Titulo: …Du zhan Wang zhe Feng tou…
Autora: KoniTsu [Konata & S.Tsuki]
Clasificación: NC-17
Parejas: Changminho
Género: Romance, drama, fantasía, cliché o.O, angst.
Sumario: Magia más un Changmin bruto y violento para dar a entender sus sentimientos y un Minho medio torpe con la autoestima muy baja. XD
ADVERTENCIA: Lemon.
Aclaraciones:
Du zhan Wang zhe feng tou significa:
“Haz un movimiento ágil y limpio, para monopolizar la atención de un rey…”
Squib: Es el término usado en HP que denomina a un mago nacido de magos pero que no tiene magia.
Wizengamot: Es una organización ficticia de los libros de Harry Potter.
El Wizengamot es el más alto tribunal mágico de Gran Bretaña y se encarga de juzgar a los que violen la ley mágica. [Yo amo esta palabra así que por eso la use es genial repetirla ahahaha XD]
Orgasmo seco: Un orgasmo seco es un clímax sexual en el que no se produce la eyaculación y muchas veces puede generar orgasmos múltiples, es una técnica utilizada frecuentemente en el sexo tantrico.
Konata chan love you!!!!!!!!!
me gusto escribir mucho este fic tu eres genial
y ella se inspiro en el video for your entertainmente de adam Lambert cuya letra es demasiado y graficamente pornosa *_*
Click para ir al video.
***
Aun faltaba un kilometro para atravesar la entrada de su reino, pero los fuegos artificiales ya habían sido lanzados anticipándose a su llegada, su padre siempre organizaba fiestas tan opulentas y difíciles de ignorar, pero no podía negárselo había extrañado tanto su hogar, después de visitar China y domar dragones para obtener un zafiro capaz de derretir cualquier artefacto de magia oscura, no quería saber nada más acerca de lecciones mágicas y también quería olvidar el haber insistido tanto para ir a Irlanda, los duendes eran tan feos y desagradables, si bien había aprendido mucho con ellos sobre como gobernar era un hecho que no quería volver a saber nada de oro, ni mucho menos de arco iris, al menos claro hasta que la ceremonia de ascenso como futuro rey del oriente mágico se llevara a cabo, le parecía increíble haber viajado por todo el globo en tan solo 5 años, ahora solo buscaba estabilidad y culminar la misión que su padre le había encomendado con tanta fe, que ocurriría cuando sucediera a su padre en el trono, y se casara con la persona que el consejo de brujas haya elegido para él. Lo primero que haría una vez en el poder sería desintegrar ese absurdo circulo de burócratas salidas de los desperdicios del Wizengamot y después entonces si pensaría en casarse con la persona que el eligiera, amaba a su madre porque ella en una de sus muchas cartas le había asegurado inmunidad ante el consejo, de tal manera y gracias a que él había servido a la comunidad mágica a lo largo de sus viajes, nadie podría oponérsele y tampoco tendría que casarse con la imposición de esas ancianas conservadoras.
Con la madurez enmarcando su rostro observo la inmensidad de la barrera que separaba su reino de ojos escépticos y gente ignorante, el tono turquesa matizado de verdes aqua que refulgía a la entrada lo hizo sonreír y obligo a su caballo a acelerar el paso atravesando finalmente las puertas a su mundo.
No importaba, tu clase ni condición social, porque simplemente debías estar ahí para recibir al Príncipe Shim, el que se convertiría en tú próximo gobernante, y él que había entrenado con los mejores magos del mundo, para poder salvaguardar la vida de todo el oriente mágico, como hasta entonces lo habían hecho todos los herederos al trono.
El joven squib levanto la mirada que hasta entonces había mantenido perdida en algún punto de la espalda frente a él, pero no vio nada más que un montón de gente abalanzarse hacia adelante, gritando y vitoreando a su príncipe, pues acababa de entrar al reino.
Changmin bajo de su elegante caballo blanco pasando a saludar, no exactamente un saludo corporal si no un saludo con la mano sonriendo elegante a esas personas que gritaban su nombre, enardecidos, como si hubiesen sido hechizados con algún embrujo afrodisiaco o algo similar. El joven heredero noto la expectación en los presentes así que hizo una profunda reverencia agradeciendo su presencia y cuando se levanto hermosas hadas salieron de entre sus ropas, riendo con tono agudo volando en todas direcciones envueltas en mantos de luces coloridas, esparciendo una gran ola de emoción entre todo el público expectante, Changmin sabía que eso podía pasar solo como un truco barato de ilusión óptica, pero nadie que no conociera el reino de las hadas, en Escocia, podría entender, lo importante que era realizar tratados de buena fe con ellas, ya que siendo sinceros, eran demonios carnívoros con poder ilimitado, que nadie debería tener como enemigo, nunca hubiera imaginado que el ser guapo le facilitaría el tratar con aquellos seres, Mirly la princesa de las flores en el reino de las hadas revoloteo coqueta frente a su cara y juguetona desapareció tras estampar todo su rostro contra sus labios, como si le hubiera robado un beso.
Las mujeres con elegantes vestidos hacían muestra de su coquetería sonriendo provocativas hacia el príncipe, quien respondía a ese saludo con otra sonrisa elegante y sumamente cortes, dando a entender de esa manera que sus pretensiones eran entendidas y educadamente rechazadas.
Todo marchaba a la perfección y pronto podría encontrarse con su padre, pero entonces su mirada se poso en cierto joven squib de cabellos oscuros y ondulados un poco revueltos por estar siendo empujado constantemente por esa aglomeración de personas, lo observo por primera y única ocasión y sintió que no debía apartar la mirada ni un segundo de él, porque dios… era aun más hermoso que todas aquellas mujeres a las que había sonreído. Si la magia hacia cosas maravillosas, la naturaleza, los dioses se habían encargado de esculpir aquel ser perfectamente hermoso que estaba frente a él, con la mirada perdida en un lugar muy ajeno a su persona, para luego girar y dar la debida y respetuosa reverencia a su alteza… el príncipe Shim…
Changmin no concebía aun que aquel ser lo estuviera saludando y siguió observándolo hasta que los soldados que mantenían a raya a la multitud le avisaron que debía seguir.
Aquel joven le había hechizado desde ese momento, lo había vuelto loco y lo había dejado con ganas de acercarse a él… la magia hacía cosas maravillosas…
Siguió el camino a través de esas personas que aun continuaban dándole la bienvenida, pero lanzo un hechizo localizador sobre ese muchacho. Changmin era una persona calculadora no perdía la ocasión ni un miserable segundo, porque era inaceptable que algo escapara de su influjo. Sonrió con la carnosidad de esos labios, mientras en su mente visualizaba como el joven se alejaba de la muchedumbre y seguía su camino.
El príncipe apresuro su andar encontrándose ya con ese puente que daba acceso al castillo y donde ya se encontraba su padre, quien lo saludo cordialmente con un abrazo paternal exclamando lo orgulloso que se sentía de su adorado hijo quien pronto se convertiría en rey y muchos halagos más que parecía ensayada y hacía que las personas estuvieran mas emocionadas por ese príncipe de tan buen porte, varonil además de poderoso mago que contaba con la mejor educación en lo que se trata de artes mágicas, modales y costumbres en general…
Changmin por su parte se dedicaba a seguir sonriendo mientras visualizaba mentalmente a ese joven seguir un largo y desolado camino, ahora ya sabía a dónde es que se dirigía pero debía esperar un poco más…
Se escabullo de esa ceremonia casi una hora después con el pretexto del cansancio mientras volaba a una velocidad que la misma águila envidiaría… entre las copas de los arboles buscaba aquel lugar en donde se encontraría aquel muchacho y por mera coincidencia lo encontró en aquel lugar…
El Árbol de la vida, era él lugar con más magia propia de todo el pueblo y a Minho le encantaba ir a ese lugar al menos una vez al día, aunque ya no lo hiciera con las mismas intenciones que cuando era niño. Su familia no era de la nobleza pero tampoco estaba sumida en la miseria, pero él era una persona no mágica, simplemente no había nacido con ese don, como su madre siempre le decía. A esas alturas los comentarios ya no le afectaban, pero cuando era un niño iba todos los días y se hundía en la hermosa fuente que rodea el árbol de cuyas raíces fluyen aguas cristalinas, creyendo que así algo de la magia que rodeaba el lugar se impregnaría en su ser. Que lastima que no fuera así, pues sus padres se resignaron a que su único hijo, fuera un squib, que cruzara todos los días la barrera que ocultaba su mundo y asistiera a una escuela llena de más como él, dejándolo trabajar en un pequeño puesto de frutas que les pertenecía, para que pudieran vivir adecuadamente, aunque muy de vez en cuando, algún noble iba a casa de los Choi a encargarle al hijo de esa familia, algunos cuantos favores fuera de la barrera, es por eso que poco a poco su familia se gano un hueco en la clase media, pues pagaban muy bien por sus servicios, como conseguir pan duro, observar el comportamiento de las personas sin magia y absurdeces de ese estilo, que Minho realizaba solo por complacer a sus padres y aligerar la carga de gastos en su casa, aunque siendo sincero consigo mismo le gustaba realizarlos porque nadie más podía hacerlo y eso lo volvía alguien especial, pues ya había decidido que su condición no tenía nada de malo, pero claro no podría participar en muchas de las actividades que las personas de su mundo si podían, por eso cuando el anuncio sobre la ceremonia de bienvenida para él príncipe llego a su puerta con una paloma mensajera que se desmaterializo tras dar el comunicado real, se sintió parte de la comunidad, aunque solo haya podido verle la ropa al príncipe, que si no estaba mal consistía en una gabardina negra con unas cuerdas plateadas del medio pecho hasta el hombro derecho, varias insignias con el símbolo de la serpiente correspondiente a la familia real y una fajilla que le rodeaba la cintura. La camisa era negra y un par de mancuernillas al final de cada manga le daba un toque aristócrata, justo como el tipo que estaba observando el árbol unos metros lejos de su persona y que Minho no había escuchado aproximarse por estar perdido en sus divagaciones.
Changmin lo vio allí de pie junto a un columpio que colgaba de una de las gruesas ramas del árbol, el cual parecía que nadie había usado en mucho tiempo, pues una especie de raíz repleta de flores rodeaba las cuerdas que sujetaban con magia la madera que servía de asiento en el columpio.
