SC 1.

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Lo único que podía ver eran los reflejos de luz que entraban a sus ojos provenientes de los automóviles que pasaban cerca del callejón por el que corría desesperado. Sabía que esa era una zona peligrosa pero jamás pensó que justamente él terminaría corriendo por su integridad y las pocas cosas de valor que llevaba consigo perseguido por 3 tipos que apenas lo vieron pasar frente a ellos comenzaron a seguirlo.

Se sentía acorralado como una presa pequeña e insignificante, escuchaba sus carcajadas escalofriantes muy cerca de él y comenzaba a asfixiarse, en lugar de estar huyendo su histeria lo había llevado a meterse a un callejón sin salida, estaba oscuro, el lugar estaba visiblemente alejado de los complejos de edificios que rodeaban el callejón sumiéndolo en una aún más tétrica y espesa oscuridad que había roto todas sus esperanzas de gritar y poder ser auxiliado por alguna persona.

El aire frío entraba a sus pulmones como cristales afilados que le destrozaban los pulmones mientras permanecía tirado en un rincón del callejón con la cabeza gacha y el labio roto, aún llevaba consigo su celular y su cartera esperaba que su notebook fuese suficiente para que lo dejaran en paz, ya lo habían golpeado y también le habían hablado de esa forma que las palabras parecían salidas de una alcantarilla, nunca había entendido porque los criminales eran tan estúpidos, si iban a robar deberían de al menos tratar algo bien a sus víctimas así se aseguraban que no los denunciarían “por sus consideraciones” pero golpeándolos e insultándolos solo hacían que la impotencia creciera y que quisieras verlos tras las rejas por el resto de sus vidas.

— ¿Saliste corriendo solo por salvar una computadora y unos libros viejos? Niño, en verdad no debes tener experiencia en esto ¿verdad? Le pregunto uno de ellos con sorna mientras los otros dos estallaban en carcajadas, no había sido culpa de Minho sencillamente entro en pánico, como si fuese lo más cortes y caballeroso del mundo gritarle a alguien “Dame todo lo que traigas y no te haremos daño”

— ¡Hey mocoso! ¡Levanta el rostro cuando alguien te está hablando! Hablo otro tipo y Minho boto asustado queriendo que la pared tras su espalda se lo tragara, desafortunadamente solo sintió otro brusco tirón que estaba seguro le había jodido las vértebras del cuello.



—No, no, no. ¿Que se supone que hacen atacando niños a media noche? Se escuchó una voz pausada, grave y reconfortante pero extrañamente atemorizante, Minho sintió miedo al escucharla emerger de la oscuridad y el sujeto que se había acercado a molestarlo también porque lo soltó sin mucha delicadeza y dio dos pasos hacia atrás.

Pisadas sincronizados fueron acercándose poco a poco a donde se encontraban ubicados y la luz parpadeante de una farola rota iluminaba sin mucha nitidez una figura alta que usaba ropas oscuras.

Minho se quedó estático y prudentemente evito levantar la cara cuando ese otro tipo se detuvo a unos dos metros de distancia de su persona.

El tipo en cuestión dejo escapar un suspiro cansado y volteo a mirar a sus nuevos empleados, pensó que las especificaciones sobre trabajar para él eran y habían sido claras desde el principio, pero al ver las condiciones en las que se encontraba su cliente, parecía que tendría que hacerles una demostración sobre la manera de tratarlos, el pobrecito actuaba y lucía como una víctima lastimada y no era la palabra que le gustaba ocupar para las personas que pasaban por su zona.

Saco las manos que había mantenido tibias entre las bolsas de su chaqueta de cuero negro y les lanzo una mirada de advertencia a sus secuaces que sin mediar ni una palabra y con la expresión de un niño que sería regañado al llegar a casa caminaron deprimidos e intrigados hasta posarse tras él.

—Changmin ah…

Susurro uno de ellos al ver que se había quedado observando con detenimiento al muchacho que tembló y se abrazó así mismo al escucharlo hablar. Changmin lo silencio con un enérgico “shht” recriminándole con la mirada su estupidez y viendo como avanzaba su jefe hasta ese muchacho decidido y sin titubeos solo tuvo que limitarse a cerrar la boca y observar.

— ¿Te encuentras bien? Vamos levántate. Le dijo en tono afable encontrándose ese rostro inundado de pánico que le dio un vuelco en el estómago y lo hizo observarlo a detalle ¿Era él?

Minho accedió a levantarse solo porque lo necesitaba, estaba muriendo de frío y muy probablemente se enfermaría, casi grita cuando sintió un dedo tibio pasearse por su labio inferior limpiando con cuidado la sangre que el anterior golpe le había dejado y tímidamente levanto la mirada chocando unos segundos con esos ojos que lo hicieron estremecer aunque no podría explicar realmente porque.

—Lamento la actitud de mis muchachos son nuevos, pero espero sepa comprenderlos.

El confundido cerebro de Minho solo lo hizo arrugar el entrecejo sin ninguna idea fija en la cabeza y después solo vio una sonrisa ¿sensual? Instalarse en los labios de ese sujeto, antes de quedar acorralado entre esa pared de manera indecorosa a causa de un hombre.

Eso estaba mal.

Alto. Alto. Alto.

Terriblemente mal.

Estaban asfixiándolo contra una pared húmeda y repleta de moho que desprendía un aroma nauseabundo aunado a toda la basura de su alrededor y además un hombre de dudosa procedencia estaba lamiendo y humectando sus labios con una maestría impecable haciéndole olvidar lo deplorable de su estado y la situación en la que se encontraba. Porque su aroma a sudor, colonia y cuero lo había mareado y la forma en la que estaba restregándose a su cuerpo mientras continuaba humedeciéndole la boca y también los pantalones lo habían dejado completamente idiota. Gimió sofocado cuando separo sus labios con un excitante chasquido y se dio cuenta que se había aferrado a él con desesperación preguntándose porque el ambiente se había tornado erótico de repente. Changmin le sonrió y le mordió los labios por última vez memorizando su textura, separándose por completo de Minho.

—Ten más cuidado o la próxima vez voy a robarte algo más que un beso. ¡Vámonos! Grito mandándole un guiño antes de que su sequito de principiantes se echara a correr tras él con los ojos como platos.

Minho se escurrió de nueva cuenta por la pared con una dosis de sobre sensibilidad en el cuerpo, un criminal lo beso, pero no fue un beso cualquiera, había sido un beso con la esencia primitiva del sexo impregnada en el, lo dejo medio duro y húmedo y además le hubiera gustado que continuara, palpo sus pantalones y entonces noto que ni su cartera ni su celular estaban en su sitio, tuvo que reconocer que la manera en que lo había despojado de sus cosas era original y muy estimulante.

Cuando la policía llego lo llevaron a una ambulancia y comenzaron a interrogarlo, pero no fue de mucha ayuda, porque es decir no podía pensar con claridad después de semejante beso joder…

El amable policía que lo acompaño a casa le dijo con una sonrisa agradable que había tenido suerte porque le toco “un criminal suave” y Minho con todo que le habían pegado y se había muerto de frió en medio de un callejón apestoso, le dio muchas vueltas a esa frase y pensó que efectivamente le había tocado un criminal suave con tendencias más de súper héroe, pero algo tenía aún más claro.
—Quiero que Changmin ah sea aún más suave conmigo de lo que fue esta noche. No importa sí es un criminal.

Fin D:

Ahahahahah esto fue muy raro lol pero en fin todas quisiéramos que changmin fuese suave aunque fuese un mafioso XD

Bueno yo sí pero no me mal entiendan molaría más si fuera mafioso XD