♥ Confesiones ajenas. [17]

Ilusión 17.
Título: Confesiones ajenas.
Autora: S.Tsuki
Clasificación: PG-17
Parejas: Changminho.
Género: Romance y embriagues... aunque esto último no es un genero, igual debería serlo xD
Sumario: El influjo que produce la carga emocional al no estar acostumbrado a desahogarte, cuando encuentras a alguien dispuesto a escucharte.
ADVERTENCIA: Ninguna.


☾~╰☆╮~☽


—Y entonces yo le dije: “¡Yunho cállate!” El hombre mayor que atendía la barra del “Dioses griegos” termino de servir una cerveza y observo al muchacho frente a él con una sonrisa amable, asintiendo ante la historia con ciertos matices particulares que esa noche le era contada.

— ¿Sabe? Yo no se… ser un buen novio…. Le dijo en voz baja mirando a todos lados con discreción. Era curioso que por más que bebiera no se embragara y más sin en cambio le diera por hablar hasta por los codos con un extraño.

En su oficio era algo a lo que estaba acostumbrado, todos los ebrios le contaban las intimidades de sus escabrosas vidas como si fuera una especie de cura, aunque si solo contaban sus problemas ebrios a un extraño y eso les ayudaba, por él no había problema alguno, suponía que todos los seres humanos necesitaban de la catarsis de vez en cuando.

Pero en verdad… Shim Changmin parecía tener toda la vida sin recurrir a ella por la forma tan suelta en la que le hablaba casi de cualquier cosa.

—Todas las que han sido mis novias, se impresionaron por quien soy… Pero ninguna soporta mi ritmo de vida por más de 6 meses, ni si quiera las del medio ¿Usted puede creerlo?

—Veras hijo, me cuesta un poco de trabajo imaginarlo, como podrás darte cuenta no he tenido una vida muy agitada, trabajo en esto desde hace muchos años.

— ¡Oh, perdóneme! Yo no quise referirme a eso, es solo que las mujeres son muy complicadas, fácilmente puedo conseguirme una novia, aun si no converso por más de 2 horas con ella, todas parecen estar dispuestas pero…

Changmin suspiró y el barman le sirvió un poco más de soju, no es que fuera un morboso pero se acercaba el punto recurrente de sus extrañas conversaciones, esa plática que llenaba los ojos de su cliente habitual de un brillo ilusionado e ingenuo que lo hacía sentirse un viejo bonachón muy chapado a la antigua e influenciado por los cambios de las nuevas generaciones que creía que el amor verdadero era la mejor cosa del mundo en la vida de las personas.

—…No es lo mismo con los amigos, yo jamás podría encontrar un remplazo para mi flamita…
Oh sí, el señor cantinero sonrió al percibir el cambio en la actitud de Changmin, aunque debía admitir que al principio no había entendido a que se refería con su “flamita”, él había imaginado que era su mascota hasta que su nieta de 17 años le había dicho que la mascota de “Max” se llamaba mandongee, presa de la euforia al recibir el autógrafo de uno de sus ídolos en la servilleta de bar de su abuelo, quien a regañadientes tuvo que usar uno de esos desagradables armatostes del diablo con internet para buscar flamita y Changmin en la misma oración.

Lo único que apareció fueron fotos de Changmin y Choi Minho a quien curiosamente le decían “Flaming charisma”, cabe señalar que tuvo un shock y una baja de azúcar al leer algo sobre ellos dos sin ropa a punto de darse besos. Más tarde, tuvo una larga y vergonzosa charla con su nieta sobre lo que las fans hacían con sus ídolos, incluso le enseño un par de fotomontajes sumamente “candentes” y casi le da un ataque cuando le dijo que a ella le gustaban esos dos juntos y que a veces también escribía Fanfics.

Tardo cerca de 3 semanas en poder hablar con su nieta de nuevo, solo para darle un autógrafo de Jung Yunho [que Changmin le consiguió] y aceptar para sí miso que su cliente estaba perdidamente enamorado de su mejor amigo a quien le decía “flamita”, “ranita” y demás apodos cariñosos cuando llevaba 1 o 2 botellas de wiski encima, dependiendo de la tensión acumulada y la relevancia de la historia.