El único impulso del príncipe había sido caminar hacia la fuente, encontrando el lugar familiarmente cálido y nostálgico, observando de reojo a ese niño que le parecía cada momento más interesante, más distinto y maravilloso de todo lo que había visto hasta entonces. Minho se puso completamente nervioso, quien estaba observando lo mismo que él era el príncipe, y ahora que podía verlo en todo su esplendor se sentía tan insignificante en comparación a él. Porque el príncipe sí era único, si era especial y el no tenía que estar haciendo nada en ese lugar interrumpiendo las meditaciones de Changmin quien solo se limitaba a mirar a su alrededor sin prestarle mayor atención, aparentemente claro.
Minho se sintió incomodo y creyendo que su alteza era ajeno a su presencia, porque siendo realistas ¿Quién lo notaría? retrocedió intentando no perturbarlo, le dio la espalda y estaba a punto de alejarse cuando un firme agarre detuvo su huída, el príncipe se había movido sigilosamente hasta alcanzarlo y poder retenerlo, pues le intrigaba que no lo mirara a la cara, el joven squib forcejeo inútilmente pues el agarre imprimía mucha fuerza a su muñeca y comenzaba a ser doloroso. Changmin entonces lo halo un poco hacia así queriendo verlo a los ojos intrigado, Minho como leyendo sus intenciones agacho la cabeza, ya sin moverse y entonces después sintió dos manos afirmarse con rudeza a su rostro elevándoselo, asustado volvió a desviar la mirada y entonces Changmin frunció el seño, haciendo gala de su ilimitado poder obligo a ese chico a acercarse a él, por medio de una fuerza invisible, sintiéndolo aferrarse a sus costosos ropajes buscando interrogante su mirada y algo colisiono entre ambos, pues una vez logrado el contacto… atracción… temor… satisfacción… Tantas y tantas emociones apoderándose de ellos durante los segundos más extraños de su existencia, el crujir del columpio al percibir una ventisca los hizo romper la conexión y Minho se alejo lo suficiente del príncipe para empezar a correr, corrió y corrió hasta que el aire en sus pulmones dejo de llegar a ellos y comenzaron a doler, no le gusto que esos ojos claros lo hayan visto con tanta intensidad, aun podía sentir esa mirada clavada en su ser y eso era tan nuevo, sacudiendo su cabeza tomo rumbo hacia su casa, lo mejor no sería pensar en ello después de todo no es como si fuera a repetirse.
Quería verlo de nuevo, solo una vez más quería mirar esos ojos, pero cuando se movió para alcanzarlo ya era tarde, ese muchacho se había desvanecido y la conmoción de sus sentidos era tal que no podía ubicarlo.
En medio del ralentizado movimiento del que era preso ese panorama Changmin abrió y cerró sus manos, la sensación que obtuvo al tocar ese rostro no tenía comparación. Cerro sus puños y alzo la mirada era ese árbol el que generaba la barrera que protegía su mundo, que ironía.
Rio arrogante y se esfumo de ahí en un parpadeo, con la férrea convicción de volver a verlo lo antes posible.
***
Una semana después.
El desayuno sin sus padres acosándolo ni repitiendo las obligaciones que ya sabía de memoria era muy tranquilo, días anteriores se había arrepentido de haber vuelto, pero la situación en ese momento era totalmente opuesta, ya que estando solo todo comenzaba a volverse tedioso y acostumbrado a estar hasta el tope de trabajo, tener tanto tiempo libre comenzaba a volverlo una persona ociosa. Por ello al fin el aburrimiento y la curiosidad habían ganado la batalla esa mañana, en su copa de plata llena de agua se reflejaba la figura de un muchacho cuyas facciones y actitud lo cautivaban a cada segundo. Nunca pensó que vender insumos de comida fuese algo tan entretenido de observar, así que dejando su desayuno gourmet tranquilo se levanto sin atisbo de humildad y rápidamente se encamino a los establos, tomando un par de chocolates que su mamá traía de Suiza en el camino, de un silbido llamo a su inseparable yegua lunaris y la monto al tenerla cerca, saliendo del palacio dejando una estela de tierra tras él.
Al llegar al pueblo sonrió y su instinto curioso volvió a resurgir, mirando todo como si fuera la primera vez que lo hacía, ya que no recordaba muchas cosas de su propio hogar.
Los murmullos comenzaban a hacerse audibles y estaban llenos de excitación, si bien Changmin no usaba las ropas usuales, aun con esos pantalones y camisa simples, seguía siendo reconocible. Gracias al cielo ahora estaba concentrado en la ubicación del joven y no tardo mucho en dar con él con su fiel compañera siguiendo cada uno de sus movimientos y cuidando que nadie se acercara más de lo debido a su amo.
-¡Un kilo de zanahorias!
-¡Sí, un momento!
-¡Chico ¿Cuánto por un manojo de hierbabuena?!
-¡3 monedas de cobre o una pata de salamandra!
-Yo solo quiero una manzana…-dijo una voz grave y aterciopelada a sus espaldas que desacelero al chico provocándole un escalofrío inusual.
-Claro serían solo dos monedas de cobre-respondió de forma automática sin hacer el intento de mirar a su cliente.
-Minho ¿¡qué haces!?-Catherine Nckurs [No pregunten cómo se pronuncia] también trabajaba en el puesto de insumos de la familia Choi y se acerco a Minho al darse cuenta de que su amigo no había notado a quien le estaba cobrando una manzana.
-Su alteza no es nada, por favor tómela…-dijo tímida la jovencita atrayendo un poco la atención del más alto, quien la observo de los pies a la cabeza con una sonrisa aparentemente interesada. Cuando Minho volteo tras el grito de Cathy la canasta con zanahorias que había estado llenando cayó al piso, mirando igual de conmocionado que todo aquel que hacía sus compras al sujeto frente a él, eso no podía ser una casualidad, ¿No se supone que jamás lo vería de nuevo?
Minho reacciono cuando vio al castaño sacar una moneda de oro de entre sus ropas, actuando antes de pensar.
-No se moleste, no es nada, yo no… podría-La mirada que Changmin le dirigió lo hizo callarse de forma exponencialmente rápida.
-Aquí tienes-El príncipe rió pues el niño no podía ni moverse, así que tomo su mano derecha y coloco sobre ella la moneda de oro bajo la atenta mirada de muchas personas a su alrededor.
-Minho…-volvió a murmurar Catherine, pues el pelinegro solo se había quedado viendo al príncipe atontado.
-Un…un momento…-dijo sintiendo una especie de asfixia repentina y retiro con algo de brusquedad su mano del agarre que Shim mantenía, adentrándose lejos de la mirada del príncipe buscando la caja donde ponía el dinero. Changmin rió internamente y mordió la manzana, le hizo un pequeño gesto a un niño que estaba cerca y se agacho hasta quedar a su altura murmurándole un par de cosas que nadie escucho, pero vieron como le entregaba un algo en vuelto en papel azul metálico. Minho temblaba de pies a cabeza y no tenía idea del porque, estaba seguro que el príncipe seguía ahí, pero el ya no quería salir.
-Minho tonto…-dijeron muy bajito sacándolo de su mutismo, Cathy le arrebato el cambio para el príncipe y se acomodo el cabello completamente sonrojada, ignorando que tenía la nariz llena de tierra.
-Su…su alteza aquí tiene y muchas… muchas gracias-dijo la rubia pecosa riendo tontamente hacia el príncipe, quien observaba a ese niño travieso escabullirse hasta el interior de esa tienda en busca de Minho.
-Gracias a ti, estas manzanas son hermosas como la persona que las vende…-Cathy suspiro a punto de desmayarse, el príncipe estaba acercándose mucho a su rostro, contuvo la respiración y no era la única que lo hacía, Minho había escuchado todo y se relajo, el motivo había sido Cathy.
-Hum que me hizo pensar que quizá el…-
-oye, oye, oye-hablaron a sus espaldas al mismo tiempo que tironeaban su ropa.
-Oh dime ¿Qué se te ofrece pequeño?-El niño soltó el aire y sonrió.
Fuera de la tienda…
-…Pero tú tienes tierra en la nariz…- dijo Changmin y chasqueo los dedos con una mirada infantil. En un *puff* la tierra sobre el rostro de Cathy se esfumo y un coro de carcajadas estallo a espaldas del príncipe, la pobrecita se sonrojo hasta las orejas y casi se cae por culpa de una caja de papas.
Minho giro cuando escucho las risas y al intentar salir el niño lo siguió volviendo a tironear su ropa, haciendo un gesto para que se agachara un poco.
-¿Qué ocurre?-El chiquillo se aclaro la garganta y se limpio la nariz en un gesto adorable.
-El príncipe dice que dos monedas de cobre es un precio demasiado bajo por conocer tú nombre, también dice que tu amiga rubia es una tonta envidiosa, aunque le agradece el haberte nombrado y también me pidió que tú debes comer este chocolate…-El niño frunció las cejitas y luego se rasco la cabeza moviendo sus piernecitas inseguro.
-…o algo así, toma…- y con una gran sonrisa destapo el cremoso chocolate y se lo metió a la boca con rapidez.
El niño salió riéndose a carcajadas de la tienda y Minho se desplomo cerca de unas cajas con el rostro ardiendo y el chocolate derritiéndose sobre su lengua, además era delicioso.
Cuando el niño salió riéndose y alzo descarado sus manitas frente a Changmin, el príncipe hizo desaparecer la basura de su manzana y cargo al niño, lo subió a su caballo y después el hizo lo mismo se alejo no sin antes buscar una última vez a Minho y se dispuso a cumplir su promesa, le daría un paseo en “su bonito caballo blanco que parecía Pegaso”, por haberle entregado un Chocolate a ese chico y también decirle su nombre completo, así podría saber quién era de verdad.
***
Más tarde en el palacio.
-¡¡Joven eso ha sido tan imprudente!! ¿Si solo quería una manzana por qué no le pidió a alguien que se la trajera?-
Changmin lo ignoro olímpicamente buscando algunos cuántos libros en su armario.
