Capítulo
12: Después de la tormenta…
Despliega
tus alas y despega hacia el cielo
Antes
de quemarte, conviértete en el sol
Sopla
viento, guíame en el cielo
Antes
de que desaparezcas por completo.
Oasis-Gackt.
---
Yunho abrió las ventanas de la suite de lujo
en la que él y Jaejoong habían terminado después de su pequeño incidente en la
empresa. No pudo evitar reírse al imaginar la cara de Changmin, lo sentía por
Minho pero en realidad fue muy divertido.
—No puedo creerlo, voy a tomar una ducha ¿y te
vuelves loco? —pregunto Jaejoong envuelto en una bata que lo hacía verse
pachoncito, mientras secaba su cabello distraídamente con una toalla más pequeña.
—En realidad, —dijo Yunho señalándolo con un
dedo mientras apreciaba su aspecto—Tienes un punto ahí…—murmuro arrojándose a
la cama con la camisa a medio cerrar mientras Boo caía a su lado y lo besaba
cuidadoso, como si fuera la primera vez y no sabía si estaba tibio, frío o
caliente. Riéndose cuando Yunho lo hizo.
—Bien ¿Cuál crees que sea el mejor sitio para
el restaurante? Me encanto el que está a orillas de esa pequeña laguna y el
parque.
***
—Dios mío Yoochunie, estoy agotado. Ahora toda
la empresa cree que nuestra vida es una vulgar novela romántica —exclamo Junsu
ligeramente divertido. A la mitad de los empleados en realidad no les había
importado, eran sus vidas, mientras les
pagaran no les molestaba. La otra mitad solo creía que eran la encarnación del
amor y el romance; y se había auto proclamado su club de defensores. ¿Cómo rayos
había sucedido eso?
Yoochun soltó una risita baja y negó
entretenido.
—Al menos no debemos preocuparnos por la
discreción, o por la prensa. Estoy un poco asustado de esa mujer mayor y lo que
tú amiga, Mina, van a hacerle a los periodistas —Junsu soltó una de sus
peculiares carcajadas y negó para sí.
Mina estaba encantada con que fuese el boy toy de Yoochun. ¿Acaso no había escuchada nada de nada? Es
decir, tenían algo aunque no sabía muy bien como catalogarlo.
— ¿Vamos a tu casa Chunie?
—Sí, mi papá e In Hwan están esperando por
nosotros con la cena, les dije que pidieran comida china —explicó con una
sonrisa pícara que Junsu encontró entrañable.
—Se te parece mucho.
— ¿Quién?
—In Hwan —dijo sonriéndole con dulzura —Siempre
había imaginado en que se te parecería, a veces pensaba, “esto o aquello…” debe
ser de Yoochun… Y me hacía feliz imaginarlo… —Yoochun se detuvo fuera de su
edificio y apago el motor antes de entrar al estacionamiento. Necesitaba dejar
algo claro.
—¿Quieres salir conmigo?
—¿Qué? —pregunto Junsu soltando una risita
sorprendida. Yoochun se veía precioso avergonzado.
—Síí, ya sabes… ¿Cómo en citas y todo eso? Es
decir, no somos niños así que hacer cosas sin poder nombrarlas es problemático.
Aunque seamos realistas, ese niño, Kevin. Es aterrador. Tiene planes muy
específicos para conquistar a mi hijo con solo 6 años encima, por lo que esto
está resultando muy patético —dijo azorado escondiendo el rostro contra el
volante.
—Yo creí que ya estábamos en la etapa de las
citas.
Yoochun volteo a mirarlo con seriedad y Junsu
solo sonrió como un gato inclinándose a una velocidad media, dándole tiempo a
elegir si quería o no ese beso sencillo y casto que le dio en la boca.
—Siempre me pregunte como te verías después de
un beso así.
Yoochun deslizo la mano por su rostro y la
coloco en su nuca jugando diestramente con el cabello de la zona. Sonrió y se inclinó
contra Junsu saboreando la piel de sus labios con una sensualidad abrasadora y
una ternura encantadora. Lentamente atrapo el labio superior entre los propios
y después beso la comisura de la boca. Junsu suspiro abrumado y le sonrió con
la mirada brillante. Le dio un último beso más prolongado y tierno y después se
apartó bajando apenado del automóvil.
Junsu se sentía como un chiquillo otra vez. El
aire nocturno solo lo hizo más consciente de las reacciones de su cuerpo y de
los innegables síntomas de enamoramiento en él. Yoochun lo seguía de cerca y si
la sonrisa en su rostro quería decir algo ambos estaban en el mismo camino.
***
Compartir cualquier clase de espacio con él
era agobiante, tan incómodo. Era un experto en volver las cosas estresantes y
angustiosas.
—Lo siento.
Changmin despego el rostro del vidrio volteando
a mirar a Minho con curiosidad, mientras deslizaba los dedos sobre el volante,
detenidos en medio del tráfico.
—Siento todo lo que sea que te haga sentir,
que te obliga a tratarme del modo en que lo haces. Quiero que sepas que si
pudiera evitarlo, con gusto lo haría, yo soy quien menos desea que te hayas
visto inmiscuido en todo esto.
Changmin lo miro con los ojos bien abiertos y
los labios ligeramente separados en una mueca de total incredulidad.
—¿Quieres callarte? No te disculpes por lo que
me haces sentir cuando ni si quiera comprendes lo que tu sientes, en lugar de
perder el tiempo pensando estupideces ¿por qué mejor no te duermes? Aún nos
queda como una hora de camino.
—Ahí vas de nuevo, si no te entiendo es
precisamente por lo cerrado, terco y bruto que eres.
—¡HA! Ahora yo soy el del problema, ¿Quién es
el que tiene las hormonas descontroladas? A veces me tratas como un viejo y
ahora me estas gritando como si fuera un mocoso, ni si quiera mi madre tiene
cambios de temperamento tan radicales —gruño dando un volantazo al ver espacio
para cortar camino por una calle fuera de la avenida principal.
—Yo no tengo las hormonas descontroladas.
—Por supuesto que si —dijo parando
abruptamente frente a una heladería—. Y tu aspecto envía señales confusas,
físicamente exudas seriedad y frialdad, pero tienes todo este revoltijo
emocional saltando de un lado a otro dentro que ante la más mínima provocación
o eres ridículamente servicial, infantil e ingenuo o después te conviertes en
hulk y quieres matar a todo el mundo. ¿Cómo mierda esperas que alguien te siga
el hilo? Yoochun puede encontrarte adorable y Yunho encantador ¡pero yo no te
entiendo!
—¡Pues yo tampoco! El 95% del tiempo no sé cómo
se supone que debo actuar frente a ti, todo el tiempo tienes esta expresión
ridículamente imperturbable que cambia solo cuando estás molesto, ¿Se supone
que debo inventar un nuevo idioma para poder comunicarme contigo? Siempre estás
tan preocupado por todo a tu alrededor, pareces un robot que no piensa en sí
mismo.
—¡Y de entre todas las personas eres tú el que
me lo dice! Dicen que lo que te choca, te checa así que empieza tu propio
análisis introspectivo. ¿Por qué te importa además? Ni si quiera quieres trabajar
para mí.
—¡Pero es porque no me dejas!
¡AHHHHHH!
Minho cerró abruptamente la boca al ver al
menor de los Park estampar violentamente la cabeza contra el volante murmurando
un montón de maldiciones.
—Necesito un helado —gimoteo sobándose la frente
al bajar del auto.
—Quiero crepas —dijo Minho obligando a
Changmin a inclinarse sobre la puerta para mirarlo aun molesto—. Y también un
hot dog monstruo*.