—Se supone que el día de hoy iríamos a comer y jugar en un discreto local de videojuegos, lo planeamos por casi 3 semanas… pero al final….lo cancele 30 minutos antes. Hubiese escuchado el tono herido en el que me dijo que no había problema, que nos veríamos después… Incluso pude imaginar su expresión. Murmuro echándose el cabello hacia atrás mirando un punto fijo en la botella semivacía que descansaba frente a él.

— ¿Acaso no quieres verlo más?

Changmin negó y se irguió un poco mirándolo totalmente atormentado.

—Estoy enojado… Hace unos días salió un video en la red de su ensayo en el concierto para Japón…y-y se acercó jugando a uno de sus compañeros…

— ¿Taemin? Pregunto intrigado, pues Changmin poco confiaba en ese niño de sonrisa deslumbrante.

—No, el otro imbécil, Jonghyun… ¡El maldito idiota lo beso! Escupió con un tono casi salvaje que asusto a su oyente, ¡vaya que era celoso!

—Y ahora no quiero verlo…—susurro dejándose caer algo ceñudamente sobre la barra—Si lo hago sé que lo tratare con indiferencia, en el mejor de los casos, o terminare por gritarle cosas hirientes que lo harán llorar. ¿Sabe?—dijo volviendo a incorporarse.

—Nosotros solo hemos peleado una vez, Minho es fuerte… demasiado… No es alguien que lloraría en frente de nadie por cualquier insignificancia como una pelea de amigos, pero cuando nosotros discutimos en esa ocasión, descubrí que tan mimado y consentido era en realidad, siempre supe que venía de una familia con buena posición económica y todo lo que ello implicaba… Pero jamás espere algo así…Él lloro por casi 2 horas encerrado en uno de los baños de la empresa, probablemente el habría continuado si no es porque tiro la puerta del cubículo… Por eso no quiero verlo… No lo quiero herir… Dijo acabándose el contenido de la botella que le supo demasiado amargo. —Es solo que él juega así con todos... si tiene curiosidad… ¿Por qué entonces no me lo pide a mí? ¿Qué tengo de malo? Si quiere que alguien le de unos besos, ¡Yo puedo hacerlo! ¡En lugar de ese enano, bastardo, aprovechado! Gruño terriblemente enervado, haciendo reír internamente al señor cantinero, porque a su lado todo el mundo era un enano, y siguió escuchando sus penurias con atención, sirviéndole más licor mientras el tiempo se consumió poco a poco en el cómodo local.

***

— ¡Lo arruine señor cantinero shii! ¡Lo arruine! El hombre mayor retiro discretamente la botella de tequila de la barra, escuchando a su casi olvidado cliente habitual, murmurar extrañas palabras en voz baja.

Casi llevaba 3 semanas sin ir a su bar, pero obviamente estarlo viendo en esas condiciones era sorpresivo y lo hacía preguntarse que habría ocurrido para que terminará así.

— ¿Por qué? ¿Qué le ocurrió?

Changmin entrecerró los ojos tambaleándose sobre su asiento con un gran pesar encima.

— ¡Le grite! ¡Le dije que no quería verlo! No deje que me tocara cuando él solo quería pasar tiempo conmigo, lo humille enfrente de varios amigos y él seguía disculpándose sin saber si quiera porque. ¡Por dios! No quería verlo precisamente por eso, pensé que todo estaría bien, que las 3 semanas sin ver su rostro me habían ayudado a pensar con claridad y que justamente evitaría tratarlo como lo hice. Dijo frotándose el rostro con cansancio.

—Yunho me dijo que lo lastime mucho… ¡Pero yo no quería!— Se apresuró en aclarar—Y ahora de seguro me odia… Yo lo haría… Gimió apoyado inestablemente contra la barra. El cantinero solo palmeo cálidamente el hombro de Changmin y este bufó azotando la cabeza un par de veces contra sus manos terminando de hundirse.

