cruzados. Por supuesto que todo el mundo creía que era simple y que estaban siendo deliberadamente inconscientes a propósito, como si apresurarse no hubiese sido uno de los grandes problemas de sus hermanos. Quizás su único error al principio fue que le gusto mucho molestar a la persona que le gustaba. Y ahora Minho estaba todo receloso. Era genial que aún tuviese Nueva York o podría tirarse del último piso de su empresa de lo contrario.

—¿Me podrían conseguir unos tacos? La comida de este lugar sabe horrible.

***

—No, no Jeon shii. Que se casen no es una opción al menos no por ahora. ¿Imagine lo que ese delincuente haría? Podría hacerle daño a mi nieto, no, por ahora debe haber molestias legales que usted pueda provocar para mantenerlo ocupado. Minho va a declarar y aunque esto solo sea temporal funcionará, tiene que o me cambio el nombre —farfulló la mujer apuñalando una patata rellena sin ninguna precaución.

—Puede entretenerse en eso un par de meses, además también contaremos con la declaración del ataque del guardaespaldas una vez que se termine de recuperar, trabajaremos con ello por el momento. Luego ya hablaremos de la boda y las contra cláusulas.

—Claro señora, por supuesto eso nos dará tiempo de construir un caso sólido en su contra. No se preocupe.

—Gracias Jeon shii eres el mejor.

La puerta se abrió de pronto con suavidad y Minho ingreso anunciándose educadamente.

—Con permiso, buenas tardes.

—Minho shii que bueno que llegaste. Jeon shii estaba esperándote. ¿Cómo están recuperándose tus costillas?  Tu rostro aún no se ve saludable, ¿Seguro que puedes estar aquí? Creó que e insisto en que tienes irte a descansar.

—La señora Park tiene razón Minho shii, yo puedo encargarme, no necesita exponerse de esta manera. Debe recuperarse.

—Para ser alguien que me detesta tanto la señora Park tiene que dejar de ser condescendiente conmigo. No es necesario —escupió con veneno porque estaba cansado, todo le dolía, pero no se sentía bien no hacer nada porque entonces el caos en su cabeza era más fuerte y el único modo en que podía acallar el ruido era abusando de los analgésicos pero ese no era asunto de nadie más que suyo. Han Mi resoplo y volvió a apuñalar sin elegancia su deliciosa patata antes de beber de un trago su refresco de cola.

—Eso es porque tu niño tonto no sabes nada. ¿Odiarte? Yo no te odio me caes muy bien en realidad, mi marido te ama y mis hijos te adoran. No conozco a nadie en la empresa que no te agradezca por algo que haya hecho más fácil su trabajo. Incluso Changmin, que es Changmin ha trabajado mejor desde que tú llegaste. Tú solo tenías que cumplir tu palabra. Pero lo primero que vas y haces es ser valiente y ponerte entre medio de las balas y aterrorizar a todo el mundo a tu alrededor. Y ahora continúas con tu actitud temerosa y autodestructiva. ¿Sabes lo que nos estás haciendo? ¿Lo que estas haciéndole a Changmin?

»Todos somos muy conscientes de cómo se siente mi hijo y todo lo que es capaz de hacer por un sentimiento así de grande. Pero yo no sé qué significa él para ti o si quiera si a ti eso te importa algo. Además si vas a tener ataques de celos cada que Victoria o alguien más esté con él intentando hacerlo feliz más te vale empezar a planteártelo o sino simplemente te voy a pedir que le digas que no estás interesado. Así no habrá llanto, ni corazones rotos. Yuriko lo entendió en su momento y fue preferible perder a Yoochun como hijo que a verlo romperse por alguien que no lo quería lo suficiente para preocuparse por su dolor y que haría después de ese momento en su vida. No quiero que mi hijo termine lastimado por alguien a quien su existencia simplemente no le importa lo suficiente. ¿Estamos claros ahora?

Minho había perdido algo de color conforme las palabras de Han Mi iban saliendo de su boca y tragó saliva sintiéndose tonto y humillado, no podía parar de cometer errores y estaba demasiado cansado para seguir negando incluso así mismo lo que sea que él tenía con Changmin, pero tenía miedo, si lo dejaba entrar ¿Quién le iba a asegurar que se quedaría ahí cuando nadie más estuviera?

Minho murmuró una disculpa y se alejo un momento al baño ahogando contra sus palmas el sonido roto y agónico que escapó de sus labios.

