The Warmth of your gaze cap 8.

Capítulo 8: Intereses.

Incluso si repito este pecado imperdonable,
Y caigo al infierno y mi cuerpo arde,
Va a estar bien…
Mientras tú estés ahí para darme esa sonrisa,
Si vuelvo a renacer,Como una flor cercana a ti…

Flower-Gackt.

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Verse caminando despacio a lado de Park Changmin era algo a lo que ya se había hecho a la idea…que nunca sucedería…

Exceptuando claro que el señor Park le había dicho el día sábado todo lo contrario, que Changmin al fin había cedido y que empezaría a trabajar con él. Minho estaba seguro que Changmin lo quería cerca para poder vigilarlo de algún modo enfermo, como sí él y sus hermanos fuesen a escaparse como unos criminales que han cometido un crimen. Además Junsu había tomado su decisión y ellos tenían solo que respetarla, nada más.

Aunque pensando en Junsu y Jaejoong había sido una grata sorpresa ver a este último como el rostro en los anuncios para los cosméticos taiwaneses por el que Junsu se ganó el aumento, en uno de los flancos del edificio, sin poder evitar reír meneo la cabeza distraídamente.

—Jaejoong va a matarlo… Porque estaba seguro que el bello rostro de su ahora “hermana” pronto estaría por todo Seúl. Ya entendía porque incluso Junsu le dio el sobre de su sueldo sin abrir.

—Es posible que In Hwan se quede huérfano ¿no es cierto? Pregunto Changmin leyendo unas hojas que había recibido en la recepción, frunciendo el ceño de tanto en tanto.

—Es posible… Murmuro Minho silenciosamente porque aún no lo perdonaba del todo.

Changmin despego la mirada de sus hojas y se dedicó a observar a Minho y todo a su alrededor, parando cuando él lo hizo, guiando su mirada hasta donde el más joven lo hacía.

— ¡Aish este señor! Gruño Minho por lo bajo al ver a quien Changmin identifico como uno de sus contadores, acosando a una de las chicas de…ahora que se fijaba recursos humanos… en esa sección de la empresa las cosas parecían estar tranquilas a excepción claro de lo que hacía ese hombre mayor.

—Sujete esto ya vuelvo. Pidió Minho dándole una carpeta a Changmin quien lo vio a avanzar hasta la pequeña escena donde la muchacha se veía realmente incomoda y soltaba risitas nerviosas a cada rato, ya que Changmin no tenía nada que hacer también siguió a Minho para enterarse que sucedía.

—Señor Dong buenos días.

— ¡Minho shii! ¡Buenos días! Saludo el señor Dong mientras Changmin paraba en seco deteniéndose a observar la escena, ese hombre había saltado sobre Minho a penas verlo y no tuvo ningún reparo en llevar sus manos a las caderas del ya mencionado toqueteándolo descaradamente viendo a la chica que estaba siendo anteriormente molestada suspirar aliviada disculpándose silenciosamente con Minho quien parecía estar acostumbrado a eso.

—Buenos días. Saludo Changmin con cara de pocos amigos acercándose a la escena mientras todos los trabajadores se levantaban y le dedicaban una reverencia antes de regresar a sus labores.

Minho se removió incomodo mirando hacia otro lado y se paró junto a Changmin cuando este le regreso la carpeta que anteriormente le había encargado.

— ¡Oh buenos días Changmin shii! ¡Soy Jeung Dong! Se presentó extendiéndole la mano a Changmin.

—Uno de los contadores de mi sección mucho gusto. Añadió Changmin estrechando la mano del hombre, quien lucía sorprendido por saberse reconocido por uno de los jefes.

—Conozco a todas las personas que trabajan para mí, solo que no tengo el tiempo para saludarlos todos los días. Informo con suficiencia mientras Minho lo veía con recelo por actuar como un creído desagradable, optando por inclinarse a escuchar lo que la chica a la que había salvado del acoso quería decirle, al parecer tenía que ver con el trabajo, mostrando muy amablemente su trasero hacia Changmin y el señor Dong quien se encontró fascinado con lo que sus ojos veían y no dudo para nada en hacérselo notar a Changmin con un susurro confidencial.

—Los asistentes al servicio de su familia resultan siempre encantadores señor Park, alguien en su posición debe hacerle notar a sus trabajadores lo importantes que son. Asevero con mucho garbe y seguridad.

— ¿Ah sí? Inquirió falsamente interesado en el argumento de ese señor, arqueando una ceja con algo de sarcasmo que su empleado obviamente no noto por estar actuando como un cerdo.

—Sí, le aseguro que funciona, justamente es lo que estaba implementando yo hace un momento. Dijo mientras Changmin elevaba simultáneamente las cejas mirando a Minho y después al señor Dong como si acabase de tener una revelación.

—Bueno, probémoslo entonces. Hablo muy seguro observando cómo es que el señor Dong abría la boca sorprendido. Aunque para el gusto de Changmin todo paso muy rápido.

Le dio una palmada nada suave ni discreta a su asistente en el trasero y atino solo a apretar los dientes antes de que un golpe con esa carpeta de pasta dura se impactara contra su rostro, dejando en completo silencio la instancia, todas las personas que habían estado trabajando se miraron entre sí mordiéndose los labios para no reírse de la expresión azorada y furica de Minho, quien abría y cerraba la boca incrédulo, él había pensado que quien lo había tocado había sido el señor Dong y que ahora si se había pasado… ¿Pero él?

Despotricando en murmullos alebrestados Minho le dio la espalda a todo el mundo alejándose aún más azorado a los elevadores, pues descubrió que el área de recursos humanos era bastante amplia.

—No creo que los empleados de esta compañía estén listos para sus innovadoras ideas señor Dong. Dijo Changmin frotando su rostro adolorido mientras empezaba a caminar tras Minho.

—Por cierto le aconsejo mantener sus manos lejos de él y de cualquier otro trabajador, no me gustaría que recibiera un golpe como el que me acaban de dar. Finalizo con un tono indiferente que dejo aterrados a sus trabajadores, porque esa mirada estaba repleta de amenazas y no querían perder su trabajo.

***

Minho pocas veces había estado en la oficina de Changmin, por no decir que esa frase estaba mal empleada ya que relativamente hablando solo había estado una vez en ese lugar, pero ahora era completamente distinto a cómo podía recordar y no tenía mala memoria a pesar de no haber estado ahí dentro más de 10 minutos.

Había 2 escritorios uno junto al enorme ventanal de escasos cuatro metros y medio que iluminaba la estancia y que fungía más bien como una pared exterior, también había un librero de madera con escaparates anchos adheridos a la pared repleto de libros y documentos tras ese primer escritorio mencionado que también estaba lleno de papeles, a 5 o 6 pasos de separación había otro escritorio, nuevo y sin ningún papel encima, solo tenía una laptop algo que parecía ser una agenda electrónica, una lámpara y papel. La parte del librero que ocupaba el segundo escritorio estaba vacía y una máquina de fax pitaba de tanto en tanto volviendo la escena por demás hilarante.

Cuando Changmin llego se posiciono a su lado pues aún no había entrado y comprendió la razón de la conmoción ya que Minho lo observo con incredulidad.

—Necesitabas una oficina Y asignarte una era tardado. Solo remodele la mía, es suficientemente amplia para los dos… Así que solo ve y observa o lo que sea…

Dijo despreciativamente volviendo a frotar su rostro mientras se concentraba en el contrato que había estado leyendo desde hacía rato, no imagino que resultaría tan vergonzoso ser cuestionado por esa mirada. Solo había pensado que lo mejor para todos era tenerlo cómodo, sería su asistente personal no una simple secretaria así que su desempeño era más exclusivo; la culpa también había influido un poco pero no tanto como el impulso de poder hacerlo sonreír.

Minho quiso reír y se desordeno el cabello viendo a su jefe caminar a su propio escritorio mientras sobaba su rostro, recordando abruptamente porque lo había golpeado.

—No me vuelva a tocar de esa manera. Gruño Minho intentando controlar la temperatura de su cuerpo enfurruñándose nuevamente dejando perplejo a Changmin, pues al menos había esperado que mínimamente sonriera…pero ni eso había logrado…

—Y…Gracias… Continúo Minho con algo más de suavidad, no solo sonriendo sino también observando a Changmin con una mirada tan ilusionada y sincera que el observado se quedó atónito.

—D-De nada…

Minho entonces decidió ir a conocer su nuevo escritorio.

***

Si no fuera porque In Hwan estaba mirándolo con sus ojitos bien abiertos repletos de admiración, algo de inseguridad y un gran terror porque le iban a hacer lo mismo, Yoochun se habría puesto a llorar nada más al ver la aguja con la que le habían sacando sangre, Junsu había sido lo suficientemente testarudo y cabeza de chorlito para obligarlo a hacer la prueba de ADN, como si el no sintiera ya a In Hwan como su hijo, desde el momento en que lo vio que lo supo, ahora podía recordarlo con claridad porque la sensación de esa ocasión había sido tan familiar, mucho más aún porque la tortura de ver sus fluidos internos pasar por una fina aguja a un tubito insignificante seguía mareándolo de a poco nada más acordarse.