-Joven…-
-Porque yo quería ir justo por esa manzana, a ese lugar, ya no soy un niño y soy más fuerte que cualquier mago que busque asesinarme por un par de migajas de pan William ahora ten la amabilidad de retirarte…-Siseo lanzando esos libros a la cama con algo de frustración ¿Por qué el apellido de ese chico no estaba en esos registros? Y peor aún ¿por qué habían mandado al lambiscón de William a ser su consejero?
-Claro su majestad…-Changmin ni le tomo aprecio a la despedida hasta que se le prendió el foco.
-Que estúpido… ¡William espera! ¿Quiénes son los Choi?-
El aludido giro Sonriendo todo emocionado al fin el príncipe Shim le tomaba en cuenta.
- ¿Choi? Hum… Son solo una familia de magos de clase media, el señor y la señora y…-el castaño y narizón regordete frunció el seño para después continuar-…Y él muchacho, tiene 17 años y a veces hace encargos para alguno que otro noble, tiene que serle útil a su familia sí ha tenido la mala suerte de haber nacido squib, después de todo no es como si su clase social pudiera subir más siendo un torpe sin magia…-
Con razón Changmin se había sentido extraño al estar cerca de ese niño, ya se le hacía raro que con esa cara solo vendiera comida, Changmin comenzó a caminar de un lado para otro de su habitación. Ahora entendía porque parecía tenerle miedo, durante sus viajes él había conocido a muchos squib y realmente nunca le habían parecido malas personas o inferiores, pero viendo su situación desde esa perspectiva le costaría mucho trabajo poder acercarse a ese chico y también lograr que confiara en él.
-¿Por qué sigues aquí?-William se sobresalto y salió presuroso de la habitación del príncipe tras recibir esa mirada similar a la de una pantera, a Changmin ese sujeto seguía desagradándole. Debía tomar medidas para realizar su próximo movimiento.
***
Minho estaba incomodo, era la segunda vez esa semana que bueno, que el príncipe Shim iba a comprar una manzana y se quedaba mirándolo desde el otro lado de la calle hasta que se terminaba la fruta. Tres o cuatro semanas llevaban con la misma rutina y sus padres le habían dicho que tenía que ser amable con el quizás de esa forma podría ganarse favores o concesiones reales. Lo que sus padres no sabían es que la mirada que le dirigía durante 15 minutos aproximadamente, era intensa y escrutadora, le robaba el aire y lo hacía sentirse aún más inútil de lo que Catherine ya lo hacía, parecía que en esos momentos del día ella disfrutaba hacerlo parecer un tonto.
-¡¡Minho la caja de corazones para el señor Ferguson!!-No de nuevo pensó Minho y es que la caja de corazones estaba muy bien en sus manos, pero del brinco que pego al oír el grito había tirado un par de cajas con naranjas, otra vez…
Changmin permaneció inmutable, aunque por dentro se estuviera riendo a carcajadas, sí que era un tontito, aunque fuera el más lindo que conocía. Una naranja rodo hasta chocar contra sus lustrosos zapatos negros y se pregunto si era una señal o algo similar, la levanto y cruzo la calle, miro al chico levantar todos los cítricos con expresión compungida y entonces supuso que sería bueno arreglar el desperfecto que causo movió la mano de forma visible y elegante y arreglo las cajas que se habían roto e impulsadas como por una ventisca las naranjas volvieron a su lugar.
Minho siguió sentado en el piso, mirando simultáneamente al príncipe y las naranjas, hasta que opto por levantarse y dejar de parecer un idiota, bueno más…
-Gracias por la ayuda, en situaciones así pienso que sería muy bueno tener magia…-comento casualmente sin mirarlo y se sorprendió así mismo porque no sabía de donde le había salido la voz, era la primera vez en todo ese tiempo que le dirigía la palabra.
-Creo yo… que tú estás muy bien sin magia Minho…-los dos se sobresaltaron, porque no se habían presentado formalmente, así que Minho pensó que sería bueno limar asperezas con su señor. Nervioso dejo la caja de corazones en el piso y se coloco el cabello detrás de uno de sus oídos, mirando a otro lado, después con un gesto infantil, limpio su mano derecha contra sus ropas y se la extendió al príncipe.
-Cho…Choi Minho…-Changmin trago saliva pesadamente y le gusto ver la vergüenza brillar en esos ojos.
-Un gusto Cho Choi Minho, Shim Changmin…-El príncipe se inclino de forma encantadora y tomo su mano regalándole un beso cosquilleante y caliente. La boca del squib se seco y se sintió una cosa pequeña y frágil, el príncipe le había tratado como una doncella y eso era, tan raro. Cathy ahogo un grito al observar la escena, ¿Acaso el príncipe estaba pensando cortejar a Minho?
-Lo siento es Choi, Choi Minho-Le sonrió muy tenuemente dejando a Shim petrificado y después de tomar la caja con corazones se encamino calle abajo para entregarle el pedido al señor Ferguson, como caminando sobre una nube, ahora lo había decidido, sin importar que cuando regreso a casa hubiera encontrado en el alfeizar de su ventana un chocolate, que era tan rico como el de la otra ocasión sobre una nota que estaba firmada con la bonita caligrafía de Changmin, cuyo mensaje se moría por leer, pero sabía que al hacerlo, no podría escapar y no quería, era demasiado cobarde para empezar a luchar contra todo lo que le habían enseñado desde que era un niño en esos momentos de su pacifica y simple vida…
Una emoción muy grande le embargo cuando termino el chocolate y al cerrar los ojos se pregunto si todo estaba en su contra.
***
Cuando Changmin llego hasta el lugar en el que se vieron por primera vez se sorprendió mucho así mismo encontrar a Minho esperándolo sobre el columpio, meciéndose con algo de dificultad bajo una lluvia de hojas que el viento desprendía del árbol.
-Hola…-un susurro le erizo el bello de la nuca, la voz, el aroma, la calidez… Todo en el príncipe generaba en Minho algo más poderoso que la magia que siempre careció en su persona.
-Ho…Hola…-a penitas pudo modular palabra, pues ese abrazo no se lo hubiera esperado ni en él mejor de sus sueños, aunque ya no fuera la primera vez que veía a su mayor bajo el cobijo de ese maravilloso secuoya roja, tan alto y con casi 2 200 años de vida había sido cómplice de sus fortuitos y peligrosos encuentros, auspiciados por la actitud traviesa de Changmin y llevados a cabo gracias a la innata curiosidad de Minho.
Estuvieron abrazados en esa misma posición mucho más tiempo del que ambos disponían en esa ocasión y aunque ahora le doliera, sabía que era lo mejor, Changmin debía casarse con quien sea que el consejo de brujas anunciara la semana siguiente, todo mundo estaba ansioso, pues cualquiera podría emparentarse con la familia real, ya que según las tradiciones la bruja más poderosa era la indicada para ser la futura reina de todo el oriente mágico. No un chico…no un squib…no Minho…
-Su alteza…-suspiro con un tono muy bajo.
-hnn…-fue el gruñido que Changmin dejo escapar instándolo a continuar, pues le informaba que lo escuchaba con atención, aunque ya hubiera perdido la cuenta de las veces que le había pedido al chico que lo llamara por su nombre. Siempre era su alteza, su majestad, príncipe, mi señor… en fin apelativos que lo hacían sentir viejo e impotente, siendo sinceros.
-Tengo…que irme ahora…-El squib sintió la tensión del cuerpo que lo abrazaba, se afirmo a las cuerdas, mordió su labio y continuo-… también quiero…quiero pedirle algo…-
Changmin busco su mirada, pero lo único que pudo ver fue una cortina de cabello cubriéndole el rostro, se separo de él y freno el movimiento del columpio, sintiendo una inquietud ajena apoderarse de él.
-Lo que quieras, no hay nada que no pueda darte…-Minho se puso de pie y se alejo un paso del columpio abrazándose así mismo.
-De ser así… Por favor…no vuelva a buscarme…-
Una ventisca intempestiva les azoto el cuerpo y el príncipe reacciono.
-…No…-respondió ansioso y asustado, con un tono de voz que ni el mismo había escuchado nunca en su persona, Minho se trago el nudo en su garganta y se lastimo uno de sus brazos de tanta fuerza que imprimía en el agarre.
-Acaba de decir…que… no había nada…-
-¡Se lo que dije! Pero eso, eso es lo único que no puedo concederte…-
-…Que… Que lastima… Porque eso es lo único… lo único que quiero…-otro suspiro escapo de sus labios dando un paso más dispuesto a salir corriendo en cualquier instante.
-¡No!, dime ¿¡Por qué tan de repente!? ¡¡No te vayas!!-Grito perdiendo la compostura sujetando con fuerza uno de los brazos de Minho.
-¿De repente…?-Pregunto sin mirarlo, con tono dolido.
-Usted mejor que yo sabía que esto estaba mal y que en algún momento puede salírsenos de las manos y yo no… yo no quiero que eso ocurra…adiós…-dijo al zafarse delicadamente del agarre que imprimía Shim, quien actuó impulsivamente al sentir que perdía algo que ni si quiera sabía si le pertenecía. Atrajo ese menudo cuerpo al suyo y le busco los labios entregando el primer y más desesperado beso de toda su vida, Minho se separo bruscamente cuando estuvo a punto de corresponderle y lo miro lastimado y triste.
-…Se mío…-pidió Changmin sosteniendo vehemente la mano del squib, rogándole con la mirada esperando que comprendiera lo que con palabras no podría explicar.
-Por favor no lo haga más difícil, no me busque, olvide que existo como lo hare yo con usted…-
Minho se trago las ganas de llorar y salió de ahí sintiendo la extraña sensación de deja vu traspasarle el cuerpo. Changhmin quiso ir por él, detenerlo y volverlo a besar, pero lo único que logro hacer fue llegar hasta el columpio y desplomarse en ese lugar, mientras las flores a su alrededor se mecían al compas del viento en medio de una y triste melodía de amor…
***
-…Se mío…-
En sus pensamientos solo estaba ese joven, aquellos cortos recuerdos que tenia de él lo desesperaban, lo hacían volverse loco de tanto pensar en Minho… lo atrajo desde esa primera vez que tan solo lo vio sin modular una solo palabra, tan solo con el impulso de hacer que sus miradas chocasen y tenerlo cerca fue como el estar volando, simplemente se inmiscuyo en un inmenso éxtasis que revolvía sus más guardados y profundos deseos… recordaba el haber observado el temor en ese joven, temblaba entre sus brazos y el príncipe solo le dejo ir, no una sino dos veces.