Finalizó cruzándose de brazos, cohibido, pero
con una expresión desafiante. Changmin no entendía lo contradictorio que era su
lenguaje corporal con la de sandeces que salían de su boca.
—Bien.
—Y Tokbokki también compra Tokbokki
—aseveró con cierta ansiedad mientras Changmin volvía a perder la paciencia.
—¡BIEN! —grito cerrando de un
portazo sin poder evitar reírse una vez entro a la heladería y el que se había
estado rebanando los sesos la ultima hora y media para invitarlo a cenar. Ahora
cada que quisiera algo solo tenía que empezar a pelear con él.
*es, como su nombre lo indica esa monstruosidad
cubierta con papas fritas deliciosas
encima *E*
***
—¿Para qué nos citó tu papá en el departamento
de Yoochun? —pregunto Jaejoong en medio de un bostezo, alegrándose al ver el
edificio a tan solo unas calles de donde iban en el auto.
—Probablemente solo quiere notificarnos algo
—dijo Yunho encogiéndose de hombros con sencillez.
—Eres un pésimo mentiroso.
—Oh, entonces supiste siempre que me gustabas
¿y por eso te la pasabas provocándome? —inquirió arqueando las cejas divertido,
sintiendo además una calidez agradable deslizarse por todo su cuerpo al ver a
Jaejoong tan relajado a su lado. El golpe que había recibido de su tío ya se
había desinflamado y no podía decir cuánto le alegraba que no hubiese sido nada
más grave.
La suave risa de Boo lo trajo de nuevo a
terrenos más agradables, pero no dignifico su pregunta con una respuesta,
simplemente lo miro como si quisiera quitarle los pantalones con la boca. Otra
vez.
Yunho negó para sí más interesado de lo que
debería, tomando en cuenta que estaba conduciendo, e ingreso al estacionamiento
del edificio sin decir nada más, prefería que los Kim escucharan de su padre lo
que les había estado preocupando.
—Al parecer solo faltamos nosotros dos…—dijo
Jae señalando los autos de Yoochun y Changmin al bajar y colocarse unos lentes
oscuros.
—Mejor, así no tendremos que lidiar con
ambientes “tensos” —dijo Yunho medio en serio medio en broma mirando frente al elevador dos siluetas que
conocía bastante bien.
—¡Hola chicos! —Llamo Yunho ignorando el
estremecimiento que recorrió a Minho y Changmin mientras se abrían las puertas
del ascensor—. ¿Los entretuvo el tráfico?
—Y la cena —aclaró Changmin empujando suavemente
a Minho hacia las escaleras del edificio mientras sentía que empezaba a
azorarse—. Nos vemos arriba, nos sentara mejor para todo lo que acabamos de
comer.
—Changmin shii lo necesita, se comió 5 hotdogs
monstruos —susurro Minho apresurado mirando cualquier lugar menos el rostro
perplejo de Yunho y la sonrisita sardónica de Jaejoong mientras tiraba con
ambas manos de la manga de Changmin quien solo asintió con una risita tensa y
cedió al tirón de Minho sujetándolo del brazo al llegar a su altura y prácticamente
volar por el pasillo hacia las escaleras.
—Lo bueno es que nos evitaríamos momentos
“tensos”—dijo Jaejoong soltado una aguda carcajada mientras empujaba a un Yunho pasmado dentro del elevador.
***
—¡Y es suped bonitaaa delfin! Así de gande —exclamo abriendo sus manitas
intentando explicar el tamaño del regalo de su abuelito. El señor Park había
dicho expresamente que solo podía llamarlo abuelito. In Hwan nunca había tenido
uno, pero era la cosa más emocionante del universo, le daba dulces y juguetes y
cuando dijo que se haría mayor rápido para poder comprar una casa bonita como
la de Chunie para su appa y sus tíos él se había reído y lo había llevado al
parque y luego conocieron todos los otros pisos del edificiote de Yoochun y
justo el de arriba era el que su abuelito había comprado para él. Le dijo que
era lo que los abuelitos hacían e In Hwan chillo tan agudamente como su voz
podía hasta ese momento.
—Y además vividemos cedca de Chunie y del
padque de allá —dijo señalando confundido hacia donde él creía que estaba el
parque mientras Junsu no salía de su estupefacción.
Una casa. El señor Park les había comprado un
apartamento. Bueno, técnicamente solo a In hwan pero ¿qué?
Yoochun por su parte tampoco salía de su
asombro, ¿el edificio de arriba? ¿En serio? No mentiría. Era maravilloso, pero
espeluznante su padre era bastante controlador. Él pensó que había comprado el
apartamento en otra zona, no que deliberadamente los había vuelto vecinos.
—No entiendo… —dijo Junsu levantando a su hijo
en brazos quien guardo silencio al ver la mueca extraña en el rostro de su
papi.
—Siéntate muchacho, solo necesito que el resto
de mis hijos y tus hermanos también estén aquí para que escuchen.
Junsu
asintió y miró acusadoramente a Yoochun quien solo se encogió de hombros
cohibido, tenían muy buenos argumentos a
su favor. Como si hubiesen sido invocados Changmin y Minho entraron al
apartamento agitados seguidos muy de cerca por Jaejoong y Yunho.
—Hola, perdón por la demora, cena —dijo
Changmin como si tuviera 3 jalando un banco de la barra que daba a la cocina de
Yoochun para ir a sentarse junto a su padre quien había elegido el sofá pequeño
que daba hacia la ventana y le otorgaba cierto aire intimidante. Minho
compartió una rápida mirada con Junsu quien solo se encogió de hombros incómodo
y entonces Minho prefirió mandarle besos a su sobrino, los agobios emocionales
de sus hermanos eran cosa suya, él ya tenía demasiados.
—Nosotros estuvimos mirando locales para el
restaurante de Jae Boo —explicó Yunho sentándose junto a él en el sofá de 2
plazas. Si todos notaron el mote cariñoso, definitivamente preferían no decir
nada al respecto.
—Bueno me alegra que ya estemos todos aquí. In
Hwan quiere decirle algo a sus tíos ¿cierto? —preguntó Bae Soo a su nieto quien
rio con tanta ternura que todos los ahí presentes contuvieron un suspiro
encantado.
—¡Sí! ¡Abuelito chan me dio una casa! ¡Vimos a
vivid encima de Chunie!
Yunho y Changmin se rieron complacidos de la
cara de estupefacción de Jae y Minho mientras Junsu fruncía el ceño al parecer
bastante incómodo.
—¿Pod qué no están felices? —pregunto In Hwan
con el ceño fruncido hacia su papá y sus tíos.
—Es solo que no es tan sencillo corazón, hay
cosas de adultos que tienen que hablarse antes de hacer ese tipo de regalos
—dijo Minho apaciguador, aunque no sirvió de mucho si la carita de In Hwan
quería decir algo.
—Los adultos son idiotas gigantes.
—¡Kim In Hwan! —gruñeron con voz calmada pero
que indicaba serios problemas, Jaejoong y Junsu a la vez. In Hwan se achicó y
empezó a morderse los labios con los ojitos acuosos.
—Ven aquí guapo, no tienes que ponerte así
—dijo Minho extendiendo los brazos hacia su pequeño sobrino ganándose un bufido
poco elegante de Junsu al dárselo y una mirada de disculpa por parte de Yoochun, sí, Junsu era
de miedo cuando se lo proponía.
—No lo confundas Minho, tiene que entender que
hay cosas que puede y no puede decir o cuando sea mayor será igual que tú
—reprendió Jaejoong ganándose el dedo
medio por parte de Minho en un arrebato de sobre protección.
—¿En serio Jae
Boo? —cuestionó Minho incrédulo mientras Yunho se miraba entretenido los
zapatos.