—Apechuga ratón. Le había susurrado Junsu apenas verlo salir señalándole a un nervioso y asustadizo In Hwan quien seguía inspeccionándolo como si esperara que le hubieran arrancado un pedazo de carne en la habitación en la que se había llevado acabo el proceso.

—Yo cuido a Mickey por ti In Chan.

—Nee chunie ¿no duele? Cuestiono despacito sin soltar a su muñequito algo asustado.

—Es un pellizco como este…Dijo con una sonrisa tranquilizadora y confiada pellizcándole una pierna a Junsu quien ahogo una exclamación de sorpresa tras ese repentino ataque recibido, pues su pequeño se relajó casi al instante y hasta sonrió poquito.

—Es que mi appa es valiente… Chunie abr…aza fuerte a Mickey, dile que no se asuste. Pidió envalentonado el pequeño ganándose una caricia protectora y orgullosa por parte de Yoochun mientras Junsu observaba todo con cierta incredulidad y un extraño sentimiento de familiaridad y calidez sumamente agradable.

—Vamos In Hwan…—El pequeño asintió y siguió a Junsu por el mismo pasillo que había recorrido Yoochun solo, volteándose a mirarlo antes de desaparecer de la vista del ratón.

***

In Hwan salió del consultorio pálido y lloroso, sobando con insistencia su bracito, levantando la vista compungido, buscando a alguien…

Yoochun se levanto y se acercó presuroso hasta Junsu y el ratoncito quien apenas verlo extendió sus manos hacia él con los ojitos inundados de lágrimas, Park lo levanto al instante y lo aferro a su cuerpo sintiendo el audible lamento del pequeño desgarrarle el pecho.

—Calma In Hwan… Calma…— Susurraba Yoochun con incalculable ternura mientras él bebe lloraba con tanta fuerza que Yoochun estuvo a punto de ir y darle una buena paliza al imbécil que le había hecho eso a su…hijo…

Dios, que sensación tan abrumadora…

—Chunie…— Gimoteo In Hwan en silencio.

Quien sabe cuantos suspiros llevaba Junsu tragándose desde que Yoochun estuvo fuera del edificio donde vivían esperando por ellos. No se creía esa escena, no podía asimilar la actitud de Yoochun hacia su hijo, había muchas cosas que no sabía de Yoochun y Yoochun también desconocía muchas cosas sobre su persona y aun así…

— ¿Te encuentras bien Junsu ah…?—Cuestiono el ratón mayor acariciando con suma delicadeza la espalda de In Hwan para que dejara de llorar y se tranquilizara al menos un poco.

—Si… ¿Por qué?

—Bueno es que te vez pálido y algo distraído…—Se apresuró en explicar recibiendo de Su esa mirada inexplicablemente familiar que lo hacía sentir avergonzado.

—Probablemente es porque no desayune, no te preocupes…—

—Pues entonces vamos a desayunar—Se apresuró Yoochun con una ligera sonrisa—…Que a mí también me esta matando el hambre y apuesto toda mi herencia que In can también quiere ir a comer ¿o no?—Pregunto tiernamente acariciando con su nariz las regordetas y sonrojadas mejillas del pequeño, recibiendo en respuesta una apenada sonrisa del pequeño mientras hipaba bastante audiblemente.

—Quiedo…u-un bollo…con helado…—Pidió sorbiendo por la nariz mientras intentaba limpiarse al mismo tiempo, mirando de reojo a Junsu quien se cruzo de brazos con un puchero negando con suavidad.

—Vamos… —Pidió Yoochun mirándolo sonriente—Solo porque estamos convalecientes…

— ¡Si! ¡Si! ¡Mida Junsu! ¡Mida!—Dijo In Hwan repentinamente muy animado parpadeando erráticamente con las dos manos en su cabecita— ¡Estoy cudro como gatito hyung! —Los dos adultos rieron sin poderse contener y Junsu se encogió de hombros derrotado.

—Esta bien In Hwan, pero dime papá. —Pidió limpiando su carita de las lágrimas recientes.

—Déjame lo pienso…este… ¡No!—Respondió abrazándose a Yoochun riéndose a carcajadas con el tras la mueca ofendida que puso Junsu caminando rumbo a la salida con calma.

Antes de subirse a su auto, Yoochun sintió de nuevo la penetrante mirada de Junsu sobre su persona, y volvió a sentirse avergonzado, respondiendo el contacto solo como si fuese de casualidad…

Lo que vio, le paro el corazón y también lo hizo feliz…

—Gracias Chunie… — Le dijo recargado sobre el toldo antes de entrar con In Hwan en el asiento trasero…

Sentir una ventisca tibia colándose a través de su pecho solo por la forma en que Junsu lo miraba, era extraño, pero también era bueno, aunque jamás en su vida se haya sentido tan comprendido ni expuesto…

Era muy, muy bueno…

***

— ¡Dios es tan tarde! —Murmuro Jaejoong acomodándose las mangas de su uniforme, saliendo apresurado del baño caminando rumbo a los comedores, el acceso de los empleados era por la puerta trasera del edificio pero ya iba lo suficientemente retrasado como para salir y volver a rodear toda la estructura, además tampoco es como si fuera realmente una falta tan grave. Sonrió algo aliviado al divisar las puertas principales y acomodo un discreto bolso oscuro en el que llevaba solo sus objetos más esenciales, empujo las puertas con fuerza y al ingresar sus ojos se abrieron al máximo, la boca se le seco y su bolso cayo al piso mientras toda la gama de colores apareció y desapareció por su rostro en menos de un segundo, quedándose finalmente libido y más pálido que una hoja de papel.

Junsu…

Junsu iba a morir, lenta, muy lenta y dolorosamente…

Su rostro estaba en un cartel de dimensiones extravagantes, colgaba sobre el área de las barras para una comida rápida y ligera y había una leyenda, sobre el significado de un brillo labial rojo brillante, aquel denominado “Boo”…

Algunos de sus colaboradores estaban observando el anuncio con cierto embelesamiento, había un desconcierto general y cuando notaron su presencia, los murmullos empezaron a regarse como la pólvora, que jodida mala suerte la suya, pero iba a matarlo, definitivamente iba a dejar a In Hwan huérfano.

—Buenos días Kim Jaejoong, veo que acabas de ver el excelente trabajo en el que has colaborado…— Murmuro con arrogancia la voz de sabelotodo que se cargaba Park Yunho, Jaejoong se giro y lo vio entrar como todo un dios rodeados de un par de hombres esperando alguna confirmación mientras su secretaria hablaba por teléfono anotando maniáticamente sobre una discreta agenda electrónica. Jaejoong lo miro iracundo, no sabía con quien estaba más enojado, si con él mismo por haber accedido al capricho de Junsu [y haber disfrutado el sueldo completo que le dio, sin sospechar nada] o justamente con Junsu por haberlo usado como modelo para un ¡Espectacular! Sabiendo la humillante posición en la cual eso lo dejaría frente a Yunho…

Se sentía tan ultrajado…

—Eso es un abuso…— Señalo Jaejoong la enorme pancarta con un tono silente más nocivo y amenazante que si hubiese decidido ponerse a gritar—No pueden usar la imagen de una persona para fines lucrativos sin su consentimiento, y exijo en este mismo instante que lo retiren…—Dijo golpeando el pecho de Yunho con su índice, siendo consciente que no podía golpear como quería al presidente de la compañía frente a una veintena de empleados observando.

—Quizás no lo sepas pero Kim Junsu, tú hermano, cedió los derechos a la compañía y para la próxima semana medio país estará viendo tu rostro—Señalo Yunho con una maldad casi enfermiza al ver a Jaejoong tambalearse sin color en el rostro mientras apretaba los puños con tanta fuerza hasta que sus nudillos quedaron completamente blancos, después de ese ultimo comentario el pelinegro había dejado de escuchar las burlas de Yunho, sentía que el rostro le ardía de ira y vergüenza en mismas cantidades, su respiración se había vuelto irregular y su cuerpo se lleno de pánico, estaba hiperventilando y como un punto en su contra tenía mucho miedo, estaba aterrado.

—Cuando despierte, voy a patearte el culo…— Fue su ahogada exclamación antes de que el cumulo de emociones estallara y empezara a mirar doble precipitándose contra el suelo sin que nadie pudiera evitarlo, acompañado de exclamaciones preocupadas.

— ¡Jaejoong!

Su nombre en medio de un hoyo negro fue lo último que escucho.

Yunho lo atrapo justo antes de que se diera contra el suelo y estaba casi tan impactado como todos sus acompañantes, no había pensado que fuese a ser para tanto.

—Jefe, ahora si se ha pasado…—Opino la secretaria Lee abanicando a Jaejoong con su folder.

—No me digas lo que ya se, ¿Te importaría llamar a un médico?— Cuestiono histérico palmeándole el rostro con fuerza al mayor de los Kim.
“Me lleva… ahora si que la he jodido…”

***

— ¡Achu!