Se removió incomodo en aquel sillón de brillantes acabados de caoba hecho de piel de oso polar, volvía a utilizar el atuendo para las ceremonias reales y es que todo el reino lo sabía menos él, al día siguiente anunciarían a la persona que debía desposar y había sido tan idiota de no tocar nunca ese tema con Minho, sus padres lo esperaban para él ensayo general y él lo único que pudo hacer fue masticar colas de escorpión bañadas en whisky, se puso de pie yendo de nueva cuenta hacia donde estaba él, en ese mismo mercado que semanas atrás se atrevió a pisar en busca de Minho encontrándolo con ropas holgadas vendiendo insumos de comida a los compradores. Minho en si era hermoso y apetecible ante su mirada felina, lo quería para el solo, lo deseaba y debía ser ahora mismo, lo busco con seriedad hasta que Catherine le dijo que no estaba, no dijo más, solo un simple “no quiere verlo” que lo lleno de rabia y despecho llenándole la cabeza de pensamientos que realmente nunca se habían apoderado de su ser, esa apetecible presa no escaparía de sus manos, lo tendría a su merced, lo saborearía eternamente. Sonrió de lado con aquella mirada sumida en la sensualidad que emanaba al ser príncipe… porque Shim Changmin tenía el don de encantar a ese mundo exterior que se inclinaba a sus pies tan solo con verlo, Shim Changmin próximo candidato para dios de la sensualidad el placer y la satisfacción carnal… él lo era… [konata quiere violar a Changmin U///U ajajaja XD]
El sonido de unas cajas caer estrepitosamente contra el piso llamaron la atención de Changmin y estaba seguro de que ese cabello solo le pertenecía a una persona, con el entrecejo fruncido saló corriendo tras esa sombra que se perdía entre los árboles.
“Estúpido, Minho eres un estúpido” se recriminaba el squib mientras corría intentando perder a Changmin, quien lo seguía de cerca insistentemente, un par de niños jugaba más adelante y Minho pensó que quizás ellos podrían despistar al príncipe, aunque no se dio cuenta que practicaban unos cuantos conjuros demasiado avanzados para ellos.
-¡Chicos!-Grito Minho sin aire, un pequeño rubio que traía una varita de sauce giro tras el llamado olvidando que estaba a punto de expulsar un conjuro y entonces fue Minho el blanco de la transformación, mientras sus ropas salían volando y el caía de forma aparatosa hasta chocar contra un árbol
-¡¡Ahh al fin me salió!!-Grito el rubito llamando la atención de sus amigos.
-Perfecto Tomas, ahora conviértelo de nuevo-le pico un niño bajito y morenito.
-¿He? Eso me lo enseñan la semana que viene…-dijo sonrojado, sacando sonoras carcajadas de sus amigos.
-¡Hay dios mío!-Grito una niña-¡¡Alguien viene!! ¡¡Tómenlo a él y las ropas!! ¡¡Vámonos!!-Los niños hicieron caso y en un dos por tres el lugar estaba vacío, aunque hubieran dejado a Minho aturdido bajo un árbol, creyendo que iba entre las ropas.
-¡¡Minho!! ¡¡Minho!!-El squib reacciono tras los gritos y quiso volver a correr cuando Changmin apareció entre los arbustos caminando directamente hasta él, Minho choco contra un árbol y asustado comenzó a gritar.
“Vete, aléjate, no vuelvas, te dije que no me buscaras…”
O al menos eso es lo que él pensaba.
-¡Meouww!-Ese sonidito apenas audible atrajo la tención de Shim y Minho tembló de pies a cabeza mostrando sus dientes volviendo a maullar enérgicamente.
-¿Un gato?
Tras la pregunta que formulo el príncipe Minho se hubiera puesto blanco si su rostro no estuviera ahora lleno de pelo oscuro, del cual le nacían un par de peludas orejitas, que complementaban el hechizo con un par de tiernos bigotitos.
“¡¡Soy un gato!! ¡¡Por dios, por dios, por dios!!”
Todos los que se supone eran gritos histéricos a oídos de Changmin eran solo maullidos continuos y desesperados por el ahora Minho minino, tierno, peludito. [>///< Karla es la culpable *muere*]
-Lo que me faltaba…-suspiro Changmin al ver la patita lastimada del animalito, miró hacia todos lados y aunque quisiera no podía sentir a Minho, estando tan alterado no lograría nada. Rendido camino hasta el pequeño gato negro y extendió su mano buscando atraparlo. Minho volvió a maullar y vulnerable lanzo un zarpazo que le hizo tres cortes a Changmin, pero no retrocedió simplemente paralizo al gatito y le envolvió la patita con un pañuelo, mirándolo de vez en vez a los ojos.
-Deja de mirarme así, te pareces a él…-dijo como si el animal pudiera entenderlo, aunque realmente sí lo hacía. Minho se tranquilizo cuando la zona estuvo cubierta totalmente, ni si quiera se dio cuenta cuando se la lastimo y después volvió a moverse, ya que Changmin retiro el hechizo una vez terminada su labor, pero esta vez Minho minino no corrió se quedo ahí mirando la extraña expresión del príncipe, como si estuviera a punto de hacer una locura.
-Meouw-maulló quedamente atrayendo la atención de Shim, llevando su cabecita hasta la mano del castaño, no le gustaba verlo así y acercársele siendo un gato no podría ser malo ¿verdad? Changmin cedió y se dejo caer bajo la sombra de ese árbol que le cubría de los rayos del sol, mientras acariciaba al gatito distraídamente, perdido en sus pensamientos. Segundos después lo levanto del pellejo y lo puso frente a su cara mirándolo muy de cerca, Minho acerco una de sus patitas a la nariz de Chang y la picoteo un par de veces hasta que el príncipe opto por soltarlo en su regazo, buscando algo entre las bolsas de su pantalón. Saco la cajita violeta y retiro el moño que guardaba cuatro chocolates rectangulares. Tomo uno y lo acerco al rostro del animalito.
-Creo que ya no importa sí no es él quien los come…-suspiro para sí, mientras el minino comenzaba a lamer con su pequeña lengüecita el chocolate, siendo acariciado constantemente por esas grandes y calientes manos, a Minho le gustaba la sensación y sabía que debía disfrutarlo totalmente hasta que durara.
-Sabes, me gustas creo que te volveré mi mascota ¿Qué dices?-Como toda respuesta Minho ladeo la cabeza y después se froto la nariz con una patita, volviendo al chocolate.
-Hay algo anormal contigo…-murmuro Changmin después de un rato de observarlo, cruzando los brazos buscando mermar la rabia y decepción que aún sentía en el pecho. Minho no conocía su lado malo, cuando el posaba su mirada en algo, no se detenía hasta conseguirlo y el pequeño squib no sería la excepción, no importaban los medios, Minho tenía que ser suyo. El gatito Minho sabía que los pensamientos de Changmin no debían ser del todo buenos, por la expresión de su rostro, pero aún sentía la ternura con la cual lo había acariciado correr por su cuerpo, volvió a restregarse contra lo que supuso era el estomago del príncipe y le sonrió con la mirada confundiendo al futuro rey.
-¡Gatito!-Minho escucho esos gritos y algo en su interior se agito levantando sus orejas como reflejo, bajando del regazo de Changmin a quien volteo a ver un momento antes de escuchar más cerca los gritos de los niños.
-¿No me digas que tú también piensas abandonarme?-pregunto duramente hacia el animalito con algo de frustración en la voz. Minho no quería irse ni dejarlo con esa aura tan oscura, pero los gritos se hacían más audibles y sería difícil de explicar, así que una última mirada después corrió hasta los niños alejándolos lo suficiente del lugar para que no perturbaran a Changmin, quien arrojo con ira la caja que se había quedado sobre su regazo.
-Tú te lo buscaste Minho…-susurro al viento al levantarse y empezar a caminar de vuelta a su palacio.
***
Solo había bastado dar la orden y en un abrir y cerrar de ojos lo tenía frente a él, lo mando traer con algunos de sus soldados. Minho se hallaba con aquel ropaje holgado que usaba para dormir amordazado y de rodillas en el piso de su alcoba cerca de su cama, giraba su cabeza intentado al menos comprender en donde se hallaba pues temblaba quedito en su lugar mientras emitía ahogados sonidos para dar alguna señal a alguien a su alrededor, después del problemático incidente del gato había llegado muy tarde a su casa y solo se había puesto un camisón antes de meterse a su cama, quería desahogarse a gusto y cuando abrió los ojos solo había oscuridad, no podía moverse y sentía que en cualquier momento su corazón se despedazaría trocito a trozo. Shim dio unos pasos hacia a Minho se puso frente a él de cuclillas desatando aquella mordaza que tapaba los labios del menor, la retiro lentamente con sus propias manos a la vez que acariciaba esos sedosos cabellos y dejaba pasar lentamente sus manos por la suavidad de la piel del cuello, sus dedos se deslizaban con lentitud queriendo memorizar la textura de la hermosa dermis y observo esos temblorosos labios entreabrirse y modular un “¿Quién eres…? por favor… ayúdame…” Shim Changmin sonrió acercándose a su oído susurrándole algunas palabras que calmaron los nervios del joven que solo seguía temblando a la par que retiraba la venda que escondía esos hermosos ojos oscuros como la noche misma… y lo vio… era él… Minho abrió los ojos tratando de modular palabra alguna cosa que fue estropeada por un chasquido que hizo que sus labios se pegaran…
-Deseaba tanto volver a verte… -deslizando sus manos por los costados de la silueta del menor quien se estremecía a ese contacto, Changmin lo observaba como hipnotizado y acerco su rostro hasta los cabellos de Minho, aspiro su dulzura y acarició unos cuantos mechones recreándose en su suavidad.
-Tan dulce…-soltó al aire cuando busco su mirada
-Tan suave…-dijo al delinear las mejillas.