—En mi experiencia joven lo que se debe hacer en estos casos, es tomar una larga ducha con agua tibia y hacer una llamada.

Changmin lo miro largamente…meditando la amable sugerencia del cantinero shii que lo escuchaba siempre con atención sin juzgarlo.

—No…no podría no soy tan valiente…

—No se preocupe, no tiene que ser ahora… Su extraño paño de lágrimas sirvió a Changmin un vaso pequeño de Abricot, aguardiente destilado de albaricoques, y el aludido se sintió adormecido lentamente por la melodía que reverberaba en el ambiente mientras pensaba… pensaba… y pensaba...

***

—Yunho le dijo que yo estaba celoso ¿¡Puede creerlo!? Inquirió sorpresivamente sobrio bebiendo una infusión de jugo de naranja con kiwi, llevaba 7 de esos y parecía estar dispuesto a duplicar esa cantidad.

— ¿Y se molesto? Pregunto el barman, porque esa vez parecía querer una conversación racional, bueno no tanto así… Changmin era bastante racional borracho, más bien de participación mutua.

Lo vio negar con vehemencia y extenderle su brazo pidiéndole más jugo.

— ¿No? Pregunto extrañado atendiendo su demanda de jugo.

—No… Es curioso…Yunho dice que se deprimió más…Le dijo que no jugará así con sus sentimientos… Que si yo lo quisiera de ese modo no actuaría de forma hiriente…. Soltó a bocajarro tomándose el jugo frustrado.

— ¿¡Imagina cuan estúpido me siento!? El hombre negó con expresión estoica.

— ¡Ni si quiera tengo cara para pedir disculpas! ¿¡Que le voy a decir!? “Oye ¿sabes qué? estaba celoso de ti y Jonghyun… Además quiero que te alejes de él…” Ya parece ¡Aish! ¡Ahora ni ganas tengo de beber! Grito revolviéndose el cabello, llevando un puño de frituras a su boca con poca elegancia.

—Minho dice las cosas entre líneas siempre, ¡Probablemente estaría encantado si supiera que lo amo! Exclamo irónico bufando de tanto en tanto.

—El problema es que no puedo deshacerme de la molestia, ¡Ya lo intente! ¡Pero no puedo! A veces no sé que es lo que en verdad me molesta.

—Ser una persona torpe e impulsiva cliente shii. No quisiera ser imprudente, pero acaba de reconocer que ama a su “dulce flamita” ¿Dígame entonces porque aun sigue aquí en lugar de arreglar las cosas con él?

—Soy un cobarde.

—Sí, dijo el hombre mayor rodando los ojos—Y eso sobrio y ebrio lo reconocemos los dos. Dijo dando por finalizada la charla girándose a inventar una nueva bebida, dejando que Changmin continuara embriagándose con jugo y todo aquello que tenía que ver con Minho.

***

Bien, eso era un poco inesperado, fue casi como la primera vez que Changmin entro a su bar con cautela y actitud huraña.

—Buenas noches. Le dijo con voz suave y baja, aunque se escuchaba enronquecida, sus ojos iban ocultos tras unos anteojos negros y el resto de su vestimenta también era de colores oscuros.

—Buenas noches ¿Qué le sirvo joven? Lo vio sobresaltarse, removerse incomodo sobre la silla, juguetear nerviosamente con sus manos sobre la barra y después morderse los labios con inseguridad.

— ¿Puedo recomendarle una margarita? Le dijo con voz amable, viéndolo relajarse casi al instante pues le sonrió y asintió como un niño expectante a punto de descubrir el mundo.

— ¿Sabe señor?— Le pregunto en un susurro viendo cuidadosamente todo el lugar al recibir su bebida—Este lugar me recuerda a alguien…Conto, bebiéndose la margarita de golpe, sin permitir que su interlocutor pudiera detenerlo o contestar a su argumento.

***

Suspiro con un puño sobre la boca para disimular su risa. Era inesperado, pero a eso sí estaba acostumbrado.