— ¿Te vas a enfedmad appa?— Pregunto In Hwan al ver a Junsu estornudar.

—No amor, probablemente alguien este hablando mal de mí. — Dijo compartiendo una risita risueña con su niño, ubicados con bastante comodidad en la mesa de la encantadora cafetería a la que Yoochun los había llevado.

—Aquí esta nuestro almuerzo…—Dijo Chun llegando con una charola enorme llena de cosas deliciosas en ella, sonriendo al ver los ojos de sus acompañantes brillar ansiosamente.

—En este lugar hacen un tempura de helado bastante rico y libre de azúcar para que Junsu ah no nos regañe In Hwa…— Dijo compartiendo una dulce sonrisa con el pequeño antes de continuar—…traje también biscochos con mantequilla, huevos con jamón, te con leche acaramelada, jugo y fruta ¿Quieren algo más?—Pregunto con una sonrisa esperanzada mientras Junsu viraba su mirada de la comida a su rostro repetidas veces.

— ¿Quieres acaso comprarnos con comida?— Pregunto el castaño entre tanto In Hwan tomaba una cuchara y se apresuraba en comer de su helado. Yoochun puso una cara de susto muy graciosa negando con vehemencia.

—Por su puesto que no… pensé que tendrían hambre y como no sé que les gusta yo…—Junsu soltó una risotada al verlo tan nervioso y angustiado y negó con suavidad mordiendo un bollo con una mirada inocente que hizo sentir a Yoochun como un idiota, pero no era su problema, estaba nervioso y desesperado, lo cómodo que se sentía en compañía de esas dos personas era único e inexplicable.

La risita de In chan atrajo nuevamente la atención de los dos adultos y chunie le revoloteo el pelo con demasiada confianza, que volvió a descolocar un poco a Junsu.

— ¿Cómo es que ustedes se conocieron? —Se intereso Junsu, porque no se le había ocurrido preguntarle a ninguno de los dos hasta ese momento.

Yoochun e In Hwan sonrieron ampliamente a la vez y se miraron con gesto culpable.

—Lo conocí a causa de mis hermanos, al parecer una de sus cualidades es ser tan escurridizo como un pequeño ratón, se escapo dos veces de la guardería antes de que yo llegara a trabajar y fueron ellos precisamente quienes lo encontraron…— Narro Yoochun tirando suavemente de las mejillas de In chan.

— ¡Pedo eso es podque yo quedia dadle un abazo a los adbolitos y tu y gatito hyung no me dejadon!—Se excuso rápidamente señalando a Junsu con los labios manchados de helado de vainilla.

Yoochun rio abiertamente de nuevo, no sabía porque, pero si sabía que estaba riendo más de lo que usualmente lo hacia y todo era gracias a sus dos tiernos acompañantes.

—Después de conocerlo llego un día a la vicepresidencia de la mano del intendente, acompañado de ese niño alto que parece su sombra.

— ¿Kevin?—Cuestiono Junsu recibiendo un asentimiento energético por parte de chunie mientras se llevaba una cucharada de tempura casi con el mismo gusto infantil con el cual lo había hecho In Hwan, sin mencionar que también se mancho los labios de helado.

Junsu oculto su risa y de forma inesperada extendió su mano, limpiando los labios de Yoochun con una servilleta antes de que él pudiese hacerlo, obligándose así mismo a restarle importancia a su atrevimiento limpiando también los labios de su hijo, quien paro la trompita para que Junsu lo besara, cosa que su appa hizo sin dudar.

— ¿Así que tú y Kevin se la pasan molestando a Yoochun ah?—Pregunto al apartarse medio reprendiendo a In chan el cual negó sin ningún tipo de afectación.

—Solo vamos a visitadlo, bueno cuando Kevin no va a la escuela el me acompaña, pedo casi siempe voy solo a jugad con el daton, o con el león o con la jidafa y casanda me degala dulces cuando me lleva de nuevo a la guadedia…— Contó masticando como un pollito un trocito de pan con huevo que Junsu le había acercado a los labios escuchándolo con atención.

El embelesamiento de Yoochun era tal que en verdad esperaba no estar a punto de volverse idiota.

— ¿Vedad que no te molesto Chunie? —Le pregunto In Hwan abriendo la boca grande para recibir una cucharada de fruta con miel.

“Chunie…” Pensó Junsu como en medio de una ensoñación que tiño sus mejillas de rojo sin que escuchara con verdadera atención la respuesta de Yoochun pues solo quería dejar de mirarlo con la misma pregunta incomoda y vergonzosa que brillaba en los ojos de Park, sumiéndose en un repentino silencio bajo la emocionada mirada de In Hwan quien observaba a uno y a otro con evidente curiosidad.

— ¿Chunie me compas un gato?—Pregunto el pequeño mañoso aprovechándose del aturdimiento de sus cuidadores.

—Por supuesto…—Respondió Yoochun sonriéndole a Junsu como un verdadero casanova, quien parpadeo antes de fruncir el ceño y mirar a In Hwan.

— ¡Oye no seas aprovechado! Además en el departamento no tenemos espacio para un gato, aparte de Jaejoong claro. —Regaño Junsu sintiéndose avergonzado al ver a su pequeño esconder sus carcajadas.

— ¡Es que el daton puso la misma cada que tu cuando vez al datoncito de la foto que escondes ente tus libos!—Obvio el menor de los Kim sin que Junsu tuviera el tiempo suficiente para evitar que dijera aquello, se suponía que era su secreto pero al parecer se había equivocado, sin mencionar que lo dijo frente a Yoochun a quien la iluminación le llego de pronto. Junsu había tomado una fotografía suya aquella única ocasión que había estado en su departamento.

— ¿Qué fotografía In Hwan? —Pregunto con inocente curiosidad, podía imaginarlo pero no estaba de más indagar un poquito, además era divertido ver todas esas intensas expresiones apoderarse del rostro de Junsu.

—Ehm… ¿Quiénes son el león y la jirafa? In Hwan habla mucho de ellos y no estoy seguro de si solo se lo imagina—Pregunto Junsu nervioso y de forma apresurada, haciendo aparecer una mirada acusadora en Yoochun antes de que respondiera afable, pues la propia actitud evasiva de Junsu había confirmado sus sospechas.

—Son mis hermanos, según el orden jerárquico que tendrían en una jungla de verdad. Yunho es el león y Changmin la jirafa, hecho que a mí me relega bastante sobre mi verdadera posición al dejar que In Hwan me diga ratón. Comento divertido, terminando su tempura con una alegría casi irreal, antes de que un par de gritos cerca de la caja pasara a arruinar el almuerzo de los comensales, In Hwan pego un brinco bastante gracioso a la vista de no haber sido porque salto a los brazos de Junsu algo asustado.

— ¿Qué estará ocurriendo? —Pregunto Junsu acariciando con cuidado la cabecita de In Hwan bajo la interrogante mirada de Yoochun.
—Oh, lo siento a In Hwan no le gustan los gritos. —murmuro apenado mientras Yoochun se limpiaba la boca y dejaba su desayuno por la mitad levantándose molesto con esos hombres, porque si el no fuera un irresponsable libertino probablemente se hubiera enamorado de Junsu adecuadamente, se hubiera casado con él y también sabría cuales eran las cosas que asustaban a In Hwan para poder protegerlo.

— ¿A dónde va el daton? —Pregunto el niño al salir un instante de su escondite para poder abrazar a su muñequito de felpa mientras Junsu lo abrazaba con fuerza sin responder al cuestionamiento de su pequeño.

Yoochun llego como todo un hombre de negocios y silencio con un par de palabras la discusión que un par de hombres de dudosa procedencia habían estado manteniendo con el que aparentemente era el dueño del lugar. Junsu ladeo la cara del mismo modo que In Hwan y se sobresaltaron a la vez cuando Yoochun golpeo consistentemente el mostrador. El castaño sonrió sin poder evitarlo, recordando de súbito su primer encuentro, ese día Yoochun se había peleado por defenderlo y todo había empezado de verdad, su yo de hacía 3 años era bastante difuso de su situación actual, Yoochun también parecía ser diferente, pero tampoco es como si fuese capaz de juzgarlo, no se sentía ni con el conocimiento y mucho menos con el derecho, ya era bastante descorazonador saberse desayunando con él y con el regalo que le había dejado después de esa única noche juntos, por In Hwan no habría nada que no pudiera hacer en el mundo…

Junsu volvió en sí cuando Yoochun se sentó de nuevo frente a él continuando con su desayuno como si no hubiese pasado nada.

— ¿Qué ha ocurrido? ¿Qué les dijiste para que se fueran y dejaran de gritar? —Pregunto mirando que el dueño de la cafetería estaba como en estado de shock mirando un papel con los ojos desorbitados.

Yoochun sonrió y se encogió de hombros dándole un trago a su jugo antes de contestar.