-Eres tan delicioso…-murmuro a contra labio con los ojos semi abiertos, antes de besarlo, el corazón de Minho dio un bote y se apresuro en alejarse. Movía la cabeza negando cada palabra que había salido de los labios de Changmin, es que eso no podía ser cierto. El príncipe delineo los labios de Minho mirándolo a los ojos con una agresividad felina, que incendio el interior del squib, porque no podía negárselo a él mismo su príncipe era fuego puro y despertaba en el los más sucios y primitivos deseos de los que jamás había sido presa antes y ardería, ardería con él.
-Ya veremos si después de lo que voy a hacerte, te quedan ganas para seguir negándote a mi voluntad…-[*tsuki se azota de la ersitación y konata muere*]
Un destello que no previó lo arrojo contra la cabecera de la cama y sintió con mucha claridad cómo es que las cuerdas que lo mantenían maniatado se deslizaban por sus manos y firmemente lo dejaban sujeto a los barrotes dorados de la cama. Cuando levanto la mirada un grito se quedo atorado en su garganta, lo que lo apresaba era una serpiente, tan oscura e intrigante como el poderoso mago que la había creado, pero desistió de seguir mirándola porque sintió más cuerpos invertebrados rozarle, miro a su alrededor completamente aterrado, su cuerpo estaba siendo aprisionado ahora por serpientes que se deslizaban lentamente, buscando incitarlo, mientras siguiendo las órdenes de Changmin deslizaban poco a poco el camisón de seda blanco y semi transparente que usaba Minho para dormir; y él chico se perdía en la profundidad de esos ojos azules pertenecientes a las víboras, que le transmitían sensaciones inexplicables, como si los reptiles fuesen inteligentes y pudieran ver a través de su corazón. Changmin yacía sentado en su lujoso sillón rojo, observaba a Minho con más hambre de la que instantes atrás había sentido, ya que verlo amordazado e indefenso provocaba en su interior él deseo de apoderarse de ese cuerpo que le tenía vuelto loco de unas ansias que nadie más que el Minho podría satisfacer, solo él…
Una contracción de nerviosismo lo ataco justo antes de que su camisón fuera arrastrado por el sensual contoneo de los reptiles más allá de lo moralmente permitido, quedando parcialmente desnudo ante la lasciva mirada de Shim, quien observaba todo con aparente pasividad recargando sus manos inquietas sobre los posa brazos de sauce. Minho no pudo hacer nada más que arquearse intentando vanamente escapar, pues una de las serpientes ya se deslizaba por sobre su estomago, mientras otra se enrollaba sobre sus muslos rozando descarada con su lengua helada sus caderas queriendo tragarse esa tira de tela, que mantenía en su lugar la ropa interior de Minho y las ganas de gritar solo aumentaban, porque el cosquilleo que le provocaba el movimiento de tan aterradores y feos animales aunado a esa penetrante mirada solo estaba volviéndolo completamente loco de excitación y eso no podía concebirlo, aunque el color de su piel y los temblores de su cuerpo lo delataran ante la perspicacia del mayor, quien apoyaba su rostro sobre su palma derecha devorándolo con la mirada y tragándose esas levísimas contracciones que percibía superficialmente en la palidez de ese cuerpo que quería desnudo ya, por eso dos de sus serpientes se hundieron bajo la parte superior del camisón y lo levantaron hasta dejarlo sobre la cabeza de Minho, quien se agito cuando la ultima prenda que le quedaba encima fue retirada por un sagaz movimiento de Changmin pues Minho lo vio mover los dedos y poco a poco sintió como su ropa interior dejaba de cubrirlo, siendo arrojada al piso de la habitación con un destello en esa mirada color miel, escuchando perfectamente como las serpientes desgarraban su pijama. Ahora estaba desnudo con una serpiente entre sus piernas a completa merced de lo que Shim Changmin quisiera hacerle y cuando pudo abrir la boca de nuevo lo único que escapo de sus labios fue un inconsciente y jadeante sonido.
-…alteza…ajhm…por favor…ayúdeme….-Changmin sonrió con libido, esos ojos nublados por miedo y placer eran más hermosos que una manada de unicornios juntos jugando con sus crías, y el pequeño Minho no sabía lo que había dicho ni la bestia que había liberado. Más pegajosa humedad se apodero de sus pezones y volvió a jadear, cerrando las piernas instintivamente, ya que no podía y no quería estar más expuesto frente a él, era tan vergonzoso, su agitada respiración lo delataba y Changmin lo percibía usándolo en contra suya, porque estaba completamente mojado y por dios todo era culpa de esa mirada, del erótico gesto que shim realizaba al humectarse los labios cada vez que la incomodidad en sus pantalones aumentaba, pero era Minho quien debía buscar sus brazos y protección, así que con un parpadeo libero las manos de Minho y por un primitivo instinto de auto preservación el chico se incorporo alejando con histeria los escamosos animales de su cuerpo y a punto estuvo de pisar la alfombra de la habitación para correr a embarrarse en un rincón cuando mas serpientes aparecieron, se multiplicaban con rapidez y eran feroces pues sus ojos violetas estaban impregnados de intimidación y así mismo lo atacaban, obligándolo a retroceder al otro lado de la cama llevándose consigo lo que quedaba del camisón del que había sido despojado, cubriéndose solo lo necesario, sus pupilas dilatadas clamaban placer, pero su cerebro quería huir lejos de ahí.
-Más te vale decidir pronto que es a lo que te quieres enfrentar…-el sutil murmullo que escapo del mago, lo hizo cerrar con más fuerza las piernas mordiendo la tela de su ropa para no gemir, su forma de hablar lo convertía en una piltrafa sin voluntad, pero pero…era el príncipe o las serpientes y la elección era más que obvia. Jadeo sin aire por última vez y cerró los ojos antes de soltar su camisón exponiendo los resquicios de su ardiente corazón a su primer y único hombre….de un salto bajo de la cama y estiro sus brazos buscando algo a que aferrarse, siendo un par de brazos fuertes los que le rodearan y refugiaran en un amplio duro y cálido pecho, afirmándose a su desnudez. Busco sus labios a horcajadas sobre su regazo, mientras los gemidos de ambos entes se perdían en la cavidad contraria, Minho se esforzaba en dejar de temblar, pero su cuerpo no le respondía como quería mucho menos al sentir las frías piezas metálicas que colgaban de las ropas de Changmin rozarle la piel desnuda…
¿Por qué precisamente él tenía que fijarse en alguien tan insignificante como Minho?, ¿Qué podía ver en él que lo llevara a realizar actos tan irresponsables y problemáticos? no se le iba a negar pero él era tan imponente e inalcanzable que…
-¡¡Por favor pare!!-Gimió fuerte con los ojos nublados y aferrándose desesperado a la fuerte y amplia espalda de su mayor, cuando este le clavo los incisivos en la piel del cuello, marcándolo porque solo sería suyo, suyo y de nadie más, aunque no quisiera…
El movimiento era menos rápido de lo que Minho pensaba, pero completamente desnudo y a merced de un hombre como aquel, parecía que volaba, quizás por el aire que esos labios le robaban, quizás por el miedo y la excitación que esas pupilas dilatadas le provocaban o era por el golpeteo acelerado de su corazón que lo traicionaba…
Sintió aterrado como es que algo escamoso le rozaba el pie e impulsivo elevo sus piernas aferrándose al cuerpo de su príncipe, aun sin saber que esperarse de él, ni de tan abrumadora situación. Esos labios suaves y delicados le robaban el aire y al mismo tiempo lo hacían sentir un miserable, las fuertes manos lo acariciaban de arriba abajo entreteniéndose manoseando su intimidad asegurándose de que su miembro comenzara a responder de la manera que quería, Changmin desistía de seguir en esa posición pues necesitaba sentir más. Con un chasquido de dedos Minho volvió a encontrarse contra la cama de esa oscura y lujosa habitación arrastrándose hacia atrás, mientras Changmin hacía lo propio, quitándose el largo saco negro repleto de insignias, gateando sobre ese cuerpo delicioso, acorralando al chico entre la cama y su enigmática presencia. Le busco el rostro y volvió a besarlo deslizando sus manos por toda la fina textura que esa noche tomaría sin ninguna clase de restricción, tan suave, húmeda y caliente…
¿Cómo alguien podría resistírsele? Y tras esa última pregunta interna otra llego a su mente golpeándole casi dolorosamente. Sí él había caído, nadie le aseguraba que otros no lo hubieran hecho antes y eso era algo que nunca cruzo por sus pensamientos, entonces un inesperado ataque de celos lo invadió y mordió el labio inferior del chico casi con ira, asustándolo, pues ese quejido temeroso le traspaso los tímpanos.
¿Minho sería virgen?
Abrió los ojos y afilo su mirada, parando con lentitud todo movimiento, separando más bruscamente de lo que inicialmente suponía todo ese plan las piernas de Minho tanteando los muslos, hallando ese recinto sagrado del cual iba asegurarse ser el único en profanar. Soltó un gruñido molesto cuando Minho quiso alejarse, después de que acaricio superficialmente su entrada, así que lo inmovilizo de ambas manos y lo obligo a mirarlo, encontrándose con esa hermosa pero perturbada mirada y los labios hinchados y un poco lastimados, con ese pecho rozar al suyo con cada suspiro y exclamación reprimida.
-Dímelo…-comento con un tono ronco y ansioso acariciando el rostro de Minho con su nariz, percibiendo sobre su cara la repentina agitación en el respirar del más joven.
-¿Cuantos te han besado como yo?-El corazón de Minho dio un vuelco y quiso gritarle, que nadie lo había besado nunca de aquella forma que lo hacía ver estrellas, que ese beso que le dio bajo el árbol de la vida había sido el primero pero las palabras se quedaron atoradas en su garganta y opto por girar el rostro buscando esconderse entre las mantas revueltas. Changmin se enfureció e hizo más brusco el agarre que mantenía sobre las muñecas.
-¿Dime cuantos te han visto desnudo? ¿Dime cuantos te han tocado de esta manera?-con cada pregunta el agarre aumentaba y las caricias en su parte baja se hacían más bruscas.
-¿Dime a cuantos les has lanzado un hechizo como este? ¿Dime cuantos se han hecho de tu cuerpo?- pregunto mordiendo uno de los tiernos y necesitados pezones arrancando fascinado un agudo e irregular gemido de su presa.