—Ok muchachos eso es suficiente,
tranquilícense por favor. Solo tienen que escucharnos —dijo Bae So mientras
Changmin se reía como hiena de su hermano mayor, vaya cosa entretenida.
—Digamos que pude haberme excedido un poco con
el regalo de In Hwan, pero no me arrepiento y en realidad no es tan importante,
será mejor para todos después del arreglo al que lleguemos esta noche. Yunho
por favor… —dijo haciendo un gesto hacia su hijo mayor para que empezara a
explicar la situación mientras se ponía de pie y se acercaba a su nieto.
—Vamos In Hwan, acompáñame a ver la televisión
a la habitación de Chunie —Minho le sonrió y lo dejo ir, suspirando al escuchar
a Yunho.
—Ciertamente el incidente con su tío nos ha
hecho observar el panorama de manera más amplia, para nadie es un secreto que
es un delincuente y eso los pone a ustedes en peligro. Ya sabemos que Minho es
muy capaz de darle una golpiza, pero eso en realidad nos inquieta aún más.
—Esta carta la recibió mi madre hace unos
días. Al parecer su pariente no piensa dejar las cosas tranquilas en lo
absoluto —interrumpió Changmin mostrándole la nota a Yoochun quien frunció el
ceño antes de pasarla al resto de los ahí presentes.
—Lo mío con Junsu ¿ha sido su primera
advertencia? —pregunto mirando la creciente incomodidad en Junsu y también en
sus hermanos.
—Al parecer —respondió Changmin encogiéndose
de hombros estoicamente. Cabrón confiado. Pensaron a la vez Yunho y Yoochun.
—La cuestión es, que por obvias razones —dijo
Yunho mirando hacia donde In Hwan había desaparecido—, hemos decidido tomar
ciertas medidas para salvaguardar nuestra y su integridad física y mental.
También sabemos que son muy tercos, así que el único modo de protegerlos es
teniéndolos lo más cerca que podamos de nosotros, no sabíamos que iban a estar tan cerca, pero papá es bastante
inteligente en cuanto a cuestiones tácticas así que ser vecinos de Yoochun en
realidad es lo mejor para el equipo de seguridad.
—¿Cuál equipo de seguridad? —pregunto Junsu
visiblemente agobiado mientras Jaejoong se deshacía de los lentes y empezaba a
masajearse la frente con molestia.
—El que nos protegerá a mis hermanos y a mí
—declaró Yoochun con tacto—. Y por ende a ustedes también.
—¿Saben lo invasivo que es eso? —dijo Minho un
poco insultado.
—¿Sabes lo aterrador que fue mirarte amenazar
de muerte a tu tío? —Preguntó Changmin mirándolo con reserva —. No porque no se
lo mereciese, sino por el hecho de lucir como un condenado a la horca. Tú no
dudas en lo absoluto sobre poner una bala en su cráneo si la situación así lo
requiere, nadie aquí es un idiota y estamos bastante acostumbrados a lidiar con
gente así, porque “hola, millonarios” —dijo señalándose a sí mismo y a sus
hermanos, como si eso lo explicase todo y… en realidad lo hacía.
—Yo pase más noches en prisión de lo que lo
hice en casa cuando era más joven —dijo Yoochun como quien habla del clima.
—Lo sabía —gruño Changmin mirando molesto a su
hermano.
—Han intentado matarme al menos una docena de
veces desde que puedo recordar —aporto Yunho encogiéndose de hombros sin darse
por aludido. Minho miró a Changmin y este último rodo los ojos con fastidio.
—Me han intentado secuestrar por lo menos unas
10 veces, pero tengo permiso para portar un arma y disparar en caso de
necesitarlo, no como un par de idiotas que se embriagaban en lugar de
aprovechar sus clases de tiro.
—Oh, deja de querer impresionarlo hermanito.
—Yo no quiero impresionar a nadie —farfulló
por lo bajo mirando tímido hacia el suelo. Yoochun rio y Yunho continuo su
monologo mientras Minho miraba de reojo la reacción de Changmin.
—Bueno, la cuestión es esa, necesitamos estar
seguros de que ningún incidente como el del aniversario se vuelva a repetir. Sé
que suena escandaloso pero en realidad ni Changmin ni yo solemos tener muchos
compromisos fuera de la empresa o nuestra casa, tanto Junsu como Minho ahora
que Hankyung ha regresado de China, tienen trabajo de oficina y en última
instancia quienes necesitaran mayormente a los guardias para realizar todas sus
ocupaciones serán Yoochun y Jaejoong.
Tendremos a 20 hombres disponibles 24/7 y la
reunión con ellos será el próximo lunes. Los encargados de todo el equipo serán
los mexicanos intimidantes que estaban comisionados de la planta baja del
edificio principal. Al parecer han tenido formación con diversos organismos
internacionales y son aptos para desempeñar el trabajo, además de ser
intimidantes claro. No es muy común ver hombres como ellos por las calles y
además están casi seguros que In Hwan va a terminar siendo parte de su familia
gracias a Kevin. Así que en realidad es un buen acuerdo. ¿Hay algo que crean
que debamos considerar?
—Su madre, no será feliz Yunho —dijo Jaejoong
como quien no quiere la cosa.
—Mi madre será asunto de mi padre, trataremos
que su molestia se mantenga bajo control, solo traten de sobrellevarla —pidió
Changmin en voz neutra.
—Pagaremos el departamento. —intervino Junsu incómodo
con el hecho de aceptar un obsequió así como así —. Si viviremos aquí y habrá
gente cuidándonos todo el tiempo, nosotros pagaremos el sitio en el que
viviremos.
—Pero Junsu…
—Por favor no nos insulten Yoochun, no
necesitamos un motivo para que tu madre y todo el que esté dispuesto a
escucharla en verdad crea que somos unos vividores oportunistas. Minho hará un
contrato y pagaremos cada semana una cuota para la adquisición de la propiedad.
¿Estamos claros?
Los Park suspiraron pero al final terminaron
asintiendo.
—Bueno… —dijo sonriendo con travesura—.Yo quiero
la habitación con el balcón —dijo poniéndose de pie de un salto intentando
llegar a la puerta, de no ser por el tirón que Minho le dio de la ropa y la
zancadilla que Jaejoong le metió devolviéndolo bruscamente al sillón en el que
había estado sentado . Yoochun se rio del puchero de Junsu viendo a Minho
saltar del sofá como todo un atleta y empujar a Jaejoong contra Yunho cuando
paso por su lado, llegando a la puerta con una sonrisa triunfante.
—¡La habitación con el balcón es mía
perdedores! —grito sacándoles la lengua antes de salir corriendo por el
pasillo.
—¡¡Eso es trampa Minho!! —grito Jaejoong obligando a Yunho a levantarse pues Junsu le
había caído encima cuando quiso ir tras su hermano menor.
—Yunie si esa habitación no es mía, no habrá
más delicias para ti —dijo Jaejoong sacando un gemido azorado de los otros
tres. Yoochun y Changmin compartieron una rápida mirada y corrieron tras Yunho para evitar que
consiguiera la habitación para Jaejoong, no necesitaban esa clase de imágenes
mentales de su hermano y al parecer su cuñado. Gracias.
—¡Yunho shii bájame! —se escuchó el grito
entrecortado por las risas de Minho quien había sido alcanzado y atacado con
cosquillas. Changmin corrió más rápido y alcanzo a tirar de las piernas de
Yunho cuando iba a subir las escaleras con un Minho riendo entrecortadamente
sentado en uno de los descansos.
—Changmin eres una bestia.
—Cállate no fui yo el que se lo monto en un almacén.