—El señor Yuan tenía deudas y yo amo venir a comer a este lugar desde hace como 4 años por lo que no podía permitir que unos extorsionadores cerraran el lugar para hacer un bar, así que ahora soy el nuevo dueño ¿¡A qué tu appa de chocolate es genial In Hwan!?—Cuestiono con un tono lindo hacia el niño quien choco su manita con la de Yoochun, dejando mudo y avergonzado a Junsu el resto del desayuno, porque además ¡La sonrisa había sido idéntica!

Las personas con dinero, eran extravagantes y no estaba del todo seguro si se acostumbraría a lidiar con la vida de Yoochun, a simple vista parecía otro de esos ricos bastardos que le molestaban tanto, pero también sabía que su primera impresión había sido completamente distinta a esa, aunque eso era obvio… Solo esperaba no estar equivocando, porque tenía mucho miedo.

***

El furioso teclear de Changmin contra su laptop era lo único que salvaba a Minho de la locura.

—Changmin shii. —El aludido dio un respingo acompañado de una expresión adorablemente atemorizada, Minho se mordió los labios al tiempo en que Changmin le tomaba recobrar la compostura, pensando que ya sabía de donde habían salido algunas de las expresiones de su sobrino.

— ¿Qué quieres?—Pregunto más hoscamente de lo que había querido sonar, pero Minho ni si quiera le tomo apreció.

—No quisiera ser impertinente Changmin shii, pero ¿no hay nada que pueda hacer? ¿Cómo revisar estados de cuenta? O ¿El movimiento de la bolsa? O ¿Los acuerdos de esas crecientes empresas vietnamitas? O ¿Algo? —Inquirió bajo la seria y atenta expresión de Changmin, creyendo internamente que al no estar acostumbrado aún colaborador se sentía algo desorientado e incapaz de confiar en él, pero aun así Minho creía que Changmin era alguien sensato y noble como esa expresión afable que había aparecido en el rostro de su jefe después de una meditación profunda parecía querer confirmarle.

—Tráeme un café.

“Maldito rico bastardo hijo de su…”

Changmin quiso reír al ver la expresión llena de incredulidad que se apodero del rostro de Kim, pero carraspeo y volvió a sus asuntos sin girar de nuevo a ver a Minho al vislumbrarlo levantándose.

—3 de azúcar y una y media de café.—Susurro antes de que Minho saliera de su oficina dando un sonoro portazo, Changmin se carcajeo con maldad al saberse solo y suspiro con algo de gratificación personal, no era tan malo estar acompañado después de todo.



—Sí, sí, tráeme un café, fastidioso orangután, incompetente amargado…—Murmuraba Minho mientras en la pequeña antesala que debería estar ocupada por una secretaria, preparaba el dichoso café de su jefe.

—Ojala le de diarrea… — Murmuro con un puchero inconforme, saltando al escuchar una suave risa proveniente de la puerta contigua de la cual venía entrando Casandra con unos documentos en la mano.

—Tú debes ser Minho shii. —Minho sonrió con algo de embarazó y asintió haciendo una suave reverencia hacia la mujer.

—Mucho gusto soy Casandra, la secretaria del vicepresidente Yoochun, es un placer conocerte, mi jefe te describió detalladamente, a ti y a tú hermano.

—Oh… ya veo… Mucho gusto. —Se presento tomando el café y unas cuantas galletas en una diminuta charola.

— ¿Necesita ver a Changmin shii? —La mujer asintió y se apresuró en cruzar la estancia para llegar a la puerta contraria, observando con algo de curiosidad a Mino.

— ¿Puedo hacerte una pregunta querido? Minho asintió y le sonrió antes de abrir la puerta.

— ¿Por qué no estas con tú hermano Jaejoong shii? Escuche que se desmayo al llegar esta mañana a su trabajo y esta descansando en la oficina del presidente.

Minho rio nerviosamente y miro el piso algo contrariado, ya imaginaba porque se desmayo y la verdad que él no iba a lidiar por las malas decisiones de Junsu, si había alguien que se merecía esos gritos era el delfín y Minho no se sentía ni un poquito capaz de intervenir, más aún si ya estaba inmiscuido Yunho shii.

—Oh demonios ya me imaginaba que algo así ocurriría cuando llegue esta mañana y vi una enorme fotografía de Jaejoong en la parte frontal del edificio, gracias por avisarme, pero no creo que yo sea de mucha ayuda en estos momentos…—Murmuro con verdadera sinceridad haciendo reír a la mujer, había escuchado rumores sobre el fuerte temperamento del nuevo cocinero y la reacción de Minho solo la había echo pensar que definitivamente era alguien de temer.

—Adelante.

—Muchas gracias Minho ah, con permiso. Se anunció la mujer obligando a Changmin a levantar la vista de la computadora, mientras Minho se acercaba para nada cómodo hasta su escritorio y hacia un espacio para colocar el café y las galletas sin que estas terminaran arruinando algún documento importante, ese Changmin necesitaba ordenar un poco sus ideas a parte de su área de trabajo.

—Buenos días señor Park, vengo a traerle la lista de costos para la fiesta anual de la compañía, Yoochun shii acaba de llamar y quiere que investigue detalladamente el historial de la cafetería “Loto” al parecer acaba de comprarla… Además se piensa tomar el día libre…—Murmuro levantando su vista de un par de documentos mientras Changmin abría los ojos impresionado quemándose la lengua por el imprudente trago que le dio a su café.

— ¿¡Qué el que!? — Casandra suspiro audiblemente limitándose a colocar sobre las manos de Minho un montón de papeles.

—Procura revisar dos o tres veces la lista para la fiesta, el año pasado tú jefe dejo que el mío gastara casi un billón de won en el evento y como nadie quiere que eso vuelva a ocurrir, ni que haya bailarinas exóticas en la recepción ahora el papeleo y la liberación tiene que pasar primero por esta zona, buena suerte. —Murmuro la mujer alisando su traje, caminando tranquilamente hacia la salida mientras Changmin marcaba insistentemente el celular de Yoochun.

— ¿¡Quien se cree que es para gastar el dinero de esa manera!? ¿¡Y además tomarse el día libre!? Grito Changmin mirando enfurruñado su teléfono celular.

—Su hermano y además posiblemente solo lo haya hecho para impresionar a Junsu, si no le molesta voy a empezar a trabajar. — Dijo Minho caminando tranquilamente hacia su escritorio con una sonrisa de oreja a oreja.

Changmin lo miro y frunció el ceño, había sido una pregunta retorica, algo hastiado se llevo de nuevo el café a los labios y aunque sentía la lengua escaldada por haberse quemado, una sonrisa interna creció más aprisa de lo que quería admitir, estaba justo como le gustaba y eso no le gusto en lo absoluto.
—Disculpe ¿Para qué es este evento? —Changmin volvió a mirarlo de reojo e hizo una mueca.

—Es el aniversario de la compañía, ignora la lista de Yoochun mi madre probablemente se encargue de la organización este año… Y…—Suspiro empezando a escribir de nuevo—…Graciasporelcafé… Murmuro tan rápido y tan quedito que Minho pensó haberlo imaginado, pero solo por si acaso.

—De nada. —Respondió con una mueca seria riendo bajito al ver que Changmin volvía a sobresaltarse, empezado a teclear en su computadora, primero investigaría un poco sobre la cafetería y aunque Changmin le haya dicho que no, también se encargaría de la lista de costes para el aniversario de la empresa.

***

—Fue una buena idea apagar el teléfono celular, de lo contrario Changmin ya estaría fastidiándome. —Murmuro Yoochun parando frente a un semáforo sonriendo por el espejo retrovisor hacia Junsu e In Hwan.

— ¿Y a donde quieren ir? —Pregunto una vez volvió a avanzar no sabiendo que más hacer porque se sentía bastante nervioso—Además podemos tomarnos el resto del día libre….

— ¡Vamos al padque!—Grito In Hwan sin que Yoochun terminara su frase.

— ¿Quieres ir Junsu ah? —Pregunto cauteloso viendo la inseguridad persistir en el rostro del castaño.

—Vamos delfín…—Suplico su hijo zangoloteándolo con una mirada suplicante a la que Junsu no se podía negar.

—Esta bien, vamos…—

Nuevamente Yoochun e In Hwan sonrieron a la vez y del mismo modo, aturdiendo a Junsu por la familiaridad del trato y las acciones, continuo en silencio el resto del viaje sonriendo por las bromas y juegos de esos dos de vez en cuando hasta que llegaron al parque. La emoción de In hwan fue bastante palpable porque no solo estaban los juegos tradicionales incluso había unos cuantos mecánicos que hicieron brillar de ilusión la carita de su hijo.

— ¡Appa! ¡Vamos a las tazas!—Chillo apenas verlas mientras Junsu retrocedía algo asustado, el odiaba esas armatostes del demonio desde aquella vez que Jae lo llevo al parque de diversiones para su cumpleaños número 12, tuvo que subirse solo a todos los juegos porque Minho era demasiado pequeño para subir y Jae tenía que cuidar de él.