— ¡Y yo le dije! “Yunho hyung cállate” Porque repentinamente me dice… que mi hyung minie estaba celoso…—Dijo enfatizando la oración con un movimiento brusco y mal calculado.
Dios, estaba tan ebrio.

— ¡Porque no! ¡Choi Minho no es un tonto! —Asevero meciéndose despistadamente sobre la barra, señalándose así mismo.

—Porque yo sería… ¡hip! …de hyung…si él lo quisiera… Pero no es así…—Dijo al acabarse su bebida, riendo casi bobamente al recordar porque termino ahí.

— ¡Lleva así…! Hablo Minho casi estampándole 4 dedos al cantinero—…Sin hablarme…—Dijo con voz pastosa y la mirada desenfocada regresando a su lugar.

—Hoy vine a su casa… porque quería hacer las pases…pero…hip…—Dijo con el labio inferior temblando—…Pero…—Y sus ojos se cristalizaron— ¡No pude tocar la puerta! Sollozo escondiendo la cara entre sus manos, empezando a llorar amargamente mientras cantinero shii le daba suaves palmaditas en la cabeza, escuchándolo murmurar casi inentendibles “lo quiero tanto” “lo extraño” “Quiero abrazar a hyung”

—Joven tranquilícese, ya no llore… ¿Por qué no va en busca de su hyung ahora mismo?— Insistió mientras Minho levantaba el rostro para verlo e infantilmente se limpiaba las lágrimas y sorbía ruidosamente por la nariz.

—Yo apuesto, que esa persona sería muy feliz si le dice lo que acaba de contarme a mí. Le dijo con una sonrisa afable, con Minho mirándolo contrariado aguantándose las ganas de llorar.

—Pero…ya no me puedo levantar…—Le dijo con torpeza pues estaba completamente ebrio.

—Eso es un problema… ¿Hay alguien que pueda venir por usted ahora mismo?

Minho abrió los ojos y poco a poco una sonrisa empezó a crecer en sus labios al mismo tiempo que asentía frenéticamente con la cabeza.

Y entonces cantinero shii hizo una llamada, con todo y que Minho tardo varios minutos en recordar el número de teléfono porque había olvidado su celular en casa.

***

Changmin entro agitado al bar, preocupado y en pijama [además de despeinado].
Ni bien termino de atender la llamada había salido corriendo de su apartamento hacia el bar en el que Minho se había emborrachado.

¡EMBORRACHADO!

— ¡Oh my gosh! ¡Si vino!

Ese grito proveniente de la barra lo hizo frenar en seco y suspiro aliviado al ver que estaba bien, ebrio… Pero bien e inconscientemente frunció el ceño, logrando que la sonrisa de Minho se hiciera más pequeña.

—Minho

—Changmin hyung

Ambos se nombraron anhelantes bajo la emocionada mirada de cantinero shii, eso era tan interesante.

— ¿Estas bien Minho? Pregunto Shim porque ahora le importaba más su estado, Minho se aferro al filo de su silla y asintió alegre.

— ¡Cantinero shii dice que soy un ebrio muy lindo! Dijo soltando una risotada eufórica.
—Ande, dígale a hyung que no soy malo, dígale que vuelva a hablarme. Insto al hombre tras la barra sonriéndole esperanzado como si fuera su abuelo, ese que miro con algo de burla la expresión de Changmin tras la frase de Minho quien era más sensible de lo que las cámaras lo hacían parecer, aunque eso también aplicaba a Changmin.

—Él es un buen donsaeng. Susurro el hombre con una sonrisa cómplice haciendo inmensamente feliz a Minho quien bajo de la silla de un salto hábil.

— ¿Lo vez hyung?—Murmuro avanzando hasta él con pasos torpes—No soy malo…—dijo tropezándose antes de llegar hasta él siendo atrapado hábilmente por los brazos de Changmin, abrazándose a él muy fuerte empezando a sollozar contra sus ropas.

—Usted también es un buen hyung…—Susurro cantinero shii mirando a Changmin quien abrazo a Minho fuertemente que tras la declaración del hombre mayor se había echado a reír.