¡Joder un almacén!
Yoochun los paso corriendo y Junsu salió del
apartamento riendo agitado
—¡Chunieeee consigue esa habitación para mí!
—lo animo Junsu mientras Yunho le aventaba un zapato a Yoochun haciéndolo
tropezar con un jarrón decorativo y Minho volvía a ponerse a la cabeza mientras
Changmin se abalanzaba sobre la espalda de Yunho y tiraba del cabello de
Yoochun.
—¡Juró por dios Kim que si no ganas esa
estúpida habitación voy a despedirte! —grito antes de que Junsu y Jaejoong lo
pisaran en su camino hacia el otro piso, liberando a sus hermanos en el proceso
mientras todos corrían en estampida rumbo a la puerta que Minho dejo abierta al
entrar corriendo al apartamento.
—¡Minho eso no se vale! —gruño Junsu entrando
después que él a la habitación que quería.
—¡Pequeño mocoso tramposo! —grito Jaejoong
entrando a trompicones a la habitación en la que Minho los esperaba riéndose a
carcajadas.
—¡¡No me importa, no me importa ajushis!! —grito
bailando en medio de la alcoba mientras Changmin aplaudía escandalosamente a
espaldas de sus hermanos. Minho se le acerco y levanto su mano chocando 5 con
Changmin.
—Eso fue totalmente badass.
—¡Ay sí! ¡Ay sí, ya dense un beso! —dijo
Yoochun enfurruñado aventando a Changmin contra Minho mientras se sobaba la
cabeza, retorciéndose de risa internamente al verlos mirarse avergonzados y
después desviar la mirada incomodos. Tan obvios—. Si me quedo calvo
prematuramente te cortare las bolas Changmin.
—¿Cuáles bolas Chunie? —pregunto la vocecita
inocente de In Hwan.
Todos se miraron a la cara con distintos grados
de seriedad y estallaron en risas histéricas mientras Yoochun no sabía en dónde
meter la cabeza para dejar de recibir esa mirada aterradora de su papá.
—No es nada in hwan.
—Oh yo pensé que estabas hablando de sus testítuclos.
—¡OH POR DIOS! —grito Yunho antes de
desparramarse contra la pared sin poder contener sus risas escandalosas,
Changmin cayó al piso junto a Minho y Jaejoong corrió al baño o de lo contrario
iban a tener otra cosa de que burlarse
mientras Junsu se escondía en el hombro de Yoochun riendo hasta las lágrimas.
—Bueno Yoochun creo que a partir de ahora serás
el señor testítuclo, vamos a llamar
por una pizza In Hwan —sentenció el señor Park riendo despacito, feliz de ver a
sus hijos tan felices en compañía de esos muchachos. Ojala Han Mi también pudiera
verlo.
***
Changmin llego a primera hora de la
mañana a la oficina y se sorprendió al
ver que Minho ya estaba ahí, mirando absorto la agenda electrónica que el
propio Changmin manejaba, era su itinerario y pensó que sería una buena idea
permitir que Minho empezara a manejarlo, después de todo no podía seguir comportándose
de manera orgullosa e irresponsable, no que fuese a reconocerlo en voz alta en
algún momento pronto. De hecho prefería no hacerlo nunca. Dicen que las cosas
no se dicen, se hacen y que las acciones
son las que las dicen entonces. O alguna mierda filosófica parecida.
—Buenos días.
—Buenos días Changmin shii, en su escritorio está
el contrato por la adquisición del apartamento firmado por mis hermanos y por
mí. En cuanto lo firme todo quedara en orden.
—Hablando de eso, toma… —murmuro sacando un
sobre color manila del bolsillo interno de su saco colocándolo frente a Minho,
quien lo observo confuso.
—Es el dinero que gastaste en nuestra fianza.
Minho abrió los ojos sorprendido y negó
efusivamente regresándole el sobre.
—No es necesario, Yoochun shii lo ha
depositado junto con mi sueldo de este mes.
—oh vaya…eso es…bueno… —murmuro dirigiéndose a
su escritorio, botando el sobre descuidadamente a la papelera de basura después
de unos instantes de sostenerlo como si lo hubiese ofendido personalmente.
—¡Changmin shii! ¡No tire el dinero! —grito
sacando el sobre del bote.
—¿Por qué? —gruño esperando que su computadora
iniciase, firmando distraídamente el contrato del apartamento, en ese instante
podría estarle dando todas las propiedades que tenía en Corea a su nombre y fue
totalmente desalentador darse cuenta que no le importaba para nada siempre y
cuando se tratara de él, aunque precisamente por ser él, sabía que no sería
capaz jamás de un truco tan bajo.
—Porque el dinero no crece en los árboles por
amor a dios ¿Cuántos años tiene?, solo podría donarlo si es que no lo quiere.
Además si no quería que su hermano se le adelantara entonces no debió darle
prioridad a sus berrinches.
—Genial, porque por supuesto pensar en cómo
cuidar de mi familia y la tuya no es suficientemente importante para ti —dijo antes
de poder morderse la lengua, definitivamente no volteando a ver a Minho, quien
trituro sin querer el sobre entre sus manos.
—Lo siento… Yo no quise, perdón —murmuro
colocando el sobre cuidadosamente sobre el escritorio—. Aun así gracias —dijo inclinándose rápidamente
para darle un beso en la mejilla antes de ponerse de nuevo en plan operativo,
ignorando la punzada de ternura que sintió en el pecho aunque no sabía muy bien
porque—. Los organizadores del evento
Neiges han enviado la invitación y solicitan saber el nombre de su acompañante.
¿A nombre de quien la rotulo? —Preguntó esperando una reacción que no llego a sus
ojos, porque Changmin era muy bueno en tener ataques de pánico-jubilo-ansiedad,
internos. Le había dado un beso. En agradecimiento. ¡LO BESO!
—Kim Minho —dijo respondiendo con tono
práctico—. Programa una visita a la tienda de trajes para mañana y cancela
todas mis reuniones del día del evento, quiero
que estés en mi casa ese día a las 4 de la tarde y confirma nuestra asistencia
a la inauguración del Luxemburgo, de algún modo aún tenemos pendiente esa
reunión con Cho Kyuhyun, y Choi Siwon. No creo que mis hermanos recuerden
hacerlo.
—Por supuesto —respondió atontado escribiendo
Park Changmin y Kim Minho en la invitación para Neiges sintiéndose aturdido.
—¿Tienes ocupadas las tardes de los martes y
el jueves?
—No… —respondió tentativamente mientras Changmin
asentía empezando a teclear furiosamente en su computadora.
—Muy bien abre un espacio de 4 a 6 en esas
fechas hasta el viaje a Nueva York para la pasarela anual petal de Heechul. Te
indicare ir llenando los espacios sobre la marcha. Para empezar necesito que
saques una cita al sitio que estoy enviándote por correo para el martes. —Minho
volvió a asentir y empezó a trabajar ignorando el correo hasta horas más tarde
preguntándose: ¿que iban a hacer a un centro de tiro? —. Y busca alguna
asociación a la que podamos ir a dejar este dinero —dijo levantando el sobre—.
El día jueves.
—Claro —dijo con expresión azorada,
complaciendo como un niño a Changmin tras su reacción.
—Muy bien, ahora vamos a esa junta con los
accionistas.
—Por supuesto señor.
—Dime Changmin por dios, acabas de besarme.
Oh, cristo esa expresión llena de vergüenza y
arrepentimiento el menor de los Park no la olvidaría nunca.
***
Junsu sorbió del helado de chocolate que había
comprado para su hijo y que dejo olvidado con la finalidad de ir a los juegos
del parque. Se había escapado a la hora de la comida y en medido de todo eso se
sentía como si su vida fuese perfecta.