Aun recordaba los golpes que se había dado en la montaña rusa y el pánico que había sentido durante todo el recorrido, primero se volvería niña antes de volver a repetir la experiencia.

— ¡También me encantan las tazas locas! —Dijo Yoochun animado como In Hwan.

Junsu creía que Park actuaba la mayor parte del tiempo como un niño y eso le agradaba bastante, de algún modo habría sido decepcionante encontrárselo serio y amargado, un adulto como cualquier otro…

— ¡Eso es perfecto! ¿¡Verdad In Hwan!? Chunie se subirá contigo mientras yo les hago fotografías. Informo Junsu ganándose una sonrisa acusadora por parte de su hijo quien le extendió su afelpado compañero sin decir más.

— ¡Wuouhhhhhh! ¡Vamos chunieeeeeeeeeeee! —Grito el pequeño fascinado echándose a correr hacia las tazas locas, mientras Yoochun le dedicaba una mirada dulce e indescifrable a Junsu antes de salir corriendo tras los insistentes llamados del pequeño.

Junsu soltó una carcajada aguda y se hecho a caminar tras ellos, buscando su celular en la bolsa de sus pantalones, ¡muchos recuerdos! él y su pequeño necesitaban ¡muchos recuerdos!

In Hwan se formo seguido de cerca por Yoochun quien se gano varias miradas extrañadas y burlescas por parte de los niños y los padres que ahí se encontraban situación que el ratón ignoro con actitud de “Soy un idol y me vale lo que piensen” mientras In Hwan, hablaba y hablaba y hablaba haciendo reír a Park con sus ocurrencias.

—Sabía que no era buena idea dejarte desayunar helado…—Dijo Junsu una vez a su lado sorprendiéndolos con un flash inesperado.

—Ves Chunie, yo te dije…—Informo el pequeño golpeándose la cabeza después de cruzar los bracitos con expresión decepcionada, haciendo reír al hombre encargado de manipular el juego, bajo la ofendida mirada de “Chunie”

—A veces se pone tan elocuente como Minho ebrio…—Explico Junsu en un quedo susurro arrugando la nariz para restarle importancia—Es cosa de familia Yoochun ah no le hagas caso y disfruta el paseo. Lo insto con un ligero empujón tomándoles otra fotografía una vez sentados en su pequeño modulo redondo y rodeado de colores vivarachos y formas extravagantes, mientras más pequeños a su alrededor se reían de In Hwan y su amigo, porque era enorme y resaltaba mucho con ese saco negro y elegante que lo vestía.

— ¡In Hwan vamos a marearnos! —Replico Yoochun, ignorando la extrañeza que generaban sus acciones, él no podía ser un padre normal, ni si quiera sabía lo que era un padre normal, y mucho menos sabía si tenía el derecho de saberse padre de In Hwan, aunque en verdad lo anhelara. Tampoco tenía motivos tan banales, cualquiera podría pensar que se acercaba al pequeño para poder ganarse a Junsu, pero el llevaba conociendo a in Hwan más tiempo de las veces que había visto a Junsu en toda su vida así que no era algo como eso tampoco.

Era una sensación más bien, nueva y que lo llenaba de emoción y adrenalina, completamente ajena a la que generaba en su cuerpo los giros del juego mecánico que lo hacía reír al divisar a In Hwan y sus risas como un borrón de manchas coloridas y brillantes cuando los flashes que lanzaba Junsu hacía ellos acompañados de su peculiar carcajada no lo deslumbraban antes, desde esa perspectiva en la que seguramente los niños observaban el mundo, Yoochun pesaba que todo esa bastante sencillo y que podría acoplarse con muchísima mayor facilidad a su pequeño ratón y a su infantil delfín ahora que al enterarse de toda esa situación.

—¡¡Oh… made bendita…!! —Chillo in Hwan atrayendo la atención de Chun, cuando el juego estaba casi apunto de parar por completo. Mientras el pequeñín se balanceaba como si el juego aún continuara girando, riéndose al oír de esos labios tan chiquitos e inocentes expresiones tan de adultos.

Yoochun se bajo riendo del juego con In Hwan de la mano recordando que a la edad del menor el y sus hermanos eran bastante adultos, con la importancia de sus padres, no podían permitirse tener hijos desobedientes e imprudentes, así que no recordaba algo en su infancia que no hubiese sido meticulosamente planeado por alguno de sus progenitores, nunca nada se le había negado pero tampoco creía que la infancia debiera ser tan “impecable”

— ¡Muy bien ustedes dos! ¡Digan queso!—Grito Junsu sacando al mayor de sus cavilaciones apresurándose en cargar a In Hwan y hacer al mismo tiempo el gesto de la paz y un corazón con la manita derecha de In Hwan y la izquierda de Yoochun.

Junsu tomo la foto en medio de una ruidosa carcajada y se acercó para mostrarles la imagen.

— ¡Somos igualitos!—Dijo In chan con inocencia— ¡Como dice la jidafa bastada! —Junsu abrió los ojos como platos y Yoochun ahogo una sonrisita socarrona.

— ¿La jirafa qué…? Pregunto Junsu impactado.

—Bastada delfín bastada, el león hyung dijo que es cuando una gente es muy lista y la jidafa es muy lista. —Aclaro levantando su dedito para reafirmar el punto.

Junsu rio soltando una majadería en voz baja viendo a Yoochun de manera acusadora.

— ¿Qué clase de cosas son las que le enseñan tu y tus hermanos a mi hijo? —Quiso saber Junsu entrecerrando los ojos de forma amenazante aunque en realidad no lo fue tanto porque Yoochun lo encontró adorable.

—Le hemos cambiado el significado a las groserías porque es menos complicado que tratar de hablar correctamente entre nosotros y porque un tal gatito hyung ha insistido en que quienes las dicen se irán al infierno ¿verdad In Hwan?— Pregunto recibiendo un pícaro asentimiento por parte del pequeño.

— ¡Ahoda vamos a los caditos chocones!— Grito el menor removiéndose inquieto para que Chunie lo bajara y así pudiera continuar corriendo, el delfín y el ratón lo hacían sentir igual de bien, era como si dos appas fueran mejor que uno e inocentemente pensó lo grandioso que sería si los tres pudieran jugar siempre juntos.

—Por cierto Junsu ah, también es mío…—Fue el extraño comentario de Yoochun antes de seguir a In Hwan nuevamente.

***

—Ya veo, así que su cumpleaños es el 16 de octubre…—Repitió Yoochun lo que acababa de preguntarle a Junsu, sintiéndose feliz de conocer algunos cuantos detalles de la vida de su hijo.
—Oye Junsu ah pero según mis cálculos eso quiere decir ¿qué nació de 8 meses?—

— ¡oh sí! Tienes razón…—contesto Junsu mirando a su pequeño empinado sobre sus pies en un carrito ambulante repleto de caramelos, Yoochun le había dicho que se comprara lo que quisiera antes de subirse al próximo juego, a Junsu no le agradaba mucho la idea pero sabía que si volvía a pelear por eso ocurriría lo de esa mañana en el restaurante, Yoochun se había puesto bastante testarudo porque Junsu había insistido en pagar la parte suya y de in Hwan y aunque al final Yoochun pago el almuerzo del pequeño tuvo que recibir para nada conforme el dinero que Junsu le entrego por su parte del almuerzo—Tuve un accidente poco antes de cumplir los ocho meses, me caí de un banco y el impacto del golpe obligo a los médicos a adelantar el parto, tuvieron que hacer una operación de emergencia, mira…—

Le dijo alzándose un poco la camisa y apartando la cinturilla de sus pantalones para mostrarle a Yoochun una línea protuberante pero casi invisible cruzar de extremo a extremo el vientre de Junsu.

—Es la cicatriz de la cesárea aunque ya casi no se ve, los médicos hicieron un trabajo bastante discreto y cuidadoso…erh…lo siento…— Se disculpo cuando noto la intensa mirada de Yoochun sobre su piel, ¿Qué le pasaba? Actuaba con poco pudor para ser la segunda vez que conversaban.

—No te disculpes, yo lo siento. Probablemente con alguien cerca de ti en esos momentos todo habría sido más simple.

Junsu rio y negó, valla que era noble.

—No me digas eso Yoochun, no pudo haberse evitado, probablemente si en ese tiempo te hubiese encontrado no me habrías creído nada. Mis hermanos cuidaron muy bien de mí al igual que un par de buenos amigos…— Narro con mucha más facilidad de la que se creía poseedor en esos momentos frente a él.

—Es admirable Junsu, no cualquiera en tu situación habría tomado la misma decisión, creo que as sido demasiado valiente…— Junsu lo miro de reojo mientras jugaba distraídamente con el muñeco de In chan entre sus manos.

—In Hwan no tenía la culpa de nada y yo no me imagino viviendo sin él… Se explico mirando hacia el piso perdido en sus recuerdos.

—Ese pequeñito es una bendición, de lo contrario tú y yo jamás nos hubiéramos encontrado de nuevo. —Dijo Yoochun con abrumadora sinceridad.