-¿Dime a cuantos has dejado entrar a este lugar?-pregunto dejando que uno de sus dedos se deslizara por el tenso y apretado pasaje de Minho, tragándose un gemido, pues no podía ni si quiera concebir la idea de que es lo que sucedería cuando entrara a ese lugar con otra parte de su cuerpo, pero ese sollozo ahogado contra la ropa de cama lo saco de su propia satisfacción, mientras veía como es que Minho se retorcía y convulsionaba bajo su cuerpo mordiendo con mucha fuerza una de las manos que ya había liberado, ocultando su rostro bajo la mojada maraña de cabello oscuro y suave que se le adhería a la piel del rostro. Changmin saco su dedo de aquel caliente lugar y se incorporo un poco retirando las manos de Minho de su propio rostro, para que lo dejara observarlo encontrándose con un tenue camino de lágrimas bañándole las mejillas…
Eso quizás confirmaba lo que había preguntado, si nunca nadie lo había tocado, Changmin no tenía porque lastimarlo de aquella manera, Minho solo tenía que rendirse ante un placer inigualable y dulce que él iba a otorgarle. Arrepentido se inclino y beso esas lagrimas haciéndolas desaparecer en un destello, tomando después la mano que Minho se había lastimado para no gritar, besándola tiernamente, mientras un brillo violeta rodeaba la herida hasta borrarla por completo.
Minho tallo sus ojos confundido, ¿por qué él se comportaba de aquella manera de nuevo?, si solo iba usarlo porque no terminaba todo de una vez, que lo lastimara y que le hiciera todo lo que quisiese, pero ¿por qué curarlo y limpiar sus lagrimas con ternura? Con besos dulces llenos de cariño, ¿qué no se daba cuenta que de esa manera sería imposible para Minho odiarlo?, ¿o es que esa era su treta? engatusarlo con falsa dulzura para que dejara de resistirse. Aunque él confundido squib lo único que sabía verdaderamente es que nunca, nunca, ni en el mejor de sus sueños, podría negarle algo al hombre que ahora lo miraba con arrepentimiento y un brillo en sus claros ojos que lo hacía retorcerse interna y externamente anhelando algo que tanto su cuerpo como su alma necesitaban y que nunca entregaría a nadie más. Un beso suave choco contra sus labios y sintió claramente como ese corte en su labio inferior se desvanecía paulatinamente bajo esa sutil y exigua caricia que se llevo la última de sus lagrimas, dejándolo recostado en el lecho con la respiración pausada, creyendo morir cuando vio a su príncipe sonreírle con amorosa sinceridad.
Changmin se concentro en hacer sentir bien a Minho después del mal trago, disfrutando esas puntiagudas aureolas rosadas que le adornaban el pecho, eran tan mordibles y descubrió que también sensibles.
Ahora Minho lucía más cómodo en la cama y eso complació al futuro gobernante quien trazo imperceptibles símbolos con su saliva para iniciar el ritual que encadenaba el alma del rey con la de su otra mitad, sin dejar de acariciar los muslos de su joven amante en ningún momento. Changmin estaba extasiado flotando como en una nube multicolor, llevando sus dedos hasta el orificio que antes había profanado con brusquedad, en esta ocasión se encargo de hacerlo bien por ello comenzó tragando la punta de esa erección fascinándose al ver a Choi medio cubrir sus labios con una de sus manos, amortiguando el primero de esos jadeantes gemidos que llevaban su nombre en ellos. Estaba feliz porque Minho comenzaba a ceder poco a poco, olvidaba los prejuicios y su inseguridad, clamando sin saberlo el corazón en llamas de su mago.
-n…no…no…más…-Minho había reunido el coraje para pedir una tregua que le fue negada con deliberada imponencia, la marca sobre su pelvis era prueba de ello, y la tibieza de la saliva alcanzando su ano buscando darle más placer solo era una muda advertencia que le indicaba que solo debía disfrutarlo. Sus ojos llorosos se cerraron violentamente y se retorció en busca de aire, Changmin se incorporo con el pantalón a medio abrir y detuvo sus caricias a las nalgas del menor, pues estaba a punto de observarlo teniendo un orgasmo.
-Ghanm…no…noh…ah!!-Sus manos hallaron soporte sobre las sabanas pero el latir de su corazón le imposibilitaba los sentidos, solo sabía que había vuelto a llorar de vergüenza mientras mordía una almohada y es que seguía estando duro, duro, mojado y palpitante, aunque la sensación que acababa de experimentar haya sido la más deliciosa de su vida. Changmin mordió su labio inferior ante tanto erotismo e incontrolable despliegue de sensualidad, su Minho había tenido un orgasmo seco, no habría podido imaginar que las sensaciones en su cuerpo serían tan incontrolables que lo orillarían a vivir esa experiencia solo con la sensación interna que le provocaban sus acciones.
-…Tengo miedo…por favor detente ya… ah… Déjame ir…-volvió a insistir sin voz ni una pizca de aire en los pulmones enterneciendo a Shim, porque lo que tanto temía era sin duda dejarse llevar por los más puros y primitivos instintos del ser humano. Y es que a diferencia suya Minho no usaba la magia pero eso no quería decir que no fuera sensible a ella. Y sin ser presuntuoso, conocía la reacción del cuerpo al interrumpir o entrar en contacto con el flujo de la magia con el simple hecho de tocarlo, fue como la primera vez que se vieron y por ello se atrevió a contestarle con lo único que había rondado su mente desde que le conoció.
-Nunca... y vete haciendo a la idea, porque serás solo mío… siempre…-Sus piernas aún cosquilleaban y todo se volvió borroso cuando escucho lo que dijo, Minho podría jurar que en la frase había terror al rechazo y quiso reírse, ¿quien en su sano juicio podría rechazarlo?
-Sabe… yo se que… Hay alguien mejor que yo… dispuesto a cualquier cosa por usted, que puede darle ante todo…y ante todos lo que yo nunca podre…-
Hablo muy bajito contra las interesantes figuras que se formaban en la cama.
-¿tú crees qué a mí me importa tu condición no es así?-
Changmin hablo en tono áspero mirando el techo.
-Crees que eres unos más de mis caprichos y en cierta forma puede que sea así, es por eso, que no permitiré, que alguien obtenga lo más especial y único con lo que me he topado en la vida, aún si tu corazón se rompe en el proceso… Porque es un precio que estoy dispuesto a pagar haya o no magia de por medio…-
Changmin lo giro para poder mirarlo a la cara
-…Esta es la decisión de un hombre Minho, no de un mago ni tampoco de un gobernante.- sello su confesión con un beso apasionado, sintiendo más lagrimas caer de esos precioso ojos. Minho no podía respirar sabía que Changmin no pararía hasta el final y algo en el fondo de su cabeza tampoco quería que se detuviera.
Aferro la tela de la camisa negra desaliñada entre sus manos mientras se encogía sobre sí mismo al sentir el cinturón de Shim rozar su entrada, perdiendo el sentido común tras ello y correspondió el beso torpemente ansioso, imitando los movimientos que Changmin shii hacía con su boca sobre la suya. Una mordida una succión y la contracción que recibió su columna hizo que enterrara sus insignificantes uñas en la espalda del mayor aún sobre la ropa.
Su cuello, su pecho, su estomago y vientre fueron besados con ternura, adorándolo como a un templo sagrado, él mordía su puño para no gritar, no sabía en donde estaba ni tampoco si alguien podría escucharlos, así que había optado por lastimarse. El joven de la realeza le hacía el amor con la boca mientras sus dedos buscaban adentrarse en su cuerpo, pero paro todo movimiento al verlo lastimarse nuevamente.
-Tranquilo… -dijo al tomar sus manos frías y temblorosas haciendo que rodearan su cuello.
-Tú solo descarga lo que no puedas soportar en mí…-Minho dejo de luchar y se concentro en sentir ese cosquilleo expandirse por todo su cuerpo asintiendo imperceptiblemente a lo dicho por su alteza Shim encontrando en todo lo que decía un poderoso estimulante. Sintió un dedo entrar a su cuerpo y en respuesta rasgo la camisa a la que se sujetaba retirándola casi completamente de ese cuerpo increíble cuyo dueño gruño una sarta de improperios moviendo el dígito con rapidez buscando no herirlo más. Minho tironeo lo que aún le cubría de la cintura hacia arriba con la garganta seca y los ojos nublados. Dos y luego tres dedos se movían dentro de su cuerpo, pero los espasmos del mismo se incrementaban a cada segundo, es como sí su mente fuera lo único que pudiera controlar y aún así ni si quiera podía parar de gemir. Changmin desato sus pantalones y abrió las nalgas del menor para poder fundirse con él ya, aunque se sintiera sin nada de fuerzas.
Minho no grito cuando lo penetro, ningún sonido de incomodidad escapo de sus labios más sin en cambio le araño todo el tórax al culpable arrancándole un gruñido bestial y excitante. Minho no concebía la idea de albergar algo tan grande en su pequeña abertura, sus respiraciones trabajosas e irregulares era lo único que resonaba en la habitación, hasta ese momento Minho se había olvidado de las serpientes y Changmin también, por lo que se sorprendió cuando una de sus aliadas se afianzo de nueva cuenta a los brazos del menor inmovilizándolos sobre su cabeza. La saliva escurrió de la boca de Minho al sentir la primera embestida pues todo su cuerpo se contraía involuntariamente y su mirada se fundía en los pozos del contrario, Minho se sentía aturdido y ahora ya no podía mover las manos, todo era como un mar de calma y lujuria apasionada, los besos, la palpitante rigidez en su interior haciéndolo cada vez más sensible y vulnerable, soltaba quedos gemidos contra los labios del príncipe que le besaban tranquilamente de forma totalmente opuesta a lo que ocurría en la unión de sus cuerpos, certero, profundo, salvaje e increíblemente asfixiante.