Sin los recuerdos de su tío, ni las decisiones
egoístas sobre su vida y la de sus hermanos, con In Hwan siendo feliz y teniendo
al padre que complementaba con sus atenciones lo que su hijo se merecía, todo
pareciese ir bien y aun así temía que lo peor todavía no ocurría.
—Junsu, ¿estás bien?
El aludido salto y se dio la vuelta para ver a
Kevin en los hombros de su padre. Retorciéndose apresurado al oír las risas de
In Hwan y el resto de los niños divirtiéndose en los juegos.
— Si, me has asustado un poco pero todo está
bien.
—Disculpa no era mi intención este niño a
penas escucho decir a tu hermano que viniste al parque con In Hwan se puso como
una mula para que lo trajera también, no lo ha visto mucho últimamente.
—No te preocupes, hola Kev, ¿Cómo has estado?
—Hola, estoy bien Junsu shii, voy con In Hwan.
Junsu le sonrió y asintió viéndolo correr
apresurado hacia las escaleras de madera que conducían al puente colgante. Una
mueca dulce deformo su expresión seria al escuchar el grito imposiblemente
ruidoso que produjo su niño al ver a Kevin. Después vio una nube de polvo
levantarse cuando le cayó encima con uno de sus famosos y asfixiantes abrazos y
negó un poco sorprendido de que Kevin lo mantuviera apretado a él como un
gatito.
—Tú hijo es bastante expresivo con In Hwan a
pesar de verse tan serio siempre. ¿Tengo que preocuparme por los planes tan
elaborados de matrimonio que tiene?
—¿No? —Ed suspiro y se rio avergonzado con un
encogimiento de hombros —. Pero posiblemente es más serio de lo que crees,
dibujo una mansión en la Luna para cuando se case con In Hwan, con muchos
detalles. Fue adorable, te lo juro, no dejo de hablar de ello hasta que se
quedó dormido.
—Yo no quise hacerle caso a Yoochun cuando me
dijo que tú hijo lo odia un poco por acaparar el tiempo de In Hwan.
Eduardo soltó una carcajada estruendosa y lo
palmeo con fuerza en la espalda.
—Oh dios, menudo rollo se traen mi hijo y el
jefe, deberías verlos juntos. Aunque, también deberías darte cuenta como lucen,
tú y el, juntos. Hay como fuegos artificiales en sus ojos cuando se miran.
Junsu se rio sintiéndose avergonzado,
escondiendo el rostro entre sus manos.
—Como en una novela romántica. Dios, mi vida
es un drama, no sé porque empecé a balbucear sobre ello en la reunión que
tuvimos con el personal.
—Lucías tan nervioso compadre, yo no me
esperaba oír eso sobre las luces de colores.
Junsu lo miro y sintió el calor corriendo a su
rostro. Estaba tan azorado, aunque eso no evito que su peculiar risa rebotara
estridente a su alrededor.
Y luego un flash lo cegó.
Seguido de uno más y otro y otro.
—Junsu mejor será que vayas por In Hwan.
Ver al mexicano intimidante erguido en toda su
altura observando a ese grupo de periodistas acercárseles como si fueran lo que
desayunara todos los días lo hizo sentir bastante nervioso.
—¿Qué está pasando?
—No lo sé, pero no creo que sea nada bueno.
Llamare a los muchachos.
Junsu volteo a mirarlo con sorpresa y luego el
peso de sus palabras se asentó lentamente en su conciencia.
—¿Yoochun te mando?
Ed tuvo la decencia de verse apenado pero
asintió volviendo a su papel de trabajo con rápida eficiencia. Junsu apretó los
labios hasta que se volvieron una fina línea que demostraba su disgusto y
avanzo a zancadas hasta In Hwan a quien tomo en brazos mientras Kevin se
sostenía curioso de su mano.
Cuando los “muchachos” llegaron por ellos en
un auto con los vidrios polarizados, los periodistas se habían acercado cada
vez más a ellos y no dejaban de lanzar preguntas sobre él, Minho, Jaejoong y su
relación con los Park, así como flashes invasivos que estaban asustando a In
Hwan e incomodaban a Kevin.
Ed lo empujo entre el grupo de personas que lo
rodearon y rápidamente lo metió al auto, espantando a los periodistas con
amenazas contundentes sobre demandas y otras tantas, sobre daño permanente a su
integridad física.
De regreso a la compañía Junsu iba más
inquieto y furioso que cuando salió de ella, pero sobre todo preocupado por los
sollozos asustados de In Hwan entre sus brazos. Su hijo no era tímido pero el
comportamiento de los periodistas, abrasivo y falto de tacto lo habían
sobrepasado. Sí era eso a lo que lo exponía por salir con un Park, necesitaba
reconsiderarlo. No importaba que Yoochun fuera también el padre de In Hwan, su
niño merecía una vida normal y sana.
Con ello en mente acuno a In Hwan contra su
cuerpo. Su hijo no sería el blanco de las habladurías de un montón de
socialités frívolos ni tampoco de su tío.
***
Yoochun no sabía cómo es que habían terminado
así.
—¡Ni In Hwan ni yo somos tus cosas! ¡No somos
objetos! ¡Ni tampoco mascotas!
—¡Por eso es exactamente que tienen que ser
protegidos!
—Gracias, ¿Pero no crees que después de una
vida ya es demasiado tarde para las precauciones? Rodearnos de guardaespaldas
solo nos hará más evidentes. ¡In Hwan no se merece ser el chisme de víboras sin
escrúpulos!
—¡Disculpa por ser consciente de quien soy y
lo que la vida de mi hijo valdría para oportunistas aprovechados y asesinos
despiadados! ¡Perdón por no pensar en protegerlos de los titulares de programas
y revistas que no pueden asesinarlos!
Junsu respiro y bajo el tono de su voz aunque
aún estaba enojado.
—Bueno pues si ibas a poner a una caravana de
vigilantes tras nosotros bien te hubieras preocupado de los medios y sus
malintencionados comentarios.
—Hay cosas que escapan del poder de mi
familia, lo siento Junsu, en verdad lo hago, pero no puedo cerrar la boca de
las personas. Aprendí a vivir con ello toda mi vida, creo que mi hijo también
es capaz de hacerlo.
—Pues TÚ hijo y yo, nos las hemos arreglado
bien sin ti los últimos 4 años, no voy a exponer a In Hwan a una vida infeliz y
peligrosa solo por esto. No importa si me tengo que alejar de ti por el resto
de mi vida.
La puerta de su oficina se estampo contra el
marco violentamente y Yoochun gimió hundiéndose en su silla con angustia.
Maldita sea, todo entre ellos era tan frágil.
Junsu e In Hwan podían desaparecer de su vida de un momento a otro por los
motivos más insignificantes y era frustrante darse cuenta que era porque en
realidad no se conocían lo suficiente.
Esa pelea era una estupidez bajo el ¡No entiendo que no entiendas que-!
Un círculo vicioso de los primeros momentos en
una relación, cuyo desenlace no terminaría en un corazón roto, sino tres.
—Odio mi vida.
Sí, había aprendido a vivir siendo un Park,
eso no quería decir que le gustara, ni que no entendiera a Junsu. Porque ¿Quién
querría una vida de privaciones maravillosas como el ir al parque con su hijo?
Él no, pero permitirlo sería peor.
***
Yunho subió corriendo las escaleras del
edificio de los Kim porque aparentemente solo un elevador estaba funcionando y
no tenía la paciencia para esperarlo. Sujeto con cuidado las bolsas que
contenían un par de recipientes con comida rápida y respiro una gran bocanada
de aire al llegar al piso correcto.