Jeon shii carraspeó incómodo y luego Han Mi gimió enterrando sus palmas contra sus ojos. Sí Changmin se enteraba no la dejaría vivir al respecto, ¿¡Cuál era el problema de Minho!? No podía ser mala con él sí iba a ponerse así. Ya tenía por lo menos una montaña de culpabilidad del tamaño del Everest sobre sus hombros al respecto.

—Minho shii tiene problemas de abandono señora Park, sus padres, sus hermanos, sus tíos… ¿No es excesivamente maravilloso? ¿No es siempre excesivamente perfecto? ¿No está siempre complaciendo a todo el mundo? ¿Aplacando? ¿Apaciguando? Hacer felices a todos a su alrededor es su mecanismo de defensa porque quizás si él es “bueno” no se irán… Eso decía el informe después de que lo sacaron de la casa de sus tíos y empezó a vivir con sus hermanos.

Han Mi lo miro e hizo una mueca, bueno, ciertamente ser agresiva con él no había sido el mejor curso de acción  y tenía que reconocerlo. Pero ya no podía hacer nada para evitarlo.

—Gracias Jeon, ya recuerdo porque es que mi familia te paga tanto ¿Hay algo más en ese informe?

El abogado le sonrió y le entregó una carpeta manila.

—Quédate al pendiente de él Jeon shii, acabo de tener una idea, Changmin tiene buenos amigos en la policía militar voy a pedirle que los llame, eso supondrá ayuda extra y va a sentirse útil y protector. Pregúntale a Minho que más tiene al respecto sobre ese caso en el que testificó cuando era pequeño y dile que lo siento… que tenía otra reunión que atender.

Victoria, debía llamarla y finalizar esa situación ahora, así ella y Minho estarían a mano.

***

—Minho. Esto es una mala idea, tienes que ir a casa a descansar.

—No quiero, porque no voy a dormir y voy a seguir pensando en todas las estupideces que he hecho y luego en Changmin, el siempre está ahí. Nunca se va, justo para aparecer cuando menos lo espero y distraerme... Y yo no debo, sólo tengo que preocuparme de In Hwan y arreglar esto cuanto antes.

—Nada de esto es culpa tuya, en algún momento iba a pasar, además hombre le diste una paliza a tu tío. ¿Crees que iba a quedarse como si nada?

Minho siguió caminando por el centro sin hacerle caso y se detuvo abruptamente ingresando al primer club que vio abierto.

Mierda, mierda.

Kyu miro a todos lados y luego un tipo lo asustó al llegar de repente a sus espaldas.

—¡Al fin! ¿Son los guardaespaldas?

—Sí. ¿Está bien? Minho shii estaba alterado.

—Bien. Pero en realidad está a punto de tener una crisis. Puedes por favor conseguirme al bastardo de tu jefe.

El hombre lo miró instándolo a reformular.

—Ese imbécil de Changmin y dile que venga, que tiene muchas cosas que arreglar con Minho antes de que siga haciendo una tormenta en un vaso de agua.

—Muy bien, enseguida.

***

—Es suficiente, deja de beber ya. Tú no se supone que debas estar aquí embriagándote, llorando y sufriendo después de esa paliza.

Minho lo ignoro en favor de mordisquear con ganas un gran pedazo de sandía y luego darle un trago a algo que parecía vodka, pero en realidad no estaba seguro. Su amigo triste era peor que molesto, aún con toda su aura seria e íntegra si lo molestabas lo suficiente te provocaría dolor, en cambio en esa situación particular estaba auto infringiéndose daño, porque aunque podía dar la cara por todo aquel que lo necesitase él creía que no valía lo suficiente. No es que las circunstancias en su vida le hubiesen ayudado en algo, pero él había pensado que con él y el resto de sus amigos había empezado a creerlo un poco, que era valioso, irremplazable y por supuesto que iban a estar muy, muy enojados si algo o alguien le intentaba hacer daño. Incluso si se trataba de él mismo.

—Llame a Changmin, solo para que lo sepas, no creo que te guste que te vea así.

Minho gimió algo inteligible y bebió de la botella más cercana sin que Kyu Hyun pudiera evitarlo.

Le dijo, encarecida e insistentemente que no se enamorase de él. Sabía que le dolería y terminaría con el corazón roto y ni siquiera era culpa de Changmin. Se trataba más bien de la vida y el contexto, el destino al parecer se había empeñado en hacer su existencia y la del resto de los Kim completamente miserable.