— ¿Sueles ser siempre así? Pregunto Junsu con una sonrisa de lado.

— ¿Así? —Cuestiono Chunie arrugando la nariz sin entender— ¿Así como? —Pregunto de nuevo.

—Es como si supieras exactamente lo que las personas quieren oír, pero no se si realmente eres sincero al decirlo…—Murmuro lanzando una suave risita como para restarle importancia a su comentario, sin esperar que Yoochun lo retuviera del brazo cuando estuvo a punto de ir a alcanzar a In Hwan.

— ¿Qué…? —La pregunta murió en los labios de Junsu al ver la seria expresión con la cual lo estaba observando Yoochun.

—No se si lo que acabo de decir era lo que querías oír para no sentirte mal, pero si sé que no me importa lo que las personas puedan opinar de mi, ni los resultados de los exámenes, en verdad quiero ser un buen padre para In Hwan… Yo no voy a lastimarlo…—Dijo Park con una expresión suplicante en el rostro.

Junsu se deshizo del agarre ligeramente asombrado mirándolo con algo de reproche.

–No tienes que recordarme algo que ya se, de lo contrario o habría vuelto a la compañía y mucho menos te habría permitió acércate a In Hwan por más padre suyo que seas Park Yoochun, pero no es tan simple olvidar que somos prácticamente unos desconocidos con un hijo en común…

Yoochun frunció ligeramente el ceño dispuesto a replicar porque no había pasado los últimos años pensando en el nada más porque si…

— ¡Appa! ¡Chunie! —Grito el pequeño con una manzana de caramelo en una mano y un pedazo de papel en la otra, corriendo directamente hacia los brazos de Yoochun quien lo alzo y lo hizo girar un par de veces haciendo un extraño ruido como de motor que le arranco escandalosas carcajadas al ratoncito.

— ¿Qué te ha ocurrido? Le pregunto acomodándolo entre risas en sus brazos.

— ¡Mida lo que enconte! ¡Es gatito hyung! —Chillo haciendo revolotear el papel con fuerza frente al rostro de Junsu el cual abrió la boca y los ojos sorprendido, lo había olvidado…

— ¡No puede ser…!—Gimió Junsu tomando el papel con manos temblorosas.

—Aunque no se poque gatito hyung se ve como una niña, pedo esta muy bonito ¿cieto chun chun? Pregunto mordiendo la manzana entretenido en ello.

—Cierto In Hwan, cualquiera que lo vea de ese modo no se imaginara el carácter que tiene de verdad, ¿No crees Junsu ah?— Pregunto sin obtener respuesta del aludido que lucía temeroso y angustiado.

— ¿Junsu ah…?

—Jaejoong va a matarme… No él va a despedazarme…–Gimió al ver ese panfleto con el guiño del mayor promocionando un delineador.

—Dato, ¿Nos subimos al tenecito con el delfín? —Cuestiono In Hwan ignorado el aura negativa que caía sobre los hombros de su padre.

— ¿Por qué no? Se dijo Yoochun sin entender la reacción de Junsu si no quería tener problemas con su hermano no debió usarlo como modelo para empezar.

—Vamos Junsu ah, así nos tomamos fotos los tres…—Le dijo sonriendo comenzando a tironear de él por la manga de su suéter mientras mordía simultáneamente de la manzana que In Hwan le invitaba, aunque haya querido metérsela primero por la nariz, no iba a desperdiciar el tiempo que podía pasar con ellos, el tener al castaño a su lado aún le provocaba un vuelco en el corazón y ahora si podía descubrir lo que le había hecho…

***

Eso era una molestia y además ni si quiera había sido culpa suya, aunque la mirada fulminante que le dirigía Jaejoong y la acusadora de su secretaria le decían todo lo contrario.

—No ha sido nada de que preocuparse, una baja de azúcar por la impresión aunque por su aspecto diría que tiene principios de anemia jovencito. Se hizo notar el médico con un tono de reprimenda que hizo enrojecer un poco a Jaejoong.

—Yunho shii, le recetare un par de vitaminas y suplementos alimenticios, murmuro el doctor rebuscando en su maletín pluma y receta.

—Aunque lo primordial es asegurarse que el joven Kim coma adecuadamente y en sus horarios establecidos de lo contrario podría tener mayores afectaciones en conjunto con el estrés, como cáncer estomacal en el peor de los casos o algo así de grave. Comento el hombre hasta estar de pie frente a Yunho con la intención de entregarle la receta a él.

—¡No es necesario doctor!—Se apresuró Jaejoong levitándose de forma brusca, dando solo un traspiés antes de ver todo doble de nuevo sintiendo dos brazos cálidos y fuertes volver a estabilizarlo.

— ¿Acaso eres idiota? No bueno si eso es obvio, no se ni para que pregunto…—Murmuro Yunho acomodándolo cuidadosamente de nuevo contra el sillón mientras el doctor negaba con expresión severa.

—Por su puesto que es necesario Joven Kim, si se la doy a usted probablemente lo olvidara cuando empiece a sentirse mejor y volverá a atener una recaída. Además es usted el jefe ¿no? Pregunto el doctor hacia Yunho mientras Jaejoong resoplaba con burla frotándose la cabeza adolorido. Yunho lo miro con rencor y el orgullo algo vapuleado, por supuesto que era el jefe… pero eso no tenía que demostrárselo al doctor así que recibió la receta con un suave asentimiento.

—Yo me encargo no se preocupe y gracias por haber venido aquí tan rápido, mi secretaria lo acompañara para entregarle sus honorarios. Murmuro haciendo una ligera reverencia que el doctor acepto, mirando a Jae severamente antes de retirarse—Por ahora será mejor que descanse jovencito y coma algo, intente asimilar la situación bochornosa en la que se encuentra y sáquele provecho. Dictamino el hombre encaminándose a la salida, refiriéndose claro al asunto de los cosméticos.

Yunho sofoco una carcajada al ver por la ventana la enorme manta que colgaba del edificio de enfrente, para deleite malévolo personal, con el rostro de Jaejoong impreso en ella.

—No se porque lo hiciste pero no puedo creer que ella… —Dijo Yunho con un aire interesado que erizo a Jae de los pies a la cabeza—Seas tú… Finalizo con un tono decepcionado y receloso cuando volteo a mirarlo, notando aunque no quisiera, lo débil que lucía, al parecer si estaba enfermo aunque probablemente se debía a lo que ocurrió con Yoochun y Junsu.

Con un suspiro interno camino a su escritorio y leyó con cuidado la receta antes de levantar el auricular del telefono y marcar al servicio de entregas.

Jaejoong se sorprendió al ver que Yunho pedía lo que indicaba la receta pero se sintió demasiado incomodo como para poder impedírselo.

— ¿Por qué has hecho eso…?

—Por que será un problema de la compañía si te mueres aquí, sin mencionar que eres importante para In Hwan…

Jae frunció el ceño y se revolvió el cabello descolocado por eso último.

—Te pagare. Dictamino con un puchero cruzado de brazos, Yunho lo miro y se rio con burla.

—No creas que comprar un par de vitaminas y suplementos me dejaran en la calle, aunque si te hace sentir mejor pensaba descontártelo de tu sueldo, pero por ahora mejor recuéstate un poco, no quiero seguir viendo tu fea cara o es probable que tenga pesadillas. —Jaejoong se rio con sarcasmo por lo infantil y mentiroso que podía llegar a ser Yunho mirando un punto indefinido de la alfombra bajo sus pies antes de hablar.

—Si tu hermano vuelve a lastimar a Junsu lo mato. —Afirmo Jaejoong en un suave siseo que sorprendió a Yunho quien se volteo dispuesto a decirle un par de cosas que habría querido soltar desde que lo conoció, solo que no pudo hacerlo al final.

Todo en Jaejoong estaba gritado de dolor, su cuerpo, su expresión, sus ojos…

En ese preciso instante Yunho vio lo más cercano al Jaejoong real que vería nunca.

—Él no los dañara, te lo puedo firmar con sangre. Aunque debí haber sido yo el que pronunciara tu frase…

Jae soltó el aire que había estado reteniendo durante los últimos días, inquieto por ese interesante enunciado que había soltado Yunho al final, había decidido creerle aunque fuese un poquito y esperaba en serio que no le estuviera mintiendo.

—Muy bien, voy a dormir un rato así que cuida de mí bastardo. Dijo haciendo un movimiento de manos despectivo hacia Yunho acomodándose mejor en el sofá, nunca antes había dormido en el trabajo y era sumamente inquietante hacerlo por primera ve, ya que de paso jodería un poquito a Yunho con su presencia.

—Podría violarte ¿sabes? —Comento Yunho con hastío al notar el ambiente entre ambos como de costumbre.

—Te faltan pantalones…—Bostezo Jae con los ojos cerrados—Además eres demasiado decente para hacer algo como eso…je me gusta…—Murmuro dejando a Yunho contrariado al ver que en serio se disponía a dormir, sin más suspiro recordando que él tenía mucho trabajo que hacer y a lo mejor en el transcurso del día algo se le ocurriría para hacer enfadar a Boo…

Que era decente pero no un santo…

***

— ¡IMPRUDENTE!