Se detuvo en seco al ver el pasillo repleto de
cajas y muebles que habían visto días mejores y a un cuarteto de hombres entrar
y salir apilando y acomodando cosas en el elevador. Cauteloso avanzo hasta el
apartamento y asomó la cabeza curioso
—¿Hola? ¿JaeBoo ha pasado por aquí un huracán?
—¿Yunie?
Jaejoong saco la cabeza de una caja repleta de
ollas y cazuelas dedicándole una de sus sonrisas privadas, deliciosamente complacida
y encantada. Esa que decía cuanto adoraba su presencia en ese momento. Cabía
resaltar que Yunho no lo había visto sonriéndole así a nadie más y eso hacía
cosas extrañas en su pecho.
—¡Traje comida!
—Eres un ángel ¡Me muero de hambre!
Jaejoong se puso de pie y Yunho evito
grácilmente algunos obstáculos mortales antes de quedar de pie frente a él en
medio de su sala con una sonrisa que sabía por demás estúpida en el rostro.
—Hola.
—Hola —dijo Jaejoong inclinándose a besarlo
con cariño arrebatándole las bolsas con curiosidad.
—Hmm… huele delicioso. Ven, vamos a la cocina.
—Está bien, traje suficiente para los chicos
de la mudanza por sí quieren.
—Yunho eres increíble apuesto a que
agradecerán el gesto, llevo toda el día empacando y clasificando cosas y creo
que estaban a punto de tener una crisis nerviosa antes de que llegaras.
Yunho se rio cálido y feliz en medio de la
cocina antes de rodear a Jaejoong con fuerza estampando sus labios torpemente
contra su mejilla.
—Puedo imaginarlo y les tengo un poquito de
compasión.
Jaejoong hizo un mohín y Yunho atrapo su boca
en un beso dulce y confortable.
—Entonces es probable que no haya comida para
ti.
Yunho se rio y le empezó a ayudar a sacar los
recipientes con comida mientras Jae iba en busca de una jarra con agua al
refrigerador.
—Boo ¿Por qué tus hermanos no te están
ayudando?
Jaejoong lo miro con obviedad y Yunho se
encogió de hombros. Solo había estado curioso.
—Junsu necesita tiempo para aclarar sus ideas
y hablar con Yoochun sobre lo que le dirán a In Hwan sobre su nuevo estatus. Y
Minho necesita acoplarse a su trabajo y dejar de preocuparse por nosotros tan
paranoicamente.
—En pocas palabras tenerlos aquí en lugar de
ayudarte te estropearía la mudanza.
—Sí, básicamente.
—Eres malvado.
—No es verdad —hablo repentinamente contra la
piel de su cuello, dejando un besito dulce contra su pulso.
—Alguien malvado no podría besarte así.
Yunho se sintió tomado por sorpresa,
correspondiendo con oclusiones lánguidas los besos y caricias, hasta que
Jaejoong estaba clavado contra la mesa mientras sus dedos se enredaban
lentamente en el cabello de Yunho quien había deslizado sin pensarlo demasiado,
una de sus piernas entre las contrarias.
—¿No tenías hambre?
—Mnh… ¿Quién dice que no puedo comer el postre
primero?
—uh… Tú eres el chef.
—Por supuesto que si Yunie —gimió al sentir
sus manos afirmarse seguras contra sus caderas dejando que la comida se
enfriara despacio en tanto sus manos ansiosas y sus bocas febriles probaban la
dulzura en el sabor contrario.
***
Minho entro agobiado a la tienda de trajes,
masajeando con cansancio el puente de su nariz. Lidiar con una mudanza
inconclusa y un Jaejoong radiante era espeluznante. Pero lidiar con un Junsu e
In Hwan deprimidos era horrible, lucían como un par de gatitos pateados y Junsu
no había sido muy comunicativo al respecto. Enrique le conto lo que había
pasado y ese día llevaba desviando llamadas y negando entrevistas. Había
variopintos titulares y artículos sobre Junsu e In Hwan en el parque, desde los
más adorables en referencia a su sobrino hasta lo más tétricos sobre las
comparaciones entre In Hwan y Yoochun. Incluso había un sobre cuál sería su
cereal favorito.
A pesar de no ser figuras comparables a un
ídolo musical estaban recibiendo la suficiente atención para que él quisiera
pegarse un tiro con la cantidad de entrometidos con los que tenía que lidiar.
Jesús en ese momento casi podía entender el
arrebato de Junsu. Casi.
—Kim llegas tarde.
—Si atendiera su teléfono, habría podido
llegar antes.
—Son los buitres de la prensa, yo no hablare
con ellos, que los atienda Yoochun.
—Bueno entonces no reprenda mi demora —reclamo
respondiendo una nueva llamada—. Buenas tardes, Kim Minho a sus ordene-
Changmin le arrebato el teléfono cubriendo con
su otra mano la boca de Minho para acallar su protesta.
—Hola, habla Park Changmin, mi asistente no
responderá más llamadas de la prensa respecto a la vida privada de mi hermano,
sin importar de quien se trate. Buenas tardes, hasta nunca.
Changmin colgó y se guardó el teléfono bajo la
mirada incrédula de Minho.
—¿Qué?
—Ahora entiendo porque sus hermanos se
encargan de las relaciones públicas.
Changmin rodo los ojos y camino al centro de
la tienda seguido de cerca por Minho.
—Hablando de relaciones, Yoochun lucía como si
lo hubiera atropellado un tren y Yunho estaba radiante. ¿Algo que ver con tus
hermanitos?
—Supongo, Junsu e In Hwan han estado
lamentándose alrededor del otro desde ayer y francamente no creo que quiera que
hablemos de Jaejoong y Yunho ¿O sí?
—Definitivamente no. Así que ven, tienes que
escoger un traje.
—¡Wow wow! Espere un momento, yo no puedo
comprar un traje.
—Si bueno como sea ve a elegir algo, yo ya
tengo el mío —dijo abriendo sus brazos para mostrarle el conjunto que usaba.
—uh, se ve como el maniquí del mostrador de
enfrente.
—Duh, ¿Pues de donde crees que lo elegí?
Pienso yo que si se toman la molestia de armar conjuntos alguien debería ponérselos.
—¿Y ese alguien es usted?
—¡Sí!
Minho se rio de lo divertido que parecía estar
Changmin y dejo su abrigo y saco sobre un pequeño sofá frente a los probadores.
—Aunque creo que ese es un gesto muy amable
por su parte, debo confesar que ese traje no está hecho para usted, es
demasiado sobrio.
—¡Hey! Yo soy muy serio.
—Si pero no tienes 50 años hyung, qué tal
¿Este? —pregunto enseñándole un bonito traje de 3 piezas con una camisa color
palo de rosa con líneas de color vino y un par de mancuernillas de oro con un
intricado diseño en forma de nudo.
—Creo que te quedaría bien… ¿Qué ocurre? —pregunto
dejando de examinar el traje con aire crítico al sentir a Changmin bajar sus
manos y el traje con una sonrisa discreta y complacida en los labios.
—¿Hyung? ¿En serio?
Minho abrió la boca repasando mentalmente lo
que había dicho y se mordió los labios volviendo a colgar el traje en su sitio.
—Perdón Changmin shii ¿Sabe qué? Voy por un
poco de agua mineral, elija el traje que quiera, sí ese le gusta está bien. Yo
solo necesito-
—Está bien, gracias. Lo probare. E insisto,
trátame como te sientas más cómodo.
—Lo siento, es la costumbre —dijo caminando
hacia el mostrador principal ignorando que Changmin aún sostenía una de sus
manos hasta que la ligera presión en su muñeca lo freno.