Otro florero se unió a los cristales rotos en el suelo que ya adornaban esa sala privada  y suspiro.

—Estoy dejando que Changmin pague —murmuro sorbiendo sus lagrimas de unicornio y apenas esquivó una copa de vidrio que se estrelló sobre su cabeza. Minho estaba más allá de sí. De no tratarse de una crisis lo grabaría y lo subiría a facebook. Lástima que hubiera un código de amigos, él le había dicho a Junsu y a Donghae que quizás debieron encerrarlos en un almacén con preservativos y lubricante. Su posesividad al conocer a Changmin no había tenido fundamentos y ahora debía limpiarle a Minho las lágrimas y los mocos. Tal niño problema.

—Antes de que te emborraches más, creo que deberías decirle cuánto lo quieres. Ambos necesitan saberlo, después te aseguro que serán felices.

Una charola salió volando en su dirección y Kyu Hyun creyó prudente cortar el suministro de alcohol en ese mismo momento, de lo contrario podría ser decapitado antes de que ese bastardo que volvió a Minho un enamorado y asustadizo pre-adolescente borracho llorón, apareciera. Sí es que lo hacía.

Por su descendencia más le valía.

*** 

Si continuaba corriendo así podría expulsar los pulmones por la boca, los Kim estaban poniendo a prueba su resistencia física y lo peor era que no se trataba del modo sexy en el que le gustaría intentarlo. Aunque, por supuesto, todo seguía girando en torno a Minho.

Changmin lllegócasi sin aire al lugar donde su equipo de seguridad le había indicado que se encontraba hacía como 2 horas. Habría querido salir inmediatamente después de recibir la llamada, pero el hecho de que lo hayan despedido no significaba que podía irse y dejar que la empresa funcionase por obra y gracia divina. Más aún porque no sabía quién iba a reemplazarlo y además Jeon shii quería entrevistarse con él antes de continuar construyendo el caso para hundir en prisión al tío de Minho.

Changmin divisó a uno de los hombres asignados a cuidar del Kim menor fuera de un local brillante y gimió, Minho no debía tener reuniones con sus abogados, no debía ir a la empresa a supervisar a nadie, tampoco tenía que hablar con su mamá, ni mucho menos estar metido en un bar haciendo Dios sabía que, cuando tenía magulladuras y costillas rotas que cuidar para que sanaran a la perfección.

Esa vez iba a escucharlo, sí creía que no había notado su abuso sobre los analgésicos ni los tranquilizantes, estaba muy, muy equivocado, él no era ningún idiota y se lo iba a demostrar, su comportamiento suicida era intolerable. Y él solo sentía rabia e impotencia, porque dolía ver que alguien que era importante para ti no pudiese ver lo valioso y maravilloso que era para los demás. Ni cuánto es que te importaba.

Hyungg~ Te amo muchooo, aunque no seas tan alto como yo. Eres muy agradable, tan agradable y calientito aunque te guste gritarme.

—Ya, ya también yo te amo aunque seas un gran idiota. Solo trata de mantenerte erguido mientras anoto el número de tarjeta del Park, ¿Cuál dijiste que era?

Y para horror abyecto de Changmin, Minho enunció claramente el número de su tarjeta de crédito mientras puntuaba cada número con un beso torpe y cariñoso hacia el cabello, rostro, cuello y cualquier sitio que su boca alcanzará de Kyu Hyun.

Su estómago se retorció de dolor y celos. Estaba ebrio, eso era claro, aún así, eso era demasiado. Ese era otro Minho, en verdad no podía…

—¡Miren quien llego! Ya era hora bastardo, creí que no aparecerías.

La horrible voz de Cho, lo sacó de sus deprimentes pensamientos y se obligó a colocar su más grave expresión de negocios. Eso no tenía por qué ser personal, aunque deseara con intensidad tener derecho a volverlo seriamente un asunto suyo.

—Supongo que interrumpo algo.

Minho podría estar ebrio, pero no era un idiota. O eso fue lo que Kyu Hyun creía hasta que lo escucho lamentarse como un gato moribundo para después empezar a sollozar quedito contra la piel de su cuello.

Lágrimas y mocos. Jesús. Y ahora Changmin lo miraba como si quisiera destriparlo con sus propias manos y al mismo tiempo como si hubiese tenido que lanzar por el retrete a su preciado pececito dorado.

—¡Bien! Estoy tan harto de ustedes dos. Minho límpiate la cara y empieza a caminar nos vamos a casa.