Junsu esquivo el zapato de Jaejoong apenas entrar a su departamento una vez que Yoochun paso a dejarlos después de haber jugado todo el día con In Hwan, quien corrió a esconderse entre los brazos de Minho nada más escuchar el grito de su tío Jae, cuando gatito hyung se ponía así era malo intervenir y por la cara que tenía la totuga chan había estado gritando desde hacía bastantes horas.

—Cálmate Jae, yo puedo explicártelo… —murmuro Junsu haciendo un gesto defensivo con las manos por si se le ocurría aventarle algo de nuevo.

— ¡No me digas que me calme cuando mi cara esta impresa en un montón de estos!—Grito elevando de manera visible un poster de mediano tamaño con la marca de los cosméticos y su cara rodeada de un fondo de rosas blancas con letras muy llamativas y afeminadas brillando a su alrededor.

Minho se froto el rostro y negó suavemente desde una esquina de su pequeña sala, o sea el área segura hasta que Jaejoong se fuera a dormir.

—Se lo robo de un centro comercial… Murmuro Minho tras la clara mueca interrogante que había puesto Junsu al ver el cartel, joder… su sección había sido demasiado veloz en lanzar las promociones, aunque no sabía porque tenía la ligera sospecha que el mal humor de su hermano y que la publicidad haya estado distribuida tan rápido tenían que ver con una persona en especial.

— ¡Ese maldito se burlo de mi! Agh…y además me desmaye… ahg y además tengo que tomar medicina…Murmuro dejándose caer derrotado en el sofá más grande mirando dramáticamente hacia la nada. Minho al ver que Jaejoong al parecer no haría más drama, se acercó con su sobrino en brazos y se lo paso a Jae.

— ¿Gatito hyung estas enfedmo?—Pregunto el niño palpando las mejillas del mayor, llenándolo de besitos para que se sintiera mejor.

—Hum…algo así… Necesito muchos abrazos… ¿Quieres bañarte conmigo?—Le pregunto a In Hwan con un tono aniñado que emociono a su sobrino antes de asentir efusivamente.

—Y de paso me cuentas como te la pasaste hoy ¿si In Hwan?

— ¡Si!—Grito el pequeñín radiante bajándose de un salto del regazo de Jaejoong quien antes de irse de la mano de su sobrino fulmino a Junsu con la mirada para ignorarlo después como si fuese una gran diva.

Minho y Junsu hicieron una mueca avergonzada y negaron a la vez cuando escucharon la puerta del baño cerrarse.

— ¿Por qué no me ha matado? Pregunto Junsu señalando el espacio vacío que dejo su hermano en el hermoso silencio que los rodeaba.

—Es una larga historia, pero primordialmente sería porque número 1 se gasto todo tu sueldo sin remordimiento alguno así que no puede quejarse por los carteles y número 2 le grito todo el día a Park Yunho, así que fue él, el receptor de la ira, a ti solo te ha tocado el ultimo desahogo.

—Oh, que alivio, desde esta tarde que vi a Jae en un folleto pensé que me haría dormir en la calle, con lo ocurrido con Yoochun se me olvido…—Murmuro sonriendo algo infantil como queriendo restarle importancia a lo sucedido, pero Minho estaba preocupado y quería saber.

— ¿Cómo te fue? Le pregunto cruzado de brazos recargado contra el respaldo del sillón.

—Bien, pero me siento algo desorientado…—Respondió haciendo una mueca acongojada—In Hwan y Yoochun se llevan bien, muy bien y eso…eso me altera…

Minho suspiro y se acercó para palmearle los hombros con fuerza empujándolo a la cocina con una sonrisa comprensiva.

—Dicen que la sangre llama ¿no? In Hwan también se lleva bien con Changmin shii y Yunho shii parece estar bastante encariñado con él, según lo que me comento Jaejoong hace rato entre rabietas, ya sabemos que In Hwan tiene ángel, pero que haya conquistado a esos 3 en tan poco tiempo ha resultado una proeza para Casandra shii, la secretaria de Yoochun ah y la señorita Lee la asistente de Yunho ah… En términos simples, son personas complicadas… —Murmuro sonriendo algo inseguro colocando cereal y leche en la mesa, mientras Junsu buscaba un par de cuencos para ambos.

—Están dementes y son unos bastardos. Dictaminó Junsu encogiéndose filosóficamente de hombros. —Minho a veces no tienes que ocultar las cosas con palabras bonitas… El aludido resoplo y se froto la sien con gesto adolorido.

—Me das miedo cuando se te sale lo maduro delfín….

—Minho que a ti la situación te haya obligado a madurar a pasos agigantados no quiere decir que yo no pueda actuar como un buen hyung…—Recito Junsu con una sonrisa afable, después de todo era un adulto, no es como si no entendiera como funcionaban las cosas.

—Ya sabes que no me refiero a eso Junsu así que no cambies el tema, Jaejoong y tú me han cuidado siempre casi con un celo enfermizo. —Ironizo con una suave risita.

—Minho eres un malagradecido…—Lo interrumpió Junsu con el ceño fruncido.

—Por su puesto que no, oh y antes de que lo olvide, Jae se desmayo al ver los carteles en la empresa, el médico lo reviso y ha dicho que tiene principios de anemia y le ha recetado un par de suplementos alimenticios…

Junsu negó enérgicamente y puso mala cara, poco impresionado por lo que acababa de decirle Minho, desde que podía recordar Jaejoong siempre había enfermado de lo mismo, cuando eran pequeños era toda una proeza obligarlo a descansar y hacer que se tomara sus medicinas…

—Bien, ¿usaremos la misma táctica de la ultima vez?—Minho se permitió a sonreír con aire malvado y negó acercándose un poco a él.

—Yunho shii, se ha ofrecido de mala gana a encargarse de su cuidado, porque bueno técnicamente fue culpa suya, y obviamente yo no iba a negarme…

Junsu sofoco una carcajada y los ojos se le iluminaron.

— ¿¡Quiere decir que nos hemos librado de su mal genio!?

Minho asintió en silencio y se llevo una cucharada de cereal a los labios antes de preguntar, dándole un brusco giro a la conversación...

— ¿Junsu estas enamorado de Yoochun?— Minho no recordaba si alguna vez se lo había preguntado de forma directa, pero nunca le pareció tan increíble que Junsu se hubiese enamorado de él a primera vista, pues antes de Yoochun e incluso después de él pocos habían sido los que llamaron la atención se Junsu y muchos menos con los que se había atrevido a intentar algo.

Junsu no supo que responder porque la pregunta lo había tomado totalmente desprevenido, él amaba a In Hwan, a sus padres y a sus hermanos…

Amar a alguien como pareja era algo que jamás había experimentado, pero Yoochun, bueno no era tan simple, aunque si sabía que era especial…

—No lo se…—Respondió sinceramente jugando con su cereal—Pero es el appa de In Hwan y yo me he sentido bien hoy, pasando el día los 3 juntos…—Murmuro enseñándole esa ultima foto en la que salían los 3 sonrientes desde el interior del trenecito.

— ¿Estará mal…?

Minho lo tomo de las y negó con suavidad, no estaba mal desear ser feliz.

—Por supuesto que no.

Junsu sonrió con una confianza radiante y afirmo las manos de Minho agradecido.

—Gracias hermanito ahora cuéntame los detalles del desmayo de Jae, y tu primer día con el demonio que tienes por jefe…—Murmuro con tono burlón, carcajeándose al ver a Minho rodar los ojos mientras comía su cereal.

***

— ¡Junsu!—

El aludido giro con una sonrisa en los labios al escuchar la voz de Eduardo y pasos apresurados acercarse a él por la espalda.

—Ed…

—Woush!—Exclamo Junsu recibiendo un duro abrazo de su amigote que incluso le saco el aire.

—Me alegra que estés bien...—Susurro el grandote con alivio al separarse del abrazo.

— ¿eh? ¿Por qué no habría de estarlo?

—Es solo que estaba bastante preocupado después de lo que ocurrió esa tarde con el señor Park, incluso intentamos comunicarnos con ustedes pero no contestaban las llamadas.

—Oh… Te refieres a eso…—Murmuro Junsu sonriendo nervioso, no habían contestado porque pensaron que era de la empresa.

—Kevin esta bastante ansioso, ha insistido en querer ver a in Hwan desde ese día, pero ni yo ni mis hermanos hemos sabido realmente como actuar…

—Ed chan, lo lamento tanto, en verdad no quería causarte ningún problema, es solo que es una historia complicada y difícil de explicar.

—No te preocupes por eso mis hermanos pueden cubrirme.

Junsu sonrió y le palmeo los hombros de manera amistosa.

—Pero que conste que yo dije que era complicado…—Dijo Junsu con aire abatido, encaminándose con Ed a uno de esos jardines exteriores con los cuales contaba la compañía mientras su boca narraba con total elocuencia su increíble situación actual, desde el momento en el que conoció a Yoochun hasta el día anterior.