—¿Tú elegiste el traje para el aniversario?
Minho miró al suelo y asintió luciendo
demasiado vulnerable y abierto para el gusto de Changmin. Si así había actuado
a su alrededor con su madre observándolos a cada momento ahora entendía porque
la actitud que había tomado contra Minho. Eran dolorosamente obvios y ajenos al
mismo tiempo.
Changmin acorto el espacio entre ellos de
nuevo y sintió el estremecimiento que se apodero de Minho cuando coloco ambas
manos sobre sus brazos.
—¿Changmin?
—Creo que no me di cuenta en ese momento.
Gracias.
Minho resoplo y decidió levantar los ojos para
enfrentarse a la mueca sonriente de Changmin, tragándose la ingeniosa respuesta
que tenía en la lengua al mirarlo inclinar un poco la cabeza y colocar sus
manos a cada lado de su rostro.
Eso era peligroso, probablemente una muy mala
y terrible idea. Tenía que evitar una catástrofe. Moverse, fingir que no
ocurría nada y luego cortarse la lengua para no soltar de nuevo palabras
innecesarias intentando crear una comodidad que no tenía ningún derecho de
porque necesitar.
—Changmin shii ¿Ha llegado su acompañante?
La encargada de la tienda se detuvo de golpe
mientras Minho se apartaba de Changmin sosteniendo sus manos con fuerza lejos de él, mirándolo con emociones tan
contradictorias que el Park menor tuvo ganas de sacudirlo un poco, a veces era
tan transparente, pero necesitaba un sí o un no.
Su confusión era algo que lo había convertido
en el blanco de su madre.
—Ya ha llegado, gracias. La llamaremos cuando
la necesitemos.
Minho lo soltó despacio y carraspeo caminando
hacia el mostrador mientras Changmin observaba el traje y entraba a un
cambiador a ponérselo, quizás solo necesitaba ir despacio. La prueba más clara
de que apresurarse no parecía ser la mejor de las opciones las tenían con sus
cuatro hermanos.
Vaya cosa patética, los tres hermanitos Park
enloquecidos por los tres hermanitos Kim. Qué bueno que él había aclarado con
su madre que haría las cosas bien, no como sus hermanos. De lo contrario
estaría perdiendo los nervios en ese instante.
—Bien Changmin, un paso a la vez. Todo saldrá
bien.
Con el ánimo apaciguado entro al probador
pensando qué clase de traje podría verse bien en Minho. Ese era un tema que al
menos no llenaría el ambiente de incomodidad.
***
Changmin podía escuchar los engranajes de
todos en esa sala maquinar espesamente, pero los peores eran Junsu y Yoochun.
Siendo sincero hubiera preferido verlos gritarse el uno al otro, como había
escuchado que hicieron después del fiasco del parque a ver a su hermano
observarlo anhelante como un cachorro necesitado de amor.
Junsu estaba fingiendo miserablemente mal que
no le molestaba. Jaejoong había tomado parte y le lanzaba miradas de muerte a
Yoochun y luego veía a Yunho comenzando a sonreír como un tonto adorador antes
de desviar los ojos y volver a fruncir el ceño hacia Yoochun.
Changmin jugueteaba con su lápiz mirando de
vez en cuando a los jefes de su equipo de seguridad asentir ante lo que Minho
leía con detenimiento en relación a horarios, grupos de guardias, rotación y
otro montón de aspectos de planificación que habían elaborado con detenimiento
pero que en ese momento nadie, salvo sus propios guardaespaldas escuchaban.
Minho lucía bastante harto de hablarle al aire
y Changmin se recargo en una mano compartiendo su fastidio. Después del desliz
en la tienda de trajes ambos habían comprado el esmoquin para el evento que más
les gusto a ambos y Changmin había insistido en ir a cenar bajo las enérgicas
negativas de Minho.
Ser el jefe a veces era útil, solo tenía que
ordenarle que hiciera algo e irremediablemente lo haría. Aunque había estado
incomodo lo cierto era que no lo pasaron mal. Habían mil y un cosas de lo que
podían hablar sin recordar lo que había estado a punto de pasar en la tienda y
olvidando también la sonrisita insinuante de la encargada al despedirlos.
Había sido vergonzoso, pero ninguno tenía las
ganas de empezar a pelear por estupideces y trataron de hacer la situación lo
más amena posible y había resultado tan agradable que Changmin no podía pensar
en otra cosa.
—¡Arghhh!
Minho cerró la boca abruptamente y todos
voltearon a ver a Changmin con la cabeza metida en su planificador.
—¡Suficiente! No pienso seguir perdiendo mi
tiempo con ustedes, si no piensan escuchar, perfecto. Pero sus vidas se han
vuelto muy importantes para nosotros, así que si sus cabezas son tan estrechas
como para no entender que todo esto es para su propia seguridad entonces
váyanse al carajo, no necesitan saber nada sobre la planificación —farfullo a
bocajarro tomando sus documentos con molestia, refiriéndose a todos los ahí
presentes que al menos tuvieron la decencia de lucir avergonzados.
—¿Saben lo que tienen que hacer? —pregunto
enojado mirando a los hermanos García quienes asintieron lentamente desde su
posición.
—¡Excelente! ¡Háganlo bien! Pueden retirarse.
Minho, tenemos que irnos. Ahora.
Changmin salió hecho una tromba de la sala y
Minho se despidió confuso de los hermanos García instándolos a irse cuanto
antes de ahí al ver la confusión y cierto grado de culpa en el rostro de los
otros 4.
—Nos vemos Minho, no dejes que el jefe se
desquite mucho contigo.
—No tengas cuidado Ed, no es para tanto. Debe
tener hambre.
—¡Kim!
—Sip, definitivamente tiene hambre. Nos vemos
muchachos y gracias por estar al pendiente de nosotros, no saben cuánto se los
agradezco. Mis hermanos también, pero son necios y egocéntricos, creen que
porque lo hemos hecho bien hasta ahora nada malo podría pasar. Si necesitan
algo no duden en hablar conmigo o con Changmin shii. Adiós y saluden a Kev de
parte mía.
—Adiós y cuídate. No trabajen demasiado.
Los hermanos caminaron más aprisa al escuchar
las voces elevarse en la otra habitación decididos a centrarse en sus
quehaceres, vaya familia.
***
Minho llego a la mansión Park con un dolor de
cabeza tan desagradable que estaba seguro que todo a su alrededor daba vueltas.
El mal humor de Junsu lo estaba matando, la ansiedad y lloriqueos de In Hwan le
provocaban un malestar constante en el pecho y Jaejoong estaba en una
permanente fase de luna de miel respecto a Yunho y su restaurante que aunque no
quisiera terminaba por ser asfixiante.
Los amaba tanto, tanto. Pero era demasiado
para él. Ya estaba harto, no podía más. Junsu necesitaba crecer y dejar de perder
los estribos por sentirse tan poco en comparación a Yoochun y empezar a pensar
en cómo decirle a In Hwan que era su padre.
Jaejoong había sido tan displicente con Yunho
y viceversa que no podía entender cómo es que después de su encuentro en el
almacén se estuviesen comportando tan amorosamente. Si no supiera que ese
comportamiento en Jaejoong iba a desaparecer pronto, no le daría importancia.
Pero ardería Troya una vez dejaran de sentir los estragos del sexo en sus
cuerpos, jugar a ser adultos sin hablar de lo que sus acciones implicaban era
una estupidez enorme.
La servidumbre lo recibió con un saludo
educado y Minho se dio cuenta que había llegado un poco demasiado temprano. El
evento de Neiges iniciaría a las ocho de la noche y eran apenas las tres de la
tarde.