Insensatos bastardos.

Minho asintió clavando más profundo un puñal en el corazón de Changmn y Kyu Hyun paso a su lado con ira contenida tirando de la mano de Minho como un niño de preescolar, ese que aún llevaba el rostro pegado al cuello de Kyu y olfateaba confuso hasta detenerse abruptamente.

—¡Oh…!

Kyu Hyun se detuvo cuando Minho lo soltó y elevo ambas cejas impresionado al verlo limpiarse los ojos. [Tan adorable] y luego  voltearse tambaleante frente a Changmin, viéndolo como un puto unicornio mágico de edición limitada detrás de un cristal de una juguetería a la que no podías soñar con entrar.

Es decir, era dulce y lamentable y Kyu estaba demasiado bebido y enojado para hacer comparaciones con un poco de sentido.

Minho extendió tentativamente su mano hacia el rostro de Changmin y en ese momento ambos sintieron que su corazón podría dejar de latir, era justo ahí, la escena conmovedora de todas las novelas románticas escritas en algún momento de la historia.

Changmin lo vio tambalearse y el aire escapó de sus pulmones cuando sus brazos rodearon su cuello. Se acurruco olisqueando con ternura toda la piel que tenía presionada contra su nariz, abrumado en la colonia que lo hacía sentir seguro, en el perfume de la persona que siempre lo protegía, aunque Minho a veces no quisiera.

Un suave ronquido rompió el mágico momento y Kyu Hyun sonrió con su teléfono filmando tal dulce encantadora escena, Minho no viviría después de ver ese video. El junior Park no había parecido a sus ojos del tipo que se sonrojaba con facilidad pero debía admitir que el color en sus mejillas lo hacía verse más suave y bonito y tan absoluta y perdidamente enamorado.

—Gracias al cielo, al fin están donde pertenecen, grandísimos par de estúpidos. En fin yo debo volver a mi trabajo, por cierto tú y Minho están vetados de este bar por siempre. Hasta luego llámenme cuando no estén ebrios y después de haberse dado un revolcón.

—Seguridad, llévenlos a un hotel —dijo despidiéndose con una sonrisita malvada dejando a un Changmin indignado rodeado de sus guardaespaldas incapaces de dejar de reír ante tal comprometedora posición.

Al final tenía que admitir que ese sujeto había tenido una buena idea, no iba a llevar a Minho en ese estado ni a su casa ni a la de sus hermanos así que se hizo con él al estilo princesa y pidió ir al Royal.

***

Minho despertó en medio de una respiración y la siguiente de forma abrupta. Parpadeó repetidamente y sus manos estrecharon la fina tela de una camisa a la que no había dejado de aferrarse durante toda la noche. Hasta que el dueño de la misma se quejó y abrió los ojos sobresaltado.

—Hola.

Su lengua se sentía pesada y estaba seguro de que estaba absolutamente horrible, podía sentir los ojos hinchados y además estaba despeinado y ojeroso. Con una mirada de reojo se dio cuenta que solo llevaba la ropa interior y una bata encima, enredado en las mantas sobre Changmin. De todas las personas, en todos los momentos, debía despertar con él cuando se sentía absolutamente destruido.

—Minho…

—No quiero soltarte —susurro muy despacio con una expresión incrédula y asustada—. Y no creo que eso esté bien.

Changmin aun se encontraba luchando por comprender porque su dulce fuente de confort y calidez estaba entrando en pánico encima de él, cuando sus oídos registraron esa voz pequeña y temerosa insinuando esa dolorosa confesión. Rápidamente ahuyento el sueño y coloco su propia mano encima de la de Minho instándolo a sujetarlo de nuevo, más fuerte y seguro.

—No lo sé, sí está bien, pero quiero intentar descubrirlo. No creo que duela más que como hemos estado actuando hasta el momento.

—Lo siento, lo siento mucho.

—Basta —gimió acariciando y levantando su rostro un poco sin soltarlo—. No más por favor, no es culpa tuya, es la vida… Y no puedes, no puedes seguir así, no te lo voy a permitir. Beber, perderte, abusar de tu medicina, no dormir, es solo evasión,  no eres alguien que use la evasión y sí esto —susurro más enérgicamente aún sujetando su rostro —. Tu y yo, es demasiado para ti, entiendo, lo entiendo. Solo no sigas haciéndote daño, por favor, porque también me duele. Se suponía que lo haría bien, se suponía que iba a hacer esto fácil, pero tú eres todo menos sencillo y está bien, eso me encanta, pero si quiero que haya algo, debe ser simple, debe ser natural, debemos quererlo y si tu no… Yo entiendo, te juro que lo hago.