— ¿Ya estamos bien hyung? “Sintió” la pregunta del menor contra su cuello mientras deslizaba sus manos por la piel expuesta del mayor empezando a jugar con su cabello de un modo que casi lo hace desfallecer.

—Por su puesto Minho, solo no dejes que Jonghyun te bese de nuevo.— Aseveró rígido como una tabla, separándolo de él, o al menos intentándolo porque Minho estaba demasiado feliz y ebrio como para coordinarse adecuadamente cuando solo quería darle amor a su hyung, cosa que estaba haciendo calurosamente pues repartía besos suaves a la mejilla que tenía al alcance enardeciendo a Shim porque continuaba masajeando su cabello y lo tenía pegado como sanguijuela a su cuello.

—Deberían irse a casa. Murmuro cantinero shii limpiando un par de vasos, riendo jocoso cuando tras su comentario Minho mordió el lóbulo de Shim susurrándole quedos y estimulantes “Llévame hyung” “Hare cualquier cosa pero…llévame…”

Changmin sintió escalofríos y alzo a Minho al estilo nupcial porque eso era demasiado para su autocontrol.

— ¡ahahahahhaha! ¡Hyung! ¡Aun no estamos casados! Replico Minho al ser alzado de esa manera mientras Changmin refunfuñaba y fruncía el ceño inconforme.

— ¡uish como si no quisieras casarte conmigo!, le reprocho mordiendo su nariz, recibiendo más caricias y besos inesperados en respuesta que lo hicieron inmensamente feliz.

—Muchas gracias por todo señor…

Y justo en ese momento Changmin noto que no sabía como se llamaba su confidente.

—“cantinero shii” Esta bien para mí Dijo el hombre mayor al ver la cara apenada que se apodero de Shim.

—Bueno pues entonces gracias por todo cantinero shii…Dijo apropiadamente haciendo un par de muecas extrañas porque Minho seguía de empalagoso.

— ¡Gracias ajushii! ¡Adiós! Se despidió Minho colgado como un monito hiperactivo del cuello de Changmin, riéndose por casi cualquier roce que recibía del mayor, exceptuando cuando lograba besar sus labios sin que lo pellizcara primero.

— ¡Oh! y cargue a mi cuenta todo lo que bebió Minho, con la carrera olvide el dinero. Dijo Changmin pues ya estaba ansioso por retirarse.

—Fueron 4 margaritas. — Afirmo el barman sacándole un incrédulo improperio al mayor
— ¿Te embriagaste con 4 margaritas Minho? Pregunto con el en brazos caminando a la salida.

—Ajam…una por cada semana que no me hablaste—Susurro jugueteando con sus labios antes de que una chispa divertirá iluminara su rostro— ¿Sabes que me gusta de ti Changmin hyung? ¡Tus orejitas! ¡Oh y tus labios! ¡Tus labios son lindos y…!


—Valla parejita. Susurro cantinero shii al verlos perderse por las puerta de salida de su local, girándose con el ceño fruncido hacia su nueva computadora, porque eso de andar oyendo confesiones ajenas como si fuese una especie de psicólogo lo había inspirado a escribir un libro, la historia de esos dos sería el ultimo capítulo en venganza contra Changmin porque lo había obligado a instalar un lector de tarjetas de crédito con sus “cárguelo a mi cuenta” y por ende también tuvo que comprarse la computadora.

—Los jóvenes de hoy en día si que saben dar problemas, hace 50 años solo se lo hubiera robado y ya…—gruño meneando esa cosa con cierto horror, aunque la verdad era que se alegraba por ellos, pocos de sus clientes salían sonriendo de su bar y ese par había hecho un buen numerito frente a sus clientes habituales aunque posiblemente ni lo hayan notado.

Al día siguiente no le gustaría ser ellos y no hablaba solo por la resaca que de seguro Minho tendría.

Fin.

aaahahahahah xD me mato de risa!!!!!! XD en vdd me dio mucha risa hacer este fic XD ojala les guste :]