—Changmin shii está en la piscina, me dijo que
lo llevara allí cuando llegara.
—No es necesario puedo esperar en la sala, me
gustaría saludar al señor Park.
—El señor Park salió de casa muy temprano,
cuando vuelva le daré sus saludos.
—Oh, muchas gracias.
Minho se deslizó tras la mujer sin decir nada
más y camino despacio al interior de una piscina techada que no sabía que
tenían en ese lugar. Había visto solamente la que estaba en el patio trasero,
pero era una casa enorme así que bien pudo perderse algunos detalles, que más
daba.
—Adelante. Puede tomar asiento justo ahí —dijo
señalando una pared oblicua donde habían varios sillones desperdigados sin
orden.
—Gracias.
La mujer se retiró y Minho avanzo hacia uno de
los sillones, escuchando a sus espaldas el chapoteo del agua al caer contra el
piso.
Minho volteo, y su educado saludo se murió en
la lengua al ver a su jefe así. Mojado, muy mojado y mostrando un cuerpo que
Minho definitivamente no había imaginado debajo de los sobrios trajes que
usaba, para nada.
—Minho llegaste temprano ¿Sabes nadar?
—pregunto Changmin con una sonrisa que usualmente llevaba para esos momentos
privados en los que estaba disfrutando de un tiempo para sí mismo. Una sonrisa
que Minho no tenía que mirar al igual que abdominales preciosos y húmedos.
—Uh, no, nunca he tenido la oportunidad.
—Eso es perfecto, nunca es tarde para
aprender, ven vamos a nadar un rato. Los trajes estarán listos para cuando
terminemos, no te preocupes por ello.
Minho miro la mano extendida de Changmin
esperando su respuesta y se mordió los labios.
Dile
que no, dile que tienes hambre o que iras a caminar, que no quieres importunar.
¡Anda! Dile que vas a adelantar un poco de trabajo y a llamar a tus hermanos,
dile que no puedes...
—E-Está bien. Quizás sea divertido.
Santa Madre de dios. Esa sonrisa. Esa sonrisa
hermosa, maravillosa y complacida iba a ser su muerte. Si no es porque Changmin
lo agarro de la mano con firmeza, se pudo ir de bruces al ver su expresión
iluminarse de forma preciosa.
¿Corazón
que estás haciendo? No podemos. No está bien. No lo está.
Un apretón ligero entre sus manos envió
chispas a todo su cuerpo y Minho suspiró. Quizás solo debía aferrarse a la mano
de Changmin y dejar que sus ojos mirasen la preciosura de hombre que tenía en
frente de él.
***
El señor Park se rio emocionado y la domestica
a su lado palmeo encantada la espalda de su jefe.
—Y yo que pensé que ellos necesitarían más
ayuda, no cabe duda que de los tres es Changmin quien está madurando más
aprisa. Cariño llama a mi mujer y programa una cita con ella para comer ¿quieres?
No me gustaría que molestase a Minho ahora que Changmin puede ser sincero
consigo mismo y está dejando de actuar como un mocoso celoso y posesivo con su
primer amor.
—Por supuesto señor yo me encargo de hacer una
cita con la señora.
El señor Park la escucho retirarse y se froto
las manos con emoción. Ese lindo muchacho terminaría en su familia sí o sí.
Continuará.
Hola!! :D hoy celebro 6 años en blogger así que traje algo para leer XDD Ojala sea de su agrado mnh y tengan un poco de paciencia porque yo no gano nada escribiendo más que pura auto satisfacción y no tengo todo el tiempo que quisiera para escribir, además no porque cuestionen constantemente cuando actualizare lo haré más rápido, depende de mi tiempo y la inspiración y de la participación en las otras actividades del blog y la página de facebook :D
Ahh pobre junsuiene difícil con lo que le y kevinan lindo ya tiene preparado todo para su boda es mas responsable que los hermanos park y yunho con sus sentimientos de luna de mio maactuajlunalo cuando se les acabe ardera troya y pelea por la habitacion
ResponderEliminarFue demasiado divertida de imaginarla ychanchangminho es tan lindo
Min tiene suerte de ver a changmin en la piscina.. yo ttambnquiero
Holi :3 me encantó la actu ah! pero primero que todo FELIZ ANIVERSARIO AL BLOG!!! *tira confeti* seis años, SEIS AÑOS!! no lo puedo creer, eso es mucho tiempo, te admiro por eso :) me arrepiento de no haber conocido antes el blog :c En cuanto a TWOYG amo al changminho aquí, su relación de amor u odio es muy divertida, ¿cuando finalmente se vendrá el beso? jijijij el Yunjae es muy fogoso y ahora acaramelados, quizás cuanto les va a durar.
ResponderEliminarGracias por la actu y por darte el tiempo, debes estar muy ocupada, gracias.
Feliz día del amor y la amistad y todas esas mierdas. Sin más me despido, me esfumo con la brisa.
Es el mejor día de mi vida, se actualizó este fic que amé apenas lo leí!! Te amoo!! Gracias :D :D :D
ResponderEliminarpobre de junsu tiene que entender a yoochun que tiene que cuidar de ellos pues les pueden hacer algo o secuestrarlo como han intentado con ellos o en el peor de los casos tratar de matarlos no se tiene que molestar con el por tratar de cuidar de su familia
ResponderEliminarjae y yunho tan contentos y demostrando su amor en cada oportunidad que se les da me encantan
min y minho ya están a un paso de declarar lo mucho que se atraen pero aun se resisten un poco pues el papa esta sirviendo de cupido todos ellos tienen a un suegro encantador yo quiero uno así
me encanta esta historia e intentare ser paciente te agradezco que te des tu tiempo para actualizar y un millón de Gracias estaré esperando para cuando puedas poner otro hasta entonces bye
awww!!!!! soy tan feliz!!!!! mori de risa con la actitud de esos niños hahah peleando por el cuarto haha y si todos querian el balcon para poder verse con su reno desde el balcon hahaha .... muchisimas gracias Tsuki por cada palabra escrita, soy an feliz de leer tus actus siempre me llevas a un mundo de emociones,siempre me engancho que no quiero dejar de leer hasta terminar leer tus historias es todo un deleite, mas por que amo como los haces a ellos simplemente perfectos, muchisimas gracias por dedicarnos tu tiempo por actualizar cuando tienes un poco de espasio y brindarnos una gran felicidad *O*!!! te quiero mil 8 mil y siempre seguire esperando cada actu tuya y de nueva cuenta ....MUCHAS!!! GRACIAS!!! <3
ResponderEliminarJunsu madura porque si no perderás algo que puede ser maravilloso.......Gracias y hasta la próxima....
ResponderEliminarGracias!!!!gracias!!!gracias!!!no sabes cuanto amo yu fic ♡ y despues de lo del YJ en el almacen xD quiero leer q pasara con el ChangMinho ¤.¤ seran mas salvajes xD gracias y a esperar el proximo cap (^.*)º
ResponderEliminarGracias, gracias, gracias...
ResponderEliminarkyyaa actulizaste y yo perdida noo
ResponderEliminaresta super pero cierto yo creo que se deben dejar de cuidar se que han vivido mucho tiempo solos sin que nadie solo entre ustedes se preocupan deben dejar a los hermanos Park que los cuiden jejeje
muchas gracias me encanta amo leer lo que escribes
ResponderEliminarJunsu esta tan indesiso y puede perder todo por la duda. Yoochun es bastante paciente con su delfin por que lo ama.Ese Yunjae son tan geniales no pueden ocultar que se gustan.
ResponderEliminarEl sr Park incentivando el ChangMinho xDD
ResponderEliminarAmo este fic!! <3