—Quiero, yo quiero con tanta fuerza poder empezar algo contigo, pero tengo miedo de hacerte daño o de que salgas lastimado, aún más por mí culpa, soy problemas, mi familia solo son complicaciones que no se supone que tendrían y yo no quiero herirte.

Changmin lo miró comprensivo y acuno su rostro con dulzura, sonriendo con sabiduría.

—¿Quieres, por favor, salir conmigo?

—Sí… —respondió Minho casi con un sollozo, quería y abrazarlo y besarlo y hacerlo feliz, tan feliz pero dolía saber que siempre habría algo ahí, incluso él mismo, intentando evitar que pudiera hacerlo.

—Bueno, ese ha sido el mejor despertar que he tenido en mucho tiempo. Gracias Minho —dijo besando su nariz con cariño —. También yo quiero y me temo que el sufrimiento es constante en las vidas de todas las personas, nada de lo que tú hagas o yo haga va a evitarlo, pero por lo menos podemos dejar de evitar lo inevitable y esforzarnos paso a paso en construir la vida que queremos, para los dos… si tu quieres…

Minho sacudió afirmativamente la cabeza un par de veces y sonrió, de verdad, por primera vez en semanas recibiendo en recompensa una sonrisa dulce y aliviada, incluso un poco maniática por parte de Changmin.

—Al fin… —suspiró entrecortadamente recargando su frente contra la de Minho, antes de dejarse caer de nuevo a la cama con el pecho ligero.

Al fin…

Pensó Minho enterrando el rostro contra su clavícula sin dejar de sonreír.


Continuará.


Al fin!! apuesto que es lo que piensan todas ustedes lol Feliz CMH day!!! ;D 

7 comentarios:

  1. Ya era hora pobre de mi ranita a sufrido mucho ahora solo espero que salgan a delante ambos..sin duda hermoso capítulo muchas gracias por compartirnos tan hermoso fic . Esperare con ancias nuevas actus asd ♥

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  2. Y.Y capo al fin!!! Despues de tanto tiempo de espera *A* al fin juntos ya era ahora esos dos eran indesisos :s waaa gracias por seguirlo :3 <3

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  3. MIERDA!! AL FIN NUEVO CAP! Siento que pasaron decadas pero bueno, DIOS! odio al tio de mierda, a pesar del drama anhelaba un poquito mas de YS♥ meloso en el cap, pero pronto vendra ¿cierto? JAJAJAJAJJA ame a In Wha contandole emocionado que ya no tiene un papi de chocolate sino uno de verdad! Tan hermoso. ODIO A LA VIEJA PARK, fin. Osea, maldita de verdad la odio :C

    Reina gracias por el Cap!!! Estare al pendiente de la nueva Actu! Sigue asi, me encanta como va el Fic. ANIMOS!

    Tina♥

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  4. Waaaaa vengo viendo que has actualizado que horror del mio.... pobre Minho como sufrio cuando pequeño al menos ya tiene su consuelo ●﹏● me encantó la parte de la tarjeta de credito eso di debe dar miedo q sepan u cuenta xd

    Me encanto q actualizaras pero digo esperando Minie & Mino de tods quiero esa

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  5. AL FIIIIIIIIIIIN!!!!! AL FIN CON UN CARAJOOOO!!!!! CMH DA RIAL!! Tanto que demoraron estos estúpidos! Si todos sabían que se aman y se amarán con pasión y locura de por vidaaaa!!!!
    No sé por qué no había visto esto antes?! Debiste haber escuchado el grito que si cuando vi el link de este capítulo XD Muchisisisimas gracias por seguir actualizando uno de mis fics favoritos♡ como siempre, estaré esperando actualización ♡♡♡

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  6. yo recién me entero que hubo capo T-T
    omg swear god q tenía la misma actitud q kyu xDDDD esos dos necesitaban hablar urgentemente dejandose d tapar el miedo q sentian d no poder iniciar una relación...supongo q la espera fue recompensada...es decir minho no ha tenido una vida facil, y ha crecido con la creencia d tener q mendigar y ser perfecto para ser querido o al menos para q él se sienta así T-T

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  7. owww El ChangMinho por fin lo acepta! Es perfecto... espero todo se de.
    Continuación por favor!!! ♥

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