La presión bajaba y aumentaba paulatinamente, su cerebro no coordinaba y se sentía tan irreal, todo le palpitaba, sus pezones querían atención y el rozar del moreno tórax lo dejaba desesperado y ansioso, le gustaban las caricias sobre sus muslos y también ese rudo apretón que recibía cuando sus paredes internas se contraían y encerraban el miembro duro de chang, quien le gemía contra la piel del cuello el cual mordía y succionaba con ardiente anhelo, todo esto se multiplicaba al estar atado, pues su cuerpo respondía receptivo ante Shim y ese fortuito rozar de los reptiles contra sus cuerpos. Las al parecer inofensivas serpientes, se enredaban entre las piernas de Minho y le picaban la piel al sacar la lengua y sisear excitadas, como si pudieran tragar el libido que desprendía Changmin al encontrarse en esa situación, sus piernas se ponían tensas, su abdomen estaba duro y cada que entraba a ese cuerpo una opresión le subía hasta el estomago y se regaba por todo su ser queriendo terminar cuanto antes, pues estaba seguro que todo el mundo en el castillo podía escucharlo claramente a él y a Minho, no pensó nunca que fuera tan escandaloso en la cama y esa expresión no la olvidaría jamás al parecer el estar atado lo volvía más receptivo pero una contracción ajena a lo que ocurría lo hizo afirmarse con rudeza a las caderas del pequeño, Changmin sabía que es lo que eso significaba acelero el ritmo de sus arremetidas y le indico a la serpiente que mantenía atadas las manos de Minho que lo soltara el squib tembló y se arrojo contra sus labios buscando algo de cordura y a cambio recibió un par de deliciosas succiones a sus pezones, mientras Changmin buscaba su dureza para comenzar a masajearla comenzando a murmurar un coro de extrañas palabras que llegaban difuminadas hasta los oídos de Minho.
Estaban pegajosos, sudados y ese era el momento culminante Changmin elevo una de las piernas del moreno y se hundió hasta el fondo sin dejar de murmurar ese cantico antiguo y poderoso, recibiendo un par de arañazos y un grito ronco en respuesta a la intromisión, Minho lo sentía, sentía algo extraño avanzar por su cuerpo y también como toda esa excitación comenzaba a concentrarse en un punto sin retorno, su cuerpo ardía sonrojado bajo el exquisito toque que le daba Changmin, su interior jalaba con descontrol a Changmin, más rápido, más duro…
-más…profung...do…-jadeo enterrando sus uñas en los omoplatos del príncipe sorprendiéndolo y sorprendiéndose así mismo mirando temeroso los ojos claros del mayor, volviendo a gritar cuando el aire le falto y un ardor le atravesó de los pies a la cabeza instalándose un segundo más sobre su muslo derecho y después, después el techo oscuro, su mirada acuosa, su semen deslizándose por su estomago confundiéndose con el sudor, propio y de Changmin, una frase que si entendió salir de los hinchados labios del castaño…
-…Eternidad...mhn…-y la última y más profunda embestida que había recibido en toda la noche, alcanzando la parte más intima de su cuerpo, inundando su cavidad del líquido espeso y lechoso de Changmin, quien bruscamente se desplomo contra él abrazándolo desesperanzado antes de que ese brillo místico y antiguo rodeara a ambos amantes… porque Changmin unió su alma a la de Minho y dejo un símbolo en su cuerpo que hará que ambos se reclamen no importa el lugar y tampoco el tiempo…
El último suspiro exhalado por el pecho del elegido, sucumbió entre los labios del heredero y él último brillo del hechizo que mantendrá sus espíritus unidos desapareció en la noche entre respiraciones alteradas y la muda caricia que culmino la entrega, la primera de esa noche y la primera de sus vidas.
-¿Qué…qué has hecho…?-Pregunto Minho llevando una de sus manos entre sus cuerpos, acariciando superficialmente uno de sus muslos, dolía y no solo porque debía doler, algo ardía en su piel y gimió cuando toco el lugar, mirando asustado a Changmin, eso no podía ser cierto, acababan…acababan de…bueno eso y su cuerpo parecía no recordarlo…
Volvió a gemir audiblemente cuando la quemante sensación que había sentido al tener un orgasmo completo volvió a atravesarle el cuerpo, se levanto de la cama y se alejo hasta chocar con el armario de Changmin, ¿ahora que le había hecho? El semen escurrió por sus piernas y se asusto al ver sangre, hubiera caído de bruces contra la alfombra afelpada de piel de oso si no hubiera sido por la rápida reacción del príncipe quien lo alzo y abrazo buscando calmarlo, Minho se afianzo a él y es que todo parecía empezar de nuevo, las palpitaciones de sus muslos el cosquilleo en su miembro y la ansiedad de sus labios.
-Ahhhm….- Changmin repego todo su cuerpo al del indefenso y confundido squib, sus pantalones volaron al otro lado de la habitación porque el también lo sentía, el llamado de algo más profundo que la satisfacción carnal y él simple deseo.
-Solo déjate llevar…-Susurro Changmin besando alterado el pabellón de la oreja del squib, quien negó rojo hasta el cuello cubriendo su boca para evitar dejar salir esos jadeos que volvían a su garganta sin impedimento alguno, Changmin lo obligo a rodear su cintura con sus piernas dejando que sus miembros chocasen y terminaran de reaccionar, todo eso era tan delicioso, aunque no hubiera esperado que el efecto de su hechizo se manifestaría tan rápido, ni que nublaría completamente la mente de Minho, ese mismo que segundos antes había estado a punto de desmayarse y el que ahora le humedecía la boca por dentro y por fuera, abrazando su cabeza con desespero hundiéndole en su propia cremosa y aromática piel, él no conocía en carne propia los placeres del sexo, pero tampoco era un ignorante en el tema y sabía que esa noche sería una de las mejores de su vida, cuando los talones de su Minho se hundieron contra la firmeza de su trasero, para que se juntaran más.
El squib no sabía lo que le pasaba, actuaba antes de pensar y se sonrojaba después de actuar, aun estaba verdaderamente renuente a lo que estaba sucediendo y no podía explicarse cambios tan bruscos en su forma de responder a todo eso.
Las dudas y confusiones en Minho Changmin se encargo de hacerlas desaparecer al afirmarse a su trasero y volver a entrar en él, bruscamente, salvaje, escuchando los impulsos de su cuerpo, aunque la presión en su miembro fuera cada vez más intensa y doliera y quemara y lo obligara a empujar con más fuerza, ahí, donde Minho le decía que debía golpear, con la voz aguda y las sensaciones a flor de piel. Más, más, más… No era normal y Minho lo sabía, el cosquilleo aumentaba y el calor por todo su cuerpo era insoportable, no podía más…
-Su alteza…-Gimoteo Minho con el cabello enredado y pegado a su frente, lamio sus labios antes de afirmarse con dolorosa pasión al cuello de shim, obteniendo en respuesta una salvaje embestida que lo hizo botar sobre el moreno cuerpo y lastimarse la espalda con alguna de las incrustaciones en el armario, que rechinaba como si se fuese a romper en cualquier momento, aunque en esa misma situación se encontraba el cuerpo de ambos amantes, los dedos de sus pies se acalambraron y nunca imagino que buscaría fundir sus labios desesperadamente con los de Changmin.
-Minho…-jadeo shim contra el cuello del moreno y dejo que sus labios descansaran sobre él, mientras seguía bombeando desesperadamente contra esa estrechez, Minho cerró los ojos y pego su cabeza contra el armario jalando aire con desesperación, sintiendo nuevamente esa llama arder, no solo en él, sino también en Changmin.
Caliente, rudo, duro, asfixiante, necesario…pero también suave, dulce, tímido, placentero…
Su miembro quedo aplastado entre los dos cuerpos, cuando Changmin dejo de sostener sus piernas y se desmoronaron al mismo tiempo contra el piso alfombrado, las caricias y los besos resbalaron en el contrario, aumentando las corrientes deliciosas que se expandían por todas las terminaciones nerviosas de esos sensibilizados cuerpos. De nueva cuenta el aire se les fue y las contracciones del orgasmo volvieron a asaltarlos, dejándolos completamente unidos en el rincón de esa habitación, calmando sus respiraciones.
-Te amo y nunca voy a cansarme de esto…-murmuro Changmin retirándose respetuoso con una inclinación del cuerpo precioso que había obtenido siendo tan obstinado… Minho no dijo nada, solo giro el rostro contrariado cuando otro beso le fue otorgado en la cabeza, acercándose a Changmin, adolorido y muerto de cansancio.
-Tengo sueño…- y Changmin solo pudo levantarlo y llevarlo a la cama, recostándose a su lado con una expresión triste en el rostro, mañana quizás las cosas serían mejores.
***
Estaba tan confundido cuando se despertó con los brazos del príncipe rodeándole que lo único que pudo hacer con la poca vergüenza que le quedaba fue salir del palacio envuelto en una capa que había encontrado entre las pertenencias de Shim y encaminarse hasta el árbol de la vida quizás de esa manera podría despejarse y encontrar respuestas, aunque lo único que hayo después de sumergirse en el agua que rodeaba la fuente fueron marcas moradas, pero hubo una junto a su muslo que fue la que más llamo su atención. Era diminuta y estaba casi ennegrecida en forma de espiral y descubrió que era la forma de una serpiente, la froto y la froto buscando borrarla, pero lo único que logro fue enrojecer y lastimar, aún más su piel.
Golpeo su reflejo cuando recordó a Changmin dormir a su lado con tranquilidad, recordaba esas dos palabras formaban un eco en su cabeza que se repetían constantes, porque él no pudo corresponder, sí se supone que por eso se había alejado de él, porque le am…
Un chapoteo a su espalda lo asusto y lo hizo virar encontrándose con una mueca muy preocupada, cuyo dueño él conocía a la perfección.
-¡Príncipe! ¿Pero cómo…?-No termino de formular su pregunta cuando esos brazos lo rodearon con desesperación y miedo.
-¿¡Por qué te fuiste!?-El abrazo se hizo más brusco y doloroso, pero eso no impidió que Minho respondiera, ni que se abrazara a él avergonzado.
-Tengo miedo, esto no debería ser así, pero además ¿Cómo es que siempre me encuentra en este lugar?- Changmin se relajo y formo una muy pequeña sonrisa antes de responder.
-Porque me amas…-Minho se sobresalto.
-Eso… Eso no es verdad…-se esforzó en responder aun queriendo negárselo y Changmin rió muy fuerte sacando a Minho del agua.
-Lo es, de lo contrario esta marca no habría aparecido en tu cuerpo…-Minho volvió a enrojecer y se alejo temeroso de Changmin, quería recuperar el aire y la sensibilidad de las piernas, si Changmin volvía a presionar esa marca Minho lo patearía. El príncipe entendió el mensaje, pero aún así aprovecho la oportunidad para manosear ese cuerpo un poquito y con la sonrisa más traviesa del mundo agrego.
