Bello durmiente
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Recuerde, está prohibido
cualquier tipo de penetración.
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Está bien – dijo Changmin
mientras observaba al hermoso ser que dormía en la cama.
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Bueno, eso es todo, espero que
la pase bien – la señorita le sonrió amablemente y se retiró de la habitación.
Se sentó en la silla junto a la cama y miró al jovencito, quien descansaba
plácidamente sobre ella. Era precioso pero tenía un aspecto frágil, su blanca
piel contrastaba con su cabello color azabache y sus labios, rojos y resecos.
Suspiró. Decidió levantarse y sin apuro
empezó a desnudarse, se acercó a la cama, levantó la sábana y se acostó junto a
él. Se apoyó en su mano derecha mientras que la otra avanzó hasta el cabello
del otro, pasó sus dedos por los párpados del otro, bajó por su nariz hasta
llegar a sus labios.
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No puedo creer que esté
haciendo esto…
Posó su mano en la nuca del otro y
descendió lentamente por toda la columna vertebral hasta llegar al suave
trasero, lo acarició y luego decidió acostarse encima del chico, sobre su
espalda.
Su cuerpo desprendía un olor fresco, a
rosas, a juventud. Cerró los ojos mientras se dejaba llevar por esa fragancia
que lo envolvía y lo adormecía.
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