Y cuando finalmente acabo, Junsu largo una hermosa sonrisa, se sentía ligero, con una carga menos encima. En cuanto al latino su cara era un completo poema, abría la boca queriendo decir algo pero luego la cerraba sin hallar las palabras adecuadas para expresar su consternación, hasta que finalmente se froto el rostro y soltó un gran suspiro, mostrándole una sonrisa divertida a Junsu.

—Y yo que pensé que había sido por los espectaculares con el rostro de Jaejoong. —Dijo compartiendo una sonrisita socarrona con Junsu.

—Parece sacado de un drama.

— ¿Verdad? —Cuestiono Junsu exaltado, porque pensó que era el único al que se le había ocurrido.

Ed se carcajeo y asintió, sintiendo sus esperanzas con Junsu desmoronarse tras lo escuchado, pero a diferencia del abatimiento que se supone debería estar sintiendo, estaba tranquilo y muy feliz por el, preguntándose si no habría confundido su aprecio hacia Junsu con algo más.
—Si Junsu, pero creo que de algún modo es una buena oportunidad para ti y para In Hwan, así que tienes que tratar de ser muy feliz… A veces la vida no nos da segundas oportunidades…

—Ed…—Murmuro Junsu regalándole una sonrisa en suma dulce y agradecida, la expresión del moreno le indicaba que estaba recordando a la madre de Kevin.

—Gracias, si lo veo de ese modo tienes mucha razón…—murmuro mirando distraídamente hacia el cielo.

—No ha sido nada más que un alivio saber que tú, In Hwan y tus hermanos están bien. Por lo demás ve a tu ritmo, las cosas siempre pasan por algo y no es ninguna coincidencia que te hayas vuelto a encontrar con él… al menos yo no lo creo así…

Junsu estaba dispuesto a responder, pero una voz gruesa apareció de pronto llamándolo y agitando su corazón de forma violenta.

—Yoochun ah…—Murmuro Junsu al recién llegado mientras este se quitaba un par de anteojos oscuros, escudriñando sin notarlo al hombre junto a Junsu quien al notar el total desconcierto en el castaño, decidió presentarse el mismo.

—Mucho gusto señor Park, Soy el jefe de seguridad de los edificios, Dijo estrechando la mano de un desorientado Yoochun.

—El appa de Kevin…—Intervino Junsu al notarlo.

— ¡oh, el amiguito de In Hwan! Ahora entiendo porque su hijo es tan alto para tener tan solo 5 años.

Ed tuvo un escalofrío al estrechar la mano del pelinegro y por su integridad y su trabajo supo que lo mejor era dejarlos solos

—Son cosas de los genes, ya sabe. Bueno sin más me retiro, tengo bastantes cosas que hacer. Nos vemos más tarde Jusu, hasta luego señor Park.

Ed desapareció apurado mientras el silencio entre el Yoosu se volvía un poco tenso hasta que la voz aparentemente desinteresada del pelinegro, capto la atención de Junsu.

— ¿Así que el appa de Kevin? —Cuestiono Chunie jugando con sus lentes mientras Junsu apretaba los labios para contener una risita, poniéndose serio al saltar de la marquesina en la que había estado sentado.

—Si…—Fue su escueta respuesta encaminándose al interior del edificio sin esperar a Yoochun, sintiendo un palpito acalorado instalarse en su cuerpo al oír pasos apresurados acercarse a él.

Dios, dios…

Dios…

***

Jaejoong frunció el ceño y rechino los dientes al ver a Yunho hacerle un gesto para que se sentara frente a él en una mesa del comedor principal bajo la mirada de un montón de empleados, que con curiosidad los observaban, ya todo el mundo sabía que el modelo para los cosméticos taiwaneses había sido él, pero aun así Jaejoong habría querido no llamar más la atención de forma innecesaria.

— ¿Qué demonios estas haciendo? Estoy trabajando por si lo has olvidado…—Siseo Jae mientras Yunho lo ignoraba, pues estaba esperando que les llevaran el desayuno a los dos, empezando a comer como si estuviera solo una vez con los platillos en frente, ignorando la expresión intensa que portaba Jaejoong.

—Más te vale empezar a comer por tu cuenta Jaejoong, yo también tengo trabajo que hacer y no quiero verme perdiendo el tiempo obligándote. ¿Me entiendes? —Pregunto Yunho señalándolo con su tenedor, viendo a Jae arquear las cejas con molestia y confusión.

Yunho degusto un bocado de su rica ensalada orgánica antes de dignarse a responder a la muda interrogante que le había hecho su chef.

—De ahora en adelante vas a desayunar, comer e incluso cenar conmigo si es necesario para que te mejores.

Jaejoong lo miro ofendido y a la vez con un poco de sorna.

— ¿Ahora qué quieres logar Yunho? ¿Te golpeaste la cabeza y de repente te preocupas por mí? ¿O es que si naciste retrasado?—Yunho rechino los dientes internamente y volvió a fingir que lo ignoraba encogiéndose tranquilamente de hombros, acercándole una uva de su ensalada con su propio tenedor.

—Son ordenes del doctor Jaejoong, independientemente de que sea muy entretenido pelearnos, me sorprende lo poco que te importa tú salud. Le dijo con un tono demasiado preocupado para ser fingido y para sorpresa de Yunho e incluso del mismo Jaejoong, las mejillas de este ultimo se encendieron un poco.

El chef bajo la cabeza azorado y en silencio empezó a comer mientras miraba nervioso a todos lados, Yunho entonces se permitió sonreír ligeramente, mientras saboreaba esa uva que Jae rechazo.

Ni los gritos ni los insultos parecían funcionar con Jae pero un simple gesto amable como ese lo ponía en ese estado tan… ¿adorable?

—Valla…—Murmuro en silencio el presidente de las corporaciones Park, que interesante era todo eso.

***

—Minho serías tan amable de traerme un…—Inició Changmin entrando a su oficina releyendo uno de esos avisos que Yunho escribía a mano y a la carrera que parecían más los garabatos de un niño de 2 años que las del importante presidente de las corporaciones Park.

— ¿Café? —Pregunto la voz de Minho demasiado cerca de él, obligándolo a levantar la vista para recibir una taza de ese rico café al que ya se estaba acostumbrando a tomar antes de iniciar el día, después de todo era lo único que Minho hacía, aunque esa mañana se veía más activo que de costumbre.

—Sí, gracias…—

—No es nada. Le respondió volviendo a su escritorio, tomando su computadora, un folder, su teléfono celular y una pluma.

— ¿A dónde vas?— Pregunto casualmente como si en serio no le interesara. Minho levanto la vista y parpadeo luciendo algo decepcionado y lindo a la vez.

— ¿No lo sabe? Tengo una reunión con las secretarias de sus hermanos y también con sus padres, sin mencionar la docena y media de personas que me ayudaran a organizar el evento por el aniversario de la fundación de la compañía. Por cierto, es probable que no pueda hacer su café durante las siguientes semanas, también sé que es muy molesto tenerme trabajando para usted, pero me he tomado la libertad de organizar todos los documentos que tiene que revisar en la estantería junto a la ventana por orden alfabético, de ese modo es probable que el margen de error en los contratos se reduzca notablemente. Ya que soy yo quien se encargara del evento tenga por seguro que voy a velar por sus intereses. Que tenga un buen día, con permiso.

Changmin se quedo de piedra con el café en la mano, observando con aire crítico lo ordenado que estaba su escritorio, tenía bastante tiempo que no lo veía y ya ni si quiera se acordaba de que color era la superficie, lo que había dicho Minho era normal y hasta esperado, no que le agradara que su empleado trabajara para todos menos para él, aunque eso fuese enteramente culpa suya y de su desconfianza, pero lo que lo había dejado así fue observar con mucha claridad los matices que habían acompañado la voz y la expresión de Minho tras cada frase que le dedico…

Le dio un nuevo sorbo a su café y se sentó frunciendo el ceño, sin entender porque le había sabido tan amargo, probablemente era solo porque no había nadie más digno de apreciar y recibir los talentos de Minho que el mismo Changmin, a quien la idea le agrado y perturbo a partes iguales…

No quería continuar pensándolo pero había algo inquietante e interesante en Minho y quería descubrir pronto de que se trataba…

Continuará…

 
Bien es un capitulo bastante difuso y fue bastante complicado hacerlo U_U creo que tiene muchos errores ya que incluso he tenido que programar la entrada porque el viernes no estare todo el día XD Si los notan *los errores* señalenmelos va?

Por cierto un pequeño favor traten de no spamear tanto pidiendo conti, si ya se que les gusta este fic, pero bueno no es como si haya firmado un contrato y en todo caso es a mi soulmate a quien le debo cuentas por decirlo de alguna manera ._________________.
Perdón por la demora Esthela10, de ahora en adelante intentare ser más constante.
Bueno disfrutenlo!!! se cuidan Byeee!!!