-Y aunque esa tontería que acabas de decir fuera cierta, aun así tienes que casarte con migo…-
-¡Pero yo soy un squib! ¡Eso sería inconcebible!-Changmin rodo los ojos e hizo aparecer un par de mantas para cubrir a Minho, pensó que con todo lo que había pasado eso ya había quedado claro.
-¿Déjame terminar de hablar quieres? Como te decía, aún así tendrías que casarte conmigo, porque es probable que el próximo heredero al trono, ya este formándose aquí…-y acarició el vientre de Minho, robándole un beso feliz de la vida. Cuando Minho reacciono pateo con mucha fuerza el pecho de Changmin y lo tiro al agua e indignado se encamino hasta lunaris, la yegua lo miro fijamente unos segundos y después inclino su cabeza como haciéndole una reverencia al amante de su dueño, Minho suspiro y se sintió libre de subir al lomo del caballo.
-¡Minho espera!-Grito cuando salió del agua de nuevo.
-¡¡No, pervertido, violador!!-Grito firme en respuesta, desde el lomo de Lunaris quien ya se alejaba a paso lento del árbol de la vida. Changmin comenzó a entrar en pánico, se había equivocado y si Minho se iba y no le dejaba ver a su hijo, porque estaba seguro que todos los chocolates que le había obligado a comer desde la segunda que lo vez que lo vio ya habían hecho efecto y Minho quedaría preñado únicamente por él, pero y si en verdad no le amaba y si él en verdad era un despreciable y pervertido violador que...
-OH POR DIOS-Grito llevándose las manos a la cabeza asustado.
-MINHO!! ESPERAME-Grito desesperado como último recurso, complicándose la existencia para poder salir de la fuente, no podía, no podía irse y dejarlo solo.
-Changmin no puedo esperarlo…-dijo girando a verlo con un tiernísimo y espontaneo puchero. -tengo una boda que planear para más de mil personas, no hay tiempo que perder, además aun no conozco a mis suegros-
Changmin levanto la mirada al escuchar esa frase, su corazón se agito y sonrió maravillado. Corrió mojado y bajo a Minho del caballo ambos giraron riendo a carcajadas y después Minho busco los labios de Changmin de forma sincera y natural, después de todo le había gustado, aunque le haya costado trabajo descubrir lo que Changmin había hecho con él.
-Te amo…-susurro el menor al separarse y Changmin se lo llevo consigo, terminando rodando sobre el campo de flores.
-yo igual desde el primer momento en que te vi- Changmin le sonrió estando aún sobre él.
-Lamento tanto haber tardado en darme cuenta…- Changmin soplo los cabellos de Minho que impedían verle el rostro y sonrió como una fiera acercándose hasta el oído del más pequeño.
-Yo sé cómo puedes pagarlo…- y volvió a abrirle las piernas con brusquedad hallando rápido esa serpiente que aun seguía amoratada presionándola con delicadeza, Minho tembló y se arqueo medio enredado en esas sabanas.
-Nunca me acostumbrare a esto…-susurro sin aire antes de volver a besar a su príncipe.
“o quizás sí…”
Después de todo, la magia hace milagros.
*Fin*
+_______________+ ya perdi la cuenta de cuantas veces llevo leyendolo de veritas... y eso de orgasmo seco me dio risa XD no tenia idea de que existiese ese termino sexual cofcofcofcof... pero de veritas me gusto mucho y no me canso de decirtelo una y otra vez tenes un gran talento para escribir se que te di unas ideas y pos espero que podamos mas adelante seguir haciendo mas fics changminho ... me gusto mucho trabajar contigo 8D!!!
ResponderEliminarChango del mal me pones mal, es que de veritas le tengo unas ganas x____x Xd me entiendes tsuki :3!!!! minho tan lindo cute dejandose llevar por las sensaciones que conlleva estar frente a changmin sexon... aish amo el changminho!!
y como te dije esperaba mas el shot que la llamada del lugar en donde quiero trabajar XD... ay lo que hace el vicio jojojo... te quiero nena!! bye!!*w*.... que viva el changminhoo!!
jojo espero que sigan saliendo mas foticos de ellos juntos me hacen jueliz!!!8D
deoz! llamen a unos enfermeros sexys! XD .. muero de un derrame nasal!!
ResponderEliminardeoz! ame el fic! ke sexoxo *¡¡* .. deoz! mori!!
tan bello! Minho en neko! kyaaa!! mori con eso!! >W< .. deoz! ii Min tan posesivo! XD weno kien no con tremendo niño! Megasexy!! *¡¡*
me encanto el final! XD wiii un bebe!! deoz! lo ame! lo ame!!
Simplemente bello el fic -w-
oh my Gackt!!!
ResponderEliminarI´m speechless!!!!
sabes ke adoro de este fic "oneshot"?
que es larguisisimo °w°
pero no solo es el tamaño lo que cuenta xD
ya que en los fics de tsuki (y con kona... bueno... es exponencial... omo x3) la calidad es sismpre constante.... omo... cada palabra es tan valiosa como la que le sigue...
me fascina!!!!
no se porke pusieron ke era angst... ami se me ha hecho ke es fluff y cute... xD drama tampoco tiene tanto... xD
Gackt... este fic me ha revivido... de verdad es maravilloso... la historia... la atmosfera que han creado es encantadora... minho es super kawaii... y el chango tan horny... con su actitud de niño malcriado y posesivo de "a mi nadie me ha negado nada nunca! yo quiero a mi minho y se acabó *pout*!"
super creativo, super lemonoso, super bien hecho!!
y ya no se ke mas poner... incluso implica mpreg!!!
son brujas! saben exactamente lo que busco en un fic x3
esque me deshago entre tanta felicidad xD
es realmente bueno.. no... lo que le sigue
magnifico!!
épico!!!
maravillosooooo!!!
*aplaude hasta el cansancio*
gracias por este fic preciosisisimooo °w°
Paw Yoochun se los agradece con todo lo que su corazon lemonoso es capaz de expresar!!!
y entonces yo dogi
ResponderEliminarOMG!!!! q me ha encantado diossfid gfurvhnsfui q me ha dado un paro!!!! *lo roba para leerlo 35 mil veces* omg mori cuando Min le decia y quien te ha tocado como yo ah?? OMG q sexy y pornoso!! eso es!! reclama lo q es tuyo !!! XDDDD, me necanto q estuvier asi todo slvaje aaa me hubiera gustado q continuara asi!!!! pero tenia q salir el lado tiernito del min si no ni modo q dejara al hombre q ama (?) cvreyendo q era un salvaje XDDD q viva el Changminho!!!!! felicicdades espero poder leer un montonde cosas suyas proximamente!!!!! por cierto Konata publicaron un fic tuyo en Lala pero creo q esta incompleto lo dejaste en la parte mas interesante!!!!! por favor no lo dejes asi please!!!
saludiños pequeñas pervertidas *mira quien habla no te mordiste la lengua?? auch!*
sencillamente idolatre este fic!!! -w- malvadaaa, pk no me avisas XD plz haz otro prontito!!! amt us fics pk los haces largos y jugosos, sin desperdicio alguno!! quiero encontrarme con un mago, principe olk sea asi!! e preferencia MAXIMIXADO XD, jejej pk sera k todos se quejan del gran tamaño k posee minnie XD demaciado para la extrecha entrada XD JOJOJOOJ eso debo probarlo yo personalmente a ver si es vdd xD lolz
ResponderEliminarcada ves que leeo mas changminho no puede evitarlo sentirme bn esta pareja es perfecta los dos guapo y sexy me encantan son echos el uno para el otro este lemon jojo hay min quien te viere todo hot yo tbn quiero un principe mago asi hehehe hahaha xD graxias
ResponderEliminarOh, por Dios que hermoso~ este fic ha sido uno de los mejores que he leído en toda mi vida.
ResponderEliminarDéjame decirte que tú eres mi escritora favorita, amo todos tus fanfics, la forma en que escribes, las personalidades que le das a cada uno, son simplemente perfectos tus fics. Espero seguir leyendo tus fics durante mucho tiempo más, ya que cuando los leo por muy mal que me sienta logran sacarme una sonrisa. <3
No descuides tu blog porque es realmente hermoso y me encanta. Nos hablamos, cuídate. ♥
OMGG POR FAVOR LLAMEN A UN MEDICO POR ME ESTOY A PUNTO DE INFARTARME *___*
ResponderEliminarDEOZ ESTE FIC ESTA BUNISIMO ESA ACTITUD DE CHANGMIN BIEN POSESIVA ME ENCANTA BIEN PORNOSO EL CHANGO MARANGO Y MINHO BIEN LINDO UKESITO HAY LO AMOOOOO
DEVERDAD TSUKI TUS FIC SON LOS MEJORES Y COMO TE DIJE CUANDO TE CONOCI ERES UNA GRAN ARTISTA ESCRITORA AHSS SOY TU FANS HIHI
DEMACIADO HERMOSO AUN NO ME RECUPERO *___* BUENO SARA CUIDATE Y QUE ESTES BIEN
x////////////////////////////////x asdfasdfasdasf con su mecha no manches este fic lo lei de nuevo porque estaba aburrida y se me fue el aburrimiento al instante asdasdfasdas no manches estuvo tan sfdasfdsgffasdas no hay palabras me encanto y mas cuando minho es tan ñoño y diciendo que no como toda una damicela xDDD hahaha es un idiota con un autoestima super bajo tiene personalidad de chica que nucna encontrara el amor xDD y changmin todo genial y tengo todo siempre cuando se me antoje y minho no sera la ecepcion *//////////////////* asdasdasdasd cochinones cochinones los dos x///DD pero bien que les gusta estar de cochinones los dos xDDD
ResponderEliminarme encanto *3* siempre sera asi asi que cuando me aburra lo leere *3*
me encanto su momento romantico dasd *3* que bonitos los 2 son tan cosita linda cuando se les sale lo cursi xD
asdasd amo cuando le sale lo posesivo a changmin es mas candente xDDD asdasdas
bien me encanto y re encanto *w* <3 bye bye